No te quiero.
Jamás te quise.
Te adoro.
Y lo has jamás sabido.
Creí que jugarte una mala pasada y rechazarte fuesen suficiente. Esto ha funcionado por un rato, solo un rato. Sólo puedo hacerte daño si te quedas conmigo. ¡ Entonces, vayas ! No me miras más. No te acercas a mí más.
He intentado ir con Stefan, pero no me gusta a él tanto como tú. Sin embargo, has bien picado el anzuelo. Mentiras, que mentiras...
¡ Qué idiota !
¡ Qué destructor amor !
La fortuna me sonríe en conocerte y la mala suerte me forza a rechazarte.
O, mi pobre corazón...
Ya he perdido a mi hija y ahora a mi real amor.
Estoy harta de quererte.
¡ Vayas !
