Hola a todos!

Es la primera vez que escribo una historia de Miraculous Ladybug, tendría que haber actualizados las otras historias que tengo en fanfiction, pero no pude evitar escribir esto (¿Está demás agregar que tengo una especie de obsesión con Adrien y... con todas las parejas que hacen Adrien con Marinett? )

No me animaba a publicar esta historia ya que no sé si logré representar bien a cada personajes (y tampoco estoy segura del título), pero bueno, ustedes juzgarán.

Miraculous Ladybug y sus personajes no me pertenecen.

Palabras

Cuando el señor Agreste llamaba a alguien, eso significaba problemas y eso Adrien lo sabía más que nadie y era peor si a todo se le sumaba un "tenemos que hablar". El ojiverde repaso una y otra vez antes de estar cara a cara con su padre lo que le iba decir, aunque de cierto modo había sido su idea charlar con él para poder asistir a una fiesta que planeaba realizar Nino esa semana, sin embargo tenía un mal presentimiento. Después de todo no se equivocaba, el diseñador se dirigió hacia él más seriamente y molesto de lo normal, hasta había puntualizado algunas llegadas tardes a sus actividades, su comportamiento en estas y cómo había bajado un poco su rendimiento en el estudio, hasta llegar al NO definitivo a su pregunta inicial. Todo ese regaño no era lo que le había afectado, sino la forma que decía ciertas cosas, las cuales hicieran que Adrien mirara incrédulo a su padre, sin poder creer lo que había escuchado, mientras él se decía que debía ser su imaginación, una simple broma, una pesadilla. Nunca en su vida pensó que ese hombre le hablaría sobre eso, ya estaba acostumbrado a las prohibiciones, sus reglas, regaño sobreprotección y abandono, pero no el hecho de tocar ese tema tan delicado que le hacía cuestionarse ¿A caso todo lo que él hacía era en vano? ¿Era verdad lo que decía su progenitor? ¿Qué había hecho mal? La pregunta era ¿Qué había de malo en él? Era consiente que tenía sus responsabilidades y quizás había sido ingenuo al pensar que esa vez lo dejaría salir esa tarde, pero que su padre le dijera eso por tan solo querer pasar tiempo con sus amigos y que todos no tenemos la mejor calificación en todas las materias , era demasiado.

- ¿Q-qué dijiste?-Preguntó el chico con la voz algo temblorosa.

-No saldrás, harás lo que te diga y punto, no diré más Adrien, tengo trabajo que hacer- Dijo fríamente el diseñador.

- No eso, lo otro- Cierra con fuerza sus ojos, para luego abrirlos y mirar a su progenitor con cierto odio-Repítelo…- Ahora todo él temblaba- ¡Dilo de nuevo!

-¡Suficiente! Ve a tu habitación y que ni me entere que saliste de allí o sino ya no podrás abandonar este lugar y tendrás que olvídate de la escuela y las distracciones adicionales de esta- Dijo seriamente el señor Agreste.

-"Mis amigos no son una distracción"-Pensó molesto- Sí padre…- Fue lo único que respondió entre dientes, al mismo tiempo que veía como el hombre se alejaba y desaparecía detrás de la puerta, cerrándola con un portazo.

Entonces Adrien se dirigió cabizbajo a su cuarto, no le importó la preocupación de Nathalie, quien quiso hablarse para animarlo un poco, sin embargo no se atrevió a decirle nada, ya que eso podría significar contradecir a su jefe. No le prestó atención alguna a las quejas de Plagg una vez que estuvo en su cuarto, por el escándalo que habían hecho, irrumpiendo su tranquilidad con su amado queso, ni el hecho de que este hubiese dejado migas del mismo por toda su habitación, impregnándola con ese olor. Nada le podía importar en ese momento, sentía sus ojos arder y la presión de su pecho amenazaba con explotar en su interior, acabando lo que quedaba de él. Pero a pesar de todo no iba a llorar, no tenía que demostrar lo mucho que lo afectaba, sin embargo no lo podía ignorar, debía escapar, huir de aquellas palabras que lo atravesaban como cuchillas, por más cobarde que eso fuera.

-"No te crie para que perdieras el tiempo en esas cosas"

-"¿A caso no podes hacer nada bien? Estoy harto que pierdas tu tiempo en amistades mal influyentes"

- "Me decepcionas ¿Qué diría tu madre? De seguro pensaría lo mismo"

-"Cállate, tan solo para… y no digas más nada de mamá"- Pensó el chico mientras sacudía su cabeza negativamente.

-"Después de todo lo que hicimos por ti ¿Así es como nos pagas?"

-Transfórmame- Pidió Adrien con cierta inseguridad y el pequeño gato dejó de devorar el queso para verlo con curiosidad.

-¿Para qué quieres hacerlo en este momento?-Preguntó el gatito mientras entrecerraba los ojos.

-Tan solo hazlo Plagg –Aprieta su mano en forma de puño-¡Transfórmame!

- Adrien – Se dio cuenta que algo andaba mal-¿Qué…?- No llegó a preguntar, ya que el chico activó su anillo y este fue arrastrado hacia él.

La transformación fue igual que siempre, o casi, el chico no hizo la coreografía habitual, no había alegría o emoción por convertirse en héroe. Cuando todo finalizó Adrien se fijó en el reflejo que le daba la ventana sobre él, era Chat Noir, el héroe de París, esa parte suya que lo hacía sentir libre, ser él mismo, pero ahora se sentía tan… vacío. Después de todo ¿Quién era en realidad? ¿Era lo que su padre quería? No, ya lo había dejado bien en claro que no era así ¿Era quién salvaba París? No, solo hacía chistes malos y entretenía a los villanos para que Ladybug se encargara de ellos. Solo pensamientos negativos rondaban por su cabeza y eso no era nada bueno y podría atraer a un akuma, pero el ojiverde ignoraba eso por el momento.

- Soy un gato negro, uno de la mala suerte, mi vida puede parecer perfecta, pero no lo es, la odio, me odio-Con rabia golpea el vidrio, haciendo saltar pequeños fragmentos de este- No seré más Adrien, el chico perfecto.

Entonces agarra su bastón con fuerza y mira su alrededor ¿Se iba a atrever? ¿De verdad lo haría? No había vuelta atrás, ya había tomado su decisión. Adrien no tardó en comenzar a destruir la habitación, sus consolas de juegos, la televisión, su computadora, todo lo que su padre le dio de vez de amor y no sintió remordimiento alguno al hacer eso. No necesitaba esas cosas material, lo que deseaba ya lo había perdido y no creía que fuese posible recuperarlo. Suspiró y negó con su cabeza, de seguro ya se habían dado cuenta que algo pasaba por el escándalo que había hecho, era mejor irse de una buena vez antes de que lo encontraran en esa situación.

-No hay nada que me ate aquí, hace mucho tiempo que es así-Se dirige hacia la ventana hecha añicos y mira una vez más hacia atrás y la imagen de su cuarto destruido no le produce emoción alguna- Adiós padre… - Fue lo último que dijo antes de marcharse sin una pizca de remordimiento.

La noche era fría y más aún por el viento que corría, haciéndole temblar, aunque en realidad no era capaz de sentir frío debajo de su traje. Las calles estaban extrañamente silenciosas, la tranquilidad era inquietante, sin embargo no le dio importancia, por él que un nuevo enemigo apareciera. Siguió avanzando sin rumbo alguno, hasta que al final se detuvo en uno de los edificios que daban una hermosa vista de la torre Eiffel, Chat se sentó a admirar las luces que a esta la rodeaban, las cuales nunca habían iluminado tan poco como esa noche, siendo incapaz de llegar a él. Pero lo que sí lo alcanzó fue un akuma, el cual pasó volando en frente suyo, el chico lo miró con fastidio, estaba mal, pero tampoco iba caer tan bajo. Entonces sin pensarlo uso cataclismo y atacó al pequeño insecto, Ladybug podía purificarlos, pero lo único que Chat Noir podía hacer era destruirlo y así lo hizo, la mariposa se desintegró al instante ¿Qué pensaría su lady al respecto? ¿Se enojaría? ¿Lo miraría con horror? ¿Cuál sería realmente su reacción? Y como si al pensar en ella la invocara, escuchó y sintió claramente como ella se acercaba a él, nunca confundiría el sonido de sus pasos.

- Encontré un gatito perdido ¿No crees que es tarde para estar afuera Chat Noir?- Preguntó ella mientras se acercaba hacia él.

- Mi Lady…- La mira de reojo y después vuelve a enfocar su mirada hacia la torre Eiffel- No, en absoluto.

-Ah…-Lo miró extrañada, no se había esperado esa respuesta, normalmente se emocionaría al verla, la tomaría de la mano y la besaría.

- Estoy de vigilante, nada más, no es como si fuera algo nuevo- Dijo Chat Noir algo distante.

-No hay amenazas, París está segura, no hay necesidad de que estemos aquí- Se acerca más hacia él, ahora estando a pocos pasos de distancia- Es mejor que regresemos a nuestras casas.

-Tiene razón, debes descansar, así que hazlo, márchate, ya estoy acostumbrado- Dijo él con cierta frialdad en su voz.

- ¿Chat estás bien? ¿Pasó algo?-Preguntó ella preocupándose al instante por la contestación de este.

- ¿Por qué tendría que pasar algo? – Estufa molesto-¿De todas formas a quién le importa?

- A mí, estas actuando raro- Dijo Ladybug algo molesta por el comportamiento de su compañero.

-Perdón por no ser lo que quieres, no soy perfecto ¿Qué tienen con eso?- Se para de golpe, sobresaltando un poco a la joven, quien no entendía el cambio del chico- ¿Por qué no me rechazas y te vas como siempre? Yo…-Para de hablar de golpe, para después abrir grande sus ojos ¿Qué estaba diciendo?- L-lo siento-Cubre su rostro con una de sus manos-Perdóname mi Lady, es que sus palabras se están repitiendo en mi cabeza y… sólo olvídalo.

- Chat...-Se acerca a él, quien evitaba verla y entonces ella rodea su rostro con sus manos, haciendo que la vea- Tranquilo, solo cálmate ¿Sí?- Dijo mientras miraba a los ojos, el verde de estos trasmitían dolor y de cierta forma se le hacían familiar.

-Mi Lady- Agarra las manos de ella y las separa de su rostro- Tú de verdad…- La suelta, para luego rodearla con sus brazos y acercándola lo más posible a él.

La acción la había tomado por sorpresa a la chica, su cuerpo se tensó y el impulso de alejarse la invadió, pero al sentirlo temblar la alarmó, haciéndola cambiar de opinión. Ladybug no sabía que le ocurría a su compañero, ni si él se lo diría, pero lo que comprendía a la perfección que era algo que lo afectaba de tal manera que necesitaba a alguien, a ella. Entonces lo abrazó con más fuerza y permanecieron por un largo rato de esa forma, hasta que el chico se separó un poco de ella, sin deshacer el abrazo por completo.

-Solo soy un gato miedoso que huyó de su hogar ¿Me adoptarías mi Lady?- Preguntó él mientras acercaba su rostro al de ella y sonreía.

-¿Qué?- Parpadea, para luego apartarlo- No bromees con esas cosas, al parecer ya te encuentras bien.

-¿Bromeando?- Se cruzó de brazos- Hablo enserio mi Lady ¿Tan difícil es de creer?-Preguntó ofendido.

- Enserio, no podes desaparecer así –Negó con la cabeza-¿Y qué hay de tu familia? Se preocuparían por ti.

- ¿Qué es eso?- Desvió su mirada hacia el piso- Estoy solo, no tengo nada parecido a eso- Dijo el héroe y esa sí que fue una respuesta inesperada.

- Chat- Lo mira preocupada, sin saber bien que decir-No puedo llevarte conmigo, no me dejarán tenerte…

-¿A caso vivís en un departamento que no permiten mascotas o qué? ¿Qué haría un simple gato?-Preguntó él mientras alzaba una ceja.

- Chat…- El sonido de que la transformación se estaba agotando hizo que se callara.

- Oh, lo que faltaba, me había olvidado de ese pequeño detalle-Dijo el héroe mientras miraba su anillo.

- Esto es serio, tienes que regresar- Dijo Ladybug, mientras se preguntaba cuánto tiempo había permanecido su compañero transformado para que eso sucediera o para qué había utilizado su habilidad.

- Destruí mi cuarto, no pienso volver nunca- Dijo algo encaprichado- Nunca- Repitió como si fuera un niño pequeño- Si me destransformo, me destranformo, no me importa, ya nunca más volveré a ser quien era.

- ¡Ah, no puede ser!- Exclamó Ladybug - Yo no tengo tiempo para esto, te dejaré en casa de una amiga muy confiable-"¿Qué estoy diciendo?"- ¿Ok?

- ¿Y su casa cuándo? – Se cruza de brazos-Quiero estar contigo mi Lady- Dijo mientras la miraba fijamente.

- "Este gato me está desesperando"-¡Tan solo vámonos!- "No puedo decirle que mi supuesta amiga soy yo misma y que sí vamos a mi casa"- Pensó Ladybug mientras lo tomaba del brazo y lo arrastra con ella, sin recibir ninguna queja de parte de su compañero quien sonreía levemente.

En poco tiempo habían llegado a la casa de la chica, cosa que extraño y le dio curiosidad a Chat, quien esperaba alguna explicación de porqué estaban en el hogar de su compañera de clase, específicamente en la terraza. La pelinegra trataba de no darle tanta importancia, pero le era inevitable ponerse nerviosa con tan solo imaginarse que su el héroe podría descubrir su identidad, no había vuelta atrás y eso era por no pensar bien las cosas antes de hablar.

-Ya llegamos- Dijo la pelinegra, esperando que de verdad el chico no la llenara de preguntas.

- ¿La casa de Marinett?- Preguntó él mientras miraba su alrededor.

- S-sí, etto, hablé con ella cuando la ayudamos la vez que estaba en peligro y desde entonces somos amigas- Se apresuró a decir Ladybug.

-Ah…- La miró extrañado- Supongo que está bien- Dijo él, para luego avanzar para ingresar a la habitación de la chica.

- Espera un segundo aquí- Lo detuvo- Y-yo le avisaré-Dijo la joven, sin ocultar su nerviosismo.

- Ok…- Se encoje de hombros- Supongo que esperaré aquí mi Lady.

Ladybug asiente enérgicamente y entra velozmente al cuarto, suspira y una vez que ya no estaba en la vista de su compañero, se destransforma, haciendo que Tikki apareciera a su lado ¿Pero qué estaba pensando? La respuesta era obvia ¡En nada! En esos momentos estaba en aprietos ¿Qué se suponía que iba a hacer? ¿Por qué siempre se metía en problemas ella solita? Había tantas opciones diferentes para resolver ese problema y la única que se le había ocurrido en el momento que la cuenta regresiva de la transformación de Chat Noir había empezado era justo lo que menos le convenía. Ahora tenía al gatito "mi Lady" en su casa, cosa que no podía significar nada bueno ¿Y si la descubría? ¿Sí llegara a saber que era Ladybug? ¿Y si sus padres lo descubrían a él? Nada de lo que se imaginaba era bueno.

- ¿Estás segura de esto Marinett?-Preguntó la kwami, sacándola de sus pensamientos.

- Sí, no, tal vez –Camina de un lado a otro-¡No sé! – Grito en desesperación-Ni idea que me pasó, pero él se ve tan…, tan…

- ¿Herido? – Preguntó Tikki, compartiendo la preocupación de la chica.

- Sí…, no puedo dejarlo así, es mi compañero y por alguna razón siento que si esto no se arregla algo malo va a pasar- Dijo la joven, quien no dejaba de pensar en el comportamiento del héroe.

-Marinett, quédate tranquila, ya verás cómo todo va a salir bien- La animó Tikki mientras flotaba a su lado.

-Gracias- Sonríe- Creo que mejor dejo entrar al minino- Dijo la pelinegra, aunque aún no estaba segura de lo que podría pasar de ese momento en adelante.

Entonces Marinett se dirige hacia donde había dejado al su felino compañero, quien estaba con la mirada perdida en el paisaje sumergido por la noche. El chico era iluminado por las leves luces que desprendían París y el cielo nocturno, esta lograba resaltar cada pequeño detalle del joven, el cual estaba en un estado pensativo con una expresión seria, algo fuera de lo común viniendo de él.

-¿Chat Noir?- Se acerca al héroe- Ladybug me contó todo y...- La joven deja de hablar al prestarle atención, impresionándose un poco con la imagen de él.

-Hola princesa- Se voltea a verla y le sonríe levemente-Disculpa las molestias y… ¿Ladybug ya se fue?-Preguntó mientras la miraba fijamente.

-E-etto… s-sí, hablo un segundo conmigo y… se fue…- Dijo tartamudeando un poco, cosa que se reprochó-"Espero que no pregunte por los detalles"- Pensó Marinett nerviosa, ya que no se le ocurría nada para explicar cómo se había marchado su otro yo.

- Ah- No parecía interesado en darle más vueltas al asunto-Me quedaré aquí un rato más falta menos de dos minutos para destransformarme, así que puedes entrar, está haciendo frío aquí afuera y no deseo que mi princesa se enferme.

- Está bien, si necesitas algo…-Comenzó a decir ella.

- Queso- Dijo él sin pensarlo, interrumpiéndola en la mitad de la frase.

- ¿Queso?- Preguntó extrañada- "¿Es un gato y pide queso?"

- No me mires de esa forma, no te iba a pedir pescado- Dijo burlonamente Chat Noir.

-Ok…, haré como si no me pareciera extraño- Dijo Marinett mientras alzaba una ceja- Ahora te lo traigo.

- Ah, sí es camembert mucho mejor-Dijo el héroe y ante eso la chica rodó los ojos.

Al poco tiempo la ojiazul había regresado con el dichoso y apestoso queso, no sabía cuánto de este necesitaba su compañero, sin embrago solo le había traído una porción pequeña a escondidas, para no llamar la atención de sus padres. Después de todos qué era que les iba a decir como excusa, no hubiese sido bueno también informarle sobre la presencia de cierto gato, el cual parecía contento y algo ansioso cuando la vio llegar con el camembert.

- ¡Lo trajiste! – Le quita rápidamente el queso de las manos- Gracias mi princesa- Sonríe- En un rato voy a la habitación, ve adelantándote.

- Entiendo, es para no ver tu identidad- Dijo Mainett mientras se daba vuelta, dispuesta a marcharse.

- Créeme, te decepcionarías si lo supieras, así que te hago un favor- Dijo en voz baja el joven, haciendo que la pelinegra volteara a verlo.

-Chat…

-Princesa fuera, o mejor dicho, dentro- La empuja hacia habitación- Hablaremos después si tanto lo quieres.

-No es eso y puedo caminar Chat- Dijo ella algo molesta.

Justo cuando Marinett entra a su cuarto, la transformación de Adrien finaliza y aparece un cansado Plagg a su lado. El joven suspira y baja su mirada, clavándola en el piso ¿Qué se supone que estaba haciendo? A ese paso solo estaba causando molestias a su amiga, sin mencionar que había preocupado a su Lady, aunque de cierta forma le gustaba que su compañera de batallas sintiera eso por él, pero la verdad es que no quería ser una molestia para ella. Al final se encontraba arrastrando a dos chicas buenas en sus problemas, los cuales no se sentía con suficientes fuerzas para hacerles cara, su padre realmente estaba enojado ese día y no quería ni imaginarse como se encontraría en esos momentos. Quizás era bueno desaparecer por un tiempo, aunque sabía bien que eso era lo peor que podía hacer y más para su progenitor.

- Adrien…-Lo llamó su kwami, quien extrañamente no se quejó como lo hacía siempre después de que se terminara la transformación.

-Plagg… estoy haciendo lo mismo que ella… ¿No?- Cubre su rostro con una de sus manos- Mi padre no se merece eso, pero… yo no puedo seguir así.

-Lo hecho está hecho, mañana pensaremos que hacer- Mira el queso que sostenía el chico- Camembert- Dijo mientras le brillaba los ojos.

- Bueno- Suspiró- Todo tuyo Plagg…- Dijo, pero antes de terminar de hablar, el kwami ya estaba devorando el queso.

-Delicioso ¡Un manjar!- Se lamió la boca y luego miró a Adrien- Te recuerdo que quizás no dure la transformación todo el resto de la noche.

-Descuida, me las arreglaré- Dijo él mientras sonreía levemente, para luego transformarse- No hubo diferencia- Mira sus manos- No sentí nada como antes…

-¿Chat?- Preguntó Marinett desde el interior de su habitación-¿Está todo bien?

- …Claro mi princesa-Se apresuró a contestar Chat Noir, aunque eso estuviera muy lejos de la verdad.

Lo que siguió después de que Chat ingresara a la habitación solo fue incomodidad, no era como si ambos estuvieran dispuestos a hablar mucho sobre el otro y cada vez que empezaban un tema de conversación, este se abandonaba al poco tiempo. A parte cada uno estaba algo perdido en sus pensamientos y más Adrién, el cual no dejaba de repetir en su mente la conversación que había tenido con su padre y todo lo que hizo luego de eso. No era como si lo hubiese pensado mucho y menos cuando acepto la idea de Ladybug de quedarse en casa de Marinett y más sabiendo lo que significaba eso. Por otra parte, la chica cada tanto lo miraba de reojo, algo incómoda, no solo por la presencia del héroe, sino por la mirada fija que este tenía sobre ella, no la apartaba y esta parecía ver su interior, como si pudiera saber todo de ella, hasta sus secretos.

-¿Vas a observarme toda la noche?-Preguntó incómoda la ojiazul.

-¿Tanto te molesta princesa?-Preguntó Chat mientras inclinaba un poco su cabeza.

- Olvídalo- Mantiene su mirada por un momento- La noche es fría, es mejor que te dé algo para cubrirte.

- Estoy bien- Le sonríe levemente- No te preocupes.

-No digas eso, cuando uno lo dice, lo que hace es que el otro se preocupe-Dijo Marinett.

Entonces la pelinegra se dirige hacia su placar y revuelve un poco las cosas que tenía allí, hasta encontrar una de sus mantas, la más grande y calentita que tenía. La joven sonrió y se dio media vuelta para ver al héroe, quién seguí teniendo su mirada fija en ella, haciendo que la chica deseara que dejara de hacer eso.

- Si llegas a tener frío puedes cubrirte con esto- Le extiende la manta, la cual él mira con curiosidad antes de aceptarla.

-Gracias princesa- Se queda observando lo que la joven le había dado, este era de color verde y suave al tacto -Buen color.

-Bueno, ya es tarde, mejor me voy a dormir- Dijo ella mientras se disponía a apagar la luz y seguido a eso se acostaba.

- Buenas noches princesa- Los ojos del héroe brillaron en la oscuridad.

- Buenas noches Chat- Dijo ella mientras se cubría con las sábanas y cerraba los ojos, a pesar de todo se duerme casi al instante con la mirada observadora del chico, quién no parecía que iba a conciliar el sueño esa noche.

Marinett se despertó por el sonido de su despertador y miró su alrededor algo somnolienta, seguido a esto parpadeó varias veces al no ver a Chat Noir, él había desaparecido, o al menos era eso lo que parecía a simple vista. Entonces ella se sentó y con su mirada observó bien todo, hasta que algo en particular le llamó la atención, eso era… ¿Un bulto de tela que se encontraba en el suelo al lado suyo?… ¿Eso era lo que creía que era? Negó con la cabeza mientras seguía preguntándose cuándo había sucedido eso y lo gracioso que le estaba pareciendo. Sonrió un poco, evitando reírse, se inclinó un poco y tocó con una mezcla de curiosidad y desconfianza la "montañita", haciendo que esta se moviera y se escuchara un pequeño gruñido de molestia. Ya no tenía dudas, era él.

-¿Chat?-Preguntó ella mientras alzaba una ceja.

-… ¿Princesa?- Preguntó él con voz cansada mientras todavía estaba completamente cubierto.

- ¿Por eso eres un rollito de mantas?-Le cuestionó ella, quien no sabía cuándo este se había acostado cerca suyo.

- Ni preguntes- Le respondió mientras se destapaba lo suficiente para que solo se le viera los ojos- A parte estoy destransformado, no pienso salir así.

- ¿Qué?- Lo mira con atención, aunque estuviera tapado de pies a cabeza, los ojos que este dejaba ver eran de un verde diferente de cuando era un héroe, era de un color tan hermoso y profundo que hacía que se perdiera, tan familiar que le sacaba el aliento…

- Princesa- La llamó al verla perdida en sus pensamientos, lo cual lo incomodaba y le hacía ponerse algo nervioso por si descubriera quién era realmente.

-¿Q-qué? Sí- Dijo la ojiazul con rapidez, saliendo bruscamente de sus pensamientos.

- Si me trajeras queso sería ese espectacular héroe gatuno que supuestamente todos adoran- Se movió algo incómodo- Si no es mucha molestia, no quiero seguir siendo un "rollito"

-E-entiendo, espérame un segundo, y-ya vuelvo- "Por un momento me recordó a Adrien"- Pensó ella mientras se dirigía a buscar lo que le había pedido el chico y trataba de sacarse ese pensamiento de su mente.

-Parece que ya se fue, así podré tener mi camembert- Dijo Plagg, quien estaba incómodamente escondido junto con el chico.

- Estamos teniendo suerte que no nos descubra, menos mal que anoche me prestó esta manta.

Adrien recordó la noche anterior, Marinett al poco tiempo se había quedado dormida, sin embargo él seguía sin lograr que el sueño lo venciera. Quizás era porque no estaba cansado, tal vez solo por el hecho de estar en casa de su amiga de vez de la suya, o lo más probable era las palabras de su padre que no lo dejaban en paz y todo lo que él había hecho por ello. Destruyó su cuarto, escapó como un cobarde, se refugió como gato evitando la lluvia, ocasionando problemas a su Lady y a la dulce Marinett ¿Cuánto tiempo se suponía que iba a estar así? ¿Podía caer más bajo? Se podría decir que estaba bajo tierra, o mejor cubierto bajo una manta, la cual le daba mejor sensación de protección que siendo Chat Noir.

-Ya está- Dijo Marinett una vez que regresó-Toma- Se arrodilla y le deja un plato con queso a su lado.

-Me salvaste princesa-Dijo el ojiverde y en ese momento la ojiazul imagino su sonrisa.

-Aunque no está nada mal cómo te ves ahora- Dijo la pelinegra mientras le sonreía, algo divertida.

- ¿Enserio? ¿Qué soy ahora? ¿Súper rollito? La forma de combatir el mal calentito, no me hagas imaginármelo- Dijo él burlonamente y ante esto sus ojos brillaron un poco.

- Sería divertido- Se ríe- Al parecer te sentís bien ahora- Dijo ella, pero habló demasiado pronto, los ojos del chico se oscurecieron un poco.

- Define sentirse bien y después hablamos- Dijo él sin emoción alguna.

-Chat…- Comenzó a decir, pero fue interrumpida por la voz de su mamá, quien la llamaba para desayunar- Creo que me tengo que ir.

- ¿Y mi comida?- Preguntó él.

- Confórmate con tu queso gatito- Dijo ella mientras señalaba el plato.

- Me voy a morir de hambre- Se quejó y más sabiendo que todo era para Plagg.

-No exageres, después te traigo algo, pero procura quedarte aquí, mis padres no tienen que verte.

- Entiendo…, no quiero molestar, ya pensaré que hacer, pero por ahora solo te pido que me soportes- Dijo Chat Noir mientras desviaba su mirada.

- Chat…- Dejo de hablar por un momento- Solo quédate en la habitación, yo tengo que ir a la escuela.

- No me moveré de aquí, no tengo a donde ir de todos modos-"Ahora que lo menciona también me voy a ausentar al colegio"-Pensó él, cosa que de cierto modo le entristeció un poco, ya que era su único medio para estar con sus amigos.

- Yo…- Mira el rollito que la observaba fijamente- No te puedo hablar seriamente en tu estado, charlaremos de lo serio cuando regrese y estés normal- Dijo Marinett que sabía que era gracioso la forma en la que estaba el héroe de París.

- Sí, no tengo mucho encanto como un "manti-rollo", el gato negro me queda como guante- Dijo él, dejando de lado el tema anterior.

- Como digas, ya se me hizo tarde y todavía me falta tu comida- Dijo ella, quien se apresuró a marcharse de allí mientras Chat solo se limitaba de seguirla con la mirada.

Una vez que Marinett llegó a la escuela, después de haberle o que sea dado un mini desayuno a escondidas a su héroe refugiado, se sorprendió un poco al no ver a Adrien, él nunca faltaba al colegio, solo esperaba que no fuera nada malo. Sin embargo ella no pudo concentrarse en toda la clase por ello, estaba preocupada por el ojiverde, cosa que notó fácilmente Alya que lo único que le podía decir era palabras tranquilizadoras y tratar de animarla, aunque de verdad tanto ella como Nino estaban igual que la pelinegra, preguntándose por el Agreste. Al final habían quedado que irían a verlo en su mansión cuando finalizaran las horas escolares del día, sin embargo nadie contó que habría una persona akumatizada que cancelaría los planes e hiciera que Marinett se viera obligada a transformarse e ir a la persecución del nuevo villano. Ladybug tenía que apurarse, las personas que habían sido atacadas se encontraban heridas y pérdidas en sí mismas, haciéndole pensar que no solo las dañaba físicamente.

- Es rápida- Salta al techo de una de las tantas casas de allí- La perdí, no creo que pueda hacer esto sola ¿Qué espera Chat para venir? No creo que se haya tomado enserio lo de no salir de mi habitación.

- Al parecer te abandonaron ¿Qué se siente?- Dijo la persona controlada por Hawk Moth, quién la observaba burlonamente.

Se trataba de una mujer de estatura mediana, su atuendo era una especie de kimono totalmente negro, sin ningún tipo de decoración, exceptuando los cinco pequeños símbolos de mariposas, por lo cual uno lo podría comparar con tipo de prenda japonés tradicional llamada mofuko. Su pelo era azul recogido en un rodete, el cual no lo agarraba por completo y dejaba caer pequeños mechones que cubrían parte de su rostro. Entre sus manos sostenía un pequeño abanico negro con un diseño de mariposas azules en vuelo, por lo que se notaba a simple vista que era el objeto que contenía el akuma.

- Eso no es verdad.

- Que seguridad que tienes- Se cruza de brazos- ¿Cuánto durará eso? Me será divertido descubrirlo.

-Lo divertido sería comprobar que solo sabes maullar y no arañar- Dijo Chat Noir, apareciendo por fin en escena.

- Chat, hay que tener cuidado, las personas que fueron atacados por ella no se veían nada bien- Dijo Ladybug mientras se acercaba a él.

- Que lo intente con nosotros, sea lo que sea lo que provoque- Dijo él mientras agarraba su bastón y miraba desafiante al enemigo.

- Ahora vera lo que puede hacer- Agita su abanico, por el cual salen unas especie de mariposas rojas que se separan y atacan en diferentes direcciones a los héroes.

- ¿Qué se supone que es esto?- Pregunta el ojiverde mientras atacaba a los insectos, pero estos esquivaban cada movimiento de este, para luego rodearlo y ocasionarle pequeños rasguños.

- ¡Chat!- Grita Ladybug, para luego golpear con su yoyo a las mariposas para ayudar a su compañero, pero por culpa de eso dirige la atención de los pequeños seres hacia ella.

-Eso no servirá, ahora verán todo mi poder- Dijo mientras cerraba su abanico, al mismo tiempo que se reía.

-¿Q-qué es esto?-Preguntó la pelinegra mientras sentía un fuerte dolor en su pecho y en su mente no dejaban de pasar recuerdos dolorosos y voces hirientes que la lastimaba más y más, no solo psicológicamente, sino que también físicamente-Todo eso no es cierto…

- ¿Duele no? Las palabras pueden herir más que mil cuchillas– Preguntó la mujer akumatizada mientras sonreía satisfecha por el sufrimiento de Ladybug, quién ya estaba llena de cortadas por todo su cuerpo- Ríndete y entrega tus Miraculous.

- Déjala- Dijo enojado Chat Noir mientras tomaba impulso con su bastón para atacarla, pero la mujer solo se rió al mismo tiempo que lo esquivaba fácilmente, pero al hacer esto perdió su concentración y las mariposas que atormentaban a la pelinegra se desvanecieron.

- Mi Lady ¿Se encuentra bien?- Preguntó Chat preocupado mientras se acercaba a ella quien solo consiguió asentir con la cabeza mientras se abrazaba a sí misma- No importa lo que te hayas visto o escuchado, eres Ladybug, la salvadora de París, una estupenda persona, astuta, inteligente y amable, solo recuerda quien eres realmente- "Uno no es lo que dicen los demás, no hay que hacer caso a esas cosas. Yo tampoco soy nadie para clasificarla, sin embargo de verdad quería que supieras como yo te veo y lo genial que eres ante mis ojos"

-Chat…- Comenzó a decir la ojiazul, pero fue interrumpida.

- Qué tierno ¿Dando ánimos Chat Noir cuando el único que claramente lo necesita eres tú?- Dijo la mujer del kimono mientras abría y cerraba su abanico-Ahora es tu turno gatito.

- Tú no sabes nada y no te perdonaré por lo que le hiciste a mi Lady- Dijo él furioso.

- Que gato más maullador y molesto- Dijo enojada mientras se disponía a atacar.

Las mariposas volaron hacia Chat Noir, quien esa vez no las atacó con su bastón, solo se limitó a quedarse quieto, dejando que estas lo rodearan. No parecía importarle las punzadas de dolor que estas le ocasionaba, sentía cómo pequeños cortes eran hechos en su cuerpo, como los malos recuerdos que había tenido y palabras negativas que había recibido lo inundaba ¿Cuál era la verdadera diferencia? Tenía presente todo eso que lo hacía daño ¿Cuánto más sufrimiento le iba a ocasionar? Sintió sus ojos humedecerse, su visión se nubló por las lágrimas, pero era diferente, todo lo veía de color escarlata.

- ¿Eso es todo?-Preguntó el héroe, ignorando las lágrimas de sangre que estaba derramando.

- Imposible, tendrías que estar retorciéndote del dolor-Dijo incrédula mientras retrocedía un poco.

- Cada palabra una puñalada, eso no me afecta, ya no- Con un solo movimiento de su bastón se deshace de las mariposas- Eres débil- Se acerca a ella- ¿Qué pensabas lograr con eso? ¿Tanto gusto te da hacerle daño a las personas?

- "Chat"-Pensó preocupada Ladybug mientras miraba a su compañero, no le gustaba verlo así y tenía que ayudarlo, pero se encontraba incapaz de hacerlo.

- ¿Pero qué?- Lo señala con su abanico y retrocede lentamente- Tu…

- Disculpe señorita- La interrumpió- Pero esto va a doler.

Entonces Chat Noir se apresura a atacarla con su bastón, golpeándola tan fuerte que la dejó inconsciente y antes de que esta callera sobre el techo del edificio, le quitó el abanico, seguido a esto, sin pensarlo ni dos veces, él lo rompió, dejando libre a la pequeña mariposa contaminada. Todo hubiese salido bien, si no fuera que Ladubug estuviera en malas condiciones.

- El akuma, se va a escapar-Dijo la pelinegra mientras trataba de levantarse- "¿Qué es esto? Me siento débil y a este paso…"

- Cataclismo- Dijo en voz baja Chat Noir.

- ¿Qué haces Chat?- Peguntó sorprendida mientras miraba como su compañero saltaba y atacaba con su habilidad a la mariposa, que con tan solo un rose de las garras del héroe se volvió cenizas.

- Una mariposa no es nada entre las garras de un gato- Dijo él, perdido un poco en sí mismo.

- Lo destruiste, desapareciste el akuma- Dijo Ladybug sin creerlo- ¿Por qué lo hiciste? Hay que purificarlo, no destruirlo.

- Si eso es lo único que puedo hacer, solo destruyo, no soy capaz de purificarlo como mi Lady- Dijo Chat sin emoción alguna, para luego darle la espalda y alejarse de allí, huyendo otra vez.

- ¿Qué te pasa Chat?- Se preguntó preocupada mientras tomaba fuerzas para levantarse- "¿Qué había sido lo que había visto y escuchado para que se pusiera de esa forma? ¿O solo era algo relacionado con lo que le sucedió anteriormente y todo lo que había pasado lo empeoró?"

Continuará…

¿Qué les pareció? ¿Fue un completo desastre? Se aceptan tomatazos.

Esta va a ser una historia cortita, por lo que quizás no tenga más de tres capítulos (al menos que me agarre la inspiración)

Espero que no haya tenido tantas faltas de ortografía y que les haya gustado.

Besos y abrazos psicológicos n.n

¡Hasta el próximo capítulo! (El cual espero y deseo actualizar pronto)

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