Disclaimer:
Los personajes pertenecen a la genial Rumiko Takahashi, yo sólo los tomo prestados por un ratito para jugar :D
"De regreso al lugar a donde perteneces"
El monte Hakurei se estaba derrumbando bajo sus pies. Inuyasha había ido a rescatar a Koga, después de asegurarse de que Kagome estuviera a salvo. El tiempo pasaba, Kirara, Shippo, Miroku, Sango y ella se habían salvado de milagro, sin embargo, aún no sabían nada Inuyasha o de Koga. De pronto, Kagome fue capaz de percibir los fragmentos del lobo youkai a través de la nube de polvo y gases venenosos. Se alegró, sintiendo que su corazón volvía a latir. Inuyasha estaba a salvo y había logrado rescatar a Koga.
En cuanto ambos estuvieron junto a ella, las cosas parecieron volver a la normalidad. Como cada vez que se veían, comenzaron a discutir.
No muy lejos de ahí. Naraku y Kikyo tenían un enfrentamiento. La vida de la miko estaba en peligro.
De algún modo, Inuyasha tuvo un extraño presentimiento. Comenzó a correr buscando a Naraku.
Naraku había lanzado un ataque en contra de Kikyo, mismo que la miko logró rechazar casi por completo, estaba herida, pero era poco el miasma que se había introducido en su cuerpo. Más tarde lo purificaría.
- ¿Así que es más interesante acabar con esta mujer? ¿qué tiene de especial?- preguntó una voz conocida.
- Sesshomaru, no te esperaba – comentó Naraku sonriendo siniestramente, mientras se giraba para encarar al youkai – ¿Vienes a salvar a Kikyo?-
Sesshomaru, por primera vez miró hacia donde la miko. Sus ojos expresaron desdén, aunque como siempre, sólo sus ojos parecieron reaccionar de alguna manera. El resto de su rostro permaneció impasivo. Sesshomaru se percató de que Kikyo había vuelto a tensar su arco y colocar la flecha y apuntaba amenazadoramente a Naraku, aunque no disparó. Parecía evaluar la situación.
-¿y yo qué ganaría con salvar a una simple humana? Ella me tiene sin cuidado- contestó. Pero antes de que siguiera hablando, Sesshomaru fue interrumpido.
- ¡Kikyo!- gritó Inuyasha, quien finalmente los había alcanzado
- ¡Inuyasha!- Kikyo miró hacia él, por un momento sus ojos brillaron.
Naraku, aprovechándose de la momentanea distracción, volvió a asestar un ataque en contra de ella. Inuyasha y Kikyo se movieron al mismo tiempo, el primero se lanzó sobre Naraku desenfundando a Tessaiga, mientras que Kikyo trató de esquivar el ataque, no lo logró del todo pues la joven estaba parada precariamente sobre la orilla del precipicio, la tierra bajo sus pies comenzó a resquebrajarse. Antes de que nadie pudiera hacer nada, Kikyo cayó hacia el creciente río de miasma. Inuyasha se olvidó por completo de Naraku y saltó para rescatarla.
Logró tomarla en brazos, e impulsándose en algunas rocas salientes el hanyou logró trepar hacia arriba.
Naraku quiso acabar con ambos, sin embargo Sesshomaru lo impidió al enfrentarse a él. Finalmente, usando sus nuevos poderes, Naraku escapó dejando a Sesshomaru molesto por haberlo utilizado para probar su nuevo cuerpo.
Kikyo miró a Inuyasha, la miko hizo un amago de sonrisa.
- ¿Estás bien, Kikyo?- preguntó él viendo la herida en el hombro derecho de la chica
- Inuyasha, ¡viniste por mí!. No te preocupes podré purificarlo-
- De acuerdo, será mejor que salgamos de aquí- dijo mientras comenzaba a escalar, huyendo del río de miasma.
Kagome y sus amigos esperaban preocupados a Inuyasha, el hanyou había salido corriendo sin dar explicación alguna. Koga se había marchado ya en busca de Ginta y Hakkaku.
La chica miró una vez más al horizonte, aguzó la vista, tratando de ver más allá, preguntándose porqué no había llevado un par de binoculares de su época. Una conocida figura apareció, primero borrosa y poco a poco se fue volviendo nítida, conforme se acercaba. Kagome sonrió y quiso correr a su lado, pero se detuvo al ver el pequeño cuerpo de la miko que Inuyasha llevaba en brazos.
Aquello fue doloroso, tan sólo verlo junto a ella bastó para que el corazón de la chica se encogiera. Lo peor sucedió cuando ellos estuvieron cerca. Inuyasha pasó a su lado sin siquiera dedicarle una mirada, solo concentrado en Kikyo. Con delicadeza el hanyou depositó el cuerpo herido de la miko en el suelo, se arrodilló junto a ella. Lágrimas se agolparon en los ojos de Kagome al escucharle a él jurarle a Kikyo que la protegería, que no volvería a dejar que Naraku la tocara nunca más.
Sango, Kirara, Miroku y Shippo permanecieron en silencio, incómodos sabiendo que la situación era delicada.
Kagome sentía como su corazón se negaba a latir, dolía... y mucho. Sus pulmones se quedaron sin aire, sus piernas no reaccionaban. Parecía que su cuerpo se había puesto en su contra.
Kagome no había escuchado las últimas palabras intercambiadas, por su propio bien su mente decidió desconectarse. Inuyasha alzó la vista finalmente, los dorados ojos del hanyou se quedaron fijamente viendo a Kagome. Ella quería salir corriendo, no quería escuchar de sus labios lo que sus ojos parecían decir a gritos.
«¡No, por favor! ¡no lo digas!» pensó en silencio.
- Kagome... - La chica sintió como todos la miraban. Y antes de poder reaccionar, un par de brazos la sujetaron y la alzaron del suelo.
- ¡Inuyasha! ¡Suéltame!- gritó ella al notar que él la llevaba en brazos mientras corría a toda velocidad, alejándose de sus amigos. Kagome escuchó a lo lejos a todos llamarla - ¡me lastimas! Suéltame- pidió ella, al abrazo de Inuyasha era demasiado fuerte, no podía moverse e incluso respirar dolía.
Kagome no supo cuando se quedó dormida, ni en donde estaban cuando abrió los ojos. Inuyasha no se había detenido ni un instante. Por primera vez a Kagome le dio miedo estar junto a él. Cuando pudo observó si en Inuyasha había rastros de transformación, quizás se estaba convirtiendo en youkai y por eso actuaba de esa manera. Nada. El rostro de él parecía cansado y algo sudoroso, pero nada de ojos rojos o franjas púrpuras.
Finalmente, Inuyasha soltó a Kagome con poca delicadeza. La chica estuvo a punto de caer. Aterrada buscó la mirada de Inuyasha, él tenía la cabeza agachada. Kagome miró a su alrededor y al instante supo donde estaba, el goshinboku estaba frente a ellos.
- ¿Inu... Inuyasha?- preguntó en un susurro, sentía la garganta seca.
- Siempre elegiré a Kikyo – Inuyasha dijo con voz ronca
Escucharlo de sus propios labios fue más doloroso para ella. Kagome lo sabía, siempre supo que Kikyo era importante para él, pero... en un rincón de su corazón, tenía la esperanza de que algún día ella podría ocupar un lugar dentro de la vida del hanyou. Aquellas palabras fueron peor que un cuchillo clavado en el pecho. Su mirada se tornó borrosa.
Inuyasha comenzó a desesperarse, ella no respondía.
-¿No lo entiendes? - dijo acercándose a ella. La tomó bruscamente por los hombros. Comenzó a sacudirla– No perteneces a mi mundo. No quiero que estés en él. Quiero que te vayas a casa.¡No quiero verte más! ¡estoy harto de tener que cuidarte! Por tu culpa casi muere Kikyo. No eres más que un maldito estorbo. ¡Eres sólo una chiquilla tonta que se aferra a mí!¡No me importas! ¡Nunca podrías importarme! ¡VETE! - gritó mientras la soltaba se dio la vuelta sin siquiera mirarla.
Kagome escuchó a Inuyasha, pero no podía moverse. Algo en su interior se había desgarrado. Lo único que la hacía parecer viva eran las lágrimas que zurcaban sus mejillas. Y de pronto todo se volvió negro.
¿Cuánto tiempo había pasado? Cuando volvió en sí, estaba tirada en el suelo. Sus ropas manchadas de tierra, sus cabellos despeinados. Tenía la garganta reseca, áspera. Se miró las manos. La tenue luz de luna no le permitía verlas bien, pero le ardían. Se había enterrado las uñas en sus propias palmas hasta hacerlas sangrar. Su blusa estaba húmeda con lágrimas. Había llorado hasta perder la conciencia. Sus rodillas punzaron, supo que se había lastimado al caer. Apoyándose en el árbol se levantó, tambaleante. Se sentía vacía pero extrañamente pesada. Sus pies comenzaron a moverse sin que ella lo notará. Movida como por un hechizo caminó sin rumbo aparente. De pronto se dio cuenta de que sus pasos se habían dirigido hacia la cabaña de Kaede-sama. Le aterró tener que enfrentar a sus amigos. Sólo ansiaba salir de ahí, regresar a casa. Se encerraría en su habitación y lloraría hasta que no le quedaran más lágrimas. Ya nada la ataba a esta época. Con un nudo en la garganta por no poder decirle adiós a sus amigos, se giró y comenzó a correr.
Llegó al pozo, finalmente. Su respiración era agitada. Se había caído un par de veces en el camino. Pero no importaba, necesitaba salir de ahí. Sin pensarlo dio un salto hacia el interior del pozo. Esperó ver aquella luz violeta que siempre la recibía cuando viajaba de una época a otra. Pero no vio nada. Sólo la oscuridad aterradora del pozo. ¿porqué no había funcionado? ¿porque? Se preguntó una y otra vez llorando.
Él se había ido tras Kikyo. Kagome sintió que junto con él una parte de su alma también se había ido...
Sintió como su piel era calentada suavemente. Levantó el brazo y con la mano se cubrió los ojos. El sol se colaba por la parte superior del pozo. Ver la luz intensa iluminando el fondo del mismo la trajo de nuevo a la realidad.
Seguía en el sengoku jidai, no había podido regresar a casa.
Se sentó con dificultad, todo le dolía. Se abrazó a sus rodillas. Lentamente los recuerdos del día anterior se repitieron incesantes en su mente. Kagome sentía un nudo en la garganta, sentía que algo oprimía su corazón, dificultándole respirar o moverse, sin embargo, sus ojos ya no derramaron más lágrimas. Se alegró por ello. Finalmente, tuvo valor para intentarlo una vez más.
Se levantó y escaló las paredes de piedra del pozo, no sin dificultad. Sus dedos estaban entumidos, ensangrentados, adoloridos. Cuando por fin llegó a lo más alto, trepó para salir a la superficie. A la luz del día examinó sus ropas, sus manos, sus rodillas. Se avergonzó, debía tener un aspecto terrible.
" ¿No lo entiendes? - dijo acercándose a ella. La tomó bruscamente por los hombros. Comenzó a sacudirla– No perteneces a este mundo. No quiero que estés en él. Quiero que te vayas a casa.¡No quiero verte más! ¡estoy harto de tener que cuidarte! Por tu culpa casi muere Kikyo. No eres más que un maldito estorbo. ¡Eres sólo una chiquilla tonta que se aferra a mí!¡No me importas! ¡Nunca podrías importarme! ¡VETE! - gritó mientras la soltaba se dio la vuelta sin siquiera mirarla. "
Las palabras de Inuyasha retumbaban en su corazón y en su mente. ¿Por qué? ¿Por qué Inuyasha había sido tan cruel con ella? Ella sabía que él amaba a Kikyo, pero pensaba que al menos ella era algo importante para él. Recordó las lágrimas derramadas por el hanyou cuando ella y los demás habían estado a punto de morir. La forma en que él la estrechó entre sus brazos con desesperación y le había pedido perdón por no protegerla. Recordó las veces en las que él se había sentido aliviado de que ella estuviera sana y salva. Las veces en las que el demostró genuinamente preocupación por ella o las tantas discusiones por celos a causa de Koga. Y el dolor en su pecho se intensificó.
Negó en silencio, no. Se negaba a creer que a él ya no le importaba, nadie podía fingir esos sentimientos. Mucho menos Inuyasha quien era jodidamente transparente en cuanto a emociones se trataba. Visualizó la vez que había enfermado, y cómo Inuyasha se había preocupado por ella y había conseguido aquellos extraños ingredientes para prepararle una infusión y mejorarla. Había velado toda la noche sentado a los pies de su cama. Con él siempre se sentía segura, como en casa.
Pero, él jamás le había dicho un "te quiero", ni siquiera un me importas. Lo más que había logrado obtener de él había sido un " te necesito a mi lado". No era del todo culpa de él. Ella lo sabía, ella había elegido permanecer a su lado, de una manera tonta, infantil, masoquista.
Kagome se sentía feliz de que él la dejara permanecer a su lado, se había sentido feliz con las escasas muestras de afecto de Inuyasha hacia ella. Para Kagome bastaban. Pero ahora...
¿Se arrepentía de las decisiones tomadas? No, la respuesta era un no rotundo. Dolía. Claro que sí. El amor siempre duele ¿no dicen eso todos? ¿Lo odiaba? Quizás si, pero lo amaba más.
Y fue así como se dio cuenta de lo que debía hacer. Debía regresar al lugar a donde pertenecía. Debía quedarse con los recuerdos de él preocupándose por ella. Sólo así sería capaz de superarlo.
Se tomó un momento más, para ver por última vez el sengoku jidai, tratando de grabarlo todo en su mente. Cerró los ojos e hizo una mueca de dolor. Parpadeó un momento y asintió.
- Me voy a casa – dijo al viento mientras se giraba, tomó impulso y saltó para entrar en el pozo. En cuanto lo hizo un recuerdo de Inuyasha sonriendo asaltó su mente. Kagome cerró los ojos esperando que el pozo la llevara a casa...
Nada... como la noche anterior el pozo se negaba a funcionar...
Kagome lo intentó una, dos, tres veces... perdió la cuenta después de que sus rodillas estuvieron demasiado lastimadas y sus músculos demasiado doloridos.
El pozo simplemente se negaba a cumplir su deseo de ir a casa. Se aterró... ¿y sí nunca regresaba? ¿qué haría ella? No podía regresar con Inuyasha, ni con Kaede-sama ni con ninguno de ellos, no ahora al menos.
Estaba sola, perdida en un tiempo que no era el suyo, viviendo una vida extraña.
La sed la estaba atormentando. Derrotada, comenzó a encaminar sus pasos hacia el río. Bebería y quizá se bañaría en sus cristalinas aguas y después, ya pensaría en algo qué hacer.
Se hundió en el agua completamente vestida. Las heridas que hasta ese momento le habían parecido poca cosa, ardieron al contacto con el agua helada. Kagome reprimió un escalofrío. Con sus manos hizo un cuenco y bebió agua de él. Se sumergió dentro del río durante horas o al menos así le pareció a ella. Ya no estaba muy segura de que le importara. El agua limpió la tierra, el sudor, la sangre y las lágrimas de la chica, pero jamás limpiaría las heridas del alma que ahora tenía. Suspiró. El cielo se estaba oscureciendo.
Kagome se obligó a salir del agua. No tenía a dónde ir. Recordó que había aprendido que una cueva era un buen lugar para resguardarse por las noches. Comenzó a caminar buscando una.
No supo cuanto caminó, sin embargo debió ser bastante. Para cuando se dio cuenta ya estaba todo oscuro, solo la pálida luz de la luna iluminaba tenuemente el bosque. Ella se había internado en él hacía mucho. Pero no había encontrado una sola cueva o lugar donde resguardarse. Pensó en Inuyasha, él seguramente se habría subido a un árbol, acomodado en una gran rama y se habría dormido hacía horas. Pero ella no era Inuyasha, ella era no muy buena escalando y aún peor durmiendo en ramas.
Siguió caminando hasta que de pronto escuchó ruido. El crujir de hojas y ramas. Su pulso se aceleró. Quizá un animal salvaje estaba por atacarla o un youkai. Deseó tener su arco y sus flechas, aunque aún no fuese una experta arquera, al menos podría defenderse. Pero no tenía nada salvo la ropa puesta.
El animal, youkai o lo que fuera parecía estar acercándose peligrosamente rápido hacia ella por el flanco derecho. Aterrada, Kagome salió corriendo, tan rápido como sus cansados miembros le permitían. Sintió su pie derecho chocar contra algo duro. Sus manos ni siquiera amortiguaron la caída. Su vientre recibió primero el impacto. Kagome aulló de dolor cuando su frente impactó con el suelo. Escuchó mucho ruido a su alrededor. Pensó que tal vez moriría y eso la alivió. «No tengo miedo. No importa ya. Solo quisiera verlo una vez más»y de pronto todo se tornó negro...
Hola!. este es mi primer intento de fic basado en un anime / manga :D espero no esté tan mal. Denme una oportunidad :3 Inuyasha es uno de mis animes favoritos y bueno, después de leer algunos excelentes fics me animé a intentar uno. Trataré en la medida de lo posible que los personajes permanezcan fieles a sus personalidades.
El fic estará basado más en el anime que en el manga, aunque incluirá algunas cosas del mismo. También incluiré los acontecimientos de la segunda película (La única que usaré, y eso solo por hacer equitativas las cosas jajaja ya verán más adelante porqué)
Por sí a alguien es como yo y gusta de leer escuchando música, estas son algunas canciones que escuchaba mientras escribía este capítulo :D
Epilogue / Apocalyptica
Home / Daughtry
* Inuyasha's lullaby / Inuyasha OST
* Affections touching across time / Inuyasha OST
* Kagome and Inuyasha / Inuyasha OST
Possibility / Likke li
Para quienes siguen mi dramione " Instantes" ¡MIL GRACIAS! Me siento feliz de tener reviews, followers y favoritos (en serio! No saben lo feliz que soy al leerlos!) y me gustaría aclarar que no lo dejaré ni mucho menos, es solo que mi mente es dispersa y se imagina varias historias a la vez, de hecho tengo en borradores y en mente otros dos dramione, un crossover de Ranma/Inuyasha, un one shot de Ranma y una historia de cazadores de sombras O.o la verdad no sé si me anime a publicar algún día alguna de las que menciono, siento que no son tan buenas y más bien las he escrito por reto personal y quizá por capricho n/n
En fin, yaaaaa... a lo que iba, perdón, me voy por las ramas. De antemano agradezco que se tomen el tiempo de leer esta historia.
Sayonara, por ahora :D
Earilmadith21
