DISCLAIMER: todos los personajes pertenecen a Yukiru Sugisaki-dono, yo solo los utilizo para divertirme (y hacerlos sufrir).

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-Que suerte tienes Daisuke… porque Satoshi sí te corresponde…- El pensamiento que hacía mucho estaba en su cabeza por fin pudo decírselo al menor de los Niwa. Aunque estaba dormido, de seguro le había escuchado. Un suspiro escapó de sus labios ¿acaso era envidia lo que sentía hacia su domador?

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Esa noche el pelirrojo le había contado entre lágrimas que su amor en ese momento no era ninguna de las gemelas Harada. Aunque estaba saliendo con Riku, el amor hacia ella se había convertido en un cariño de amistad. Con mucha vergüenza, el chico llegó al "problema": amaba a su amigo y a la vez enemigo. Cuando los fríos ojos azules se posaban en él (todo esto dicho por Dai-chan) se sonrojaba al máximo, y tartamudeaba cada vez que el comandante le dirigía la palabra… sentía su corazón estallar, y estuvo a punto de transformarse en medio de la clase cuando el domador del demonio blanco rozó accidentalmente su mano. Cuando Dark escucho la confesión del Niwa se sorprendió sólo un poco, ya que al compartir el cuerpo, sospechaba algo.

-Hiwatari es una buena persona… si se lo dices no te odiará, sino al contrario, tratará de comprenderte…que sean del mismo sexo o estén enfrentados por su sangre, nada de eso tiene importancia. Además recuerda que el chiquillo ese se prohibió querer algo o alguien para no hacer daño. Deberías concentrarte en buscar una forma de eliminar a Krad, ya te quedó claro que ese demonio no tiene compasión por su domador… aunque no te des cuenta, Satoshi siente lo mismo por ti.- cuando el ladrón dio esto recibió una mirada de confusión por parte de Daisuke, a lo que Dark respondió

-intuición… vamos, que si no duermes nadie aguanta a Emiko cuando se queja de que estás casado para los robos- el chico respondió afirmando con la cabeza, para luego apagar la luz e irse a la cama.

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Definitivamente era envidia lo que sentía hacia el inocente chico, porque aunque el Hikari era una persona fría (o aparentaba serlo) y la contraparte de su domador, ellos eran humanos y se querían… a los ojos del legendario ladrón así era… pero él y Krad eran "ALGO". Y después de tantas traiciones obligadas, el demonio de ojos dorados ya no podía perdonarlo… por la eternidad de sus existencias

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N/A: no se… algo cortito que me salió en la escuela, y que casi no termino por una amiga (mirada "a la Yuki" hacia Mikarin). Dedicado exclusivamente a Paula ¡suerte Pau!

Manabishi