Bueno..He visto los dos reviews que me han dejado unas genialosas personas en mi fanfic spuk y estoy muuuy feliz */* Así que supongo que pronto me pondré manos a la obra con la conti, a ver si al menos ese fic llega a tener 4 reviews con el tiempo..Y, para tener una pausa, me aburría y me puse a reescribir este fanfic spamano que escribí hace tiempo en mi libreta xD
Porfi, comentad o algo si podéis ;o; y os doy una galletita.
Hacedlo por el spamano (¿) XD
Si hay 3 reviews, continuo el fanfic, si hay más de tres, la conti tiene lemon xDD
Y bueno, muchas gracias por leer ;3
PESADILLA
~Nunca admitiré lo que pasó esa noche. ¡Nunca!.~
* Pero, por favor, repitámoslo.*
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Dentro de una pequeña y acogedora habitación , más concretamente, en una cama, se escuchaban los jadeos de cierto joven italiano con tendencia a gritarle a la gente que más decía odiar (o, en el fondo, amar).
- Romano´s POV -
~ Había una puerta relativamente grande y elegante de un color cobre claro, con unos grabados de formas onduladas y delicadas en ella, dándole una extrema sensación de majestuosidad, y haciéndole parecer anticuadamente hermosa , sumamente imponente; como las puertas de las mansiones que un día ví visitando , por muy raro que parezca, a Austria.
Con un pomo de oro que tenía joyas preciosas incrustadas - me dí cuenta de ese pequeño detalle por el simple hecho de que, al agarrar el pomo, noté con el tacto algo que sobresalía levemente de la superficie plana de éste, compuesto principalmente por ese oro brillante.
Estaba encandilado.
Mis ojos no se despegaban de aquel pomo tan atrayente y bello. Era realmente precioso. Las joyas brillaban con resplandores verdosos.-parecidos a los de los ojos de Antonio, si-
Rodeé el pomo con mis manos, tirando de él.
El pomo no se movía.
Pero yo lo quería..Lo ansiaba.
Acaparé el pomo con las dos manos, decidido a arrancarlo de ahí y quedármelo para mí solito.
"Sí...-murmuré- esta preciosidad es mía" -y, apoyando mis dos pies en la puerta , mientras tiraba de el pomo con todas mis fuerzas, se escuchó un "clac" , y, seguidamente, mi traseró quedó en el suelo.
"Auch..."- me quejé, sacudiéndome el pantalón con la mano derecha,levantándome.
Pero pronto mis ojos se iluminaron: -Esa belleza era mía.
.De pronto, todo se "apagó".
No veía nada, todo era absolutamente negro.
Sin saberlo, mis ojos castaños se llenaron de lágrimas que recorrían mis mejillas.
No sabía qué hacer, solo sujetaba el pomo con todas mis fuerzas.
Y, inconscientemente, de mis labios salieron estas palabras tan utilizadas por mí:
"España, bastardo, ayúdame...¡Ayúdame!".
Me desperté entre jadeos, con sudor en la frente, la respiración acelerada y los ojos muy abiertos.
-"S...Solo fue una maldita pesadilla...-me tranquilicé- Che palle...
Sabía que ya no podría dormir, no podría apaciguar el sueño. Al menos no esa noche.
Aparté las sábanas de mi cuerpo sudoroso y me levanté de la cama, con dirección al compartimento de aquel español tan odioso, pero que sabía calmarte. Al menos, sus brazos morenos rodeándome cuando era un chiquillo, me tranquilizaban.
Anduve descalzo por el largo -y que se me hacía interminable y demasiado oscuro- pasillo. Hasta que por fin, me encontraba al lado de la puerta de su habitación.
No toqué a la puerta, simplemente, la abrí.
