Este fic participa en el ritual de iniciación: Hunter x Hunter del foro "Mar de Joyas Escondidas"

Le gusta: la noche

Ninguno de los personajes de este fic me pertenece. Todos pertenecen al anime Hunter x Hunter.


¡Un robo!. El caos invadió el hotel y las tres cuadras que lo circundaban. La policía estaba hostigada. Y no se tardó en sospechar que los responsables de este robo millonario era obra de los miembros del Genei Ryodan, reconocidos entre allegados al ambiente de la licitación por su voraz cacería de reliquias y artículos de lujo. Las piezas de arte y los libros eran de los más cotizados y esta vez, ni el pobre fresco de diez millones había quedado para los participantes. No todos los días pierdes treinta millones a manos de un grupo de ladrones.

Nobunaga y Phinx reían a carcajadas dentro del auto. Kuroro sonreía con calma, manos al volante, los ojos puestos en el espejo retrovisor.

-¿Qué les parece si vamos a festejar? Recuerden que en Hotel Gold Swan hay una gran fiesta en el salón del subsuelo.

-Claro, ¿por qué no?- Reía Shalnark. El grupo festivo rió entre chiste y chiste. Kuroro hizo una pequeña llamada al auto de compañía.

-Muchachos, nos vamos por unas copas. Pónganse galantes. No encontramos en el Golden Swan.

Hisoka sonrió complacido. Si bien no había saltado del asiento a los gritos como la mayoría de sus compañeros, una buena celebración en grupo sería de lo más interesante. Podría descubrir una parte oculta de sus futuros contrincantes con solo unas copitas de más y eso era solo una de las cosas que le resultaba divertidas de la situación. La otra, era la mirada de desaprobación de Machi con los brazos cruzados y una mueca de disgusto que claramente iba para él.

Pasó una hora. Casi todos se reunieron en la puerta. Kuroro le había dado un apretón de manos al guardia con algunos billetes entre los dedos. Fue suficiente para divertirse sin preocupaciones. Mientras Feitan y Franklin alardeaban, ya con cinco cervezas, dos campari y quien sabe cuántos mojitos encima, Kuroro estaba tranquilamente sentado junto a la barra con un Martini en la mano. Observaba de pies a cabeza al muy peculiar Hisoka frente a él. Tenía puesto un traje negro de corte francés, de solapas curvas, una camisa bordó y una corbata a juego de tonalidades diferentes de negro, unos lustrosos zapatos y un peinado diferente al usual; hacia atrás, aunque dejando caer un poco algunos mechones sobre su frente. Inmutable e indiferente cruzó miradas con Kuroro.

-Hisoka, no conocía esta faceta tuya.- Rió

Por la puerta entró una chica de corta estatura, con un radiante vestido evasé azul marino de un solo bretel. La tela lucía unos minúsculos fragmentos brillantes como el diamante, una rosa azul descansaba en el hombro izquierdo junto con la costura del vestido. Estaba acompañado de unos zapatos stiletto platedos, unos aretes del mismo color y un sutil maquillaje sobre un rostro joven y blanco como la porcelana. A Kuroro y a Hisoka se les clavaron los ojos en la hermosa Machi que acababa de entrar al salón del brazo de Pakunoda. Machi desvió otras cuantas miradas en el camino y solo puso sus ojos en Hisoka. Le tomó tres segundos reconocerlo, más bien lo había delatado la sonrisa. Y ella, levemente avergonzada frunció el ceño con molestia y siguió su camino. Los dos hombres se volvieron a mirar.

-Estoy lleno de sorpresas- Dijo Hisoka sonriente


Espero que hayan disfrutado de esta primera parte! dejen sus comentarios.

S.F