Bueno, esto es algo que se ocurrió mientras escuchaba música en mi MP4, y trataba por todos los medios seguir con mi historia principal :-)

Ojalá les guste, en parte es como una compensación por todo lo que me han tenido que esperar…

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Control

El contacto con su cuerpo frío como la muerte hizo calmar el calor que sentía en ese momento. Me fijé embobada como se le erizaba el vello de la nuca con mi contacto, no lo quería aceptar pero el también me deseaba.

Me había "comunicado" la noche anterior que él no me tocaría ni un pelo: se podía contaminar. Pero cada vez que acariciaba su espalda así, sentía su cuerpo vibrar bajo mis yemas, resistiendo la tentación de saltar encima mío.

Cada vez más me gusta esta sensación, controladora y manipuladora. Así debe sentirse él todo el tiempo.

Deslicé mi mano por la curvatura de su espalda, perezosa y delicadamente, quería que mis manos recordaran la textura para siempre, un recuerdo táctil de nuestros encuentros.

Después de tanto tiempo odiándolo y él despreciándome, parecía inverosímil y estúpido que estuviésemos en esta situación, y sin embargo, él reclinado en la alfombra de un salón viejo del castillo sentía recorrer mis manos sobre su cuerpo como algo totalmente natural.

Cada vez e hace más difícil no voltearlo y plantarle un beso, pero sé que eso podría arruinarlo todo. Tenía que comportarme.

Sí, quizás estábamos llegando demasiado lejos. Y la verdad es que empezó todo tan rápido, tan de improviso que no tuve tiempo para reaccionar, y creo que él tampoco.

Siempre me pregunté como debe sentirse hundir los dedos en esa cabellera platinada. Creo que lo intentaré, después de todo no va en contra de las reglas.

-¿Qué haces? –preguntó sobresaltado.

-Nada –traté de decir lo más inocentemente posible. Menos mal que el estaba boca abajo y no podía verme sonreír.

Acaricié su cuello blanco con la punta de mis dedos. Que ganas de probar un poco ese cuello. Juro que sólo para posar los labios, nada más.

Sí, creo que lo haré.

-Gr…ranger –dijo él en un sonido gutural.

-…mmm?

Sabía bien. Olía como tiene que oler un hombre, un olor varonil que me revolvió aún más las hormonas. Su piel tersa casi como la de un bebé, me incitaba a morder.

Ahí fue cuando se dio vuelta y lo ví: Draco Malfoy en toda su gloria y majestad me tomaba del cuello y me besaba apasionadamente. Con un rápido movimiento me encontré debajo de él, sintiendo toda su varonil figura casi dentro de mí…

Abrí los ojos asustada. ¡¡Había sido un maldito sueño erótico!!

Mierda, mierda, mierda. Draco Malfoy, desnudo, encima de una alfombra, total y completamente a mi merced ¿qué demonios me pasaba? ¿Desde cuando ese idiota ocupaba parte de mis sueños?

Y tenía que ser precisamente ese tipo de sueño.

Había sido tan real…

Aún podía sentirlo encima mío. Hasta su olor me resultaba tan real que casi podía olerlo en mi piel.

No, no, no…

¿Cómo era posible que mi peor enemigo formara parte de mis fantasías eróticas?

No podía negar que estaba bien. Bueno, más que bien, pero eso no me daba derecho a imaginarlo así: tan endemoniadamente atractivo y sexy. Aunque fuese verdad.

De pronto la puerta se abrió y Ginny asomó su cabeza.

-¿Vamos a tomar desayuno? –preguntó sentándose en mi cama. –¿Te pasa algo? ¿Tuviste un mal sueño?

-No precisamente…

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Espero les haya gustado, sinceramente a mí me gusto mucho escribirlo.

¿Un review?

Besos, Sophie