He tenido este sueño desde hace algunas semanas. No es un mal sueño, aunque siempre inicia igual. Una terrible oscuridad me traga, no siento temor, no siento nada salvo la eternidad de estar allí que me causa una extrema tristeza y dolor. La oscuridad parece nunca acabar, y no se si me muevo o no. Pero cuando empiezo a ser conciente de lo que estoy viviendo y deseo despertar, unos brazos me toman y me trasnportan suavemente hacia la luz. Y despierto.
Hoy pasó de nuevo, y por alguna razón trato de ver su rostro, perdiendo así siempre treinta minutos en cama mirando el techo antes de alistarme. Con mayor razón en este día debo apurarme en llegar al trabajo, pues porfin llegó, él llegó. Estoy segura que es un "él", las paredes, los amuletos, el cartonage, todo apuntaba a un "él".
No vivo lejos, y prefiero caminar, disfruto mucho de las mañanas neblinosas de Londres. Pero es genial, ya no ingreso al Museo como un visitante por la puerta principal, si no por la de acceso restringido, por donde ingresó él anoche. Paso mi credencial por el lector y saludo al custodia. James, un tipo de unos 40 años, de ojos claros y a punto de quedarse calvo, un buen tipo. "Museo Britanico -acceso restringido-sólo personal autorizado". Amo esa leyenda.
A medida que traspasaba puertas y surcaba corredores, mi emoción crecía. KV 67 habia sido descubierta por mi equipo y el director de la excavación me había asignado la tarea de estudiar su contenido. Cuando cierro los ojos puedo verla, senir el frío de sus paredes y ver las maravillas de sus tesoros. Una tumba muy interesante y peculiar. Pareciera que su dueño era afecto a los juegos y acertijos. Los mecanismos de las trampas eran muy complejos y avanzados para la época. Todo era para evitar a los saqueadores de tumbas. Pero este no es el caso. Habia algo en esa tumba que inspiraba respeto, y todos lo entendimos así.
Cuando llegue ya estaban varios del equipo desarmando cajas, pero en el centro de todo estaba colocado el sarcófago, su tapa descansaba a un costado sobre una base. Me acerqué, por primera vez lo pude ver. Por la forma de su momificación era un noble o incluso un rey. Todavia llevaba sus anillos y un bello pectoral de oro -sin dudas-, lapizlazul y otras gemas. Es un rey, sin dudas ya. Es curioso, pero debe ser una de las pocas momias que conserva parte de su cabellera, lo extraño es la doble pigmentación.
-Alice, Jorge, tienen la camilla lista?- Alice es una joven brillante, faccinada por el estudio genético y Jorge un ass forense - creo que nuestro invitado tiene un turno en el tomógrafo.
Una vez que estuvimos nuestro equipo colocado, entre los tres movimos el cuerpo. Y es una sensación rara, puesto que por su altura y contextura osea, en apariencia debió haber pesado unos 80-90 kgs. Tan solo muevo un ser de apenas 20. Logramos colocarlo en la camilla con éxito. Alice se aproxima luego con un pequeño frasco.
- Tomare una muestra de tejido de la zona lumbar, te parece Anzu?- apruebo su elección- creo que será suficiente para hacer el estudio de Carbono14-
-Espera un minuto, tienes más receptaculos de muestras?- ella me mira enarcando una ceja. Mi pregunta realmente fue más que absurda, era obvio que tenía varios, para eso vino- en ese caso, podrías hacer un estudio a su cabello? Hay dos tipos de pigmentación, me gustaría saber que tipo de quimicos manejaban para cambiar la coloración del cabello, es evidente en este caso-.
-Bueno chicas, yo las dejo, este bello durmiente quiere que lo estudie ya. Anzu, en esa caja que quedó cerrada estan las piezas que encontramos en el suelo- Jorge señalaba hacia una esquina de la mesa de estudio, donde ya mis papeles y fotos del antiguo recinto me aguardaban para su estudio.
Era difícil entender por que, pero cuando abri esa caja y tome una de las piezas de oro en mi mano, lo pude ver. Ojos escarlata, tez bronceada, mechones rubios en su frente y el fuego detrás. Sus brazos los volví a sentir como en mi sueño, y senti amor. Pero su cara seguía siendo borroza. Habrían pasado un minuto o una hora asi, no sé.
-Anzu? Que haces?- Jorge me quita la pieza de la mano- te estuve llamando y no me escuchabas. Te dormiste?- lo miré estupefacta, me tenía que focalizar.
-Perdón, yo... No sé- me sonrrió e hizo seña a que lo acompañe. Y un minimo de treinta minutos debo haber estado así para que Jorge haya terminado el examen.
-Y bien, que tenemos aquí?
- Bueno, nuestro amigo tuvo una buena vida, o al menos debió serlo. Por los huesos, las uniones y la fusión de la quebradura que tiene alli en la costilla derecha...-señala en la pantalla la casi invisible quebradura- nuestro amigo vivió por lo menos hasta las 75. Sus piezas dentales, aunque las tiene a todas, se encuentran muy gastadas. Bueno, si vives rodeado de arena... es lógico que el esmalte se gaste con más rapidez. Volviendo a esa fractura, es muy vieja, debió haberse producido más o menos cuando tenia entre 25-30 años, ves? El hueso en esa área tiene casi la misma densidad que en el resto de la costilla. Estuvo bien cuidado.-
- Y si eres el faraón, de seguro que si. Aunque siempre hay excepciones. Siguieron las tecnicas de embalsamamiento tradicional por lo visto- en la imagen digitalizada no había más presencia que del corazón para el Juicio de Osiris, o así creían ellos.
-Bueno, casi- lo mire con curiosidad, me dijo "casi"?- el cerebro sigue adentro, lo peculiar es que lo embalsamaron, se preserva en las mismas condiciones que su corazón. Me gustaría saber a que período pertenece. Por ahí hay lagunas, dinastías o reyes que fueron borrados de los registros, ya sabes. Tienes idea como se llama?
- Todavía no, estaba a punto de estudiar los escritos pero...- recorde la pieza de la caja- Voy a focalizarme primero en los geroglificos y luego veré las piezas.
-No me digas, te tildaste de nuevo?- la risueña voz de Alice nos hizo dar vuelta a verla- Y que tal? Ya terminaste George? Que suerte, yo no tendré resultados hasta dentro de un tiempo- nos miró poniendo cara de desconsuelo, ella tan actriz- Ah! Zuzu, los cabello parecen naturales, los estudié bajo el microscópio, pero ya los sometí a prueba quimica, veremos que sale.
-Muy bien, en ese caso voy a estudiar lo mío y Jorge, no te olvides de digitalizarme el cráneo, así pueda hacer la reconstrucción facial.
Cuando me senté en el tablero de trabajo, no esperaba encontradme con más enigmas que respuestas. Esas piezas de oro eran parte de algo más grande. Pero la sola presencia de la caja que las contenía me incomodaba. La coloqué lejos de mi vista. Me concentré principalmente en las pinturas de la cámara funeraria y allí estaba, ya no sería un desconocido. Eran las ocho de la noche y salía del trabajo. Como era habitual, Londres no podía dejar de regalarnos una de sus poco oportunas lluvias. Mas la satisfacción que sentía en ese momento nada la podía arruinar.
- Faraón Atem(u) sea usted bienvenido al mundo moderno. Permitanos conocerle mejor- sonrei victoriosa para mis adentros-.
