Fuera de su casa se escuchaba como pasaban grupos de jóvenes gritando y haciendo escándalo. Inglaterra solo bufó molesto por la educación que debieron haber tenido y continuo con su labor. Poco después fue a caminar por la calle para dar un relajante paseo nocturno. Y paso por un lugar en el que los cimientos retumbaban por la música fuerte que se escuchaba dentro.

Para los oídos del ingles eso solo era ruido y gritos, pero conforme terminaba de pasar por ahí, los gritos iban tomando sentido y coherencia. Frunció el ceño cuando entendió que todo era contra él y se encolerizo cuando escucho algo referente a su amada reina. Hubiera pasado de largo y repórtalo luego, pero una parte de él exigía entrar en aquel local y sumarse a esos jóvenes con excéntricas ropas, piercings y despotricar contra la situación actual del país, de Inglaterra… De él.

-Bloody hell…-Musito cuando se dio cuenta de que había mandado todo al demonio y había ido corriendo al lugar de donde provenía la música. Estaba ansioso, estaba excitado por escuchar esa música y lo que su gente opinaba. Porque después de todo, él no representaba la monarquía de su país, él representaba a su pueblo…


¿Reviews?:3