Prólogo:
'No hay nada más trágico que perder tu inocencia en un abrir y cerrar de ojos…'
Anna tenía miedo.
Era un miedo cálido, que no sobrepasaba los niveles de adrenalina que el momento le hacía sentir. Todas sus terminaciones nerviosas caían rendidas en un fuego que comanzaba desde el interior de su estómago, coronándolo con miradas tímidas y estremeciéndose temorosa, atrapada en él. Estaba tan cerca de violentarse, tan cerca de caer en las aberraciones de sus padres, tan cerca de perderse. Y a la vez parecía tan lejos.
Aquel hombre, con sus irises increíblemente negras como las pesadillas, su malicia de lobo hambriento y enfurecido, y sus rebeldes mechones rubios húmedos de exasperación y deseo… la miraba como si fuese una presa fácil. Sabiendo que antes de siquiera tocarla, ella ya le pertenecía.
Ambos se adentraban a una perdición repleta de sentimientos encontrados, la noche siendo su aliada junto con las sábanas blancas que fueron constantes testigos de un amor imposible, pero tan real como las lágrimas de Anna. Nadie sabía más que ellos dos, que la tormenta y el engaño, que rompe el silencio de los secretos ocultos en los besos fortuitos, en un amante incontrolable y en la tóxica realidad de las mañanas siguientes.
Y él, siempre al finalizar le dice:
—Guarda silencio, si cuentas lo de nosotros, me iré.
Y ella asentía como una niña pequeña, llena de miedo, desnuda ante su rey.
Notas del autor:
Okay. Demasiado intenso. ¿A quién no le gustan los Kristanna? Yo levanté la mano. ¿Y a quién no le gustaría un Kristanna lleno de pasión y momentos subidos de tono? Literalmente salté de un brinco.
Vamos, que siempre pintamos a Kristoff como un niño bueno obediente que siempre va detrás de Anna como un cachorro. Ya es hora de poner tema al asunto. Hans le va a enseñar como ser malo y sexy y rebelde. Y pues sí, no prometo actualizaciones rápidas, pero haré todo lo posible.
GRACIAS POR LEER. Eres una increíble y hermosa personita, déjame tu opinión al respecto.
