Hi.

Aqui traigo mi primer drabble.

La verdad es que fue una historia, se podría decir "simpática", que se me ocurrió en un minuto cualquiera.

Espero que les guste, o que por lo menos les parezca llamativa y dejen sus reviews. n.n

PD: los personajes de Naruto no me pertenecen, son todos de Kishimoto-sensei.

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Una pequeña travesura

Kisame tenía su vista enfocada en el recién llegado platillo con dulces de colores que se situaba en el centro de la mesa. Sacó uno. Tenían un muy buen sabor, pero había probado mejores. Dirigió su vista hacia su compañero. El joven poseedor del Mangekyo Sharingan se encontraba distraído. Tenía su cabeza apoyada en su mano. Aun no había sacado ningún dulce -siendo que siempre era él el primero en probarlos- y su mirada no parecía estar atenta a lo que ocurría a su alrededor.

- Itachi-san- el aludido lo miró de forma desinteresada.

- ¿Qué ocurre, Kisame?- respondió. Su compañero lo miró fijamente. Notó algo distinto en su mirada. Brillaba. No de forma despampanante, pero brillaba. Eso sólo tenía una explicación. Una explicación que sólo conocía Kisame por el hecho de llevar viajando tanto tiempo con él. El joven Uchiha deseaba cometer alguna travesura.

- Itachi-san, ¿en qué se supone que estas pensando?- preguntó preocupado. No se quería ni imaginar lo que se tenía entre manos su compañero.

- ¿Qué crees que hará Deidara al darse cuenta de que su arcilla fue cambiada por la masa con la que se preparan estos dulces?- Kisame sólo pudo mirarlo casi boquiabierto. El moreno no estaba pensando en que travesura cometer. Ya la había cometido.

- Supongo que se enojará- respondió, para luego suspirar y terminar riéndose.

Llegó la cuenta. Se habían pasado todo el día sentados en ese lugar comiendo dulces y tomando té. Itachi la miró de reojo. Miró su monedero. Miró a todos lados. Y finalmente miró a Kisame. Sus ojos aun brillaban y en sus labios se dibujó una pequeña sonrisa. Se paró de su asiento. No le bastaba con lo que le había hecho a Deidara, sino que además se retiraba sin pagar. Su compañero simplemente lo siguió.

Definitivamente, el joven Uchiha, no tenía remedio.