Entre los edificios casi en ruinas de lo que alguna vez fue una ciudad grande y muy hermosas, una figura alta encapuchada se encontraba dibujando en el suelo símbolos extraños, un hechizo que le permitiría salvar a su familia y toda la ciudad de la destrucción, con una sonrisa termina el circulo para el ritual, pero esa sonrisa se borra con un seño y usando sus poderes arroja una roca hacia la oscuridad.
-¿qué estás haciendo aquí?- dijo con voz grave dejando de usar sus poderes.
Una figura se acercó a la luz, revelando una chica encapuchada con una gran sonrisa mostrando unos pequeños colmillos.
-yo también quiero ayudar- dijo mientras se acercaba al círculo.
-no, no tú te quedas aquí, es más seguro - dijo el mayor susurrando lo ultimo
-¡estas bromeando!- contesto la menor –necesitas mucha ayuda- dijo mientras cruzaba sus brazos y hacia un puchero.
El mayor solo la ignoro mientras revisaba por última vez el libro de hechizo y rituales asegurándose que todo estaba en su lugar. La chica continuo hablando de que si iría sin importar la razón, que necesitaba su ayuda y muchas otras cosas. El mayor con un suspiro cerró el libro y se acercó a la chica tomándola por los hombros.
- NO y es definitivo, no quiero que algo te pase- dijo con cierta angustia, a lo lejos se escucha varios cristales explotando – quédate aquí es lo mejor- susurro mientras se alejaba de ella y continuando el ritual
-no quiero - dijo la chica con tristeza –yo…yo puedo d-defenderme y lo sabes –casi al punto de llorar.
El solo la observo era algo pequeña cualquiera pensaría que es un frágil florecita pero cuando peleaba era una oponente muy fuerte, y con todo lo que paso temía que ella…no tenía que pesar que su plan funcionaria –yo lo…
-NO, NO ME DIGAS QUE ES POR MI BIEN – interrumpió gritando y empezando a llorar – s-sabes que no q-quiero estar s-sola-
-no estarás sola- dijo mientras la abrasaba y trataba de consolarla –estarás bien con tía st…-
-no, t-también puedo a-ayudar ya no soy una niña pequeña- respondió susurrando contra su pecho.
-pues…lloras igual que una- el mayor dijo con una pequeña sonrisa burlona.
Ella se movió para ver su rostro y una pequeña risita salió de sus labios y respondió el abrazo con fuerza deseando que le permitiera ir, para asegurarse de que estuviera a salvo y no hiciera una tontería puede que fuera mayor que ella pero con todo lo que paso tenía miedo por él
-talvez sea peligroso y no quiero qu…-
-no importa .además si lo que nos contaron es verdad, vas a necesitar mucho mi ayuda- dijo la chica secándose las lagrimas
Él lo sabía, desde pequeño había escuchado las historias y talvez tuviera razón. Sabía que la pondría en peligro pero ella no lo dejaría irse sin pelear y con un suspiro de resignación tomo nuevamente por sus hombros y la miro fijamente
-si vienes con migo ¿harás lo que te digo?-
-sí, si lo hare- respondió con una sonrisa
El mayor asintió y continuo con el ritual, pero antes de empezar el cantico usando su magia creo dos amuletos de cristal y le dio una a la chica.
-¿para qué es? Dijo ella observando el amuleto en su mano
-recuerda que no deben reconocernos- responde simplemente
-yo también había pensado eso y traje esto- dijo la chica sacando de su capa una máscara y dándosela al mayor. El miro con interés la máscara tenia algunos rasguños pero estaba en buen estado y con una sonrisa grande, al principio no sabía porque la sonrisa de pronto la reconoció era una de las máscaras que simbolizaban el teatro, la comedia
-esta es…-
-las encontré en los escombros de casa no estaban quemadas- susurro con nostalgia la chica al sacar una máscara, al igual que la otra también tenía algunos rasguños la única diferencia era que mostraba una expresión triste, era la tragedia.
-estas son las máscaras…de madre- la chica solo afirmo, el mayor miro la máscara en sus manos trazo suavemente el contorno de los ojos sintió una gran tristeza que rápidamente fue remplazada por una furia y odio, por quien mato a casi toda su familia, alrededor de ambos los cristales explotaban y los poco postes de luz fuera del edificio se doblaban con un horrible chillido.
-no tenemos que usarlas si no quieres – dijo la chica abrasando y calmando un poco al mayor, quien respiraba y pronunciaba un mantra para calmarse.
-no, está bien – respondió más tranquilo –pero porque yo tengo la comedia
-porque me gusta verte con una sonrisa-contesto sonriendo la chica poniéndose el amuleto y la máscara.
-estas lista- la chica nuevamente afirmo con la cabeza mientras sostenía una pequeña mochila
El mayor negó con la cabeza las ocurrencia de ella, colocándose la máscara y sosteniendo el libro de hechizos empezó el cantico en un lenguaje extraño , el circulo comenzó a brillar y el viento soplaba con fuerza mientras más rápido realizaba el cantico de pronto una luz de gran intensidad ilumino todo el edificio y al extinguiese en el centro del circulo quedaba un pequeño hilo de humo sin rastros de los dos desconocidos alejándolos de ese lugar destruido, de su único hogar, de la ciudad que una vez fue conocida como jump city.
