CONFIDENTES NOCTURNOS
CAPITULO 1
"RECUERDOS"
Esta es una historia basada en el personaje de Shaman King, Len Tao y algunos otros personajes
Esta historia exceptuado a los personajes son de mi completa autoría, yo no soy dueña de Shaman King ni de ninguno de sus personajes ni de las canciones mencionadas en este fic.
Estoy muy emocionada por que este es mi primer fanfic y que mejor que empezarlo con mi anime favorito en este momento y con el personaje más guapo de la serie mi querido Len, este fic surgió de un sueño que tuve hace poco y desde ahí no e podido dejar de escribirlo.
La temporalidad que manejare es después de la pelea de shamanes donde realmente Len tendría entre 13 o 14 años aunque yo no lo manejare asi mas bien el Len de este fic será de unos 18 años su apariencia es igual a la del anime cabello corto, vestimenta usada cuando hacen el viaje a américa, traje de pelea negro con rojo, etc.
Espero que disfruten mi historia tanto como yo disfruto en escribirla, me he dado cuenta que las historias donde no hay un LenXTamao o un LenXJeanie o LenXhoro no son muy comunes ni tampoco muy seguidas así que me arriesgare y espero que dejen revews y que me den consejos para seguir escribiendo ya sea en la historia o cosas que les gustaría que pasen o canciones bueno en fin no las aburriré mas con mis cosas… gracias por leer y espero les guste.
….
CAPITULO 1
"RECUERDOS"
Ahí estaba ella, bajo el sol de las 6:00 pm se encontraba sentada en una gran roca situada arriba de un acantilado desde hay podía verse todo un inmenso valle que se inundaba de tonos rojizos debido al atardecer, los rayos débiles del sol iluminaban su rostro, una melodía se escuchaba dentro de su cabeza mitigando todos los sonidos del alrededor. A ella siempre le habían gustados los lugares ruidosos para perderse en ellos, con una media sonrisa recordó que en algún momento de su vida había visitado un hermoso campo lleno de enormes arboles , en aquel lugar había una inmensa cantidad de aves, y su canto era tan penetrante y fuerte que por unos escasos instantes su mente se había quedado completamente en silencio, se sintió parte de aquel bosque, los recuerdos y pensamientos se desvanecieron por tiempo indefinido, su cuerpo se inundo de aquellos hermosos cantos y en ese instante su mera existencia dejo de ser tan abrumadora.
Pero en el momento que ella se encontraba aunque hubiera podido estar en ese campo y el canto de las aves tuviera el doble de su fuerza no hubiera podido escapar de los recuerdos y sentimientos que la abrumaban sentía como estos se habían grabado en su alma, imagino que tocaba las marcas de su corazón descifrando en ellas un nombre oculto que no tuvo el valor ni la fuerza de pronunciar.
Ahí sentada absorta en su mar de pensamientos pudo escuchar una débil voz que provenía de la melodía
"…Me siento tan débil sin ti… "* al escucharla no pudo evitar que las lagrimar resbalaran sobre sus mejillas levanto la mirada hacia aquel valle que ya se encontraba en la penumbra, sus labios se movieron lento repitiendo de nuevo aquella frase –"...Me siento tan débil sin ti…"-
...
Recordaba el día en el que había llegado a aquel país desconocido por completo para ella (bueno, solo había leído en algunos libros varias costumbres, aunque a su parecer sonaban demasiado fantasiosas).En su pecho podía sentir la emoción, la que siempre le abordaba cuando conocía un nuevo territorio.
Cargo con su siempre adorada mochila de acampar azul, la cual era su única acompañante en esas largas travesías que se había propuesto.
-! Wow ¡Que grande es Tokio!, aunque para mi gusto es demasiado moderno.
Empezó a recorrer las calles a paso lento, el sol brillaba despejado en el cielo y los enormes edificios que se encontraban frente a ella le proporcionaban algo de sombra
-Ahora iré al hotel, espero no perderme igual que siempre, ya investigue donde se encuentra, pero con mi mala suerte siempre pasa algo que lo arruina todo- se dijo a si misma con un gran humor y una sonrisa en el rostro.
Saco del bolso de su vestido un pequeño aparato de color verde, conecto unos grandes audífonos que coloco sobre sus orejas, presiono el botón de play e inmediatamente comenzó una tonada bastante animosa, era lo que mas le gustaba escuchar cuando se sentía así de feliz y reanudo así su camino entre las grandes edificaciones de aquella ciudad.
Después de un buen rato con una caminata bastante tranquila se detuvo por fin en el hotel, no era como esos grandes edificios fríos y monótonos en los que siempre se alojaba cuando viajaba y que tanto detestaba, si no que era un basto terreno con muchos pequeños cuartos de colores neutros que rodeaban el hermoso patio, con una gran cantidad de arboles cuyas flore de diversos colores danzaban lentamente a causa del viento
-¡Me encanta!- grito con mucha alegría después de observar el hotel, corrió hacia adentro de la recepción encontrando detrás de la barra una señora mayor con lentes gruesos y un vestido tradicional de un monocromático gris.
- Buenos días, bienvenida al hotel señorita- dijo la anciana en un tono tranquilo
-Gracias, buenos días- dijo la joven en un japonés que aunque era bastante entendible, con su acento se escuchaba por demás curioso.
-No recibimos a muchos extranjeros por aquí niña ¿Dé donde has venido?
-De muchas partes- dijo la joven con cierto buen humor –pero yo nací en América, mi nombre es Sura, mucho gusto-
La mujer se había subido a un banquillo para poder observar mejor a la chica, y para su sorpresa se encontró con una muchacha se tez apiñonada, ojos enormes color miel, delineados con un color negro carbón, de cabello alborotado que caía sobre sus hombros de un color oscuro y en ciertas partes su cabello era de un color agua muy peculiar.
La anciana no la miro con desagrado, pero no pudo evitar una mirada DEMASIADO curiosa, cuando Sura se percato no pudo evitar sentirse avergonzada creyendo que era un animal con una mutación horrible.
-valla, eres muy joven y vienes de tan lejos ¿Vienes sola niña? –
-si, viajo sola-contesto con cierta incomodidad. "Todos mis compañeros murieron de una extraña enfermedad contagiosa". Se detuvo antes de decir lo pensado ya que era muy probable que la anciana no entendiera su peculiar sentido del humor, de hecho esta forma de bromear y el no poder controlarla ya le habían caudado varios inconvenientes.
-¿Cuántos días planea quedarse señorita…?- dijo la señora esperando que le diera un apellido para poder llamarla
-Solo dígame Sura, y me quedare alrededor de un mes-
-es bastante tiempo Srita. Sura y si no es indiscreto de mi parte ¿Qué la trae a Tokio?
-"Me persigue el servicio secreto y por eso vine hasta acá" ahogo una leve risa y con ella sus pensamientos para poder contestar a la pregunta
-La verdad eso ni siquiera yo lo se, pero por alguna razón presiento que mi estadía aquí será inolvidable- dijo con un brillo en los ojos y una decidida sonrisa
-Eso me alegra mucho- dijo la anciana mirando con ternura a la joven, - pero permítame, la acompañare hasta su habitación-
Salieron por la puerta lateral llegando hasta el enorme patio lleno de arboles, la dueña comenzó a decirle a Sura los reglamentos del hotel y los servicios con los que contaba.
Pero sura se encontraba maravillada con los sonidos de los arboles, observaba como el viento hacia caer delicadas flores de color violeta por todo el sendero, apenas alcanzaba a escuchar pequeños murmullos que poco a poco se hacían mas fuertes
-no se permite la entrada a los hombres en las habitaciones de las señoritas- dijo la anciana.
Abandono violentamente su pequeño letargo volviendo a la realidad, ya se encontraban en un pequeño pórtico con 2 enormes pilares de madera a los lados, en frente se posicionaba la puerta de su habitación, giro para ver el patio, justo en frente dc ella se encontraba una fuente con diversos peces de colores.
-¿Cómo disculpe? – pregunto un poco avergonzada por haber ignorado por completo a la mujer.
La anciana resoplo y su mirada se torno un poco molesta por el hecho de ser completamente ignorada.
-Que no se permite que entren hombres en las habitaciones de mujeres que viajan solas-
-ah… si, entiendo- dijo sura con un evidente rubor en todo su rostro
-Bueno señorita Sura la dejo desempacar. Hasta luego- la señora hizo una pequeña reverencia y de dispuso a volver a la recepción.
-Muchas gracias señora… umm-intentaba recordar si acaso ella había mencionado su nombre mientras ella se encontraba suspendida en la realidad.
-soy la señora Hiroka-
- Bueno, muchas gracias señora Hiroka- dijo Sura con sus buenos ánimos
La señora se encamino a paso lento hacia su recepción, Sura se sentó en el piso de pórtico recargando su espalda en uno de los grandes pilares de madera, se quedo contemplando con una amplia sonrisa el gran árbol que se movía suavemente debido al viento, volvió a perderse en sus pensamientos, pensaba en el viaje, el tiempo lejos de su hogar, su familia…
Ahí detuvo sus pensamientos bruscamente sacudiendo levemente su cabeza para no rememorar cosas que no podía soportar, entrelazo sus manos por detrás de su cabeza, ella siempre había sido una persona muy alegre pero cuando algo le causaba dolor o angustia simplemente no podía afrontarlo, prefería evitarlo para así no actuar de manera poco prudente.
Paso poco tiempo, aun intentaba concentrarse para evitar sacar sus recuerdos a flote cuando algo llamo su atención…
Unos ojos amarillo oro, un color que ella jamás había visto en los ojos de otro ser humano , solo en los animales, no podía dejar de mirar esos ojos casi felinos que ahora la miraban a ella con algo de extrañeza
-Tiene ojos de jaguar-susurro aun absorta mirándolos fijamente, unos segundos mas tarde una voz sonó dentro de su cabeza con un tono divertido
-"Suele ser irrespetuoso mirar a alguien tan fijamente durante tanto tiempo"
Solo escuchándola pudo apartar la mirada dando se cuenta que el dueño de esos ojos era un muchacho delgado, de cabellos morados oscuros un poco desordenados que terminaba en un pico bastante peculiar en la parte mas alta de su cabeza, aquel muchacho traía una valija negra, un abrigo del mismo color y una bufanda dorada colocada en su cuello, su mirada lucia consternada casi se podía decir que molesta, por haber atrapado a Sura mirándolo de esa forma.
Sura siguió mirando detenidamente como ese joven conversaba con la dueña que momentos antes la había conducido a su habitación (bueno, no conversaban la señora le explicaba algo y el solo asentía con la cabeza) después de una ultima mirada de fastidio hacia Sura el joven de ojos color oro entro en su habitación.
Sura se incorporo rápidamente y cruzo la puerta que la conducía dentro de su cuarto, lo observo era un cuarto bastante iluminado, con paredes en color beige en medio la surcaba una gran franja de color vino, las sabanas de la cama eran de ese mismo color y se encontraba en medio de la habitación.
Puso su enorme mochila encima de la cama y comenzó a sacar infinidad de prendas de diversos colores y la acomodo en un mueble de color beige , mientras lo hacia tarareaba una canción, cuando por fin termino se sintió muy cansada y pensó que lo mejor era tomar una siesta
-waa solo descansare un rato, el viaje h sido agotador - se recostó en la enorme cama y en unos escasos minutos se quedo dormida…
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Y este es el primer capitulo
Espero les guste, ya se, ya se que no sale mucho Len no es que no quiera si no que hay que dar como un pequeño antecedente de ambos y no se preocupen el siguiente capitulo estará atiborrado de Len, espero les guste y sigan leyendo.
YAREAJ BULSARA
