La tan esperada noche por fin había llegado. La multitud de fanáticos de la saga presentes era sorprendente, vestidos con bufandas que asemejaban los colores de las casas de Hogwarts, capas, varitas, cicatrices en forma de rayo dibujadas en sus frentes, gafas redondas, algunos incluso bebían de botellas que llevaban el rotulo de "cervezas de mantequilla" cada uno de ellos tratando de disfrutar al máximo esta ocasión para estar cerca de sus jóvenes ídolos, esos que desde hacía más de 10 años habían cautivado sus corazones llevándolos a imaginarse un mundo mágico que siempre los esperaba en sus sueños.
Los periodistas tan emocionados como los fans o mejor dicho los "potterheads" ya que así habían encontrado que se llamaban entre ellos, después de entrevistar a varios, vivían la expectativa por llevar toda la información a los hogares de los millones de televidentes que seguían en vivo la transmisión de este evento, casi amenazados por los jefes de cada cadena de televisión, buscaban con esmero describir cada detalle, el número de personas presentes, lo cual fue imposible ya que daba la impresión que aparecían 100 cada 10 minutos (que exageración XD), la ambientación del lugar y por último se dedicaban a ofrecer entrevistas a los "potterheads". Les inquietó sobremanera que encontraran tanto chicos como chicas, en comparación con los estrenos que habían tenido que cubrir de la saga Crepúsculo, donde los gritos ensordecedores de las chicas casi les habían causado problemas al momento de las entrevistas.
En una de las entrevistas la periodista se sorprendió con la respuesta de un chico de unos 20 años ante la pregunta ¿Qué significa Harry Potter para ti? El aludido contesto: "Harry Potter es el fenómeno que ha traspasado fronteras y ha unido a personas tanto jóvenes como adultos de diferentes culturas del mundo enseñándonos el significado del valor, la amistad y el amor. Aunque hoy al parecer todo termine, siempre estará en nuestros corazones como un recuerdo de nuestra infancia" Termino con unas lágrimas rebeldes surcando sus mejillas que de inmediato se dedicó a limpiar deslizando sus dedos bajo las gafas redondas.
Entre preguntas, tímidos "potterheads", lagrimas, gritos, uno que otro desmayo por los nervios y enceguecedores flashes, se vivía la espera por la llegada de los protagonistas: la hermosa ícono de la moda Emma Watson, el por siempre chico de la cicatriz en forma de rayo y ahora actor de Broadway Daniel Radcliffe y el talentoso pelirrojo preferido por de las jóvenes en todo el mundo Rupert Gint.
A unos cuantos metros de la aquella celebración, se este último con su maquilladora y estilista dándole los últimos retoques antes de la inolvidable despedida de su papel como Ron Weasly ante sus fans. Ese pensamiento hizo que se estremeciera en su asiento y que su maquilladora le hiciera un ademan de impaciencia. Los nervios lo estaban matando y no era para menos, ya no interpretaría otra vez a Ron, solo él sabía cuánto se había conectado con el personaje, era increíble cómo se parecían. Una risita escapó de sus labios. Sí, el miedo a las arañas, una familia numerosa y su gusto por los dulces. Pensaba que prácticamente se habían convertido en la misma persona.
Y el amor. Suspiró. De la misma manera que Ron era tímido con las chicas, él también, no se fijaba tanto en que fueran hermosas, ni que fueran poseedoras de un cuerpo de modelo, no era tanto eso, la personalidad, eso sí.
Recordó las muchas veces que le preguntaron al respecto durante las entrevistas y el solo respondía: "Me agrada que una chica sea divertida, dulce, que me haga reír mucho, que sea estudiosa, sencilla, en pocas palabras con una forma de ser que enamore." Esa era siempre su respuesta. Cada vez que se disponía a responder esa pregunta era a ella a quien describía y en quien pensaba. En Emma. Suspiró otra vez. Y de nuevo coincidía con Ron, se enamoró perdidamente de su Hermione y con todo y su timidez encima, logró estar con ella al final, cosa que en su caso era completamente imposible.
Emma era como un sueño inalcanzable. Pero es que era imposible no enamorarse de ella. Otro suspiro. Emma no solo era hermosa, eso él ya lo había notado desde los 14 años y cada vez que podía la observaba con detenimiento tratando de grabar cada minúsculo rasgo de su rostro.
Primero su cabello, le encantaba ese color chocolate almendrado y aprovechaba cualquier ocasión que se le presentara para acercarse y olerlo, era algo tan dulce y embriagador Cerró un segundo los ojos trayendo ese recuerdo a su mente. Recordó cuando una vez tuvo que hacer una escena con ella donde era necesaria la cercanía, fue ahí donde reconoció ese olor especial lo inhaló con todas sus fuerzas y lo cautivó por completo, inundando su cerebro. Un olor afrutado, como a vainilla. También recordó cuando se lo tinturó de rubio para Ballet Shoes de verdad le sentaba maravilloso, sin embargo prefería el color castaño.
Y sus ojos. De color miel, adornados con esas largas pestañas que la hacían ver más adorable de lo que se debía permitir y que hacían un juego perfecto con sus delgadas y curvilíneas cejas. Pero era ese asomo de inocencia en sus ojos lo que le fascinaba, podría crecer todo lo que quisiera pero él siempre la recordaría como la niña dulce y tímida de 11 años de ojos encantadores que conoció cuando hacia el casting para Ron. Esa mirada lo perseguiría para siempre. "Que tortura". Pensó.
Y su nariz. Sonrió. Le fascinaba la forma como graciosas pequitas la surcaban a cada lado, había sido todo un reto advertirlas ya que su dueña se empecinaba en ocultarlas tras capas de maquillaje. A veces le molestaba que lo hiciera. Una vez hasta se atrevió a decírselo aprovechando que estaban solos.
-¿Por qué ocultas tus pecas?-pregunto un inquieto Rupert, tratando en vano de ocultar su molestia.
Emma le miro sorprendida. Frunció el ceño y contestó:
-¿Desde cuándo te preocupa cómo me veo?-
El aludido desvió la mirada. Era cierto. Fantástico Rupert, ahora que le vas a responder, porque mejor no te guardas tus comentarios. Sin embargo trato de suavizar la situación.
-Porque me parece que se te ven bien-Eso. No podrá sospechar nada con ese "bien", hasta que piensas.
-Ahhh-fue lo único que Emma pudo responder, le dirigió una sonrisa ya más tranquila y continuó.-Bueno Rupert la verdad es que me sorprendí un poco.-sonrió de nuevo.
Siguió ante la cara de no entender de Rupert.
-Quiero decir, que me sorprendió porque nadie me había dicho eso antes, bueno, mi mamá varias veces cuando era niña, pero ningún hombre-Se echó a reír.
A él le encantaba verla hacerlo. Le hacía feliz. Sonrió como un tonto disfrutando de aquella hermosa risa tan dulce como quien la emitía.
Y sus labios. Cerró los ojos y los evocó en su mente. Llenos y bien perfilados, se veían tan delicados, tan deseables. Desde que se fijó en ella siempre se imaginó como seria besarlos o tan solo rozarlos contra los suyos. Supuso que sería una experiencia inolvidable si es que antes no se desmayaba o le fallaba su corazón por la emoción. Que tonto. Lo que Rupert ignoraba en ese entonces era que como su personaje si iba a tener la oportunidad de hacerlo. Solo lo descubrió cuando termino de leer Harry Potter y las Reliquias de la Muerte.
FLASHBACK
Se encontraba sentado en la cama de su habitación, la noche empezaba a asomarse y se decidió a terminar de leer por fin el final de las aventuras de El Niño que vivió. Continuó la lectura con los ojos un poco vidriosos por todo lo que había leído. Pobre Harry. Hasta que llego hasta la parte que lo hizo detenerse. Leyó en voz alta con la intención de confirmar si era cierto.
"Se oyó un estruendo cuando los colmillos de basilisco cayeron en cascada de los brazos de Hermione. Corriendo hacia Ron le lanzo los brazos al cuello y le beso de lleno en la boca. Ron arrojo los colmillos y la escoba que estaba sujetando y respondió con tanto entusiasmo que levanto a Hermione del suelo."
"No puede ser" se dijo con una sonrisa tan grande impregnada en su rostro. "Emma me tiene que besar y yo…yo…" se detuvo a pensar cuanto tiempo faltaría para que grabaran esa escena. 4 años.
-¡Eso es demasiado tiempo! ¡Por favor!—dijo. Apenas estaban terminando de grabar Harry Potter y el Cáliz de Fuego" .Resopló enfadado. Enseguida su felicidad se esfumó, tendrían que pasar 4 largos años para besarla. Se le hacía eterno.
Pero luego pensó en conquistarla. Eso era una buena idea, así no tendría que esperar una eternidad para cumplir su sueño. Lo medito unos segundos, pero luego gruño. "Claro Rupert, como crees que Emma se fijaría en ti, no ves que a ella le gusta Tom, lo declaró en los medios, además no puedes olvidar como en la escena del baile de navidad se miraban y se divertían como nunca" "debo olvidar eso, dejar de verla de esa forma, quizás pasen los cuatro años y ya no desee besarla. Si, quizás.
FIN DEL FLASHBACK
