N/A. Una pequeña y ligerísima paranoia, vamos fic estúpido. El otro día me puse a pensar otra vez por qué Bella tendrá en la peli el número 93 tatuado en el cuello… En fin, una cosa llevo a la otra, y después de hacer el reto, acabé por pedir una tabla en la comunidad de 30vicios. Fuck todo, porque no debería que tengo muchas cosas que hacer, y la de Kitiara casi a medias. En fin, serán 30 viñetas como siempre, más o menos largas, eso depende, y esta vez en vez de estar basadas en palabras estarán basadas en leyes de Murphy (casualidad para Rosier, oye XD). Lo dicho, que espero que os guste :D (y siii, no he olvidado el resto de fics).
Joanne
Disclaimer: personajes de JK, (Rosier de JK solo de nombre xD). La primera frase es de las leyes de Murphy, como he dicho arriba.
MACABRO
I. Excusa
Si no los puedes convencer, confúndelos.
Caminó hasta el tocador arrastrando los pies por el suelo. En la habitación hacia un calor insoportable, y el olor penetrante a sexo y sudor la dejó pensando qué diablos habría hecho con Rosier la tarde pasada. O la noche. Quizá la madrugada también, quién sabía. Lo cierto era que no se acordaba excesivamente bien.
Chocó contra una botella vacía en el suelo, y hundió el talón en un charco de cierto alcohol indefinido que se había derramado. Sin fuerzas casi ni para esbozar una mueca de asco, se plantó delante del espejo y pudo constatar el espantoso aspecto que tenía. Esas noches –o tardes, días, madrugadas, ¡maldita sea!- tenían que terminar. Rodolphus preguntaba y…
Parpadeó. Ladeó la cabeza y volvió a parpadear. Sus pensamientos de súbita responsabilidad se esfumaron de un plumazo, y, por un momento, se quedó paralizada y bloqueada. Tan solo mirando.
-Pero qué mierda…
Giró más la cabeza, acercándose al espejo. Se chupó las yemas de un par de dedos y se frotó en el cuello, cerca de la nuca. ¿Por qué no desaparecía?
-Joder –masculló-. Joder.
Ahí, bien visible en cuanto se echaba el pelo hacia atrás, había un símbolo que el día anterior no había tenido. ¿Era un símbolo? ¿Qué era? No lo había visto en su vida. ¿Cómo se lo había hecho? ¿Quién…?
-¡ROSIER!
Prácticamente saltó encima de la cama, destapando al mortífago que aún dormía allí. Rosier protestó y la insultó, jurando que la mataría, para después darse la vuelta ignorándola.
-¿Qué es esto? –exigió saber Bellatrix-. ¿Por qué me has hecho esto?
-¿Eh? –masculló, abriendo un ojo al ver que ella había empezado a zarandearle por el hombro-. ¿Qué coño quieres? ¿Te has vuelto loca ya?
-En el cuello, tengo…
-Joder –dijo incorporándose al ver que no pensaba dejarle en paz. No se molestó en taparse. Sujetó a Bellatrix por el brazo, y posiblemente apretó más de lo debido. Apartó con no demasiado cuidado el pelo negro, y se quedó mirando con morbosa curiosidad el tatuaje que tenía la mujer en el cuello. De pronto lo lamió, recorriéndolo con la lengua muy despacio, terminando en el lóbulo. Su voz sonó ronca, cínica-: Es bastante ridículo, Lestrange.
Bellatrix le empujó, apartándolo de ella, y Evan se echó a reír. Se recostó, apoyándose sobre los codos.
-No me jodas, Rosier. ¿Cómo coño me lo quito?
-¿A mí me preguntas? –Rosier enarcó las cejas, burlón-. No digo que no haya podido hacértelo yo, Lestrange… No me acordaría aunque quisiera, de todas formas. En cualquier caso –hizo una pausa, deliberada, y sonrió apenas levantando las comisuras de los labios- dudo mucho que te lo puedas quitar.
La mortífaga se le quedó mirando, furiosa, y luego automáticamente se llevó una mano al cuello. Tan rápido como había vuelto a la cama volvió a estar delante del tocador, mirando el extraño símbolo:
:3
-No puedo dejarlo así –decidió con determinación.
-Retócalo. Puedo hacerlo yo –sugirió Rosier, sus ojos azules chispeando con malicia-.¿O no te fías de mí?
OoOoOoO
Bellatrix jadeó, tumbada bocabajo en la cama, cuando Rodolphus le mordió con la presión justa en el hombro. Las manos masculinas recorrieron la espalda, sin bajar mucho, tan solo para hacerla desear más. Volvieron a subir, y apartaron el pelo. Lestrange se inclinó para empezar a besarla.
Se detuvo.
-¿Qué es eso?
Estaba tan cerca que su aliento rozó la nuca de Bellatrix.
-¿Qué?
-Eso –repitió-. Ese 93.
La temida pregunta. Obviamente se había negado a que Rosier volviera a tocarla. Sabía que ese extraño símbolo había sido culpa suya. Sin tener tiempo suficiente para buscar algo que lo hiciera desaparecer, había tenido que seguir soluciones drásticas.
-No es un 93… -susurró, cerrando los ojos como invitándole a seguir con sus caricias-. Es una B, de Black. Un nuevo estilo de letra, con el palo de la B retorcido y algo separado, por eso parece… -Rodolphus le mordió en el cuello y ella se lamió los labios- un 93.
-Pensé que eras Lestrange –respondió secamente.
