"Tatuajes"
Por: Yoana-Lawliet
Disclaimer: Bleach y todos sus personajes –hasta Renji– son propiedad de Kubo Tite-sama
Advertencias: Shonen-ai/Universo Alterno.
Nunca se imaginó, ni por un instante que Renji se apareciera a las dos de la madrugada en su casa. Y ni siquiera, en lo más remoto de su joven e inocente mente, en las condiciones en que lo haría. Su cara estaba llena de sangre, tenía una herida en el brazo y, al parecer, un golpe que dolía demasiado.
Cuando abrió la puerta, sólo pudo soltar unos ruidos y contener la respiración. Renji respiraba difícilmente, ya casi no podía mantenerse en pie. Y en un instante, sin pedir alguna explicación sobre la hora y la forma en la que se presentaba a su casa, se desplomó entre sus brazos. Y claro, cayeron los dos al piso. Pues el solamente era un estudiante de medicina y no un atleta, como Abarai.
Después de atenderlo y curar sus heridas, lo acostó en su propia cama. Las vendas tapaban un poco los tatuajes que Renji poseía en el torso, pero eso no impidió –gracias a un impulso del que nunca se arrepentirá– que pasará su dedo índice sobre la tinta imborrable que formaba líneas simétricas en el pecho del pelirrojo. Su corazón latía rápidamente, el nerviosismo que sentía Hanataro al saber que en cualquier momento despertaría Renji y no saber qué reacción tendría lo traicionaba.
Seguía recorriendo los tatuajes, Abarai se estremecía entre sueños. Hanataro disfrutaba eso enormemente, pues jamás y ni en sus mejores sueños, se atrevería a hacer "eso" de nuevo y menos con un Renji despierto, sano y libre de sedantes.
Ser un estudiante de medicina, que trabaja en un hospital y contar con un botiquín digno de cualquier hospital, tenía sus ventajas.
