Disclaimer: Digimon no me pertenece, este fic es con el fin de entretener a los lectores, espero que sea de su agrado n_n
Pero ésta pequeña historia si me pertenece y la hice con mucho cariño para todos los que disfrutan del MIMATO!
01:
Inicio de clases
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13 de febrero:
Ciudad de Nueva York, 11:15 P.M., sonó la alarma cuando la seguridad fue penetrada por cuatro personas vestidas completamente de negro. Los policías llegaron al lugar ipsofactos, descubriendo que aquellos todavía eran unos jóvenes, por el cuerpo, entre de ellos se encontraba una chica, quien tenía su largo cabello castaño amarrado en una cola, pero poseía unos lentes verdes y un pañuelo que cubría su boca, pero aún así, todas sus facciones (y otras cosas) delataba que se trataba de una joven. Uno de ellos era rubio, otro de cabello negro alborotado y el tercer joven, tenía el cabello castaño oscuro con un peinado rebelde. La policía les apuntaba, pero los jóvenes no se intimidaban, la chica sostenía el cuadro de Mona Lisa. Ella muy tranquila parecía sonreírles a los uniformados de azul. Un policía dispuesto a disparar, preparó el arma, pero antes de accionarla, sintió un puñetazo en la cara, ¿en qué momento había llegado aquel rubio frente a él?, eso se preguntaba mientras caía al suelo y sintiendo que algo caliente le salía por la nariz; el chico castaño parecía bailar break dance, giraba sobre su propia cabeza mientras extendía sus piernas (pateando a 4 policías que los envió contra las vitrinas), el castaño, les quitaba el arma a los sorprendidos policías y con una velocidad sorprendente, desarmaba el artefacto. Los policías estaban estupefactos ante las habilidades de aquellos jóvenes, se preguntaron cuál era la habilidad de la chica, que tan sólo era espectadora.
—Sólo robamos… no lastimamos —susurró la joven con dulce voz al policía más cercano.
Los cuatro jóvenes se escabulleron del museo en el momento que un helicóptero dejó caer un pesado bloque rompiendo el tragaluz y luego dejó caer una escalera, los chicos esperaron que primero subiera la dama, quien estando ya unos metros más arriba, les saludó con la mano y les mandó un beso a los policías.
21 de agosto:
Odaiba Japón
Inicio de nuevo curso escolar, los nervios por conocer a los maestros invadía a los chicos al momento que entraron al salón, poco después, todo les dio igual. El profesor hizo presencia en la alborotada aula (tomando en cuenta que ya era su último año, los chicos estaban más que felices y armaban mucho alboroto), los chicos se fueron a sentar a sus pupitres.
—Jóvenes alumnos, comprendo que estén felices ya que éste va a ser su ultimo año en la preparatoria Yamadashi Ohara, pero tomen en cuenta que no va a ser fácil, no todos los maestros somos accesibles. Bueno, paso a presentarme, me llamo Hiro Yamamura, su profesor de Literatura, espero que se la pasen bien en mi clase, mi intención no es aburrirles las mañanas, por lo que quiero que siempre me den ideas de lo que les gustaría que hiciéramos en clase, espero que no me vayan a mandar al diablo, pero me gustaría una interacción con ustedes… —habló el profesor, quien empezó a caerles bien a los alumnos.
—Profesor Yamamura, disculpe un momento —pidió una señorita desde la puerta, luego algo nerviosa saludó a la clase, llamó al profesor con la manita temblorosa y éste no tardó en ir hacia ella.
—Bien… me parece bien… ¿en serio? ¡Qué brillante! ¡Me parece perfecto! ¡Adelanto un año! Interesante… sí, no hay problema, además, apenas hoy es el primer día de clases… anda vamos, entra… —se escuchaba al profesor.
Los jóvenes estudiantes escuchaban atentos y miraban a la puerta, curiosos por saber de que tanto se admiraba el profesor.
El profesor entró con una radiante sonrisa plasmada en su rostro.
—Chicos, tenemos una alumna nueva, proviene de los Estados Unidos…
Una chica alta, de cabello largo, lacio y castaño, de esbelto cuerpo a quien el uniforme se le acentuaba muy bien a su perfecta figura entró sin cuidado alguno al aula, de expresión cansina, pero sus ojos se abrieron al máximo, dejando notar los bellos que eran, de un suave color miel; al ver a tres jóvenes: uno de ellos, de cabello alborotado y color chocolate, a otra chica de cabello corto y color rojo, y uno más que parecía importarle poco la vida, un rubio de ojos azul cielo. La chica dejó al profesor con la palabra en la boca y corrió hacia aquellos chicos, importándole poco las miradas atónitas que los demás le lanzaban.
—¡Tai, Sora, Matt! —exclamó la castaña llena de vitalidad y los abrazó tan fuerte que terminó despertando a Matt que sentía ser asfixiado—. ¡Ah, cuánto tiempo sin verlos! ¡Pero cómo han cambiado! Sora, todavía recuerdo cuando tenías el cabello largo —observó a la pelirroja.
—Mimi, yo no he tenido el cabello largo —puntualizó Sora, extrañada de lo despistada de la chica.
—¿De verdad? ¡Bueno, qué importa! ¡Tai, tú te ves fenomenal con tu nuevo corte de cabello! —la jovencita alborotó más el cabello del chico.
Éste un poco molestó, sólo bufó, pues su cabello seguía con el mismo estilo clásico (con el que todos conocemos)
—¡Matt, por Dios, parece que desayunaste hígado crudo! Lo deduzco por esa cara que tienes, yo también pongo esa cara cuando me toca comer hígado encebollado… la especialidad de mamá ¬¬ —inquirió Mimi optando una expresión de asco.
El profesor se quedó señalándola con su dedo índice, estupefacto, alborotó la cabeza para reaccionar.
—¿Desde cuándo se conocen? —preguntó el catedrático.
—Si no mal lo recuerdo desde… —la chica nueva puso cara pensativa y se ayudaba con sus dedos—, hace siete años —respondió alegre.
—Bueno, señorita, por qué no me hace el favor de presentarse con sus demás compañeros… —pidió el maestro, sintiendo gracia ante la jovencita.
—¡Sí, que se presente! —animó uno de los estudiantes.
La castaña regresó hacia el profesor, miró a todos y les brindó una gran sonrisa.
—¡Hola a todos! ¡Mi nombre es Mimi Tachikawa! Estuve viviendo seis años en Nueva York, pero regresé a mi país natal después de ése período, gusto en compartir clases con ustedes —se presentó e hizo una leve reverencia.
—Ella es muy buena estudiante, por lo que adelanto un año, ahora si no me equivoco, estaría en segundo año, ¿no es así? —le preguntó el profesor a Mimi.
—Eh, sí… —Mimi parecía apenarle ése hecho.
Las clases transcurrieron a su ritmo, Tai y Sora se notaban muy contentos con la llegada de Mimi. En el receso, Matt parecía ser más solitario que nunca, no se juntaba con ellos ni siquiera para saber más de la vida de Mimi.
—¿Qué le pasa a Matt? —preguntó Mimi.
—No lo sé, desde antes de las vacaciones anda todo así —respondió Sora que mordió su pan.
—Ahhhh —dejó escapar Mimi.
Hola!!!... qué les puedo decir acerca de esto... anoche... pues anoche se me ocurrió esto, como una pequeña historia, de hecho mi plan era tan sólo un capítulo... y pues todo dependera que si les gusta o no :p, lo que si les puedo asegurar, que siendo este el primer capitulo y un completo disparate de mi cabeza... pues no tengo nada, para nada planeada la historia, nada en concreto, sólo que será Mimi y Matt... y pues este... creo que si tardaré mucho en subir el próximo capítulo... (lo haré rápido si algo bueno se me ocurre) y puede que sea corta o larga, todo dependera de las ideas que se le ocurra a ésta cabeza loca respecto a la trama... como no está bien definida, ha sido cortito éste capítulo y perdonen las faltas que tenga y cosas por el estilo (mi cerebro no carbura muy bien a media noche), romance y comedia... a lo mejor los haga llorar de lo mala que soy tratando de hacer reír... pero nimodo... bueno.... espero que los disfruten, espero reviews!!!
Mil gracias...
