- Dra. Granger, me duele muchísimo el estómago. Se lo prometo, aún no estoy bien para irme. Hágame un TAC, un escáner, algo…

La chica rió divertida.

- Sr. Miws ya sé que le encantaría quedarse más tiempo en el hospital y a la enfermera Rose también le gustaría, pero le hemos hecho miles de pruebas. Ya no tenemos excusas para mantenerlo en observación.

- Cómo que no? – el hombre se levantó de la cama y se puso de rodillas frente a ella-Hermione por favor sabes que no puedo irme. Esto es serio. No me hagas volver con mi mujer.

- Sabes que hace más de dos semanas que ocupas una camilla sin ningún motivo. Hay más pacientes que las necesitan.

- Herms te lo suplico… déjame estar un día más con ella. Sólo uno.

- Llevas dos semanas y media aquí y aún no sabe ni que la quieres. Bob, te juro que no puedo ya me han llamado la atención. Tienes que irte. La Dra. Williams se pasará cuando lo tengas todo listo para darte el alta. Lo siento.

Sus miradas se encontraron, y los ojos de él la observaban completamente decepcionados y abatidos. El corazón de ella dio un vuelco al recordar una mirada que, años atrás, le dirigió otro joven muy parecida a esa. Apartó la vista de aquel hombre, de unos cuarenta y cinco años, y salió de la habitación.

Caminó por el pasillo de la planta sin apenas fijarse por donde pisaba y sin poder quitarse aquella mirada de la cabeza. Sus pies andaban hacía al baño mientras su cerebro viajaba a tiempos pasados, algunos buenos, otros malos, pero que se mezclaron en su mente hasta el punto de marearla.

Grandes momentos, los mejores de su vida, jardines, calor, familia… pero también pena, muerte, lluvia y mucha amargura y, de repente, dolor y frío. El suelo helado y un enorme dolor en el trasero le devolvieron a la realidad. Abrió los ojos y se encontró con las blancas paredes del hospital y con Draco que la miraba muy preocupado.

- Hermione estás bien?!- le cogió la cabeza y la levantó- Herms contesta! Estás bien?

Un montón de gente se había congregado y la rodeaban. Hizo un gesto a su amigo para decirle que estaba bien y él, aliviado, la ayudó a levantarse.

- Dios Hermione, podrías mirar por dónde vas? – preguntó el chico minutos después mientras caminaban hacía su consulta.

- Estaba un poco distraída.

- No si ya, menuda hostia te has metido- el rubio se tapó la boca y empezó a troncharse.

- Eh, no te rías!- dijo Hermione, y acto seguido, lo empujó contra la pared.

- Vale, vale, pero ha sido muy bueno. El pobre Sr. Porth estaba tan tranquilo haciendo fotocopias, cuando una loca, más en Marte que en la Tierra, se desploma contra la máquina.

Hermione olvidó todo lo que la había estado atormentando y empezó a reír como reía cuando estaba con el chico.

El "pobre" Sr. Porth era un compañero de planta que tenía unos quinientos años y que se pasaba el día molestando y regañando a los médicos. Era insoportable y tenía la gran afición de humillar a todo el mundo. Draco le había puesto millones de motes como Sr. Poop o Sr. Prick. Eran legendarias todas sus putadas pero la verdad es que era uno de los mejores médicos que había conocido.

Una de las personas a las que más incordiaba era a Draco. El chico Malfoy era el único que le plantaba cara, pero también era el que más recibía.

- Vamos a tomar un café?

- Vale, se lo decimos a Pansy?- preguntó Draco.

- Claro, pero si en algún momento sobro me lo dices…

- Pero de qué hablas? – dijo Draco muy avergonzado.

- Draco…para ya de negarlo, te conozco mejor a ti que a mi.

- Estás muy equivocada.

De eso nada. Estaba pillado, muy pillado. Hacía dos años que se conocían, los tres trabajaban en la misma planta, a la misma hora, y los tres eran cirujanos muy respetados y conocidos en el mundo. Y desde el primer día tenían una amistad irrompible. Bueno, estaba claro que entre Pansy y Draco había algo más que amistad pero nunca había pasado nada. Pansy tenía novio. Un chico bastante majo pero que no le dedicaba todo el tiempo que ella merecía. Los tres eran un apoyo mutuo. Se ayudaban en todo y se complementaban en todo. Todo muy bonito.

En realidad si no fuese por ellos Hermione estaría muy sola en California. Bueno, en California y en su vida en general.

Encontraron a Pansy en el quirófano y los tres fueron a la cafetería a por un almuerzo-comida. La comida del hospital era bastante deficiente y muy cara pero llevaban tanto tiempo allí que el cuerpo estaba acostumbrado. Las mesas siempre estaban llenas de gente, familiares o amigos de pacientes, así que cogían una bandeja y comían en las escaleras de fuera.

- Le han dado el alta a Bob Miws?- preguntó Pansy.

- Sí, me da pena pero en realidad lleva más de dos semanas tomándome el pelo.

- Es que eres demasiado buena.- dijo Draco.

- Y que lo digas.

- Pero ha hablado con Rose?

- No, cuando le he dejado aún no había hecho nada.

- Pues menos mal que se lo he dicho a Rose porque…- dejó caer Pansy.

- Qué has hecho que? –gritó Hermione.

- Nada, sólo le he contado que Bob estaba coladito. En realidad le he hecho un favor al pobre, se le veía tan mal…

- Y qué ha dicho?

- Pues que era un hombre muy guapo y que ella también se estaba enamorando.

- En serio?!

- Sí, claro, y también me dijo que cada vez que le ponía el gotero le entraban unas ganas irrefrenables de desnudarse y fallárselo salvajemente en la sala de radiografías y que no lo había hecho aún porque tenía miedo de romperlo. –Pansy empezó a reír y Draco se le unió a los poco segundos.

- No tiene gracia.

- Vamos Hermione, en serio te lo has creído? Si tiene veinte años menos que él!

- Bueno un día la vi y parecía que correspondía.

- Esa parece que corresponda a todos. –dijo Draco.

Empezaron a reír más y más, y como todos los días, la hora de descanso se les hacía demasiado corta.

Hermione regresó a la habitación de el Sr. Miws y ya no estaba. Había otra paciente, una mujer mayor que dormía. Cogió una nota que le había dejado el Sr. Miws dándole las gracias por todo lo que había hecho y deseándole suerte en la vida, y después salió. Fuera de la sala se encontró con cuatro hombres trajeados de negro con corbata negra, y zapatos negros. Estaban de pie, apoyados contra la pared justo al lado de la puerta de la habitación. Hermione les miró extrañada. Uno de los hombres se percató de su presencia y su escrutinio. Hermione actuó rápido. Se dirigió al chico y tuvo que preguntarle algo.

- Disculpe, están con la señora?

- Sí, hay algún problema?

- No sólo era porque si no, debía pedirles que se marchasen.

El hombre se puso muy serio, la miró despectivamente y se fue a hablar con uno de los otros tres hombres de negro. Estaba sorprendida, aquel tipo la había asustado. Estuvo unos minutos pensando en el tema, y al final la curiosidad pudo con ella. Entró a la habitación 389 y cogió la carpeta que había en la cama de la mujer. Era una carpeta que tenían todos los pacientes y donde ponía todo lo que les había pasado, las alergias, el estado, etc.

La anciana tenía 67 años, tenía el VIH desde hacía nueve y un linfoma primario que afectaba al sistema nervioso. No sería muy grave si no fuese por la debilidad de sus defensas. Suponía dos semanas como mucho de vida. También ponía que había sufrido una crisis epiléptica y que no se sabía la causa. Por eso estaba allí. Y casi al final decía que, hasta el momento, ningún doctor había querido hacerse cargo de ella. No supo porqué, pero le emocionaba y le intrigaba toda aquella gente vestida de traje. Así que, sacó un bolígrafo de su chaqueta y apuntó su nombre en el folio.

La planta en la que trabajaba, tenía una gran fama en todo el mundo debido a la gente tan célebre que había. Se encargaban de tratar los trastornos del sistema nervioso y del cerebro. Cada galeno era más ambicioso que el anterior, lo que más importaba era coger al mejor paciente para que su fama se extendiese. Así que a nadie le molestó que Hermione se ocupara de aquella vieja a la que no conocían ni sus propios hijos.

Al acabar el día, su gato le esperaba en casa como todos los días, fiel y hambriento, dispuesto a pasar toda la noche siendo acariciado. Una rutina que se repetía muchas noches y en las que la chica solo podía maldecir su suerte por no tener nadie a su lado con quien compartir su soledad.


Buenas! A ver primero que nada se que este capítulo es un poco mierda, no pasa nada interesante, pero pasará! En serio estoy muy ilusionada con este fic y bueno espero que os guste.

La verdad es que este capítulo es un poco para situarnos. La acción y el argumento en el siguiente.

Bueno como veis Hermione vive en California, y tiene ahí a sus amiguitos. No se si os gusta Pansy pero la verdad no sabía a quien poner y no me cae mal. En este capítulo quería mostrar básicamente que Hermione esta muy solita. Y sabed que este no es una historia solo de amor tiene mucha acción, es como un Thriller.

También deciros que es el segunda historia que escribo (bueno que empiezo) y bueno no se si puedo decir que controle la escritura, pero puedo decir que me manejo mejor con la web. xd

Y por último, me gustaría y me emocionaría mucho que dejaseis algún review. Estaría bien la verdad.

"El que lee mucho y anda mucho, va mucho y sabe mucho". Miguel de Cervantes.

PD: Todos los personajes pertenecen a J.K. Rowling