El frio de la lluvia me calaba los huesos, y mi vista se empañaba. Estábamos en el Hotel Palmera, uno de los edificios más hermosos de esta ciudad. Lo curioso de esta "atracción turística", como se lo conocía en las calles, era el hecho de que la azotea estaba formada por vidrio de color verde que se extendía en 12 direcciones más allá del límite de la azotea, dándole el aspecto de una palmera. Los turistas con más valor y otros idiotas se aventuran hasta la punta y sacan fotos como recuerdo de su temeridad.

-Sabes una cosa, señor Wilde, frente a mis opciones que me quedan, es bueno saber que a usted le quedan las mismas. Esto nos da igualdad de condiciones, o como usted lo llama "justicia".

-¡CALLATE!

Tenía el arma apuntando a ese hijo de puta que estaba en la punta como un verdadero temerario. Me importaba una mierda el hecho de que fuera policía y tuviera órdenes de no matarlo. Yo podía salir detrás de las rejas, pero ¿Él podía salir de debajo de la tierra? Eso quisiera verlo.

-creo que es momento de terminar señor Wilde, los policías están debajo y empiezan a subir-miro hacia el abismo que quedaba debajo de sus pies, y la calle de la ciudad y las sirenas policiales que estaban a 350 metros se veían como luces de navidad-je, je, es curioso pero lo único que no me deja caer es el hecho de estar parado sobre un vidrio. Me recuerda a lo poético de la frase: "la vida es muy frágil".

Sonreí.

-Sin duda, esto demuestra que estás loco de remate, o que eres un verdadero genio. Solo un psicópata, o un genio pueden permanecer tranquilos en tu situación. Al borde de un abismo de uno de los edificios más altos de la ciudad, frente a alguien que sabe que va a matarte. Sin duda fue un placer conocerte, pero desafortunadamente el destino quiso que nos encontráramos en lados opuestos de la ley.

-Sin duda, señor Wilde, para mi también fue un placer. Quisiera haber podido hablar un poco más con usted. En cuanto a su afirmación, recuerde que usted también tuvo un pasado donde corría por delante de la policía de esta ciudad, ahora solo le sigue el paso.

Se empezaron a escuchar a las fuerzas especiales correr por las escaleras. Ya estaban cerca.

-Creo que lo están buscando señor Wilde.

-Lo sé. ¿Algunas últimas palabras señor Anderson?

-Solo diré, que lo volveré a ver en el futuro, en el momento en que menos se lo imagina-sonrió y saco un reloj de bolsillo-ya es hora, las 12 de la noche.

-En un momento saco un arma del bolsillo de su cubre todo y le dispare en el pecho 6 veces. El hijo de puta no murió, ni siquiera se movió de su lugar, y escupió sangre y empezó a toser manchando el vidrio de abajo de sus pies con saliva y sangre. Me sonrió con sus dientes manchados y disparo debajo de sus pies rompiendo el vidrio que había debajo de sus pies cayendo al vacío. El resto lo sabe usted.

El oficial que le interrogaba miro a Wilde. Saco un cigarrillo y se lo ofreció. Wilde negó con un ademan de la mano. Volvió a guardar sus cigarrillos y sonrió un poco. Saco un encendedor zippo y lo prendió. Se levantó con un aire de poder, tratando en lo más posible de no matar al oficial.

-Anderson William Fittcowner. Se lo acusa de intento de asesinato de un oficial de policía. Profesor de historia universal en su tiempo de juventud hasta el incidente de 1985, donde se descubrió que tenía relaciones con estudiantes, algunas confesaron que lo hacían para aprobar el semestre. Fue expulsado y detenido por corrupción de menores, donde quedo en libertad después de pagar una fianza. La historia que ocurrió después de ese incidente es una mezcla de mito y realidad. Solo podemos estar seguros de la investigación de distintas fuentes que, luego del incidente Anderson estuvo en distintas ciudades del país. Dejo de enseñar, y se dedicó a viajar. Poco tiempo después, se unió a un culto llamado "los eternos". Luego el rastro se esfuma durante más de 30 años y solo queda la leyenda. Algunos dicen que este culto se dedicaba a viajar por el país, dedicadas al secuestro, tráfico de inmigrantes y asesinato donde él fue elegido como uno de los sacerdotes del credo ¿Acaso este maldito infeliz se unió a este credo con tan mala fama? ¿Por qué razones? ¿Es cierto todo lo que se comenta de esta secta? Por supuesto, es solo un mito nunca lo sabremos a ciencia cierta. Finalmente, 6 meses después se lo ve involucrado en el caso de Winsteer y es la parte donde ustedes ingresan en su vida. Según tu informe, lo habías visto la primera noche de vigilancia del barrio Winsteer por las numerosas desapariciones del barrio y después en distintos puntos de la ciudad durante altas horas de la noche he incluso durante sus días libres ¿Los vigilaba? Muy probable. Hace 3 meses se desencadena la tragedia de la oficial Hoops-guarda silencio unos segundos porque sabe que tipo de relación tenía con su compañera-Lo que nos trae al punto final de la historia, donde queda la última pregunta ¿Asesinato o suicidio?-Fuma durante un tiempo sin emitir juicio- el cadáver esta irreconocible, aunque es obvio callo desde 350 metros, sus huesos quedaron todos rotos y solo lo mantenía unido los músculos y tendones, haciendo que sea una bolsa de carne. También encontramos el arma con la que disparo el vidrio que lo mantenía suspendido 30 metros más allá de su cuerpo, fue fácil encontrarla, cayo arriba del auto de uno de los oficiales rompiéndole los vidrios del vehículo.

Bogo volvió a sentarse y miro a Wilde.

-¿Entonces?

-Lo dejare ir Wilde, debido a que la causa de la muerte fue suicidio por parte del sospechoso, pero debo suspenderlo durante 3 meses debido a que ha disparado a un sospechoso. Su placa Wilde y su…

-Ahórrese el discurso jefe, se el protocolo.

Wilde tomo su placa y su arma y lo deposito en la mesa.

Bogo miro el arma de Wilde, y luego miro a Wilde.

-Puede retirarse oficial, pero antes deberemos rellenar los documentos correspondientes.

Wilde no dijo nada.

Le tomaron 7 horas rellenar los documentos antes de que me dejen salir. Fui hasta mi departamento caminado. Las calles estaban tranquilas después de la lluvia, y ya empezaba a oscurecer cuando salí de la central de policías. Era principios de otoño, y las hojas de los árboles se esparcían por el viento de la ciudad. Algunos aun conservaban sus hojas secas mezcladas de colores café, amarillo, rojo y algunos puntos de verde.

Mi barrio estaba al otro lado de la ciudad, y era uno de los barrios bajos de la ciudad. Cuando llegue, me encontré con algunas prostitutas que ya estaban trabajando. La mayoría las he conocido durante toda mi vida, otras eran jóvenes de todas las especies con una vida difícil que resumiría en drogadictas, problemas familiares, o el único modo de conseguir dinero para mantener a su familia.

Este barrio está prácticamente controlado por las prostitutas, con protección de la policía; antes estaba controlada por los jefes de la mafia. Las prostitutas les pagan mensualmente con dinero o con sexo a los policías corruptos para que miren hacia otro lado cuando hacen su trabajo, y para protegerlas de los jefes de la mafia y sus hombres. Miro alrededor, y veo que una tigresa entra en un auto elegante de un oso polar antes de irse a un motel de mala muerte que está a dos calles, o a un callejón que está a tres. El precio es variable no solo de acuerdo al trabajo y los deseos de su cliente, sino también a la especie. Esto debido a ciertas fantasías del cliente. Por ejemplo si un oso quiere experimentar la experiencia de que una tigresa le practique sexo oral, sabe que tendrá que pagar un valor más elevado y de acuerdo a lo que quiera después. Algunos de estas fantasías nacen de la curiosidad ¿Si los felinos tienen la lengua como un cepillo, como se sentirá eso? Dicen que los conejas son promiscuas desde temprana edad ¿Me pregunto que podría enseñarme si le pido el servicio completo? Etc.

Sé cómo es el negocio, algunos de las personas que he conocido antes de unirme a las fuerzas eran proxenetas, pero desde que me he vuelto policía no les he vuelto a hablar, debido a que ellos tampoco lo hacen. El resto lo aprendí estando en la fuerza, lo único que puedo decir es que cambiado demasiado desde que me uní a ella.

Llego a mi habitación. La dueña es una zorra de 35 años que heredo el edificio de sus abuelos, tiene 8 niños de 3 camadas padres diferentes. Tendré que avisarle que me suspendieron de las fuerzas para que no me corra del departamento y que tenga un poco de paciencia para que pueda pagarle el mes que viene. Sé que me echara de todos modos alegando al alimento de sus hijos (si en ningún momento ha estado con ellos y solo les presta atención cuando tiene que cobrar el plan social por ellos) y que no puede mantener vagos que no puedan pagarle, y bla, bla bla, toda la mierda que una histérica pueda inventar.

Mi habita está atravesada por numerosos tubos de agua que deben ser arreglados y que pierden agua que debo juntar en ollas y cubos para que no manchen el piso. Las paredes despintadas dejan pasar el frio durante invierno, por lo que debo usar abrigo durante todo el invierno. Lo único bueno que tiene este departamento es que es grande, la ducha siempre tiene agua caliente y mi cama que está debajo de la ventana.

Me doy un baño mientras escucho la televisión que solo habla de lo que hice esta madrugada, algunas opiniones de famosos y de personas que no conozco y no me importa conocer. Pasan comerciales y hablan de comida rápida "Rick's" al mejor precio y el mejor sabor, el "show de Matt" que empieza a las 12 de la noche, donde tendrán al invitado especial de la semana "Jack locomotora Lenoir", hablara de su pasado y de cómo consiguió ser uno de los boxeadores más famosos de la ciudad que "dejo" la heroína (¿Como si alguien creyera eso?), luego vuelven las noticias para hablar del clima, unas palabras del alcalde por el aumento de violencia en los últimos meses y de "suicidio policial en el hotel Palmera". Salgo de la ducha y apago el televisor. Preparo una cena improvisada de la cena de ayer.

Finalmente me acuesto a dormir. Doy vueltas en la cama, y finalmente miro la foto enmarcada de Judy que está en mi mesa de noche. La tomo y las imágenes del "incidente trágico" junto con los nombres y recuerdos que despiertan Anderson, los eternos y lo que he visto esta ultima semana. Las imagenes empiezan a pasar rápidamente en mi cabeza como un sueño, como una pesadilla, como una maldición. Miro alrededor de mi habitación y solo encuentro desolación en la oscuridad, escucho las gotas que caen de los tubos, el motor del refrigerador que se apaga y se enciende, el de la estufa que empieza a funcionar, los gritos de los vecinos que están teniendo sexo y de otros que están discutiendo y finalmente me acuesto con la foto enmarcada a mi lado. Mañana, mañana debo ir a verla. Mañana sin falta.