Disclaimer: Ningún personaje si ambiente de KHR me pertenecen, por supuesto :3.

Advertencias: OoC (muy posible u_u). Spoilers de los últimos capítulos. 290 en adelante para estar más seguros.

Pairing: 18/80. Hibari/Yamamoto.

Y... eso :|.


Se removió incómodo por enésima vez en el día, y eso le irritaba de sobremanera, porque era inconcebible que él estuviera preocupado, ¿no?. Menos por el idiota fanático del béisbol, el cual se había despertado hace dos días de su coma después del ataque de los Shimon.

Tragó bilis mientras se paseaba por la azotea del hospital, único indicio de su desconcertante nerviosismo. Desde su hombro Hibird le observaba como si supiera del malestar del muchacho, le cantó suave para llamar su atención.

Su dueño le vio y acarició la cabeza

— Estaba pensando lo mismo, sabes. sonrió al tiempo que sus ojos se volvían más afilados y hambrientos.

Le mordería por hacerlo sentir débil.

Entró al cuarto sin hacer ruido, se fijó en la cantidad inhumana de máquinas y de las introvenosas, al menos el tipo estaba respirando por su cuenta y eso auguraba buenas noticias. Las enfermeras no lo querían dejar entrar, aludiendo al delicado estado del paciente, mas una sola mirada las calló en el acto entre balbuceos y sonrojos. Bobas.

Con el bip-bip constante del monitor cardíaco, se acercó hasta el borde de la camilla para sentarse a horcajadas de Yamamoto. Rápidamente le tapó los ojos con la mano izquierda, sobresaltándolo y haciéndolo incorporar tambaleante.

—¿Q-Qu-

—Sshhh. No hables.le susurró voz grave en su oído, obteniendo un escalofrío del tibio cuerpo bajo su peso en señal de reconocimiento. Sonrió con picardía Quién lo diría.

— Hibari, esto no es... — correcto ni el momento le iba a decir, pero unos fríos labios se lo impidieron, saboreando con intensidad una delicia que inconscientemente estaba deseando hace tiempo.

Y así como llegó, se acabó. Dejando una casi imperceptible marca en su labio inferior, se bajó de la camilla con cuidado y le destapó lo ojos, le dio la espalda sin hacer contacto visual acercándose a la ventana.

— La próxima vez que te dejes atacar de una forma tan estúpida, te morderé hasta la muerte.le dijo, antes de saltar por la ventana (sin importarle en lo más mínimo que se encontraban en un 4to piso) dejando a un confundido, muy confundido Guardián de la Lluvia.

El único indicio de aquella extraña (pero no molesta) visita fue la ventana abierta y unos latidos extra en uno de los monitores.


Srsly, tengo buena disposición a todo mientras sea dicho de buena forma u_u.