Disclaimer: Los personajes son propiedad de Tsugumi Öba y Takeshi Obata.


Arma de doble filo

Puede que suene algo cliché, demasiado usado, algo obvio, nada que valga la pena siquiera pensar por un segundo, pero Misa descubrió algo muy importante en su vida (y viniendo de ella uno podría considerarlo una hazaña considerable) que hubiera preferido simplemente ignorar: el amor es un arma de doble filo.

Aquella palabrita tan problemática y usual como extraña, había sido parte activa de su vida desde el momento en que sus ojos se posaron Light Yagami: Kira.

Cualquier persona cuerda habría considerado enamorarse de Kira como lo más terrible que podrían haber hecho en su vida, e incluso sus seguidores lo veían como algo imprudente.

Pero claro, ¿por qué tendría Misa que escuchar tales cosas? Y el corazón no atiende a razones, el amor es ciego y estúpido, uno no elige de quién enamorarse, y cientos de miles de excusas más que podría enumerarles creadas por los humanos para evitar hundirse en sus propios sentimientos conflictivos cada vez que una emergencia amorosa tocaba a la puerta.

Tal vez era cierto, quizás Misa se enamoró de la persona equivocada. Pero ya era demasiado tarde para ponerse a contemplar cosas como esta, no había nada que pudiera hacerse a esta altura. Y si a ella no le molestaba vivir así, ¿por qué preocuparse? Esta era su decisión.

Estaba ciega, completamente cegada por ese sentimiento que en vez de traerle calidez le causaba grandes cantidades de dolor y traición. Aun así ella nunca prestó atención a estas cosas, a esos detalles sin importancia.

Porque Misa Amane estaba dispuesta a cualquier cosa por Yagami Light, y eso era un hecho irrefutable.

Era feliz viviendo con él, teniéndolo cerca y se engañaba a sí misma con la vista de un futuro feliz siendo su esposa que de todas formas jamás llegó.

Porque como el amor no es todo alegrías y sentimientos reconfortantes, algo como lo que sucedió no debía sorprender a nadie.

Ella reflexionó sobre esa característica de sanar y herir que poseía el amor, sobre su doble filo, mientras digería la noticia que acababa de obtener.

Tomó una decisión sin siquiera notarlo, porque su resolución era tan obvia, tan natural, tan predecible, que el no haberla tomado habría sido algo totalmente inesperado de su parte. Era como si estuviera traicionando los sentimientos que albergaba por su ahora muerto prometido.

Porque el amor a Light la había hecho feliz como una niña en muchos sentidos, y ahora ese mismo sería el causante de que ella misma desapareciera del mundo de los mortales.

El mismo amor que había sanado cualquier herida que albergara en su corazón, a pesar de la falsa actitud de su enamorado, era el que le había causado la herida más honda y agonizante de toda su vida. Prácticamente podía sentirla, ahí en ese hueco en el que algún día había estado su corazón, incluso podría jurar que le costaba respirar.

Pero no había ya tiempo para pensar acerca de lo contradictorio que el amor podía ser, de cómo tenía la habilidad de hacer dos cosas completamente opuesta a la vez, ahora tenía que concentrarse en su resolución.

Y porque estaba tan segura de lo que hacía, no miró nunca atrás mientras sus latidos realmente se desvanecían.


So... lo sé, algo angst, raro, no sé. Pero me gustó, y eso es algo realmente poco común en mí. Normalmente destrozo mi propio trabajo con críticas. Y me parece bien, ya que este es mi primera incursión en Death Note, que al menos esté conforme.

Gracias por leer. Esto va dedicado a Disastro (mi ídola de los drabbles) y a Shima (que siempre me dijo que simpatizaba con Misa por la intensidad de su amor. Creo que ya te entiendo).

Saludos!

Midori~.