Hola a todos! Gracias por leer la historia, es un Haruka y Michiru… ambientada en nuestra época, ojala les guste, porfavor dejen rew! Estos personajes no me perteneces (lastima Vv) sino que pertenecen a la gran Naoko Takeuchi de su anime y manga Sailor moon, cualquier parecido con otra historia, novela, anime etc es pura coincidencia… no me denuncien TT
Mas allá del deber
Prologo
Se podían escuchar las sirenas de varias patrullas de policías recorrer las calles desde aquel pequeño cuarto de hotel; el ambiente apestaba a humo de cigarro, y las ventanas cerradas durante días no ayudaban a que éste se dispersara. La habitación estaba oscura y silenciosa, en un claro contraste con la ruidosa ciudad fuera de esas cuatro paredes; una tenue luz entraba por la entre abierta persiana, alumbrando, cada vez que una patrulla pasase por aquella opaca calle, con una luz de color rojo sangre, iluminando durante pocos segundos el lugar, dejando ver entre sombras lo que se encontraba allí.
En la mano izquierda tenia su pistola favorita, completamente de oro y con un extraño símbolo en la empuñadura, hecho de amatista, su piedra favorita. En la mano derecha tenia un cigarrillo; detestaba fumar, pero era lo único que podía hacer en ese momento para sentirse libre y no encerrado en aquella pocilga en la que estaba; apoyada en su frente. Estaba recostado en la cama, con la pierna derecha encima de ésta y la otra en el piso, por si hubiese la necesidad de levantarse rápidamente; claro que sabia que había hecho perfectamente bien el trabajo, pero una precaución nunca esta de más.
Acercó el cigarrillo a su boca y aspiró; los ojos miraban al techo de forma ausente, pensando, pero con sus sentidos alerta, siempre alerta…
El sonido del celular lo regresa a la realidad, deja el cigarro y lo toma; abre la tapa pero no se da la molestia de hablar, solo lo acerca con sigilo al oído…
- Bien hecho, como siempre un trabajo impecable, sabía que podíamos hacer un buen negocio juntos
- Lo dudabas? – respondió con su característico sarcasmo...
- No, claro que no… por cierto Haruka, tengo algo para ti…
- Tenoh… y no vuelvas a llamarme por mi nombre o tendré que matarte…
- Vaya, vaya… deja ese sarcasmo de lado, que no estoy bromeando…
- Yo tampoco…
- …ehh… bueno como sea, hay alguien que te va a estar esperando mañana a primera hora, ya sabes el lugar, conozco tus gustos y se cual es tu debilidad… considéralo un regalo de agradecimiento de mi parte…
- No digas estupideces, después de esto no te volveré a ver en mucho tiempo, y no vuelvas a llamarme al celular, no quiero deshacerme de el…- dicho esto cortó la comunicación; una sonrisa de lado se formo en su rostro y se llevó el cigarrillo a la boca nuevamente… su debilidad… si, su debilidad tenia nombre… y es F50… un Ferrari increíble de colección, unos años antiguo… pero le encantaba ese auto.
Los ensordecedores teléfonos no dejaban de sonar en la comandancia de policía; cada llamada escondía historias increíblemente reales y otras verdaderamente estúpidas, habían cosas más importantes que hacer que estar esperando a que alguien le diese la información que había ido a buscar, cada segundo era importante, y mas si se trataba de su valioso tiempo.
Un joven policía se acercó a aquella señorita de vestidos casuales, preguntándole que deseaba; ésta solo le enseño algo que había sacado de su bolso; el policía solo dio media vuelta y le pidió que lo siguiera.
- Disculpe nuestra descortesía… sabíamos que uno de sus agentes vendrían, pero no pensé que vendría como civil, y menos que fuese una señorita tan linda…
- Muchas gracias por el cumplido…- le sonrió amablemente… aunque por dentro estaba que estallaba… ese día no había sido precisamente el mejor, y no estaba de humor como para aguantar esa clase de comentarios… el joven policía era apuesto, eso no lo negaba… pero en ese momento solo quería recoger lo que necesitaba del caso y largarse de allí inmediatamente..
- Aquí esta toda la información que tenemos del caso…- le entrego unos fólderes con toda clase de documentos…- no pensé que llegásemos a necesitar la ayuda del FBI… si necesita algo, por favor no dude en avisarme…
- Así lo haré, señor…
- Kou... Seiya Kou…
- Señor Kou… - le sonrió nuevamente… ese rostro de niño adulto que tenia le agradaba… tal vez… en otra oportunidad pudiesen conversar mejor…
- Le acompaño a la salida agente…
- Kaioh… pero puedes llamarme Michiru…
- Entonces, Michiru… Puedes llamarme Seiya…- aquella joven era todo lo contrario a lo que esperaba encontrar… no era una persona arrogante y prepotente como le habían dicho que eran los agentes del FBI…
- Bueno Seiya, un gusto el hablar contigo… - le tendió la mano – ah por cierto, esta es mi tarjeta, si sabes algo del caso no dudes en llamarme de acuerdo?
- Seguro… Adiós, espero verla pronto…
- Lo mismo digo…- le sonrió al joven por última vez, dio media vuelta y se fue…
Caminó fuera de la comandancia como una civil mas, nadie penaría que ella, era una de las agentes mas reconocidas del FBI, su increíble instinto y su gran inteligencia eran su mayor arma, pensaba siempre tres pasos mas adelante que el enemigo.
"Que fue eso Michiru? Se supone que fuiste a hacer tu trabajo, no a coquetear con el chico de turno… bueno... aunque tampoco estaba mal… Seiya Kou…que estoy pensando! Si voy a casarme…" y así se dirigió a su departamento, en las afueras de la ciudad.
