Esta es una historia pre-tartaros, que ignora por completo todo lo que haya podido pasar durante y después de la saga, sigue una línea totalmente distinta.
Primer y segundo capítulos de "Gris y Azul".
Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece, solo esta historia y algunos personajes son míos.
CAPÍTULO 1
Hacía un día soleado y el equipo más fuerte de Fairy Tail, junto a la maga de agua, Juvia, se dirigían a una misión importante. El mismo maestro les había pedido y posiblemente ordenado que fueran. Se trataba de un demonio.
Desde un tiempo atrás un demonio se había encargado de destruir casi en su totalidad algunos pueblos cercanos a la cuidad de Magnolia. Y, como gremio más fuerte de Fiore, Fairy Tail debía echar cartas en el asunto y además, encargarse del problema.
Estaba previsto que el demonio apareciera en el pueblo al que se dirigían los magos unas horas más tarde. Llegarían a tiempo.
Por supuesto, como magos de Fairy Tail que eran, no iban en orden y con calma sino que como siempre el mago de fuego y el de hielo iban por el camino peleando, la maga de agua se encargaba de animar a su admirado Gray, Happy molestaba a la maga estelar y, por otra parte, la dragon slayer del cielo y su gata, Charle, escuchaban a Erza quien por su parte no paraba de ignorar a los chicos que estaban peleando e iba a la cabeza del grupo, mapa en mano y guiándolos.
Finalmente llegaron al pueblo que era bastante más grande de lo que esperaban. No había mucha gente por las calles ya que todos habían sido avisados de lo que podía pasar.
- Espero que venga ese demonio, no hemos venido de turistas.- Gruñó un desganado Gray.
- Y yo espero que no sea demasiado fuerte.- Dijo Lucy, algo nerviosa por las descripciones que habían escuchado sobre el demonio. Decían poca cosa que no fuera enervante y muchas cosas peligrosas.
- Lucy, no digas eso. Es más divertido si es fuerte…- Se quejó Natsu.
- ¡Chicos!- Les llamó Erza, que estaba un par de metros más adelante.- Podéis hacer lo que queráis mientras que no atacan el pueblo. Cuando ataquen, id adonde esté el peligro.
La pelirroja ya llevaba en su mano un plato con pastel y en la otra una cuchara antes de haber terminado de hablar y se alejaba hacia el centro del pueblo que parecía desierto en esos momentos.
Lucy no tardó en situarse junto a Wendy y Charle mientras observaba a Natsu, quien en esos momentos bromeaba con Happy y con Gray, aunque con el mago de hielo peleaba más que bromeaba.
Juvia, por su parte, no había tardado en irse a dar un paseo. El paisaje de donde estaban era precioso. El pueblo estaba en la parte alta, aunque no en el pico, de una montaña. El clima húmedo y fresco permitía que la vegetación fuera abundante por lo que todo alrededor era verde. Sin embargo, el cielo lucía azul y sin apenas nubes.
Unos minutos después Juvia volvió al sitio donde se habían separado y, como antes, allí estaban todos a excepción de Erza. La peli azul vio al mago de hielo quieto, cruzado de brazos, así que se acercó a él.
- Gray-sama, unos metros más allá se ve el paisaje muy bien. ¿Le gustaría venir junto a Juvia a admirar las vistas?- Le preguntó amablemente a la vez que con timidez.
- ¿Eh?- Preguntó mirando a Juvia y sin apenas darse cuenta de lo que le había preguntado.
- ¡Oye, Stripper!- Llamó el dragon slayer desde lejos.- ¿A que no adivinas dónde está tu ropa?- Le preguntó riendo mientras sujetaba en alto con la mano una camiseta blanca.
- ¡Mi ropa! ¡Ven aquí y devuélvemela, cerilla!- Le gritó al pelirrosa.
- ¿Es que la necesitas, nudista?
- Gray-sama…- Le llamó tímidamente la maga de hielo. Al ver que el mago no le prestaba atención, la chica decidió hacer algo poco común en ella.- ¡Gray-sama!- Le llamó casi a gritos. El pelinegro se giró a mirarla.- ¿Vendrás con Juvia a donde te ha dicho?
- Eh, sí. Espera un momento.- Le dijo. Entonces el mago se giró y salió corriendo tras Natsu para intentar recuperar su prenda y también para luchar contra él.- ¡Ven aquí, fósforo!
Juvia observó con una sonrisa al mago correr tras el dragon slayer, pero en realidad se sentía un poco decepcionada. Después de todo, siempre pasaba lo mismo con Gray… Aunque ella no lo culpaba. Fue entonces cuando se fue junto a Wendy, Lucy y Charle y charló con ellas durante un rato.
Momentos después escucharon ruido en el pueblo y fueron todos corriendo, tal y como Erza les había dicho que hicieran.
Y efectivamente, y como habían predicho, allí se encontraba el demonio, aunque un tanto más grande de lo que habían esperado y bastante diferente a lo que imaginaban.
- Parece…- Dijo asombrada Lucy.
- Un dragón.- Terminó cortante Natsu.
Efectivamente, el demonio era el doble de grande que una persona, su piel estaba recubierta de escamas enormes de un color amarillo oscuro y en sus patas terminaban en unas garras grises oscuras. Sus ojos eran rojo granate y brillaban con furia. Era realmente aterrador. A pesar de todo, no tenía alas como los dragones. La criatura chilló con fuerza.
- ¿A qué esperáis?- Escucharon gritar a Erza desde lejos. Venía armada con su armadura del cielo.- No tenemos tiempo para pararlo. Está destruyéndolo todo.
- ¿Esperas que con estos dos ayudando no acabe todo destruido?- Preguntó Charle desde el cielo, mientras llevaba a Wendy, quien ya intentaba atacar al demonio con sus poderes de dragon slayer.
- Ice Make: Ice Bringer. - Se escuchó a Gray atacar.
Natsu seguía de pie, observando la escena que tenía delante. El demonio tenía un cierto parecido con… Igneel. Era impresionante, lo suficiente para que Natsu se quedara parado en medio de una batalla.
- Oye, cerilla, ¿piensas atacar?- Le preguntó el alquimista de hielo mientras que en sus manos portaba un martillo de hielo. Natsu, sin decir nada más, atacó usando su aliento del dragón de fuego.
- ¡Puerta del Carnero: Aries!- Lucy invocó a Aries, intentando hacer que el demonio se relajara con su magia.
-¡Water Slicer!- Atacaba también Juvia.
Erza continuaba atacando con su armadura del cielo y mientras tanto estudiaba cuidadosamente los movimientos del demonio. Todos sabían que el demonio tenía una apariencia terrorífica e imponente y que había causado destrozos en otros sitios, pero ella era la única que sabía que solo unos magos de un gremio menor intentaron luchar contra él, o ella, y que, a pesar de que fueron derrotados, su poder como demonio no era muy grande.
En resumen, el demonio parecía peligroso pero no lo era realmente, al menos para ellos. Además, al estudiarlo detenidamente se dio cuenta de que la criatura estaba herida en su cuello. No iban a tardar mucho en acabar con él.
- ¡Chicos, atacadle en el cuello!- Les dijo Erza en un grito.
- ¿En el cuello? ¡Ya verás!- Natsu estaba serio mientras atacaba.- ¡Puño de Hierro del Dragón del Fuego!
- ¡Ice make: Lance!- A la misma vez que el ataque de Gray, Juvia usó su látigo de agua y Wendy su aliento del dragón del cielo desde el aire, con la ayuda de Charle. Mientras tanto, el demonio se encontraba inmovilizado por la lana de Aries.
Los ataques de los magos alcanzaron a la criatura de lleno y esta cayó de golpe al suelo por el impacto de los ataques. Fue entonces cuando Erza clavó sus espadas en el estómago del demonio, que volvió a su forma humana. Era muy parecida a su forma demoniaca: Su piel amarilla, su pelo castaño… Tenía la figura de una mujer y estaba llena de heridas, aunque las más graves eran las causadas por los magos de Fairy Tail.
Los seis jóvenes y los exceeds se acercaron al cuerpo inmóvil del demonio, que emitía unos quejidos débiles. Los miró con sus enormes ojos rojos, pero esta vez mostraban… ¿Temor? No. No podía ser eso. Los demonios no sentían esas cosas.
De repente, se escuchó un gemido suave en lo lejos. Todos miraron extrañados hacia donde provenía ese ruido y Wendy se acercó a ver qué era.
Segundos después vino llevando en sus brazos un bebe de piel plateada y pelo largo, al menos para la edad que tenía. Era una niña. Dos de sus mechones delanteros eran más largos que el resto de su cabello, de un color azul marino. De su boca salían unos pequeños colmillos.
No lloraba ni reía, sino que miraba con curiosidad todo a su alrededor. ¿Cuánto tiempo tendría? ¿Unos meses? Sus ojos eran uno de cada color: uno rojo y el otro blanco. Su piel al tacto era dura pero suave.
- ¿Qué es eso que llevas ahí?- Preguntó Gray.
- Gray-san… Es un bebé.- Contestó Wendy con la criatura en los brazos.
- Déjalo donde estaba.- Le ordenó seguro de sí mismo.- Es un demonio.
- Pero Gray-san…- Wendy apretó suavemente al bebé contra sí. Era incapaz de dejarla sola.
Todos se habían acercado a Wendy para poder ver a la pequeña bebé que llevaba en brazos. Era bastante extraña, pero aún así su belleza era notable.
- Deberíamos llevarla al gremio.- Propuso Lucy, ilusionada.
- Estoy de acuerdo.- Asintió Erza.
Todos asintieron, a excepción de Gray. No estaba para nada de acuerdo en llevarse a lo que quiera que fuera ese bebé. Lo mejor era dejarla ahí. Los suyos la recogerían después.
- Gray-sama… Es un bebé. No puede hacer nada malo.- Juvia defendió a la pequeña.- Juvia cree que deberíamos llevárnosla y en el gremio hablar con todos. Además, Juvia y Gray-sama podrían ayudar al bebé a crecer como si fueran sus padres…- Continuó hablando Juvia, imaginando, como siempre, situaciones improbables.
Gray la miró extrañado y luego miró al demonio.
- Tsk…- Gruñó por lo bajo.
Todos sonrieron ante lo que parecía ser una respuesta positiva de Gray. "Supongo que no pasará nada"- Pensó.
Los magos emprendieron entonces el camino de vuelta a Fairy Tail. Ya habían terminado la misión.
En el suelo yacía mientras que todos se marchaban el cuerpo inerte del demonio que había estado atacando los pueblos cercanos durante tanto tiempo.
CAPÍTULO 2
El cielo lucía azul, sin apenas nubes. El sol brillaba desde el oeste, dispuesto a esconderse tras el horizonte en unas horas. Una suave brisa hacía que el día fuera fresco y agradable. ¿Era primavera en Fiore?
Los magos que habían ido a la misión para encargarse del demonio volvían alegremente a su gremio, aunque quizá con alguien inesperado entre ellos.
- Yo voto por que se llame Dragneel Jr.- Decía un pelirrosado. Efectivamente, en ese momento intentaban elegir un nombre para el bebé que habían recogido.
- Natsu… De verdad que no creo que le pegue demasiado…- Le repetía Lucy mientras cargaba a la pequeña bebé.
- Juvia piensa que deberíamos esperar un poco… Quizás se nos ocurra más tarde.- Opinó la maga de agua.
- Yo estoy de acuerdo con Juvia.- Dijo la pelirroja mientras caminaba junto a Lucy, observando a la criatura que habían encontrado.
- Oye, ¿a quién le tocaba llevar a la bebé?- Preguntó Lucy algo cansada.
- Gray-san… Te tocaba a ti.- Esta vez fue Wendy la que habló.
- No. Yo no dije que fuera a ayudar.- Gruñó el alquimista de hielo, que caminaba unos pasos detrás de los demás.- Ni siquiera accedí a que la lleváramos con nosotros.
- ¡Juvia se ofrece voluntaria a llevar al bebé en lugar de Gray-sama!- Gritó Juvia entusiasmada.
- Sí. Mejor que la llevéis vosotros. Yo no pensaba hacerlo.- Finalizó Gray. Entonces aligeró el paso y continuó caminando.
Lucy le pasó al bebé a Juvia, que la cogió con cuidado. Observó su cara desde cerca. Juvia no había llegado a verla con tanto detenimiento. No era tan diferente a una persona normal, o eso le parecía a la maga de agua. Tenía la piel gris, colmillos bastante largos, el pelo más largo de lo habitual en un bebé de apenas unos meses y un ojo de cada color. Pero el resto de su forma era idéntica a la de un humano. La peliazul se quedó mirando fijamente su cabello, azul oscuro.
- Juvia cree que tiene un nombre para el bebé.- Dijo minutos después.- Debería llamarse Sora.
- ¿Sora? No suena mal.- Comentó Lucy.
- Sigo pensando que debería llamarse Dragneel Jr.- Natsu puso cara de fastidio.
- ¡Aye!- Exclamó Happy desde el aire. Pero las chicas los miraron, y sus miradas fueron capaces de hacer que ambos decidieran no volver a interrumpir la conversación.
- ¿Por qué crees que le pega ese nombre?- Preguntó la pelirroja interesada.
-Sora significa cielo y su pelo es del mismo azul que una noche clara… Además, es tan tranquila como el cielo últimamente.- Efectivamente, el bebé apenas había molestado. No lloraba ni reía casi nada y no habían tenido que preocuparse por ella en ningún momento, solo de llevarla con ellos.- Juvia piensa que es el mejor nombre.
Todos estuvieron de acuerdo, a excepción de Gray, a quién no le importaba nada que tuviera que ver con la que él opinaba que era un demonio posiblemente peligroso.
Terminó el turno de Gray, en el que el bebé había sido llevado por Juvia, y pasó bastante tiempo del turno de la maga de agua. Ya quedaba poco para llegar al gremio y la ciudad de Magnolia se veía a lo lejos.
Juvia jugaba alegremente con la pequeña Sora, que movía sus bracitos en respuesta, al parecer también jugando con ella. A primera vista parecía pequeña hasta para hacer cosas así, aunque se podía comprobar que, o no lo era, o el crecimiento y desarrollo de los demonios era diferente al de los humanos. Eso sí, Sora no reía ni lloraba.
Gray observaba como todos, unos pasos más adelante que él, reían y se comportaban más o menos como siempre, a excepción de que Juvia llevaba todo el rato con la pequeña y apenas le había hecho caso y de que había momentos en los que todos desviaban su atención hacia la maga de agua y la peliazul que ella llevaba en los brazos.
Fue entonces, mientras jugaban, cuando la pequeña hizo un arañazo a Juvia en la muñeca. La chica disimuló la sorpresa tanto como pudo. Cogió a Sora con más cuidado y dejó de jugar con ella. Le escocía el pequeño arañazo que le había hecho, aunque no podía mirárselo con ella en brazos. La maga de agua se acercó a Gray.
- Gray-sama… ¿Podrías continuar tú llevando a Sora en el turno de Juvia? Juvia ya está cansada.- Mintió. Gray la miró un tanto sorprendido. Estaba claro que no era muy habitual en ella pedirle cosas así. Lo pensó un momento. Entonces asintió con la cabeza, un tanto sorprendido.
Cogió a Sora lo mejor que supo (no es que estuviera muy acostumbrado a llevar bebés en sus brazos). Y como no era de extrañar todos lo miraron durante un momento, en el que reinó el silencio, ya que evitaron cualquier tipo de comentario. Ninguno quería "estropear el momento", si se le podía llamar así.
Por su parte, Juvia, se examinó la muñeca sin que nadie se diera cuenta. Ya habían llegado a Magnolia y el bullicio hacía que los demás no se fijaran demasiado en ella. A la maga de agua seguía molestándole bastante el arañazo, aunque no sabía si era porque ella no estaba acostumbrada a ser herida de esa manera, ya que era de agua, o porque de verdad Sora le había hecho más daño del habitual. Además, el arañazo no sangraba, a pesar de parecer ser profundo.
¿Cómo había conseguido herir su cuerpo de agua? ¿Con qué? Juvia no había visto que la pequeña tuviera las uñas más largas de lo usual, o eso le había parecido.
Aún así no le dio importancia. Desde donde estaba observó con curiosidad a Gray, que seguía cargando a Sora mientras la miraba detenidamente. Estaba claro que era una novedad el bebé, pero la maga de agua ahora se preguntaba si era una positiva o una negativa.
Pudieron divisar el gremio a lo lejos poco después. Estaba más calmado de lo habitual, aunque no era de extrañar ya que faltaban los magos más problemáticos. Todos sonrieron al llegar. ¿Cómo reaccionaría la gente al ver a Sora? Seguro que todos querrían conocerla.
Momentos después, las puertas del gremio se abrieron, dejando entrar a los recién llegados, y como era de esperar, todos los recibieron con su habitual entusiasmo, como era de esperar. Eso sí, solo hasta que se dieron cuenta de que había alguien más con ellos.
Durante un momento reinó el silencio, pero solo durante un momento. Se rompió cuando Levy preguntó:
- ¿Quién es esa niña?
- Nos la hemos encontrado.- Contestó Natsu con cara de póker.
- ¡Aye!- Le apoyó Happy.
La gente calló durante un momento más. Momentos después, el bullicio volvió a reinar, se celebraba una fiesta en honor a Sora, según los miembros del gremio celebrando su llegada, la llegada de los demás miembros del gremio, el nombre que había recibido la niña… Lo cierto era que cada persona del gremio te daría una explicación diferente si preguntabas por el motivo de la fiesta.
Terminó horas después, aunque más que una fiesta era un alboroto más grande de lo normal, porque la gente comenzaba a marcharse a sus casas.
Respecto al hecho de que Sora fuera un demonio… Poca gente lo comentó, y a muchos no les agradaba el hecho de que fuera aceptada allí con tanta facilidad, pero tampoco nadie se negó abiertamente, a excepción de Gray, quien fue ignorado por los demás.
Durante la fiesta, el maestro había conocido personalmente a Sora, la había sujetado en brazos y se había mostrado tan embelesado como nervioso por llevar a un bebé en brazos.
El día terminó y Mirajane propuso que lo mejor era que Sora durmiera en una habitación que había en el gremio. Al final se decidió que Sora dormiría allí acompañada y, como la mayoría de las chicas del gremio estaban de acuerdo en que Gray "necesitaba acercarse a la pequeña demonio y pasar tiempo con ella para que la conociera mejor y la aceptara", y siendo nada más y nada menos que las chicas de Fairy Tail las que lo querían, fue el mago de hielo el que se quedó esa noche allí por obligación del resto de los miembros del gremio.
El pelinegro por supuesto se opuso. Pero eran Erza y Mirajane las que más ganas tenían de que Gray aceptara a Sora… Poco pudo hacer en su defensa y no consiguió nada. Es decir, que esa noche el alquimista de hielo durmió en el gremio vigilando a la pequeña demonio y cuidando de ella.
Cuando el gremio estuvo vacío, Gray, completamente en contra de la tarea que se le había asignado, cogió a Sora en brazos y la llevó a la habitación en la que dormiría. La dejó sobre la cama en la que se quedó dormida momentos más tarde y se sentó en el pequeño sillón que había frente a ella.
La observó en silencio. Era difícil no mirarla fijamente, admirado por sus excepcionales rasgos, tales como lo eran el pelo largo para ser un bebé, aunque le llegaba por los delgados hombros plateados; sus ojos, uno blanco y otro rojo; su piel plateada, sus colmillos asomando por sus finos labios…
Sentado en el sofá, observándola y preguntándose si quizás no estaba siendo muy duro con Sora y dudando de su opinión sobre ella, se quedó dormido.
Espero que os gusten estos capítulos. Subiré semanalmente, a veces un capítulo, a veces dos. Gracias por leer!
