13 años antes...
Respiraba jadeante y trataba con todas sus fuerzas de hacer que el aire siguieran entrando y saliendo de sus pulmones.
Le dolía, pero no podía detenerse.. parar en un momento como ese sería... la muerte.
Lagrimas calientes y escurridizas corrieron por su rostro. Volteó el rostro y miró hacia atrás con desespero, deseando nunca haber caido en aquella situación. Nuevos aullidos y gruñidos de enfado se hicieron oir y obligó a sus delgadas piernas a correr con mas fuerza aún.
- Mamá.. mamá porque... ¿donde estás?, tengo miedo...-
Su corazón latia desbocado en su pecho y sus verdosos y asustados ojos miraban con ansias la pequeña cueva, que hacía poco tiempo había adoptado como hogar y refugio.
En realidad no podía verla ,entre lo espeso del bosque y toda su vegetación, era algo imposible. Pero su mente la recordaba muy bién, dándole la oportunidad de representar la imagen en su mente.
En sus ojos un pequeño brillo de determinación la dominó y ahunó en ella nuevas fuerzas para continuar..
Sin embargo, la vida es cruel y el destino no fue justo con ella tampoco, y sin mas... sus piernas dejaron de responderle.
Calló enredándose con la raíz sobresaliente de uno de los enormes árboles del lugar y luchó una vez más para safarse de él.
Debía hacerlo. Tenía que demostrar a su madre que podía vivr sin ella a su lado, que no era indefensa.
Escuchó a la manada de lobos que se acercaba cada vez más y el miedo se acrecentó. Sus ojos verdosos se oscurecieron de temor.
Ya no tenía escapatoria. Moriría.
La abrumadora verdad cayó sobre la pequeña niña con un golpe abrupto.
Dejó de luchar, dejó de llorar. Su mirada llena de terror se fué ..dando paso a una vacia y rendida.
Un día se había despertado y su madre ya no estaba a su lado. Pensó que solo era uno de sus juegos y con alegría en sus infantiles facciones, se dispuso a buscarla por el bosque.
Aquel bosque había sido su hogar durante 6 años de su corta vida, y para ella, lo seguiría siendo.
Sin embargo, pasaron los días y su madre nunca regresó.
Se había despertado cada día pensando que ella volvería con una sonrisa cálida y la abrazaría, reconfortándola. Diciéndole que todo estaría bien... más aquello nunca ocurrió.
Dejó caer su cuerpo pesado en el frío suelo y miró el cielo azul brillando en todo su esplendor. Una belleza tan natural e igorante de las desgracias del mundo.
Había decidido que debía valerse por si misma. Si quería vivir tenía que aprender a mantenerse sola.
Pero su torpeza y el hambre de varios días, la habían hecho esconderse en el bosque y acechar a las manadas cazadoras en busca de algo que carroñar.
Los lobos eran constantes y debido a que el invierno frio se acercaba, ellos cazaban con mayor ahinco para acumular alimento para las crias mas pequeñas.
Pensó que se habían ido y que habían abandonado a su presa, y desesperada se avalanzó por la carne en busca de saciar su hambre cruda y voraz.
Que ingenua había sido.
Aquel era su territorio y ella lo había invido.
Tan pronto se dieron cuenta de su presencia la habían seguido y dado caza sin descanso.
Ella era un intruso y tenía que desaparecer.
Rió incrédula por la idiotéz que había cometido. Se odió a si misma por ser tan torpe y lloró. Tal vez su madre la había abandonado por eso, después de todo ella solo representaba una carga.
Los oyó.
Sus gruñidos y acechos. La tenían rodeada pero ella no sentía nada.
Podía oler sus alientos nauseabundos y sentir el hambre y odio animal en sus miradas. Pero no hizo además de salir huyendo.
La mordieron y tiraron de sus vestimentas, rasgándolas y olisqueandola como una nueva presa.
Ella era débil, no tenía posibilidad.
Hizo un leve gesto de dolor al sentir sus dientes clavándose en su piel ,pero ella sólo espero. Quería morir y ya no sentir dolor jamás.
No quería sentir.
Dolían las heridas externas pero las internas quemaban y crecían.
No supo en que momento, todo se había vuelto negro.
-Oye... pequeña, despierta.- oía una voz. Era débil, casi como un susurro , pero se sentía lejana.-Vamos... abre los ojos. Estás a salvo.
Abrió los párpados con pesadez y parpadeó varias veces, antes de acostumbrarse por completo a la luz de la habitación.
Miró el techo y luego, a la chimenea en la que crepitaba el fuego calentándo el lugar. Todo estaba iluminado por el tenue color de las llamas y le daba un toque más cálido y reconfortante a lugar. Finalmente, reparó en la presencia frente a ella.
Gimió con sorpresa y se cubrió aún más con la manta, dejando sólo su cabellera rosada y sus ojitos verdes.
Él sólo rió un poco y la miró con ternura.
-Tranquila. Sé que soy un extraño pero no voy a hacerte daño, lo prometo.-
-¿Q-quen es u-uted? ¿Em dode istoy?- oyó suspirar al hombre y le miró aun dubitativa de sus intenciones.
Sus facciones que lucían preocupadas le llamaron la atención, fijándose con mayor ahinco en sus rasgos.
Tenía el pelo plateado y corto, sobre los hombros. Ojos marrones, ocultos detrás de unos anteojos para leer. Era delgado y alto, o eso pensaba ella porque sus piernas parecían muy largas, y llevaba puesta una bata blanca sobre sus ropas.
-Yo.. me llamo Kabuto. Te encontré durante mi exspedición por el bosque ..tu estuviste a punto de ser devorada por una manada de lobos. Al parecer... te desmayaste.- él la miraba con pena en los ojos y ella no entendía ¿por qué?-
-¿Que quere e mai?
- Sé de tu tribu, tu raza. Pensé que llevaba exstinta por mucho tiempo pero tú... eres todo un descubrimiento. En especial por el color de tus ojos tan intensos y el de tu cabello. Si no te hubiese encontrado en el bosque.. juraría que te lo hubiesen pintado. Aunque eres muy pequeña para eso aún...-
La pequeña lo miró y sin decir nada, siguió inspeccionando el lugar. En un rincón, una pequeña casita llamó su atención: a un costado de esta se hallaban dos muñecas, una mas pequeña e infantil con un osito en los brazos y la otra ,de apariencia más grande, con una cartera bajo el brazo.
Su cara se descompuso y las lágrimas volvieron a correr por sus mejillas.
-M-Mamaaaa...!... m-mami!- decia ella, enjugándose las lágrimas que a pesar de eso,seguían corriendo de sus ojos.
-Shh.. tranquila, calma. Estarás bién..- sintió como la abrazaban suavemente e hipó, arrugando entre sus deditos la bata blanca.- eres una pequeña fuerte.
Y entre llantos y consuelos, el tiempo corrió.
Ella se había quedado a vivir con el hombre que le había salvado la vida y resultó, que ese hombre era un científico.
Un hombre que vivía en un mundo lleno de cosas extrañas. El lugar en el que vivía era una ciudad llena de vehículos voladores y robots, vampiros, demonios y hombres lobo. Cosas que nadie imaginaría jamás, sino que dentro de un sueño.
La imagen de la ciudad era maravillosa e increible.
Ella la llamaba la ciudad de metal. Y todo se debía a los distintos carriles para los diferentes tipos de vehiculos que rodeaban a la ciudad, a las máquinas y a los edificios de gran imponencia, a los cuales les tenía respeto.
Era extraño para ella pues las máquinas al igual que los humanos y , además, extrañas criaturas convivían juntas en aquella ciudad dividida en diferentes secciones por su prestigio y clase social.
Todos tenían un rol que cumplir al pié de la letra.
Supo por su "padre", que las figuras importantes y que se encargaban de regir a la sociedad yacían en las altas torres y edificios de metal, en la alcaldía.
Su padre siempre decía gracias a esas maravillosas personas, el tenía su espacio para experimentar y hacer cosas buenas a favor de los habitantes de la ciudad.
Pero claro, todo tiene un comienzo.
Después de que el Dr. Kabuto me encontrara, el me adoptó como hija propia y me dió un hogar, al saber que había quedado huérfana.
Me enseño a hablar, leer y escribir correctamente. Me educó lo mejor que pudo segun las necesidades cognitivas de mi edad y me dió la posibilidad de aprender con él, acerca de muchas cosas.
Por supuesto, el tiempo hacía cambios en nosotros y en mi , eso se hacía cada vez mas evidente. Mi cuerpo empezó a estirarse, bueno a crecer, y las formas poco agraciadas para mi en un principio, fueron estilizándose con precisión en mi anatomía.
Debido a que padre no me dejaba salir mucho, porque decía que no era seguro, me dediqué de lleno al aprendizaje de las plantas y sus diferentes cualidades y características. Sentía una fuerte conexión con ellas y mi padre me explicó, que aquello se debía a mi descendencia como parte de la tribu haruno.
El tiempo siguió pasando y pronto cumplí diecinueve años de edad. Mi cuerpo desarrollado y voluptuoso, quedaba oculto debajo de la gran bata blanca que utilizaba para mis investigaciones y para ayudar a mi padre con sus progresos científicos.
Pero algo pasó. Algo que no me puedo explicar hasta ahora...
El cambió. ya no era el mismo..
Hacía 2 años atrás que las maquinas se habían vuelto más poderosas y que la gran evolución étnica y de razas cautivaron a mi padre por completo.
Habiamos estado juntos en el laboratorio hasta que me impidió ingresar a él ,sin su consentimiento. Yo veía salir a diario a otros científicos con él, discutiendo cosas que yo no lograba entender y en las cuales no veia el sentido de entromenterme. Siempre le respetaba...después de todo el me había salvado.
Un día mi padre me dijo que estaba feliz porque había creado algo de gran magnitud que sería el paso nuevo y definitivo de la ciencia en la ciudad. Mi padre parecía tan emocionado que yo me sentía feliz por él, no hice más que abrazarlo y felicitarlo.
El me había mirado con felicidad y acarició mis cabellos como cuando niña. Yo lo miré pero algo en su mirada había cambiado.
Me dijo que deseaba compartir conmigo su gran descubrimiento. Me llevó con él y cerró la puerta con un código de seguridad del cual no poseía conocimiento alguno. Aquello me extraño ,pero seguí adelante sin percatarme de nada.
Me guió hasta una puerta pesada y de acero, la abrió y allí mis ojos se abrieron con asombro. Dentro habían todo tipo de especímenes, ninguna que reconociera pero me hacía a la idea de ellas: hombres lobo, robots, humanos, semidemonios...- miré a la pequeña asustada y situada en el rincón de una jaula. Ella levantó la mirada aterrada y sus ojos rojos y centelleantes me sorprendieron , ella era un vampiro recién nacido. ¿Como era aquello posible?. El color rojo de los ojos de los vampiros solo duraban el primer año de vida, luego eran normales como el de un ser humano.
Miré a mi padre con enojo y horror.
-Qué significa todo esto?- apunté a todos los encerrados en jaulas- ¿cómo puedes tener aquí a personas encerradas?
-Cariño, es momento de que la ciencia tome su lugar entre los grandes y evolucione. He descubierto algo inmenso... algo que podría darme la oportunidad de hacer a los humanos evolucionar.- miré sus ojos ,llenos de creencias e impuros de tanta toxicidad.- Con este nuevo descubrimiento, podremos darles la posibilidad de evolucionar y de tener las habilidades mas increibles y especificas de los animales.- lo miré y negué con la cabeza.
-No puedo creerlo tú... hablas de fusionarlos..?-
-Exacto!, fusionarlos creando una nueva especie...- y con un respingo sentí como me tomaban de los brazos, apresándome y llevándome hasta una camilla metálica y fria.
-No!, No! Suéltenme!- intenté resistirme pero ya me habían atado a la mesa. Miré a mi padre y negué con la cabeza, gritándole.- ¿Por qué haces esto? ¿Por qué?!-
-Porque es hora de que las cosas... cambien.- Y con un sedante... todo se oscureció, nuevamente.
Desperté y me sentí mareada.
Observé el lugar y por los barrotes de metal y el olor a medicamentos, supuse que estaba en una jaula como todos los demás.
Imagenes espontáneas golpearon mi mente y recordé.
Recordé a mi padre, a los ciudadanos encerrados y otros que habían sido sometidos. Recordé la plancha metálica y a mi padre nuevamente, sus palabras...
Reaccioné y bajé la mirada: todo parecía bién. Palpé mis brazos y mis hombros, mis piernas, mis pies... subí por mi cuello, mi cara. Toqué mi cabello y cuando finalmente me acerqué a mi cabeza... sentí algo más.
Las recorrí. Eran suaves al tacto y se movían. Seguí con mi inspección y logré encontrar un hueco en el que mi dedo entró pero un dolor punzante me hizo reaccionar y abrí los ojos sorprendida.
Eran orejas como de gato y eran ... mías.
Sentí algo suave rozando mis brazos y miré hacia atrás encontrándome con 7 colas blancas y suaves detrás. Me horroricé y traté de alejarme de ellas, pero estaba tan sedada que no sentía las piernas. Lo poco que había logrado moverme ..ellas me seguían.
Estuve algunos días incrédula, hasta que lo acepté y decidí que no podía luchar contra mi misma. Tenia que aceptarlo.
Tanto las orejas como las colas eran parte de mi ahora.
Ya no era humana.
Suspiré y miré a los demás.
Si ellos estaban ahi .. es porque los habían sometido a las mismas cosas que yo.
Pensé en la pequeña de ojos rojizos y todo se tornó claro para mi.
Una semana había pasado y por alguna razón, le ponían sedantes a mi comida.
Supuse que mi padre sabía de lo que era capaz.
Pero no me sentía con fuerzas para intentarlo siquiera. Tal y como aquella vez...
Me habían vuelto a abandonar.
Primero mi madre y ahora... la persona que había prometido protegerme.
Oí una explosión y a los científicos correr despavoridos. Las alarmas en el lugar sonaban y los que estaba ahi gritaban y gemían con ansiedad y terror.
Hasta que las puertas empezaban a ser abiertas.
Todos huían y salian, pero yo me quedé...
Me quedé viendo a la gente huir ,con los ojos no viendo nada realmente. Hasta que alguien se paró en mi celda.
Lo miré con desconfianza y mis colas se interpusieron frente a la persona y yo, resguardándome.
-Ven, busca tu libertad...- lo miré.
Su apariencia era humana pero sus ojos eran los de un lobo. Observé sus rasgos: era un hombre que ya había vivido mucho y que había experimentado aun mas. Sus ojos puros y salvajes, me hicieron levantarme y tomar la mano que me tendía.
Y, por una vez, fui yo quien abandonó ...dejándo mi pasado atrás.
Holaaa! que tal? bueno es domingo y yo deberia de estar super dormida porque ya es tarde y mañana debo de madrugar peeero...
Estuve leyendo un excitante Sasusaku ( por qué no me sorprende? xD) y se me vino a la mente esta idea de una posible buena historia!. De hecho también tiene que ver con un rol al que entré pero que parece ya no funcionar. Bueno, perdonen por lo tragico de las faltas ortograficas y eso ,después las corregire hehe.
Y bueno? que les parece el prologo de la Historia? reconocen a la joven con 7 colas y orejas? x3 hjasdhajsd
Comenten y critiquen , todo es bienvenuu! x3 Besos! hasta la proxi!
