Capítulo 1

Aclaraciones: Los personajes de Naruto no me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.

Capítulo 1

El constante sonido de la alarma, del despertador la sacó de un hermoso sueño, sí uno donde el protagonista era él — Como siempre — Se levantó con pereza, tallando un poco sus ojos y bostezando. — Las Siete — Murmuró. Se dirigió al baño, miró su reflejo en el espejo — Hoy es el gran día — Se sonrió a sí misma. Lavó sus dientes y tomó un rápido baño, debía estar lista antes de las ocho, era viernes y tenía clases en el instituto. Cuando estuvo lista se sentó frente a la ventana y lo vio salir de su casa, a él, al amor de su vida, el dueño de sus pensamientos — Sasuke — Suspiró. Tan bello, la perfección hecha hombre. Amaba sus cabellos azabaches tan rebeldes, sus ojos negros, tan oscuros como la noche, su piel blanca semejante a la porcelana y su rostro, parecía tallado por los mismos dioses y qué decir de su cuerpo, una clara invitación al pecado. Volvió a suspirar. Sasuke era su vecino, desde que tenía 10 años, ahora tenía 16 y él 18, pero nunca había reparado en su presencia, era tan frío y distante, sólo parecía cambiar un poco frente a Mikoto, su madre y a Itachi, su hermano mayor — Pero eso cambiará hoy — Se dijo esperanzada.

— Sakura — La voz de su madre la trajo de vuelta a la realidad.

— Ya voy madre — Le envió una última mirada a su querido tormento, al tiempo que este se subía a su auto, y se marchaba. Tomó su maleta y se encaminó a la sala, hoy sería un gran día.

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— Buenos días — Saludó a sus padres, que ya se encontraban en el comedor desayunando.

— Buenos días mi princesa — La saludó Kizashi, su padre.

— Buenos días — Les sonrió Mebuki, su madre.

— Date prisa Sakura o llegaras tarde al instituto.

— Sí padre — Tomó su desayuno lo más rápido que pudo, para que su padre la llevara a tiempo a sus clases, como todos los días — Mamá, recuerda que hoy es la fiesta de Ino y me iré para su casa luego de clases.

Mebuki, la miró fijamente, par luego asentir lentamente. No le agradaban mucho esas "fiestas" en la casa de los Yamanaka, sabía que Ino la mejor amiga de su hija, era un poco, ¿Como decirlo? Liberal, cosa que a ella no le parecía correcta, ya que era chapada a la antigua — Pero te quiero aquí mañana al medio día o vete olvidando de volver a asistir a esas fiestas y a tus visitas al centro comercial.

— De acuerdo madre — Se acercó a ella y besó su mejilla.

— Ah, y Sakura, portate bien.

Se separó de su abrazo, y colocó una mano tras su espalda cruzando los dedos y la otra la levantó en forma de juramento — Te lo prometo — Sonrió aparentando inocencia. No le gustaba mentirle a sus padres, pero debía aprovechar la oportunidad de conquistar a Sasuke, él lo valía.

Se apresuró a alcanzar a su padre, que ya la esperaba en el auto, no quería llegar tarde, ese día todo debía salir perfecto.

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— Hasta mañana papá — Se despidió de él con un beso y un abrazo.

— Portate bien Sakura — Besó su frente y le sonrió.

Al bajarse tomó una gran bocanada de aire y comenzó a caminar hacia el interior del instituto.

— Frentona — La llamó su amiga Ino, ese era el apodo "cariñoso" que usaba par llamarla. La rubia de ojos azules, la miraba con una sonrisa pícara.

— Cerda — Contestó con el mismo tono — Hola Tenten, hola Hinata.

Junto a Ino, se encontraban dos jóvenes Tenten, de cabellos castaños y ojos oscuros y Hinata de cabello azulado y ojos color perla.

— Sakura — Tenten respondió su saludo sonriendo — ¿Lista para la fiesta de esta noche?

— Por supuesto — Contestó emocionada y tu ansiosa por ver a Neji ¿cierto?.

Tenten se sonrojó por la sola mención del chico que le gustaba, Neji Hyuga. Asistía a la misma universidad que Sasuke, sólo que estudiaba una carrera distinta.

— Hola Sakura — Ahora fue el turno de Hinata de saludarla, con su voz tímida, de niña pequeña.

— Hinata también debe estar muy emocionada — Canturreo Ino — Porque Naruto estará allí y espera poder bailar con ella.

Si Tenten se sonrojó, Hinata imitaba perfectamente el color del más maduro de los tomates. Naruto Uzumaki, un rubio de ojos azules, era el primo de Ino y mejor amigo de Sasuke. Gracias a él, el moreno había aceptado ir a la fiesta de la Yamanaka, más bien aceptó para que Naruto dejara de fastidiarlo. A él le gustaban las fiestas, pero de universitarios. Era bien sabido que sus gustos por las niñas resultaba casi nulo, le interesaban las mujeres, ya sea de su edad o un poco mayores. Por ese motivo Sakura se vio "obligada" a trazar su plan de conquista — Yo..yo no — Balbuceaba nerviosa, a lo que las otras tres, sonrieron divertidas.

— Vámonos, dense prisa, no quiero que el profesor Kakashi nos regañe.

— Si, si frentona — Movió su mano restándole importancia — Yo sólo quiero que llegue la noche para divertirme — Sonrió.

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Las horas pasaron, mas lentas de lo que las jóvenes deseaban. A la hora de la salida el chofer de Ino las estaba esperando. Se despidieron de Tenten y Hinata, con la promesa de encontrarse en la fiesta. Los padres de Ino habían partido a un viaje esa misma mañana y volverían hasta el lunes, razón por la cual la rubia podría celebrar la tan esperada fiesta.

— ¿Me conseguiste lo que te pedí? — Preguntó Sakura a Ino, cuando estaban en la soledad de su habitación.

— Aquí lo tienes frentona — Le entregó una bolsita transparente, que contenía un polvillo blanco.

La pelirosa lo tomó entre sus manos estrechándolo, al tiempo que se lanzaba de espaldas a la cama de Ino — No sé si estoy haciendo lo correcto — Murmuró.

— ¿De qué hablas? — Su amiga se lanzó a su lado, mirándola con el ceño fruncido.

— Bueno es que — Dudó un momento — Yo no quiero sólo una noche con Sasuke, quiero una relación, que se enamore de mí — Sentenció.

— Ese es tu problema Sakura — La rubia relajó sus facciones — Debes gozar el momento y dejar de pensar en esos cuentos de hadas — Pronunció con voz burlona.

Sakura suspiró — No lo entenderías aunque te esforzaras — Rió, ganándose un leve golpe en la cabeza, por parte de la Yamanaka — A lo que me refiero, es a que a él no le gustan las niñas, ya sabes lo que se rumora, que está enamorado de..

— De Karin Hozuki, sí lo sé y no entiendo qué le ve a esa pelos de zanahoria — Bufó molesta.

Sakura se encogió de hombros — Aparte de que es una zorra que engaña a su marido con Sasuke, sin importar que tienen un hijo juntos — Espetó.

— Sí, pobre chiquillo tener una madre así, lo compadezco, estar casada, engañar a su marido y no con cualquiera, sino con un joven 8 años menor que ella, debe ser un asco.

— De seguro tiene traumas el pobre — Murmuró la pelirosa — Porque ya es un niño grande, debe tener 8 años, siento pesar por él.

— Bueno, bueno, ya olvídate de eso, en pocas horas tendrás a Sasuke a tu completa disposición — Le guiñó un ojo, a lo cual Sakura se sonrojó.

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— Vaya frentona te ves muy bien. Con ese vestido Sasuke quedará babeando — Rió burlona Ino, logrando que la pelirosa se sonrojara.

— Eso espero — Susurró.

Llevaba un vestido verde manzana, un par de centímetros por encima de la rodilla, que acentuaba su figura, su maquillaje natural, sólo un poco de brillo en los labios y delineador en sus ojos — Es mejor que bajemos Ino cerda.

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El lugar estaba lleno de adolescentes. Ino había decidido hacer la fiesta en el jardín y así también ocupar la enorme piscina, de la mansión Yamanaka. Llegaron hasta esta, y allí lo vio, tan hermoso. Llevaba una camiseta negra, que resaltaba la palidez de su piel, y unos jeans. Se veía visiblemente fastidiado. Naruto estaba sentado a su lado, parloteando sin cesar. Sasuke miraba atentamente el vaso de licor que tenía en su mano, como si fuera la cosa más interesante del mundo. Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo entero, la visión de Sasuke besándola y acariciándola, la hacía estremecer.

— Vamos frentona, es ahora o nunca — La animó Ino.

Ella sólo asintió torpemente. Ya sentía las piernas pesadas, el corazón latiendo a toda velocidad y la respiración agitada — Y eso me pasa solo con mirarlo — Suspiró con pesadez.

— Yo me encargo de entretener a Naruto y de la bebida — Le susurró al oído. Sakura volvió a asentir, mientras avanzaban hacia los jóvenes.

— Ino, Sakura — Las saludó Naruto con una de sus típicas sonrisas — Pero que lindas se ven esta noche, ¿Cierto Sasuke? — Golpeó suavemente el costado de su amigo. El aludido sólo levantó la mirada con poco interés.

— Hn — Fue toda su respuesta.

— Hola Sasuke — Ino le sonrió coqueta.

— Hola — Volvió a mirar la bebida en su mano.

— Naruto ¿Qué te parece si vamos a bailar? — Le tendió la mano a su primo.

— Claro, regresamos en un rato — Miró a Sasuke por encima del hombro, pero él seguida con sus ojos fijos en el vaso.

Al verse a solas, Sakura se acercó a él lentamente, quedando frente a frente — Hola — Saludó con timidez.

Ahora sí despegó la vista de su bebida — Hola — Habló con voz fría.

— ¿Me puedo sentar? — Señaló el asiento junto a él.

En respuesta, Sasuke sólo se encogió de hombros. Ella decidió sentarse, tenía que ser fuerte, sabía que el moreno no sentía mucha simpatía hacia su persona, pero no iba a desistir de su idea por eso — ¿Te gustaría bailar? — Preguntó sonrojada.

Sasuke la miró por el rabillo del ojo — No — Contestó secamente.

Sakura iba a agregar algo, pero su celular vibró, era un mensaje de Ino — Frentona, ahí va el mesero con la bebida especial, la tuya es la verde, la de Sasuke la marrón.

Sonrió al leer el mensaje — Gracias cerda.

— ¿Gusta una bebida? — Ofreció el mesero con amabilidad.

Sakura, se apresuró a tomar la bebida que su amiga le indicó en el mensaje, ante la mirada un poco sorprendida de Sasuke, que casi tira la suya por la rapidez de la mano de la pelirosa. Sasuke tomó la bebida de dos tragos, haciendo una mueca extraña. Ella lo imitó. Se sentía tan nerviosa, que apenas y se percató del alcohol quemando su boca y garganta.

El moreno tomó dos vasos más, empezaba a sentirse mareado, había tomado relativamente poco, pero aún así su boca estaba seca y su cuerpo caliente. De repente una corriente recorrió toda su espalda, levantó la mirada y notó la mirada insistente de Sakura sobre él.

— ¿Te sientes bien? — Claramente su voz, denotaba su preocupación.

Por algún motivo que no pudo comprender, levantó su mano y acarició la mejilla femenina y se acercó a sus labios, quedando a centímetros de estos — Vamos a un lugar más privado — Pidió con su voz grave y cargada de sensualidad.

La pelirosa tragó con dificultad, su cara ardía y quemaba a partes iguales — Cla..claro — Apenas y logró articular palabra. Su sueño se iba a hacer realidad, quiso reír y gritar como una niña pequeña. El Uchiha se puso de pie y ella imitó su acción. Lo condujo hasta una de las habitaciones del segundo piso, la que solía usar cuando se quedaba a dormir allí.

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Entraron a la habitación en penumbras, Sakura encendió la luz y al girarse se topó con los labios del Uchiha, quien la besó de forma apasionada, casi robándole el aliento, en el proceso — Sasuke — Logró susurrar, entre los besos — Yo..bueno, nunca he hecho..eso — Desvío la mirada avergonzada, y con las mejillas del tono más rojo.

Sasuke la tomó del mentón, obligándola a que lo mirara. Esbozaba una media sonrisa arrogante, al tiempo que le dedicaba una mirada cargada de deseo — Tranquila — Susurró en el lóbulo de su oreja — Solo dejate llevar — Volvió a atacar sus labios, esta vez ella intentó seguirle el ritmo, consiguiéndolo a medias. La empujó hasta la cama y se posicionó sobre ella, dejando sus labios, y pasando a su blanquecino cuello. Lo besaba con frenesí y daba pequeñas mordidas que lograban arrancar suaves gemidos a la joven. Bajó sus besos hasta el inicio de sus senos y con maestría bajó el cierre del vestido, que terminó tirado en algún lugar de la habitación. Le retiró el sujetador, rozando la piel de sus brazos en el proceso. Más descargas recorrieron su columna, él sonrió con su acostumbrada arrogancia, mientras movía su cabeza a la altura de su pecho y tomaba uno de sus senos con su boca, besándolo y succionándolo, mientras que el otro era masajeado por su mano. Sakura no paraba de gemir, sentía que su bajo vientre explotaría, con las miles de sensaciones maravillosas, que le provocaba el moreno. Sasuke por su parte, deseaba deslizarse en su interior en ese instante, pero ella le había dicho que era virgen, así que haciendo un esfuerzo sobrehumano, mantenía a raya sus más bajos deseos, que le gritaban que la penetrara sin piedad. Levantó la cabeza, dejando su labor y contempló a Sakura completamente sonrojada, con los ojos fuertemente apretados, y la boca entreabierta. Su deseo se intensificó, así que continuó con su labor, bajando desde sus senos hasta su vientre, en un camino de besos. Separó sus piernas con delicadeza y Sakura dio un respingo, al tiempo que un sonoro gemido escapaba de sus labios, al sentir la tibia lengua del Uchiha en su vagina, se removió bajo su cuerpo y sus caderas comenzaron a moverse con voluntad propia. Él volvió a sonreír de medio lado, todo eso sólo aumentaba su gran orgullo. Aumentó las caricias con su lengua y sostenía las caderas femeninas, inmovilizándolas. Ella por su parte, no paraba de gemir y pronunciar su nombre. Se colocó a su altura, y besó sus labios con pasión, introduciendo su lengua, y explorando su cavidad bucal. Le acarició el clítoris, con su pulgar y Sakura arqueó la espalda, ahogando un gemido en la boca de Sasuke. Él deslizó ese dedo hasta su entrada y lo introdujo en la misma. Ella gritó, la intromisión era extraña y dolorosa, el moreno comenzó a mover su dedo simulando embestidas suaves y profundas, poco a poco su cuerpo se relajó y fue cediendo, entonces introdujo un segundo dedo y repitió el mismo procedimiento. La pelirosa se agarró con fuerza de su espalda y tiraba de su camiseta de forma desesperada. Él retiró sus dedos y se levantó un poco para quitarse la prenda y quedar con el torso desnudo, a la joven se le secó la boca al contemplarlo, había imaginando un millón de veces el cuerpo desnudo de Sasuke, pero esto era infinitamente mejor. Con manos temblorosas recorrió su amplio torso, lo acarició con la yema de los dedos y él dejó escapar un suspiro. Bajó las caricias hasta el inicio de sus pantalones y con torpeza los desabrochó. Él se encargó de bajarlos y quitarlos por completo, junto con su boxer. Quiso cubrirse la cara por la vergüenza, pero su curiosidad pudo más, bajó la mirada hacia la erección de Sasuke, y sintió un hormigueo en su entrepierna, la vista era espectacular, Sasuke estaba bien dotado, mejor que eso diría, sin darse cuenta se mordió el labio, y deseó tenerlo en su interior en ese instante. Esto no pasó desapercibido por el moreno, quien sin perder más tiempo, se acomodó bien entre sus piernas y colocó su miembro en la entrada de su vagina, la penetró lento, mientras la besaba de igual forma, al llegara su himen empujó con un poco más de fuerza, rompiendo la frágil barrera. Un grito ahogado por parte de Sakura, un gruñido de placer por parte de Sasuke — Ya estaba hecho — Pensó ella, por fin lo consiguió, su primera vez, con el hombre que amaba. Su entrepierna dolía y ardía como el mismo infierno, las lágrimas no se hicieron esperar, mojando sus mejillas. Sasuke se mantenía quieto, esperando a que se acostumbrara un poco a su miembro. Le resultaba algo extraño, nunca había estado con una virgen, era una sensación nueva para él, pero muy placentera tenía que admitirlo. Sakura movió un poco sus caderas, dándole el permiso para que comenzara a moverse, y sin perder tiempo lo hizo, un vaivén lento al principio, pero a medida que el placer lo recorría y como veía la clara satisfacción en el rostro femenino, aumentó la velocidad — Sa.. Sasuke — gemía sin parar, la pelirosa, aferrada a su espalda, la que tenía rasguñada, por la fuerza con la que se abrazaba a él. Sintió un espasmo recorrer su vientre y todo su cuerpo se tensó, rodeó con sus piernas las caderas masculinas para intensificar la penetración, Sasuke jadeó, al sentir las contracciones en la vagina de Sakura, que apretaban su miembro, con un sonoro grito la pelirosa tuvo su primer orgasmo, Sasuke dio un par de embestidas más, llegando él también al fin.

Salió de su interior y se recostó a su lado — Maldición — Masculló. No podía mantener los ojos abiertos, el sueño lo estaba venciendo y eso era muy extraño en él, tenía mucho aguante en cuanto a sexo y alcohol se refería. Peleó con sus párpados unos momentos, pero fue vencido, cayendo en un profundo sueño.

Sakura lo miraba con infinita ternura, si despierto era hermoso, dormido lo era aún más, sus finas facciones que siempre se veían frías, o contraídas por una mueca de desagrado, ahora estaban serenas, era como ver a un niño dormido, el cual no tiene preocupación alguna. Retiró algunos mechones de su cabello que se pegaron a su frente a causa del sudor, acarició su mejilla y depositó un suave beso en sus labios. — Gracias, por la mejor noche de mi vida. Le susurró, aún sabiendo que él no la escuchaba. Lo cubrió con la sábana y se colocó rápidamente su ropa, saliendo de allí, y dejando a Sasuke profundamente dormido..

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Fue a la habitación de su amiga, retocó su maquillaje y peinado, volvió a la fiesta y buscó a Ino, la encontró bailando muy animada con Sai, su futuro novio, como la rubia lo llamaba — Ino — Llamó su atención tocándole la espalda — Hola Sai — Le sonrió al joven de cabellos negros, y ojos del mismo color.

— Hola Sakura — Correspondió a su sonrisa — ¿Ya te sientes mejor?

— ¿Eh? — Ella lo miró confundida.

— Si, es que le dije a Sai, que no habías bajado porque te dolía la cabeza, pero supongo que ya todo esta bien — Sonrió de forma pícara, a lo que su amiga se sonrojó.

— Perfectamente — Sonrió de igual forma.

— Tenten y Hinata, preguntaron por ti.

— Y ¿Donde están? — Las buscó con la mirada.

— Tenten con Neji y Hinata con Naruto. Parece que por fin ese par se va a animar a salir.

Sakura sonrió — A propósito de Naruto — Se acercó más a ella para hablarle al oído — Dile que vaya a buscar a Sasuke, está dormido en la habitación que me prestaste.

— En un momento le digo, tienes que contarme todo con lujo de detalles — Le guiñó un ojo.

— Cerda — La pelirosa se sonrojó. Ino Era una completa pervertida.

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Sintió como alguien lo llamaba y movía su cuerpo, aún adormilado abrió sus ojos, para encontrarse con los azules de Naruto — ¿Que pasa?— Su voz sonó ronca. Se talló un poco los ojos, para luego sentarse en la cama, iba a retirar la sábana, cuando se dio cuenta del pequeño detalle. Se encontraba completamente desnudo — Pero ¿Qué demonios..?

Naruto le lanzó la ropa — Parece que sí fue buena idea venir a la fiesta, después de todo — Rió de forma burlona. Sasuke lo fulminó con la mirada — Estaré afuera esperándote, ya casi amanece y es mejor que regreses a tu casa antes de que tu mamá se preocupe.

Él solo asintió. Se colocó sus ropas con rapidez y salió de la habitación, aún se encontraba un poco aturdido y más por el hecho de haberse acostado con Sakura, la conocía desde hacía años, y nunca llamó su atención, no entendía muy bien porqué se terminó acostando con ella, aparte era una chiquilla, y a él le gustaban las mujeres. Movió un poco la cabeza para sacudir esos pensamientos de su mente, se subió a su auto en compañía del rubio, con destino a la mansión Uchiha.

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Sakura despertó con un punzante dolor en su entrepierna, se levantó con algo de dificultad y se dirigió al baño. Miró sobre su hombro a Ino, quien aún continuaba en los brazos de morfeo. Le echó un vistazo a su celular antes de entrar y tuvo que ahogar un grito de espanto, las 11:30 — Mamá va a matarme — Murmuró. Entrando a gran velocidad al baño y olvidándose de su reciente malestar. En 15 minutos estuvo lista, un tiempo récord. Llamó a su mamá y le dijo que ya iba en camino, que Ino le había pedido a su chofer que la llevara. Tuvo que despertar a la rubia, casi a gritos para que le dijera al chofer, que en efecto llevara a su amiga hasta su casa. Cómo ansiaba tener 18 y así poder conducir.

— Frentona, ni creas que te vas a escapar de contarme los detalles, ahora te llamaré — La "amenazó" Ino desde la puerta de su habitación, cuando Sakura se disponía a marcharse.

— De acuerdo cerda — Contestó con cansancio.

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El trayecto a su casa se le hizo largo, ansiaba poder ver a Sasuke, saber que reacción tendría él, con lo ocurrido la noche anterior, pero sus deseos se vieron frustrados, pues ni señal del muchacho — Tiene que estar dormido — Pensó optimista — Seguro lo podré ver más tarde — Saludó a sus padres como de costumbre, y entró en su habitación, para pegarse a la ventana, tal vez lo vería, aunque fuese a la distancia. Su celular comenzó a sonar y con una risa burlona lo contestó — Eres una cerda impaciente.

— Oh vamos Sakura, soy tu mejor amiga, así que cuéntamelo todo, con lujo de detalles.

— Está bien — Contestó resignada — Hicimos el amor y fue lo más maravilloso del mundo, Sasuke es un príncipe, sus besos, sus caricias, Ino, no me arrepiento de haberle entregado mi virginidad a Sasuke.

— ¿Que tu hiciste qué? — La furiosa voz de su madre la dejó en shock. La mujer avanzó hasta ella y la tomó por un brazo, apretándola con fuerza — Repite lo que dijiste Sakura Haruno.

— Mamá yo no.. — Pero sus palabras fueron interrumpidas por una sonora cachetada. Llevó su mano, hasta su mejilla enrojecida y las lágrimas no se hicieron esperar — Perdóname mamá, por favor.

— CÁLLATE, no quiero escucharte Sakura, me avergüenzas, pero esto no se va a quedar así, Sasuke Uchiha, no te va a usar y a desechar como está acostumbrado a hacer — Kizashi — Llamó a su marido, el cual subió apresurado las escaleras, asustado por el grito de su mujer.

— ¿Que sucede Mebuki? ¿Sakura? — La miró preocupado, su hija no dejaba de llorar, mientras que su esposa la sostenía con rudeza por uno de sus brazos.

— Tu hija se comportó como una cualquiera, acostándose con Sasuke Uchiha — Soltó en un casi grito.

Kizashi ensanchó los ojos, su niña su Sakura ¿Había hecho que? Tenía que ser una broma — ¿Es eso cierto Sakura? — La miró con la esperanza de que su hija lo negara, pero ella sólo agachó la cabeza avergonzada — No puede ser, pero si eres sólo una niña, ahora mismo iremos a casa de los Uchiha, Sasuke es mayor de edad y seguramente enredó a nuestra hija con alguna de sus mañas.

— Lo mismo pienso, vamos ya mismo.

— No por favor, haré lo que quieran, pero no le digan nada a los papás de Sasuke — Suplicó.

— No estás en posición de pedir nada — Espetó su madre. Llevándola casi a rastras hasta la casa del frente.

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— Buenas tardes Mebuki, Kizashi, pequeña Sakura, es un gusto verlos — Los saludó Mikoto, la madre de Sasuke. Ella siempre se caracterizaba por ser amable.

— Me temo que no puedo decir lo mismo — Respondió Mebuki — Necesitamos hablar con Fugaku, Sasuke y contigo.

La Uchiha, se extraño de la forma en la que le hablaba su amiga, ambas familias tenían muy buena relación, desde hacía varios años — Me estás preocupado Mebuki, ¿Que es lo que sucede? — Fijó su mirada en Sakura que no dejaba de sollozar.

— Prefiero que lo hablemos en un lugar más privado y cuando tu marido y tu hijo estén presentes.

— ¿Qué ocurre? — La voz grave de Fugaku, los hizo dirigir su atención hacia las escaleras.

Si Mikoto era amable y sonriente, su marido era lo opuesto, siempre serio y parecía de mal humor permanente, pero una vez que lo tratabas, te dabas cuenta que simplemente era muy serio. Itachi, el hermano mayor de Sasuke y realmente parecido a él físicamente, sólo que tenía la piel ligeramente más oscura, el cabello largo atado en una coleta baja y unas marcas bajo sus ojos parecidas a ojeras. Era muy guapo cabe mencionar. Bajaba las escaleras detrás de su padre.

— Hijo ve y busca a tu hermano — Le pidió Mikoto.

— No es necesario — Sasuke se encontraba en el inicio de las escaleras y comenzó a bajarlas con paso lento — ¿Para que requieres mi presencia madre?

Fugaku se colocó al lado de su esposa e Itachi lo imitó, al tiempo que Sasuke terminaba de bajar las escaleras, sus ojos viajaron automáticamente a la cabellera rosa que se mantenía agachada y temblando ligeramente a causa de los sollozos. Su madre aún la apretaba por el brazo. Una fugaz idea cruzó por su mente y maldijo por lo bajo, por eso no le gustaba meterse con niñas.

— Vamos a mi despacho, allí hablaremos con total tranquilidad.

Todos avanzaron hacia el lugar señalado, menos Itachi, su madre le indicó que se quedara esperando en la sala — ¿En qué lío se habrá metido el tonto de Sasuke? — Suspiró con pesadez — Mi hermano no aprende.

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— Tomen asiento — Ofreció Fugaku, pero los padres de Sakura se negaron, alegando que aquello no era una visita de cortesía — Muy bien , entonces los escuchó.

— Tu hijo abusó de mi niña — Espetó Kizashi, mirando de forma retadora al menor de los Uchiha.

— ¿De qué está hablando?— Sasuke se levantó de su asiento y encaró al Haruno — Ella se acostó conmigo por voluntad propia.

— Eres un maldito — Lo tomó por el cuello de la camisa — Mi hija es una niña, era virgen y tú te aprovechaste de su inocencia.

— Basta — Fugaku se interpuso entre los dos — ¿Eso es cierto Sasuke? ¿Te acostaste con Sakura? — Lo miró de forma dura.

— Sí, pero yo no la obligué, ella lo hizo por voluntad propia.

— Es cierto — Sakura se atrevió a levantar la cabeza y miró a Sasuke, quien le devolvía la mirada cargada de rabia — Él no me obligó a nada.

— Me avergüenzas — Su madre soltó el agarre de su brazo, provocando que Sakura perdiera el equilibrio y casi cayera al piso. La joven sollozó con fuerza, no había dejado de llorar en ningún momento y ahora frente a Sasuke y su familia se intensificaba — Aunque Sakura admita que se acostó contigo porque quiso, ella es menor de edad, así que podemos meterte a la cárcel por corrupción de menores.

— Mebuki — Mikoto la miró sorprendida — No por favor, no lo hagas, Sasuke aún es un joven inexperto, cometió un error lo admito, pero esta no es la manera — Le pidió con voz suplicante.

— Calmate — Le susurró su marido — Permite que yo lo resuelva — Ella asintió.

— ¿Qué es lo que desean? — Preguntó Fugaku a los Haruno, visiblemente enfadado.

— Que Sasuke se case con Sakura — Habló Kizashi.

— ¿QUE? — Gritaron al unísono los aludidos.

El padre de la pelirosa los ignoró y continuó hablando con Fugaku — Quiero que Sasuke se case con mi hija, de lo contrario lo meteré preso — Sentenció.

Fugaku suspiró con pesadez. Dirigió su mirada hacia la pelirosa — Sakura — La llamó con suavidad — ¿Eso es lo que deseas?

La joven levantó la mirada, sus ojos enrojecidos e hinchados a causa del llanto, que aún no cesaba — Yo..yo.

— Sakura hará lo que nosotros decidamos — Mebuki se colocó frente a su hija.

— Pues yo no quiero casarme con ella — Rugió Sasuke y salió del despacho dando un portazo.

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— Piensalo bien Fugaku, te daré hasta esta noche para que tomen una decisión, de lo contrario, Sasuke terminará en la cárcel — Amenazó Mebuki.

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Sasuke pasó como un tornado, rumbo a las escaleras — Sasuke — Itachi corrió tras de él, dándole alcance, antes de entrar a su habitación — ¿Que sucedió hermano? — Lo interrogó preocupado, el menor se sentó en la cama e Itachi lo imitó.

— Sasuke, por favor recapacita hijo — Suplicó su madre, que entraba junto a su padre. A diferencia de ella Fugaku tenía un semblante de enfado.

— Te casarás — Sentenció.

— No puedes obligarme, soy mayor de edad — El sonido sordo de una cachetada, hizo eco por toda la habitación.

Fugaku frunció el ceño — Ya cometiste una estupidez acostandote con esa muchachita, ahora sé inteligente y no cometas otra. Si te niegas a casarte, no moveré un dedo para evitar que te metan preso y cuando salgas de allí te olvidarás que eres un Uchiha, porque yo te desconoceré como hijo — Se retiró dejando a Sasuke helado.

— Piensalo mi amor — Mikoto le besó la mejilla lastimada y siguió a su marido, quién iba hecho una furia.

— Sasuke, piensa bien las cosas, Sakura tiene 16 años, si te casas con ella, sólo tendrías que aguantarla durante dos años — El menor lo escuchó con interés — Al cumplir 18 te puedes divorciar de ella sin ningún problema, es mejor dos años con Sakura, pero libre, que quien sabe cuántos tras las rejas y de paso perdiendo tu futuro y tu apellido.

El moreno lo meditó un momento. Itachi tenía razón, se podría librar de la molestia en dos años — Lo haré — Resolvió.

Su hermano sonrió y revolvió sus cabellos antes de dejarlo a solas. Él gruñó, odiaba que su hermano lo tratara como a un niño pequeño, pero debía admitir que lo quería mucho, era el único que lo entendía y apoyaba incondicionalmente. Se sentó en su cama y se masajeo la frente — Maldita Sakura — Masculló. La muy desgraciada lo había planeado todo, se aprovechó de su borrachera para que se acostara con ella y luego montó todo ese teatro quedando como la víctima. Apretó con fuerza los puños. Pero él se encargaría de hacerla pagar. Fue un estúpido, notaba que cuando estaba cerca de ella se sonrojaba y a veces hasta balbuceaba, pero nunca pensó que llegaría a tanto por estar con él, era una loca de esas que lo perseguían por su físico y dinero.

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Esa misma noche los Haruno recibieron la noticia de que Sasuke aceptaba casarse con Sakura, así que como lo había dicho Mebuki, organizaron todo y en tres días se realizó la ceremonia. Sakura no había podido hablar con ninguna de sus amigas, su madre le quitó su celular y su laptop. Estaba incomunicada. El día de la boda llegó. Se llevó a cabo en la mansión Uchiha, sólo estuvieron presentes los padres de ambos Itachi, y dos empleados que sirvieron de testigos.

El ambiente fue muy tenso, la pelirosa contuvo las ganas de llorar, durante toda la boda, ella llevaba un vestido blanco a la altura de la rodilla y un adorno de flores en el cabello. Su madre insistió en que no llevara velo, porque sólo las señoritas lo usaban y ella ya no lo era. Siempre le echaba en cara su error. Sasuke por su parte iba vestido completamente de negro, exceptuando la camisa blanca, bajo el costoso saco. Cuando el juez pronunció el clásico, puede besar a la novia, para sellar la unión, el moreno apenas y rozó sus labios y le dedicó una mirada gélida, que terminó por romperle el corazón a Sakura.

— Es hora de marcharnos — Avisó Sasuke, cuando hubo terminado la ceremonia. Se despidió de sus padres y hermano y Sakura hizo lo mismo. Se subieron a su auto y emprendieron el camino hacia lo que ahora sería su nuevo hogar. Fugaku dispuso que vivieran en una casa a las afueras de la ciudad, que compró para ellos. Quedaba en un barrio de lujo, pero poco habitado porque allí la mayoría de las casas eran sólo para pasar el verano, por su ubicación, estaba rodeado de naturaleza. A Sakura le encantaban las flores, los árboles, en fin la vegetación, el aire libre, así que vivir en un lugar como ese no le desagradó, a diferencia de su marido que odió la idea o más bien lo que él odiaba era el tener que vivir con ella.

El camino a casa se hizo en el más completo silencio. La pelirosa miraba atenta la vegetación, mientras el moreno, se concentraba en conducir. Llegaron alrededor de las siete de la noche, al entrar Sakura quedó maravillada, la casa era espaciosa, no tan grande como la mansión o la suya propia, pero se veía cómoda. Una sala espaciosa, al igual que la cocina, una terraza, piscina, la habitación principal y una de huéspedes, con un baño en el pasillo y al fondo la de la servidumbre, pero ellos no tendrían sirvientes. Le preocupaba tener que ocuparse de las labores del hogar, nunca lo había hecho, pero ya pensaría en eso luego.

Bajaron sus maletas del auto y Sasuke ingresó a la habitación principal seguido por Sakura. Era hermosa, tenía una cama matrimonial, un armario espacioso, su propio baño, varios muebles, cuadros decorando. Le agradaba mucho, estaba ensimismada contemplándola, cuando la cercanía de Sasuke la sobresaltó. Parpadeó varias veces, al verlo tan próximo a su rostro. El Uchiha se acercó al lóbulo de su oreja y lo lamió, provocándole un escalofrío en todo su cuerpo — Sa… Sasuke — Susurró extasiada.

— ¿Recuerdas la noche en la que tuvimos sexo? — Ella asintió, totalmente ruborizada — Pues guarda muy bien esos recuerdos en tu memoria, porque jamás se repetirá — Se separó bruscamente de ella, dedicándole una mirada cargada de odio y desprecio. — Ahora lárgate de aquí.

— ¿Que? — Preguntó, con la confusión pintada en su rostro.

— Sal de esta habitación, no pienso dormir contigo y de ahora en adelante no quiero que me hables o me mires. ¿Entendiste?

Sakura asintió torpemente. Su corazón se había vuelto a romper ante las crueles palabras de Sasuke, si bien era cierto, que ella era la culpable por haberlo drogado, pero no quería terminar así, bueno no aún, ella deseaba que él la amara, que se casaran por amor, no obligados.

Limpió las lágrimas que escaparon de su control y tomó su maleta — Muy bien, iré a dormir a la habitación de huéspedes, disculpame, yo tampoco deseaba esto.

— Como digas — Siseo, cerrando la puerta tras de ella.

La pelirosa entró a la habitación de huéspedes, sentándose en la cama y comenzando a llorar — Inolvidable noche de bodas — Se dijo sarcástica. Debía ser fuerte, porque todo apuntaba que ese era sólo el inicio, de su pesadilla al lado de Sasuke Uchiha.

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Hola a todos, este es mi primer fic SasuSaku, deseo que les guste, es una historia corta, creo que tendrá tres o cuatro capis. Espero no haber cambiado mucho las personalidades, en especial la de Sasuke, y que el lemon sea aceptable, ya que les confieso que no es lo mío, se me hace difícil escribirlos, aunque me gusta leerlos. Jeje.

Por favor dejenme sus comentarios, para saber qué le pareció.

Besitos.