PÁLIDA LUNA.
Hola. En realidad, este es mi primer fanfic. Anteriormente había escrito algunos one-shots de algunos personajes de Rojo y Negro, pero jamás algo completo. He de ser sincera; rara vez tengo tiempo para escribir a causa del trabajo (Quizá en su momento explique de que se trata), sin embargo, considero necesario para mi estabilidad emocional tener un pasatiempo, fuera de la necesidad actual de las redes sociales o la televisión. En fin, es mi primer long-fic, espero que alguien lo lea, aún si no seguiré escribiendo lo que me venga a la mente.
Ale Macías Lozada.
CAPITULO 1… CONTRARIADOS
El otoño llegó, hay tranquilidad en el ambiente, lo mejor de esta estación son sus hojas pisadas. Camino sobre ellas… quisiera no tener que hacerlo. No me interesa la calma, no me interesa el sol cuando acaricia el alba, ni el viento cuando roza mi cara. Meto mis manos en el abrigo y puedo sentirlo; un paño color esmeralda con bordes dorados se aloja en uno de mis bolsillos, lo acaricio y cierro los ojos con un suspiro lastimoso.
A lo lejos veo una banca. Es extraño lo sombría y fría que parece esa banca, casi como si estuviera destinada a ser ocupada por mí, quizá por ello me veo atraída a ese pedazo de metal sin vida.
Es casi la misma rutina de todos los domingos. Me encuentro siempre en calma. Pienso que parte de la calma se debe a que no me puedo permitir otro tipo de emoción. Es casi como si no lo mereciera, sin el "casi".
Algunas personas huyen de su sentimiento de culpa, despojándose de su conciencia poco a poco hasta que no queda nada. Otras personas se pierden en ese sentimiento, se consumen en su propia miseria hasta que dejan que eso acabe con ellas. Yo corro hacia ella, me alimento de ella… La necesito.
-Es tarde- Grita la chica del cabello alborotado y castaño mientras baja velozmente las últimas escaleras. Aquella mañana alguna de sus compañeras de cuarto le había jugado una broma apagando su despertador muggle. Normalmente Hermione Granger no era de la clase de chicas que necesitará de un despertador para levantarse. Prácticamente ella era su despertador. Sin embargo la noche anterior se había quedado hasta tarde ayudando al par de tontos irresponsables que tenía como amigos a terminar los deberes de pociones. Hermione sigue corriendo maldiciendo internamente a Harry y Ron.
-Agrrrr- Grita repentinamente cuando al final del pasillo tropieza con alguien que parece no tener la misma prisa que ella.
-Lo siento mucho- Se disculpa una voz extrañamente familiar. Hermione alza la vista y se encuentra con una cabellera gris aún más familiar- Malfoy- susurra. El joven de la cabellera gris levanta la vista con un deje de sorpresa al escuchar aquella voz femenina.
- Granger. Se supone que tienes que ver por donde caminas. Sé más cuidadosa la próxima vez- Dice cortésmente el chico. Hermione levanta la vista un poco contrariada.
- Te has disculpado.
-Si. Bueno, no vi quien eras- dice a modo de excusa. La castaña baja la vista un tanto ofendida por el comentario. Malfoy toma sus cosas y comienza a irse.
-Lo siento también- Dice de pronto la chica, haciendo que Draco Malfoy se pare en seco. - Tendré más cuidado la próxima vez. - Dicho esto Hermione comienza a tomar sus cosas y camina despacio hacia el aula de pociones mientras Draco Malfoy se dirige hacia el lado contrario. Hermione voltea para observar una última vez a Malfoy… El chico camina con una calma que ella definitivamente envidia.
¿Qué ha sido todo aquello? ¿Por qué Malfoy ha actuado de una forma tan pacífica con ella? ¿Desde cuándo Malfoy la trata con cortesía? Si bien su relación en los últimos meses no ha sido la más amistosa, si podría decirse que mejoro un poco. Malfoy parecía ya no tener interés en molestarla en lo más mínimo. Sin embargo, no podía fingir que eso no la desconcertaba, pero no había reparado en ello sino hasta ese momento preciso en el que Draco Malfoy chocó contra ella en un intento inútil por llegar a clase de pociones.
Al llegar a clase de pociones Hermione intentó entrar a la habitación sigilosamente en un intento desesperado de que Snape no se diera cuenta. No tuvo suerte. Inmediatamente después de entrar Snape le descontó algunos puntos a Gryffindor "por la falta de tacto de Hermione para con la clase". Hermione sabía que solo le había dado el pretexto ideal a Snape para descontarle puntos a su casa. Sabía que lo único que le alegraba más que demostrar que la "Sabelotodo" no era perfecta era humillar a Harry Potter. Se había convertido en algo así como una rutina.
-Psss, Hermione. ¿Se te pego la almohada? - Susurró Ron haciendo que la chica lo viera con molestia. "¿Se te pego la almohada?". No, un par de tontos no habían hecho la tarea de esa misma clase y por eso había llegado tarde. En ocasiones Hermione se preguntaba donde tenían el cerebro aquellos dos.
-No creo que haya sido eso Ron- Intervino Harry asegurándose de que Snape estuviera lejos para no hacerse acreedor a otro castigo de puntos por parte del maestro- De seguro paso algo más en el camino. - Bien, quizá le estaba dando poco crédito a Harry, estaba claro que de los dos él era el más sensato.
-En realidad Ron tiene razón. Me quede dormida- dijo Hermione con resignación. No importaba lo mucho que le molestarán Harry y Ron, siempre terminaba cediendo. Decir que lo hacía por obligación sería mentir enormemente. No, los quería demasiado como para molestarse por cada vez que la regaban con ella.
-No te has perdido de mucho.- Dijo Ron soltando un pequeño bostezo.- Bueno, solo que Snape ha regañado a Pucey por…
-Snape viene hacia acá. - Advirtió Harry a tiempo.
-En fin, Pucey está por allá.- Terminó Ron señalando una esquina del salón en donde se encontraba Pucey cargando una silla de espaldas a la clase. A Hermione por supuesto esto le pareció una barbarie, pero muy en el fondo de ella había una chica que disfrutaba ver a ese pedazo de bravucón recibiendo algo de lo que solía hacerles a los alumnos más pequeños de Gryffindor, y en ocasiones hasta a alumnos de su propia casa, Slytherin… Era cierto, Slytherin compartía clase con ellos, Hermione no se había percatado de ello hasta ese momento. Pero, entonces, ¿Qué hacía Draco Malfoy caminando hacia el lado opuesto al aula? Malfoy podría ser un pretencioso tonto egoísta y egocéntrico chico, pero jamás faltaba a clases, incluso podría decirse que su única virtud era la de ser un excelente estudiante.
En fin, a Hermione no podría importarle menos lo que Malfoy hacía o dejará de hacer. Sin embargo, no podía dejar de pensar en ello y la única razón de eso era que Malfoy había sido cortés aquella mañana con ella. Esa era suficiente razón para hacer que Hermione se sintiera contrariada y un poco curiosa. Como sea, eso no implicaba que Hermione fuera a ser amiga de Malfoy. Era simple curiosidad, una curiosidad que no pensaba saciar, después de todo no había motivos para iniciar una ardua investigación solo por el hecho de que el Slytherin decidió faltar un día a clases y de paso ser cortes con ella. Lo mejor era dejar de pensar en ello y poner atención en la clase.
-Hermione. Tenemos entrenamiento esta tarde. Acompáñanos. Por favor- Dijo Ron Suplicante.
-Me encantaría verlos jugar chicos. – Respondió Hermione con un sutil tono sarcástico que, afortunadamente, los chicos no notaron. – Pero la profesora Mcgonagall me ha pedido de favor que le ayude a revisar algunos escritos de los alumnos de tercer grado.
-Pero, no es normal que la profesora Mcgonagall haga ese tipo de solicitudes. Normalmente a ella le gusta hacer ese trabajo. – Dijo Harry.
-Está bien. Yo me ofrecí.
-¡Hermione!- Soltaron Harry y Ron al unísono.
-¿No crees que es demasiado que tú te ofrezcas a hacer ese tipo de labores?.- Cuestiono Ron.
-Pero los éxtasis se acercan. Hay mucho que estudiar. Además, ayudarle a la profesora me sirve para repasar lo ya visto. Chicos, deberían tomarse un poco más en serio su futuro. Creo que ocuparé mejor mi tiempo libre si estudio un poco que si los veo jugar.
-Voy a fingir que no oí eso- Dijo un Ron ofendido. Hermione puso los ojos en blanco e hizo un gesto negativo con la cabeza. – Es obvio que no vamos a hacerte cambiar de parecer. Nos veremos en la cena Hermione, a lo mejor esta vez si te permites cenar en lugar de repasar otro de tus cientos de libros. – Acto seguido, ambos chicos se fueron caminando con un Ron malhumorado y un Harry resignado al malhumoramiento del pelirrojo.
Hermione se quedó un momento cabizbaja. No era que no estuviera acostumbrada a ser considerada una "Ratón de biblioteca", "Sabelotodo", "Insoportable" y todos los apodos clichés de los que era víctima solo por tener el gusto por estudiar. Pero quería que por una vez en la vida alguna persona (además de los profesores y sus padres) considerara eso como una cualidad, algo que lejos de ser insoportable fuera fascinante.
La chica se dirigió a la biblioteca con los libros en los brazos y las hojas que más temprano Mcgonagall le había entregado. Ella estaba preocupada porque recientemente se había percatado de que algunas cosas se le habían olvidado, lo cual era sumamente preocupante para Hermione. Necesitaba refrescar la memoria con algunos libros nuevos y algunas revisiones de libros ya repasados.
En cuanto entro a la biblioteca se dirigió a un estante exclusivo de libros de transformaciones y con resignación optó por tomar "La guía de transformaciones para principiantes", era mejor iniciar por el principio si quería que la revisión de los trabajos fuera excelente. Sin embargo, el libro no se encontraba en su lugar. Hermione revisó los libros contiguos, los libros de la parte de abajo y de la parte de arriba. El libro no se encontraba por ningún lugar. Hermione soltó un bufido.
-¿Por qué no intentas con un hechizo convocador?, . Dijo una voz familiar… Una voz que no hace mucho había escuchado, de hecho, la había escuchado por la mañana y de la misma forma le sorprendía lo cortés que seguía sonando… ¿Por qué Malfoy volvía a hablarle de esa forma?...
Bien. Por ahora lo voy a dejar aquí para ver cómo es recibido. Aunque como dije anteriormente de cualquier forma seguiré con la historia. Pienso avanzar de forma lenta hacía una historia un poco más compleja, o al menos ese es el plan. Les he de confesar que hasta ahora sé cómo inicia y como termina la historia, pero aún tengo que cimentar bien el desarrollo. Esta canción está basada en una canción llamada "Pálida luna" de La Oreja de Van Gogh. Sin embargo, también me basaré en algunas otras cosas como canciones, historias y experiencias propias que probablemente relaté al final del capítulo correspondiente. Veré como se van dando las cosas, pero en verdad espero que a la persona que este leyendo todas estas tonterías le sea de su agrado.
EML.
