Estaba en el instituto escondida detrás de un árbol. Jugaba con mi amigo Alexy a las escondidas cuando veo a cierto pelinegro que conozco muy bien.

-¿Qué haces aq…-lo agarré antes de que terminara de hablar y lo obligué a estar a mi lado.

-Juego con tu hermano a las escondidas, si no me encuentra antes de que termine el recreo debe comprarme una caja de bombones de chocolate-respondí con una amplia sonrisa, casi en un susurro.

Nos sentamos (aún detrás de ese árbol) y él se puso a jugar con su amada PSP mientras yo vigilaba.

-Estamos escondidos porque quieres chocolate, ¿cierto?-pregunto el ojiazul a mi lado.

-Exacto.

Entonces el sacó de su bolsillo lo que parecía un pedazo de chocolate, se lo puso en la boca y me miró dulcemente.

-¿Quieres?-en ese momento sentí que podía camuflarme con los tomates en la verdulería.

Asentí con la cabeza y me acerqué a mi preciado choco…digo Armin y tomé el otro extremo (la verdad, era un pequeño pedazo de chocolate) cuando siento que algo se abalanza sobre mi.

-¡Demonio!-gritó una mancha roja a lo lejos, era Castiel-¿Te encuentras bien Demonio?-su voz tenía un deje de preocupación.

-Tu tan amable como siempre-dije, volteé a ver a mi compañero y descubrí que estaba concentrado en su consola de nuevo.

-Parece que a la tabla la dejaron plantada-sonrió.

-Muy gracioso-respondí-¿Qué hace tu perro en la escuela?

-Es un perro educado, aunque no lo parezca-bromeó-¿Me acompañas a pasearlo?

-¡Claro!-asentí.

Le conté todo lo sucedido hasta el momento y solo sonrió.

-Así que todo porque la tabla de planchar quería un chocolate-rió, luego saco una barra de chocolate del bolsillo y empezó a comerlo.

-¿Me convidas un poco?-le pedí, o mejor dicho, supliqué.

-No te daré nada porque te tiraste encima de Demonio.-explicó en un tono burlón, después se puso a una distancia peligrosa de mi cara, cuando sonó el timbre que marcaba el final del receso.

El pelirrojo dijo algunos improperios y cada uno fue a su clase. Yo estaba feliz de la vida, tendría chocolate gratis. Pero estaba aún más feliz porque estuve por besar al chico que me gusta gracias a un chocolate.