Advertencia: Esto es sólo porno lésbico hardcore apto sólo para hombres y mujeres pervertidas, gente sensible fuera esto no es para ustedes lo mismo le digo a los niños, ¡Fuera niños precoces!, oh y se repetirán muchas palabras, ¿por qué? Pues porque no conozco más sinónimos de placer, tan sólo goce, deleite, satisfacción y ninguna más, en fin dejaré de interrumpir, continúen.

LUJURIA

Otoya ingresó en la habitación tirando de Haruki, tras de ellas Isuke cerró la puerta y la aseguró para evitar interrupciones, Takechi y Sagae inmediatamente procedieron a quitarse los zapatos por costumbre, Inukai por su parte se sentó cómodamente en el sillón corto teniendo a las dos atractivas mujeres frente a ella.

-Desvístanse- pide Inukai mordiéndose el labio mientras las escrutaba con lujuria -Mutuamente.

-¿Eh? ¿No vas a participar?- inquiere Haruki, sus latidos no dejaban de aumentar por la expectativa que le producía pensar que tendría un "trío muy especial" con dos sensuales féminas.

-A su tiempo 3- silba la pelirosa.

-Por mí no hay problema- canta Takechi, con su habitual fogosidad se lanza a la pelirroja, valiéndose de su mano sana la despoja de la camisa deportiva que no le servía de mucho estando cortada a la mitad, un sostén deportivo blanco cubría los senos de la pelirroja a pesar de ello la erección de los pezones debajo de la tela de algodón era perceptible -Y para ella tampoco 3- Otoya suelta una risita lasciva al estimular el busto juvenil de Sagae.

-¡Aaah!- jadea Haruki, una placentera sensación crecía dentro de ella mientras la pelimorada la estimulaba, "¡Wow! Se siente genial, muy rico pero yo no suelo ser la parte sumisa", Sagae se libera de Takechi, la sujeta por debajo de los glúteos y la levanta.

-Uy, ¿vamos a algún lado? Jijiji- dice Takechi de manera provocativa, coloca sus manos en los hombros de Haruki y sonríe con sagacidad.

-Ya te has tomado demasiadas libertades conmigo es hora que te devuelva el favor, Otoya- profiere Haruki con una sonrisa taimada al acostar a Otoya en el sillón largo, deshace el nudo de la corbata y continúa con el chaleco.

-Tómate las libertades que quieras- silba mientras se desabotonaba la camisa acelerando el proceso.

Haruki observa el torso semidesnudo de la pelimorada, su vientre plano y suave, cintura pequeña y su busto generoso cubierto por una lencería púrpura que realzaba su atractivo produjo un rubor en las mejillas de Haruki y excitación en la entrepierna.

Otoya también se ruboriza pero por la inminente llegada del placer -No te detengas, todavía no me quitas la falda ni las bragas- ella misma abre la cremallera de la falda y se la quita -Te dejo el resto a ti.

Sagae sonríe un poco nerviosa, se deshace del short deportivo que todavía usaba entonces dirigió sus manos a las medias negras de nylon que cubrían las bragas y piernas de Otoya.

-No- pronuncia Inukai, el par de mujeres la miran confundidas -Que se quede puesta las medias, se ve sensual con ellas 3- silba mientras se acaricia las piernas muy deseosa de que empezara la acción.

-Mmmh, me gusta como piensas Inukai- musita Otoya al liberar sus senos del sostén que los contenía, sus ojos aquamarina se posan en la chica que tenía sobre ella, sus ojos ámbar palpitantes que la observaban con lujuria, el abdomen esbelto y su busto reluciente que seguía escondido por un sostén de algodón -Déjame verte- pide Takechi sintiendo su corazón derritiéndose dentro de su pecho.

-Sí- Haruki levanta el sujetador sobre su cabeza permitiendo a la pelimorada apreciar mejor su escultural figura, una cintura fina, senos gráciles, brazos delgados y fuertes, un rostro simpático y una sonrisa radiante -Comencemos- pronuncia al agacharse hasta acariciar el busto de Takechi con su lengua.

-¡Uh! ¡Mmmh! ¡Aaah!- una sinfonía de jadeos salen de la garganta de la pelimorada mientras luchaba para que el placer no sacudiera su cuerpo.

Isuke se arrecha al observar y escuchar la libidinosa y deleitable escena que se desarrollaba frente a ella, sus dedos encuentran el modo de llegar a su entrepierna, estimula su clítoris frotándolo con sus suaves falanges mientras se muerde el índice de la mano izquierda, el medidor de lujuria de Isuke llegaba a niveles dulces.

Haruki masajea los senos de Takechi y encamina su lengua por el pecho, sigue por la clavícula y sube a saborear el sensible cuello de la pelimorada, la chica jadea con fuerza, su pecho palpitante hierve en júbilo -¡Aah! ¡Kemochi! ¡Uh!- "Sugoi, lo hace tan bien, mueve sus dedos y lengua por los sitios correctos, ¡debe llegar a mi entrepierna!" Otoya con sus piernas empuja suavemente a la pelirroja -Ve al sur, por favor. ¡Aaah!

-¿Aquí?- pregunta con una sonrisa ladina al frotar la intimidad de la pelimorada.

-¡Justo ahí!- con cada roce la temperatura de Takechi subía, la cara ruborizada era enternecedora, su mirada clara contrastaba con el rojo de las mejillas.

Haruki se detiene un instante, toma las tijeras de Otoya y con ellas corta las medias creando una hendidura en la entrepierna -Este será otro favor que te devuelvo- menciona la pelirroja al cortar la ropa interior, hala suavemente la prenda arruinada y el pudor de la pelimorada queda al descubierto, Sagae ocupa unos segundos en apreciar la zona, limpia, rosada, carecía de vello púbico, se podía apreciar en todo su esplendor seductores y delicados pliegues de piel humedecidos por la excitación -Muy lindo, tú también estás rasurada- menciona muy contenta.

-Estoy ardiendo, Haruki, por favor, no tardes- suplica acariciándose el clítoris.

En lugar de ir directo a la gloria los labios de Haruki se posaron en el abdomen, creando un cosquilleo, mientras su boca se paseaba por el torso para calentar y jugar con Otoya usaba su pulgar sobre el clítoris aumentando el goce de la pelimorada.

-¡Eres mala! ¡Ya no juegues!- grita desesperada, deseaba sentir los labios de la pelirroja tocando su vulva -Qui... ¡Aah!- su cuerpo se sacude al sentir dos dedos invadiendo su vagina.

-Resiste- le susurra Haruki en el oído, lame el lóbulo de la oreja produciendo más gemidos placenteros de Takechi.

-Haruki- gime, los ojos se le volvieron vidriosos con toda la estimulación, la boca expelía finas líneas de saliva y jadeos, la mirada de Otoya se posa en los seductores labios rosas de Sagae.

-Te ves adorable- murmulla Haruki manteniendo su boca cerca de la de Otoya, Takechi estira su lengua buscando saborear de nuevo esos labios, la pelirroja aparta su rostro y continúa lamiendo los senos, acabando con la angustiosa ilusión de Takechi, "Quiero esos labios ¿Por qué no me besa?"

-¡Aha Ha Ah!- los dedos se movían en su interior extrayendo varios gemidos placenteros.

-Sé como encontrar el punto G- dice la pelirroja muy satisfecha con los efectos de sus toques sobre la chica -Se encuentra tocando la pared vaginal superior, así.

-¡Kyaaaaaaaa! ¡Aaaaah!- las piernas llenas de placer se friccionan atrapando la mano de Haruki mientras está continúa acariciando aquella zona tan sensible, sus muslos se sacuden y sus caderas se menean por el disfrute -¡Aaah! ¡Aah! Aah- los jadeos disminuyen paulatinamente mientras Otoya deja de moverse y permanece recostada con una sonrisa llena de satisfacción, mirada perdida y la respiración muy agitada -Kemochi- susurra invadida por el placer.

-Jejeje, tú cara de orgasmo es encantadora- dice la pelirroja al extraer sus dedos, se recuesta sobre Otoya y frota sus pechos -Di "aaa"- pide mientras introduce en la boca de la chica los dedos lubricados con jugos sexuales, Takechi obedece, de forma obscena se deleita con el sabor salado de los dedos, Takechi acaricia la larga cabellera roja de Haruki y tomando la oportunidad consigue juntar sus bocas, afortunadamente el beso fue correspondido con la misma pasión.

-¡Mmmh!- Isuke se masturbaba con sus dedos rozando el interior de su vagina y sobando su busto, el magreo de ambas mujeres era sensual, era imposible verlas y no tocarse o desear participar.

Haruki se desnuda por completo al retirarse las bragas, entrelaza sus piernas con Otoya -Ahora si jugaremos a las tijeras, jeje.

-Ese fue un mal chiste- ríe la pelimorada por el patético intento de humor.

-Oye, tú lo dijiste primero- menciona con una sonrisa, junta sus entrepiernas y mueve sus caderas frotando las vulvas entre sí.

-¡Que rico!- exclama sintiendo como el deleite recorría su cuerpo nuevamente.

Isuke comenzaba a acalorarse, la ropa la asfixiaba y estorbaba, se quita el chal morado, se desprende de la chaqueta negra, desabotona la camisa dejando al descubierto un brassier de lencería color rojo vino, Haruki percibe el movimiento de Isuke y sin dejar de mover sus caderas la mira justo a tiempo para apreciar como la falda se desliza seductoramente por las botas marrones, Isuke se percata de la mirada de la pelirroja así que se afloja el sujetador y con un sensual movimiento de caderas se lo quita, sus voluminosos senos rebotan con suavidad, Inukai junta sus tetas y recorre sus manos por su cuerpo deslizándose por el suave abdomen, la exquisita cintura y llega a las suculentas caderas donde juega con sus bragas antes de bajarlas por sus piernas, retiene la prenda en sus manos al acercarse al par que fornicaba.

-Es la hora 3- dice la pelirosa friccionando su busto en la espalda de Haruki al tiempo que le da un masaje a los senos.

-Genial- jadea Haruki al buscar los labios de su amada.

-Lo hicieron bien 3- silba muy coqueta, lame los labios de Haruki antes de juntar sus bocas.

-¡Uh! ¡Mmmh!- Takechi sujetaba con fuerza la pierna de la pelirroja, el movimiento de las caderas era armónico y los roces aunque toscos eran de disfrute mutuo, Otoya sentía encoger su pecho cuando veía el beso de las mujeres, "¿Por qué es tan fácil para ella?", por extraño que fuera se vio invadida por celos, no sabía si por la atención que Haruki le daba a Isuke o de la propia relación de las chicas.

-Takechi, ¿qué tal eres con la boca? 3- inquiere Isuke apartándose de Haruki.

-No tan buena como...con las...manos pero...puedo hacer gozar...ese ardiente cuerpo tuyo...¡Aaah!- era complicado hablar mientras jadeaba de lujuria.

Inukai se arrodilla sobre el rostro de la pelimorada, sus manos se adueñan de los pechos, Otoya en gratitud usa su lengua para estimular los labios menores y clítoris.

-¡Uh! ¡Ahaa!- Isuke sonríe por el goce.

-¡Uhmmm! ¡Aah!- Takechi gime mientras chupaba la vulva.

-Ahora esto es oficialmente un trío- ríe Haruki, su cuerpo aunque femenino requería de mayor estimulación para gozar los actos sexuales aunque disfrutaba el placer en el rostro de su pareja más que el mismo acto, se inclina hacia el frente buscando el sabor a fresa de los labios de Isuke, la pelirosa la imita y junta sus labios, "Me encanta esto, una experiencia inolvidable, debo agradecer a Fuyuka por haber llegado aquí con esta Sexy pelirosa y ardiente pelimorada".

-Uf, algo falta- menciona Inukai al separarse de ellas.

-¿Uh? ¿Qué es?- pregunta Haruki al levantarse.

-Necesitamos juguetes- silba Otoya moviendo sus piernas.

Inukai sonríe de acuerdo -Sí, por desgracia Isuke sólo tiene lubricante y un dildo, un strap on sería fantástico- fórmula la pelirosa con una atrevida sonrisa .

-¿Ah? No estoy segura que...

-¡Yo tengo!- expresa Takechi llena de entusiasmo -Los tengo en una mochila debajo de mi cama, puedo ir por ellos pero necesito algo que vestir- de un salto sale del sillón y se pasea desnuda hasta llegar al armario donde consigue una camisa púrpura con rayas verticales -Esto servirá, ya regreso- canta muy contenta al ponerse pantuflas y abandonar la habitación.

-Esa era mi camisa- menciona Haruki al verla partir.

-Olvídala, en lo que ella regresa...- profiere al sentarse y abrir provocativamente las piernas, dejando su feminidad a la vista -Quiero sentirte en mi vagina 3- aquella invitación era demasiado erótica como para que la pelirroja la ignorara, el corazón se le agitó mientras se acercaba a Isuke, se arrodilla frente la pelirosa -Eso- pronuncia Isuke colocando sus piernas todavía cubiertas por sus botas en los hombros de su amante -Introduce tu hábil lengua, rojita- le acaricia la cabeza con ternura.

-Por supuesto, Isuke-sama- murmulla mirándola a los ojos, recorre su lengua por la ingle jugando con las sensaciones de Isuke tal como hizo con Otoya, pasa acariciando alrededor de la vulva.

-¡Aaah! Me impacienta tu destreza para excitarme- gruñe, las lamidas y mimos la hacían gozar -¡Uhmmm! ¡Uh! Pero continúa- Haruki lleva sus manos hasta el generoso busto de Isuke, amasa los pechos suavemente, acariciando los pezones con su pulgar e índice -¡Aaah! ¡Haruki!- cuando la lengua de Haruki separó los labios menores el cuerpo de Isuke se sacudió en un sublime placer, de abajo hacia arriba lamía el clítoris mandando señales de placer a todo el cuerpo, Isuke cruza las piernas y aprieta sus sensuales muslos apegando más la cabeza de la pelirroja contra su entrepierna.

Sagae se esforzaba por complacer el pecaminoso cuerpo de Isuke, usaba todas sus habilidades tántricas para ello y puesto que la pelirosa babeaba y sonreía con celestial satisfacción lo hacía más que bien.

-¡Kemochi! Eso por lo menos es un siete- comenta Inukai sujetando la cabellera de Haruki mientras movía sus caderas aumentando las deliciosas sensaciones en su entrepierna.

-¿Me calificas?- expresa confundida -Entonces no me detendré hasta que sea un cien- indica al introducir su lengua en la vagina, chupa y lame con énfasis.

-¡Aaaah! Mi escala...solo...llega a... ¡DIEZ! ¡AAAAAHHH!- algo hizo explosión dentro de Isuke enviando ondas de placer y alegría -Rico- susurra Isuke muy agotada para levantar la mirada, Haruki sube su cuerpo y con ímpetu se apodera de los labios de Isuke, un beso largo, dulce y apasionado demostraba el fuerte sentimiento que las unía -Te ganaste un ocho 3- dice con una coqueta sonrisa.

-Oh, vamos Isuke-sama te retorciste en placer- réplica la pelirroja abrazando la cintura de la Sexy pelirosa.

-¡Llegué!- dice Otoya con mucha alegría, deposita la mochila a los pies de ambas, se arrodilla y saca un montón de objetos de uso sexual -Aquí está- les muestra un consolador de color turquesa liso, grueso y con aproximadamente 20 cm de largo.

-Diablos, eso es grande- exclama Haruki sintiéndose intimidada por el objeto.

-Sí, es muy grande- musita Isuke un poco intranquila -Por suerte tengo lubricante 3- silba al caminar hacia el guardarropa, abre un cajón y extrae un envase negro.

-¿Quién usará el strap on?- inquiere Otoya juntando el consolador con las correas.

-Yo lo hago- indica Sagae al quitárselo, se lo coloca y aprieta las correas, "Que miedo, casi me toca ser penetrada", Haruki sonríe al mover sus caderas ya usando el strap on- ¿Cual quiere primero?- pregunta de manera erótica al frotar el objeto de plástico.

-Yo me apunto- exclama Takechi con premura, se arrodilla e impaciente chupa la punta del objeto mientras produce sonidos obscenos al mover su boca.

-Ummh, no entiendo porque en las porno gime la que usa el strap on cuando lo chupan, yo no siento nada- comenta con un tono confuso.

-Puf, no digas tonterías- dice Inukai al colocar una sustancia transparente y viscosa sobre sus manos -Hazte a un lado- empuja a la pelimorada, unta la crema sobre el dildo.

-Oye- se queja la pelimorada sacudiendo su mano herida, la había usado para amortiguar el empujón.

-Calma, irás primero- menciona la pelirosa al frotar el lubricante en la vulva de Takechi.

-¡Aah! ¡Quema rico!- babea, un ardor y quemazón disfrutable nace en la entrepierna.

-Así me gusta moradita 3- unta más lubricante sobre la vagina, el tamaño del consolador podría provocar irritación si no se lubrica adecuadamente la zona íntima, Isuke frota la entrepierna de Otoya y el dildo.

El rostro encendido de Otoya denotaba desesperación y un fuerte deseo -La...quiero sentir adentro de mí- un sensual y suplicante jadeo ronco sale de la pelimorada.

Haruki con su corazón exaltado y seducido por el deseable cuerpo de Otoya mira a Isuke un tanto confundida-¿Es raro que desee penetrarla con la misma intensidad?

-Sólo hazlo- fue la respuesta de la pelirosa.

-Claro- pronuncia, sujeta la cintura de Takechi y la guía al sillón la recuesta sobre su espalda, acaricia la vulva con la punta del falo -¿Lento y suave o rápido y fuerte? 3- inquiere con una sagaz sonrisa.

-¡Rápido y fuerte!- exclama llena de impaciencia y ardor.

-Bueno- responde la pelirroja mientras mueve sus caderas y empuja el consolador dentro, se introduce con relativa facilidad.

Otoya aprieta los dientes -¡Uh! ¡Aaaanh! ¡Umh!- con cada embestida llena de energía Takechi sentía una deliciosa descarga eléctrica recorriendo su cuerpo.

-¿Qué tal...está para mi...primera vez, Otoya?- su respiración se entrecorta al mismo ritmo que sus caderas embisten, cada roce brusco estimula los receptores de placer.

-¡Kemochi! ¡Kemochi!- usa las piernas para envolver la cintura de Haruki y mejorar el ángulo de penetración.

-Supongo que genial- Sagae se inclina hacia ella buscando profundidad, las medias de Takechi producían un ligero escozor en la piel de Haruki pese a ello no redujo el ritmo de las embestidas, su mano derecha se aferra del muslo de la pelimorada mientras la izquierda se posa en la cintura favoreciendo el agarre.

Isuke continuaba con su auto satisfacción, usaba un dildo más pequeño, era color rosa, menos grueso y de tal vez 14 cm, quizás su apetecible cuerpo despertara los pensamientos más morbosos pero la verdad era que en la intimidad debía ser tratada con delicadeza, la pelirosa también era una experta en el arte del sexo y ese jugueteo consigo misma sólo era un preparativo para que su cuerpo aceptara el consolador.

Haruki pega su cuerpo con el de Otoya maximizando el contacto, lame el busto haciendo círculos alrededor del pezón, los gemidos de Takechi seguían en aumento con cada empuje, la pelimorada salivaba, su piel hervía, los labios le temblaban -Bésame- pide en un susurro apenas perceptible para que sólo lo oyera Haruki.

-¿Ah?- expresa confundida al mirar los palpitantes ojos de Otoya y el sensual titubeo de los labios.

-One gai- la petición paso a ser una súplica, el corazón de Haruki tintinea al escucharla tan indefensa y sumisa.

-OK- responde moviendo su boca...

Inukai se les acerca, este súbito movimiento distrae a la pelirroja y evita el beso -Ponla en cuatro 3- ordena con una pícara sonrisa.

Hábilmente cambia la postura,Isuke se coloca en la esquina con las piernas abiertas, sujeta el pelo de Otoya y le acerca la cabeza a su entrepierna, Takechi cumple con la tarea y lame gustosa.

-Eso, sigamos- dice la pelirosa mordiéndose el labio inferior, en esa nueva postura Haruki vuelve a introducir el dildo en la vagina de Otoya.

-¡Ehem! ¡Aah! ¡Uh! ¡Ummh! ¡Je! ¡Ah! ¡Oh! ¡Umh! ¡Aah!- una orquesta conformada por los más eróticos sonidos producidos por una mujer hacían eco dentro de la habitación.

Lujuria total emanaba de los poros de las mujeres y empañaban el mueble con sudor, saliva y líquidos sexuales, Sagae coloca las manos en la cintura de la pelimorada mientras mueve las caderas en una especie de vaivén metiendo y sacando el objeto fálico del vientre incrementando los chillidos de Otoya.

-¡Sugoi! ¡Motto! ¡Motto!- Un furor centelleante en la cerviz de Takechi la inundaba de goce con cada acción de la pelirroja.

-¡Uhmm! No...te distraigas- pide Inukai halando sutilmente el cabello morado de la chica, Otoya con un hambre creciente lame, succiona y se deleita con el postre que le ofrecían.

-¡Gracias Kami-sama!- exclama Haruki mirando al techo, la situación vista desde su postura se le antojaba suculenta y excitante pero quien más gozaba del acto sexual era en definitiva Otoya con su vientre siendo asaltado por las expertas, constantes y precisas arremetidas de Haruki, "¡Kemochi! ¡¿Cómo puede ser tan buena?! ¡Debería ser ilegal la habilidad de esta chica con las caderas! ¡Delicioso! ¡Casi me satisface como una de mis noches más desenfrenadas y sangrientas! ¡No me había sentido tan complacida con el sexo antes! ¡¿Por qué?!" -¡Uh! ¡Haruki!- exclama, sus piernas se derretían, se le iban las fuerzas y un torrente interno amenazaba con explotar.

Sagae extrae el dildo, abraza la cintura de Takechi y cambia de posición, se sienta con sus pies descalzos tocando el suelo y Otoya sentada en su regazo mirándola de frente -Esto te gustará- dice la pelirroja, guiando el consolador hacia la vulva y Otoya se encarga de que entre, Haruki agarra con fuerza los glúteos mientras emboca un seno, succiona y acaricia el pezón con su lengua arrancando jadeos de su compañera.

Inukai siente un ligero parálisis en su corazón, la idea no le salió como esperaba, las dos mujeres disfrutaban más la situación que ella y lo peor, su pelirroja apenas sí la tocaba, comenzó a sentirse frustrada y celos pululaban en su pecho mientras miraba como Haruki hundía el dildo dentro de Takechi y estas se miraban sonrojadas y sonrientes al fornicar; "no se quedará así zorra, no puedes disfrutar de mi chica sola y no pagar por ello"; Inukai se dirige a la mochila negra con juguetes sexuales y encuentra otro cinturón para dildo se lo pone y unta el lubricante sobre su consolador rosado, ubica el objeto y con una cínica sonrisa observa la espalda de Otoya, suave y brillante por el sudor, las nalgas cubiertas por las medias negras se veían eróticas mientras la chica subía y bajaba.

-Esto también te gustará- dice Isuke con una sonrisa sarcástica, usa el lubricante en el ano de la pelimorada.

-¡¿Ah!? ¡Mate! ¿Qué haces?- exclama sorprendida y aterrada -¡Aaah!

Isuke introduce su dedo medio en el recto -Respira, tu ano debe relajarse para que te lo pueda meter 3- ríe con picardía, mueve su dedo haciendo círculos expandiendo el orificio.

-¿Isuke-sama?- inquiere Haruki algo inquieta al percibir lo que la pelirosa pretendía.

-Cállate, y ayúdame- empuja a Takechi contra Haruki, su espalda se dobla, el esfínter se agranda con esa postura y Otoya al estar tan cerca de Haruki aprovecha para descansar sus labios sobre los de ella.

Inukai inserta otro dedo -¡Aaah!- mueve los dedos expandiendo el esfínter, creyendo suficiente la estimulación extrae sus falanges.

-Levántala- ordena la pelirosa, Haruki pasa sus manos por debajo de las piernas de la pelimorada y se levanta a ambas sin despegar el dildo, Inukai roza el ano con la punta del consolador -A Isuke le fascinará escucharte gritar- con suavidad introduce el falo por la puerta trasera.

-¡Aah! ¡Soy virgen por ese lado! No seas brusca- pide Takechi, cada centímetro que ingresaba le dolía y excitaba por igual, para aplacar el dolor envuelve sus piernas y brazos alrededor de Haruki y se aprieta contra ella.

-Entonces Isuke hará que no olvides esta experiencia 3.

-¡Aaaaaaah!- con un fuerte empuje introduce toda la extensión del dildo -¡Tame!

-Recién empieza lo bueno 3- comienzan una serie de embestidas, el sonido del golpeteo contra el trasero resonaba obscenamente en los oídos de las mujeres, Inukai recorre sus manos por el torso de la pelimorada hasta llegar a las tetas donde empieza a masajearlas -¿Cómo lo...sientes, zorra?

-¡Kemochi!- responde, Otoya realmente extasiada agradecía la fuerza de Haruki y los tacones de Isuke porque si no los tuvieran no podrían estar en aquella postura, los senos de Inukai frotaban su espalda, su cuerpo caliente disfrutaba de todas las sensaciones que los cuerpos femeninos le brindaban, el toque de su piel desnuda, las caricias y mimos y desde luego los dildos que hurgaban sus zonas erógenas -¡Motto! ¡Motto! ¡Van a enloquecerme!

-¿Aún más?- bromea la pelirroja, obteniendo una risita de Otoya.

-¡Eso es! ¡Disfruta esto, loca!- el ritmo de Isuke se acelera y endurece, raspando el sensible interior.

-¡Aaah! ¡Sugoi! ¡No paren!- grita mientras de sus poros desbordaban placer y lujuria aumentando la agresividad y el deseo de las mujeres.

Sagae también aumenta la cadencia de sus embestidas, los jadeos y gemidos cambian de fuertes y gozosos a agotados y complacidos.

-Ya...no resisto...- murmulla Takechi con una gran sonrisa -Estoy...cerca...- dobla su cuerpo logrando poner su cara frente a la de Isuke mostrándole una tierna sonrisa, lo cual despistó a la pelirosa, Takechi la atrae y con vicio recorre la boca con su lengua -Jejeje, también... besas rico- silba con lujuria, sus brazos nuevamente envuelven el cuello de Haruki y junta sus labios -Arigato...- le susurra en los labios, la abraza con fuerza y descansa su mentón sobre el hombro izquierdo de la pelirroja.

-¿Otoya?- murmulla Haruki extrañamente confusa.

Los consoladores continuaban con su rítmica estimulación, saliendo y entrando de ambos orificios provocando la evacuación de fluidos que se regaban y abrillantaban los seductores muslos de las mujeres, la piel caliente secaba los líquidos creando una sensación pegajosa en las piernas, además manchaban la alfombra humedeciéndola y creando una película viscosa.

Una coordinada y eficaz penetración consiguió elevar el goce de Otoya hasta su límite -¡Aaah! ¡Kemochi! ¡Kemochiiii! ¡Kyaaaaaaaaa!- los párpados se le cierran por el cansancio y deposita todo su peso en los brazos de Haruki -Sugoi- susurra, se deja llevar por el agotamiento y con una sonrisa de complacencia cierra los ojos.

Isuke se aparta un tanto rendida, se limpia el sudor de la frente y descansa su cuerpo en el sillón -Fue divertido 3- silba contenta.

-Sí- contesta Haruki al colocar con delicadeza a la pelimorada sobre su cama y cubrirla con una sábana -Aunque creo que fuimos un poco bruscas con ella- profiere al colocar un casto beso en la mejilla de Otoya -Descansa, hermosa- le susurra con una sonrisa.

-¿Por qué la tratas así?- inquiere con un poco de rabia y celos -Detesto que seas dulce con esa loca.

-Isuke-sama, me entregó su cuerpo y quizás sea melosa pero yo simplemente no puedo fornicar sin evitar sentir un poco de aprecio y cariño a esa persona- indica con una mirada suave -Ese es el tipo de persona que soy- sonríe con ternura.

-¡Aggh! A Isuke le resultas empalagosa 3- critica con desprecio.

-Isuke-sama- reclama la pelirroja.

-Jajaja, ya olvida eso 3- la pelirosa se deshace del consolador, abre las piernas y se frota la vulva -Veo que no has sudado todavía debes tener energía que gastar 3- con sus dedos separa los pliegues de piel revelando totalmente su pudor para deleite de Sagae -Ven acá, lindura 3- su rostro se ruboriza eróticamente al insinuarse con gran descaro.

Hipnotizada con la apetecible imagen frente suyo Haruki camina automáticamente, coloca las rodillas sobre el sillón por debajo de las piernas de Isuke -Voy a hacerte gemir mi nombre 3- un coqueto sonido salió de su boca.

-Quiero que lo intentes 3- silba con lujuria.

Frota el dildo en el clítoris, Isuke incrementa su temperatura y se lame los labios, Haruki coloca la punta en la cavidad vaginal -Aquí voy- lentamente introduce el falo.

-¡Aah! ¡Ehh! Sigue con ese ritmo- Inukai abraza el cuello de la pelirroja levantando un poco su cuerpo, cuando el dildo estaba a medio camino Sagae mejora el agarre sujetando los glúteos también permitiendo que el voluptuoso busto de la pelirosa este a merced de la experta boca de Haruki -Buen...movimiento- jadea.

Sagae mueve las caderas y... -¡Aaaaah!- grita Isuke sintiendo como el dildo entraba hasta tocar su cerviz -No seas tan ruda, idiota- reclama con una mirada severa y unas pocas lágrimas saliendo.

-Perdón- dice atormentada por el dolor en los ojos de su pelirosa, con suavidad se acomoda hasta que la espalda de Isuke reposara en el respaldo con ello obtiene mejor estabilidad y comienza a complacer a su amada con un bamboleo de caderas mientras la penetraba a un ritmo pausado -¿Qué tal así?

-¡Ahaa! ¡Sugoi!- la destreza de Haruki con sus movimientos creaba una sabrosa y electrificante sensación en Isuke -¡Uh! ¡¿Cómo eres...tan buena en...esto?!

Haruki humedece el cuello de Isuke con su lengua -Encontré un libro de prácticas tántricas y un kamasutra en la biblioteca de mi padre- señala muy divertida, aumenta su velocidad sacando gemidos suculentos de la pelirosa.

-¡Ouh! ¡Aaah! Esa...debe ser...la razón... por la cual...tienes...nueve hermanos 3 ¡Uumh!- aprieta los dientes en un vano intento de aplacar sus gimoteos.

-Eres hermosa, Isuke-sama 3.

-¡Eh! Deja...de usar mi tono... ¡Aah!- enreda sus piernas en la cintura, empuje tras empuje se liberaba endorfina y dopamina en el torrente sanguíneo de la pelirosa provocando un enorme deleite -¡Uuuh! ¡Aaaah! ¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!

Haruki lame y chupa los senos sacando más gemidos -Tu piel...es deliciosa... Isuke-sama- el calor que desprendían comenzaba a entibiar el cuero de las botas de Isuke que se adhería a la piel por el sudor y demás fluidos secándose.

Inukai siente perder la batalla, "Todavía no", usa su peso y habilidad para mover a Haruki hasta acostarla boca arriba, quizás Haruki fuera más alta y fuerte pero su peso era similar al de Isuke y por ende su inercia lo cual significa que no debía usar una fuerza excesiva para mover a la pelirroja siempre que no tuviera oportunidad para resistirse.

-Te gusta ir arriba, ¿verdad?- bromea la pelirroja admirando la piel reluciente y el rebote erótico de los muníficos pechos de la mujer cada vez que subía y bajaba en el consolador.

-La dominante...debe ir...arriba 3- se jacta, sus caderas bailan circunvalando el eje mientras sube y baja.

Sagae aferra con fuerza la cintura de Isuke ayudándola con el ritmo -Te ves...espectacular...- clama regodeándose con el sexy movimiento de caderas y el sensual vaivén de los senos.

-¡Jajaja! Isuke...aprecia tus...halagos 3 ¡Uuhmm!- Inukai se reclina atrapando las tetas de Haruki entre sus manos -Tú...también eres...muy guapa y tus senos son bonitos 3.

-¡Oh! ¡Aah! Kemochi- era el turno de Haruki para sentir placer.

-Eso es, gime para mí 3- Inukai soba el busto endureciendo los pezones de la pelirroja, presiona sus bustos y lame el lóbulo de la oreja encendiendo los receptores erógenos.

Haruki la mira con sus ojos agitados y deseosos -Tú mueve ese lindo trasero- agarra con fuerza las generosas piernas de Isuke y las mueve al mismo ritmo que lo hacían sus caderas.

-¡Oh! ¡Aaah! ¡Eso! ¡Eso! ¡Sí!- un gozo errático y sustancial envía la mente de Isuke al paraíso -¡Kemochi! Mueve...esas caderas... ¡Uhm!

-Eso...linda, disfruta- el golpeteo del prominente culo de Isuke en las caderas de Haruki provocaba un sonido pervertido y deliciosamente erótico.

-¡Aah! ¡Aah!- Inukai se derretía sobre su amada pero no iba a terminar sin demostrar superioridad -Sigues...en el rango...de ocho...por eso... ¡Aah! No me escucharás...decir tu... ¡Nombre! ¡Aaah!

-¿Uh? Con que en...esas estamos...te mostraré- con un raudo movimiento se separa de Isuke, la acuesta de costado, le levanta la pierna y ubica el dildo en posición -Quiero ese diez, Isuke-sama- penetra el vientre sin oposición hundiendo el consolador hasta el fondo.

-¡Aaaaaah!- Sagae engancha la pierna y la apega al cuerpo de la pelirosa logrando alcanzar el busto con su mano, la mano derecha se desliza por debajo de Isuke acariciando la cintura hasta que sus dedos llegan al clítoris -¡Uh! ¡Aaaaaah! ¡Rico! ¡Sigue! ¡Cójeme con ese enorme y duro pene!

-¿Uh?- Haruki se siente confundida -¿Acaso tienes sexo conmigo mientras piensas en alguien más?- inquiere frustrada.

Isuke gira su cuello para mirarla, el rostro de Haruki se había endurecido, la pelirosa sonríe y apenas puede contener la risa -Jajaja, no, claro que no, idiota jajaja.

-Jajaja, Isuke-sama, me confundes- ríe contagiada por la sonrisa de Isuke.

Inukai pasa su brazo por debajo del cuello de Haruki y la atrae -Ven acá y bésame- sus labios se juntan, las lenguas pelean con fiereza el cariño rebosaba tal como la saliva que se regaba de sus bocas, sus labios se separan y se miran con devoción, sus mejillas sonrojadas y la respiración profusa seducía las pupilas -Además tú fornicaste con la loca de pelo morado sin siquiera voltear a verme pero sí me das un orgasmo de diez te lo perdono 3.

-Es un trato- dice ocupando toda la fuerza de su pelvis para complacerla, estimula el clítoris frotándolo suavemente entre sus dedos tal como hacía con el busto en su mano, usa la lengua para recorrer la sensible zona del cuello y el lóbulo de la oreja, su conocimiento tántrico le ayudaba a estimular la mayoría de los puntos de placer del cuerpo -¿Cómo voy?

-¡Aah! ¡Uuh! ¡Mmmh! ¡Nueve! ¡Ahaha¡ Más...suave...- gimotea cediendo al placer, su cerviz explotaba en placer.

-No hasta que...me pongas...un diez- cambia ligeramente el ángulo de penetración al doblar la pierna y afirmar su pie en el sillón, también pone un cojín debajo de la cintura de Isuke con el mismo propósito, otra vez sujeta el muslo de Inukai y lo repliega hasta el torso, retoma su acto con un armónico balanceo de caderas en cada embestida sacudiendo con violencia el frágil cuerpo de Isuke.

-¡Bien! ¡Diez! ¡Para! ¡Para! ¡Aaaaahaaaha!- los jadeos se convirtieron en un lloriqueo que escondía un indescriptible placer.

-¡Aún no!- Sagae solo acrecenta sus empujes sin dejar de estimular el punto G con el dildo, la pelirosa ya no resistía el agónico deleite, intenta huir pero Sagae reacciona apresando la cintura evitando que el consolador se saliera y continuando con los empujes -¡Isuke-sama!

-¡Aaah! ¡Haruki! ¡Harukiii! ¡Kyaaaaa!- Isuke se desploma agotada y satisfecha -Aaaah, aaah- suspiros entrecortados salían de su garganta, una sublime sonrisa se forma en sus labios -Doce- murmulla sin poder abrir los ojos.

-Jejeje, me gusta escuchar que he superado tus expectativas- extrae el dildo y se lo quita -Ahora no sé dónde debería poner esto, jejeje- toma una toalla y envuelve el consolador.

-¿Uh? Pero que rara eres- dice Isuke observando aquel comportamiento.

-No sé que hacer- responde al levantar los hombros y sonreír.

Isuke con una sonrisa morbosa se sienta y acaricia la pierna de su chica -Puedes dármelo, Isuke notó que no tuviste un orgasmo 3.

-Tengo suficiente placer al verlas gemir y retorcerse de placer entre mis brazos- menciona al colocar un dulce beso en los labios de Isuke -Además ya es hora de cenar, tenemos que ir a la cafetería.

-¡Yey! Tanto sexo me abrió el apetito- exclama Otoya saliendo de la cama ya descansada, de repente siente un mareo -Uy, no debí levantarme tan rápido, jejeje.

-Uf, esta vez Isuke está de acuerdo, necesito recuperar energía 3- ríe la pelirosa saboreando el cuello de su amada.

-Me haces cosquillas Isuke-sama- dice la pelirroja desnuda al apartarse mientras reía.

-¿Continuamos después?- pregunta la pelimorada.

-Eso depende- menciona Isuke recogiendo su ropa para vestirse.

Haruki haciendo lo mismo indaga -¿De qué?

De lo que digan los lectores, si ustedes, si así lo desean describiré los momentos íntimos de las demás parejas pero ¡Ojo! esas serán softcore, Jajaja, me divierte usar lenguaje de porno, demonios que infantil soy.

Bueno pues sí, esto he estado escribiendo en lugar de la conclusión de LDM, ¿Y saben qué? No me arrepiento de nada, XD.

Ya, ya, hablando seriamente si me arrepiento un poco pero por la nauseabunda sopa gramatical que les serví, repetí muchas palabras y describí en exceso las posturas lo que seguro redujo su excitación.

Listo una vez aclarado todo ahora mis niños y niñas salgan a practicar lo aprendido que todo lo que leyeron son técnicas tántricas eficaces para dar placer a tu pareja, XD.

Les deseo una cálida y húmeda noche, me despido, besos y abrazos desde Ecuador. ¡Larga vida al Porno lésbico! Ah,¡Digo Yuri! XD.

Bueno de eso si me arrepiento de seguro ahora saben que soy un pervertido como todos los que leyeron esto, XD.