Notas de la autora: ¡La primera historia que subo! Bueno, por ser la primera, supongo que será un oneshot o algo parecido. Espero que la disfruten. Sí. Estoy tratando de hacer esto más largo por que no hay ideas. Ya.

Disclaimer: Los personajes aquí utilizados, pertenecen a Hiro Mashima.

Palabras: 400 aprox.

Pairing: Natsu x Lucy. Nalu (◕‿◕✿)

Rated: k+


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DE MOMENTO A OTRO

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Tomé el jugo de la mesa y me dejé caer sobre el sofá cerca del escritorio donde me dedicaba a escribir mis novelas. Suspiré aparatosamente, era uno de esos días cansados en los que simplemente quería tirarme en la cama y dormir como tronco. ¡Si tan solo Natsu no estuviera extendido en mi cama!

Observé al chico roncar en mi cama un buen rato, mirándolo por arriba del borde de cristal de mi vaso; lo único que realmente pensaba era, que era un idiota de lo más grande, y es que ella llevaba un buen tiempo enamorada de él, y también le enviaba indirectas (Bien, tontas y pasaban bastante desapercibidas, pero al final de cuentas, indirectas). ¡Había hecho de todo fuera de mi zona de confort! ¡Yo!

Di un gran sorbo a mi jugo mientras le daba una mirada cansada y entonces el gato azul de Natsu se golpeó con la ventana. No logré evitar la carcajada que se abrió paso entre mis labios y fui rápidamente para abrir la ventana, tuve que inclinarme penosamente sobre Natsu para hacerlo, prácticamente salté sobre él y me quedé colgando con medio cuerpo de fuera de la ventana, con mi mirada hacia abajo y mi cabello cayendo por los lados. Happy abajo parecía tener una fuerte contusión porque caminaba y se golpeaba con la pared.

—¡Hey! ¡Happy!— el gato abrió su pequeño par de alas blancas y comenzó una ruta llena de vueltas hasta que llegó a la ventana, lo atrapé en el justo momento en que sus alas desaparecían. Me reí aparatosamente pero seguí colgada en la ventana. Un gruñido vino detrás de mí y cuando iba a voltearme, Natsu se levantó provocando que mi cuerpo se precipitara hacia afuera de forma muy peligrosa. Solté un grito—. ¡Ahh! ¡Natsu! ¿Qué demonios?

Me balanceé hacia enfrente, adiós mundo cruel, y justo cuando iba a caer con la cara hacia el suelo, una mano tomó mi camiseta y fui propulsada hacia atrás hasta terminar en el suelo contra la puerta, mi lado salvaje salió de repente.

—¿Estás bien?— dijo Natsu tallándose los ojos. Todavía no había terminado de despertar, pero al menos me había salvado la vida, otra vez. Recordé que había casi caído por su culpa y fruncí el ceño; miré a Happy todavía con los ojos girando.

—Lo siento tanto, Happy-

—De qu... — el gato cayó sobre la cara de mi amigo idiota y me levanté muy molesta.— ¡Oye Lu..

De unos cuanto pasos, me encontraba frente a él, hecha un verdadero monstruo. Lo empujé y enredé una de mis muñecas en su bufanda, luego aproveché la física para acercarlo más. Nuestras narices casi juntas.

—¡LARGO DE MI HABITACIÓN! — Natsu pareció espabilar con el grito y se tapo sus delicados oídos de cazador de dragones.

—¡YA-YA-YA! ¡VALE! ¡YA ME VOY! —Se volteó y buscó a Happy con la mirada, el probrecito había volado por la ventana -entre huyendo y entre sus cavilaciones de gato traumatizado-, Natsu trepó sobre mi cama y se asomó por la ventana—. ¡VAYA! ¡VA MUY LEJOS! ¡HAPPYY!

Brincó por la ventana sin importarle ni la altura ni que mi brazo estuviera todavía enredado en su bofanda. El idiota no lo notó y casi me arrastra fuera de la ventana con él, terminó corriendo al lado del río mientras yo me acoplaba al lado de la ventana con la bufanda enredada en la muñeca y una mirada atónita.

Tomé aire.

—¡NATSUU!—pero Natsu ya iba muy lejos y maldije mientras me bajaba de la cama y cerraba la puerta para ir a buscarlo. Mascullé unas palabras mientras daba pisadas fuertes por toda la casa—. Olvidaste tu bufanda, idiota.

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