Una pequeña historia que se me ocurrió hace unos días. Espero que les guste y si es así no olviden de dar su like y comentario que eso me ayudaría mucho. Por su parte esta historia dependiendo de la aceptación continuara o morirá en el siguiente capítulo, ustedes deciden, sin otra cosa más que agregar nos vemos.
—Un nuevo día en la escuela para chicas se levanta junto a él de forma perezosa y lenta una chica también despierta para afrontar el día de hoy.
—Otro aburrido día, tener que ir a la escuela me aburre pero tengo que hacer lo que mi madre diga de lo contrario vaya a saber con qué mierda autocomplaciente me saldrá. La otra vez al comentarle sobre mis preferencias sexuales me dio una largar charla sobre los fundamentos y bases de la religión, puta madre, como si me importara lo que dice —menciona la chica antes de ir a su baño para tomar una ducha.
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—Aquella chica era la rebelde del curso donde estudiaba. Por decirlo de cierta forma, las amistades que tenía Sonoda Umi no eran las mejores que un padre o en este caso una madre quisiera para su única hija, en fin la señora Sonoda siempre temía que su hija saliera con esas dos personas que según la mujer de cabellos azules catalogaba de ser una mala influencia para su niña.
Aunque Umi no bebiera, ni fumara, ni se drogara como tantas otras idiotas que lo hacen para Himeko-san el que su hija fuera una chica con "Esos gustos" le era mal visto. Debido a que desde hace un tiempo la familia Sonoda mantuvo una estrecha relación con la familia Minami siendo mejor dicho pensando que los señores Minami tendrían un hijo con el cual su hija pudiera casarse y pronto tener un descendiente y de ese modo que el nombre de sus casas fuera conocido por todo el país, la vida les tenía una sorpresa no muy agradable para la señora que era en sí una fanática religiosa de esas que te miran mal si haces algo indebido, dejando esto de lado cuando se dio a conocer al mundillo donde estaban los Minami que tuvieron una hija no se les ocurrió otra mejor idea de seguir con la boda que ya tenían planeada después de todo ellos aunque fueron criados de cierta manera los tiempo cambian y con ellos los gustos además que para estos tiempos el que una pareja del mismo sexo tuviera una relación amorosa para luego pasar a contraer matrimonio no era del todo mal vista.
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Aunque no tenían contemplado la negativa actitud de la señora de la casa Sonoda. Mejor pasemos a otra cosa…
*Residencia de la familia Sonoda
*Habitación de Umi – Interior
—Dentro de la gran casa estilo antiguo se encuentra en su cuarto tomando un baño la heredera de esta gran estirpe. Umi-chan se hallaba sumida en sus pensamientos mientras el agua fría caía sobre su cuerpo al tiempo que las ondas sonoras producidas por la fuerte música que siempre oía cuando se duchaba o antes de dormir sonaba haciendo retumbar los mosaicos del baño..En esto la peli azulada chica piensa:
—Mi madre siempre exagera las cosas que importa que me gusten las chicas. Ellas son más fáciles de comprender que los hombres, además nunca me han gustado, siempre presumiendo de lo que tienen o simplemente cuando tienen una linda chica la presumen como si fuera un juguete... —Se decía mientras sonaba la siguiente canción en su reproductor de música que esta puesto muy cuidadosamente sobre la canasta con su ropa—
-Break my bones and reset me
Piece by piece you break me
Pick up the cross 'cause it's killing time
How can I scream when the pain is
Such a release I get the courage
To pick up the nails 'cause it's killing time
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
Breathing your love
You're ferocious
You're in my lungs
Resuscitate
Craving your electricity
Feet to my pain you give
Wings to my fear your peace
Inhabits my blood
Your love is thick
—Esa canción siempre me recuerda un poco a lo que mi madre hace conmigo. Bueno lo digo de forma literal. Viéndolo de cierta forma ella tendría que ser como los Minami aunque hayan crecido juntos casi siendo hermanas la señora Reiko es alguien más liberal con su hija; estoy casi segura que si le dijera que es lesbiana; la ayudaría y no le estaría leyendo a cada rato un versículo de la biblia o diciendo que su alma se irá al infierno donde le lamerá por todo la eternidad el culo al mismo diablo —pensaba Umi dejando que el agua escurriera por su cuerpo haciendo que el champo cayera de entre sus cabellos mientras la canción continuaba su curso—
-Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
I can't live without it
I can't live without it
I can't live without it
I can't live without it
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
Kill me, heal me
Kill me, heal me
on and on
—Al terminar de tomar su ducha matutina, Umi-chan salía del cuarto de baño con una toalla cubriendo su cuerpo, tomo con sus manos secas el aparato donde continuaba sonando la misma canción. Sonrió al imaginar algo o alguien con quien compartió los mejores momentos de su niñez una sonrisa amarga cruzaba su rostro antes de que el molesto sonido de una llamada entrante la sacara de sus pensamientos.
Un poco astiada Sonoda-san salía rápidamente del baño para entrar casi corriendo a su cuarto donde busca su celular al encontrarlo contesta la llamada algo molesta…
*Conversación telefónica entre Umi y Nico
—Hasta que por fin contestas, maldita idiota —decía la voz de una niña al otro lado de la bocina.
—Hola para ti también. Enana de jardín —responde con humor Umi.
—Muy chistosa la señorita, ¿Acaso sabes que puto día es hoy? —Pregunta irritada la Loli.
— ¿El día de joder a la enana? —Pregunta Umi aguantando soltar una risa.
—Mientras tanto en el otro lado de la línea. Nico-chan está más que molesta por ese comentario de modo que haciendo uso de su increíble don de la paciencia contesto de la manera más respetuosa posible sin ningún insulto hacía la persona de cabello azul.
—Sigue haciendo chistes como ese y te quedas sin trabajo ¿entendiste? —Dijo la niña al otro lado del teléfono.
— ¡No, por favor! ¡Tengo esposa y ocho hijos! —Dramatizaba la mayor soltando pequeñas risas.
—En su mente la pequeña niña de coletas quien parecía una niña de primaria se rascaba con furia la parte trasera de su cabeza y una sonrisa se dibujaba en sus labios aunque no quisiera admitirlo aquella idiota, poco ceso, impulsiva y un poquito promiscua a quien conoció una tarde dentro de un café le hacía sus días. Más que un par de amigas que salen en busca de problemas más parecían un par de hermanas por que siempre se les miraba juntas algunos pensaban que podrían llegar algo más que simples "Amigas" o "Hermanas" como ellas decían…
—Dejando a un lado los pequeños dichos de las personas que les miraban como si fueran bichos raros debido a las ropas que usan habitualmente las dos amigas continuaron con su charla telefónica mientras Umi-chan se cambiaba de ropa.
—A lo que iba. Umi sabes que te quiero como una hermana. Y haría todo por ti ¿lo sabías? —Pregunta la Loli endulzando su voz—
—Cuando te pones en ese plan es por qué algo me quieres pedir ¿estoy en lo cierto? —Menciona la chica de ojos ámbar al haberse terminado de vestir— Déjame adivinar, encontraste a otra chica de la que te enamoraste y quieres que vaya contigo para que no metas la pata, aunque te diga que si voy haré de mal tercio y luego trataré de convencerte pero me darás un sermón sobre que somos amigas y eso hacen las amigas...Bla Bla Bla…. —Se respondía sola la rebelde de pelo azul con el celular en la mano derecha mientras que con su otra mano se acomodaba el pelo—
—La respuesta por parte de la menor tardó un poco pero Umi-chan pudo escuchar un leve quejido por parte de su amiga del otro lado. Ya sabiendo que ese mismo quejido era la respuesta a su pregunta lo único que pregunta ahora es…
— ¿A qué hora y donde nos vemos, enana? —Pregunta la peli azul dando pequeños pero seguros pasos hacia la puerta de su cuarto—
— ¡Gracias, gracias! ¡Umi-chan, eres la mejor amiga del mundo y por eso te quiero tanto! —Gritaba emocionada la chiquilla para disgusto de su amiga— nos veremos en la cafetería de Akihabara a las nueve en punto. Por favor mejor amiga trata de no llegar tarde esta vez creo que es la correcta —dijo Nico antes de cortar la llamada—
— ¡¿Cómo que a las nueve?! —Exclama Umi mirando el reloj de pared que está en su cuarto ella quiso reclamarle a su amiga pero esta idiota ya había cortado la llamada— Algunas veces me pregunto por qué mierda tengo que ceder ante los caprichos de Nico. ¿De modo que cree que esta chica será la correcta? —Se decía para sus adentros antes de encaminarse a la salida de su cuarto—
*Fin de la conversación entre Umi y Nico
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*Sala principal de la casa Sonoda
—Allí mismo leyendo un libro se encuentra la señora madre de la protagonista de esta historia al ver a su hija tan arreglada serían las palabras de la misma oji ámbar. Ninguna cruzó palabra alguna solamente se miraron y a sabiendas de cómo era su hija la señora Reiko dejo escapar un pesado suspiro antes de dejar su libro sobre una mesa donde estaba una taza de café recién hecho. Vio a su hija por un momento antes de decirle…
—Se que vas a verte con esa tal Yazawa. No entiendo como sus padres le permiten hacer lo que ella quiera, más siendo una niña de primaria, si fuera su madre ya le habría dado una buena reprimenda por salir vestida como una callejera… —Las palabras de la señora murieron en su boca por qué fue interrumpida por su hija que ya estaba a punto de salir de la casa. Umi ya le estaba dando la espalda a su madre cuando hablo sin voltear a ver a la mujer.
—Madre. Sabes que te amo y respeto pero por favor no te metas en mi vida. Ya no soy una niña pequeña que no sabe defenderse, soy casi una adulta y por lo tanto creo merecer un poco de respeto por tu parte, estoy segura que si mi padre aún estuviera con nosotras me apoyaría un poco. —Dijo con voz fuerte y decidida— también quería hacerte saber que Nico-chan no es ninguna niña de primaria ella ya tiene veinte años. Además su madre una mujer a quien conocí es una persona muy atenta que se desvive por sus dos hijas; a lo que voy es que por una vez deja en paz a mis amigos; da gracias que al menos ella quiso serlo y no tuvo que irse por una tontería como la que dijiste hace tanto tiempo..Estoy segura que Hono... —Al igual que con su madre las palabras de la heredera de la casa Sonoda murieron puesto que su madre se levanto de golpe dirigiéndole una severa mirada a su primogénita quien al sentir el peso de aquella mirada gélida sobre si misma volteo encontrándose con los ojos ambarinos de su madre. Ojos inexpresivos pero al mismo tiempo llenos de dolor y tristeza cuando su voz algo rota dijo….
— ¡No vuelvas a decir su nombre en esta casa. Jovencita! ¡Sabes que esa chica te hizo...nos hizo mucho daño a las dos! —Gritaba furiosa la señora de cabellera azul antes de que por segunda vez sus palabras murieran en su boca.
— ¡Honoka nunca nos haría daño! ¡Ella era la persona con quien quería estar. Pero tú como siempre salías con eso de que estaría mal visto que me vieran con una mujer! ¡Por tu maldita culpa la chica de la que me había enamorado y con quien tuve mi primera vez se alejo! ¡Aunque para ti el que me case con la hija de los Minami no está mal visto! Ahh...Claro porque ellos son de dinero mientras que la familia de mi novia eran unos simples panaderos que no podrían estar a la altura de la señora Reiko-san… —Decía la menor encolerizada con su madre gritando cosas a diestra y siniestra mientras que sus ojos se llenan de lágrimas para luego salir corriendo dando un portazo—
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—Unos minutos más tarde la chica de pelo azul que salió corriendo de su casa pudo divisar la pequeña figura de su amiga de coletas quien ya le estaba esperando en un cruce peatonal. Al ver a su casi hermana Nico-chan la tomo entre sus brazos la pequeña niña de cabellos azules decía cosas inentendibles sin soltar a su mejor amiga...
—Luego de que los ánimos de Umi volvieran las dos chicas comenzaron a caminar hasta el encuentro de la tan esperada cita de la Loli la cual estaba más que emocionada y por supuesto parte de esa emoción se pego a la antes triste ojos miel.
Al llegar a destino la primera en salir corriendo fue la mayor de mechones azabache. Allí en la cafetería donde se reunirían ya les esperaban dos chicas al parecer de dinero ya que las dos vestían ropas que casi podría decirse eran de diseñador...
—Umi por su lado caminaba lentamente como si esta fuera un robot que camina por inercia llegando donde su amiga de toda la vida se encontraba ya sentada en una de las mesas conversando con una hermosa pelirroja de ojos rasgados. Otra vez hacer de chaperona para evitar que su amiga metiera la pata y terminara borracha como tantas veces había sucedido, los pensamientos de Umi no dejaban la memoria de su primer amor, su primera su primer todo, aquella chica de mirada azulada y sonrisa infantil todavía tenía un lugar especial en su corazón puesto que no la olvido. Cuando la chica Sonoda estuvo por buscar una mesa que estuviera cerca de su amiga y la pareja número quien sabe de Nico una voz que fue rápidamente reconocida por la chica de cabello azul hizo que volteara, una sonrisa un tanto forzada apareció en el rostro de ambas y así mismo el tiempo pareció detenerse cuando después de tanto tiempo... Umi-chan volvía a reencontrarse con la chica que le enseño a amar.
