El invierno regresa de nuevo, con ello los árboles están completamente deshojados, secos, parece que han muerto, pero nada de eso es así, todas las platas volverán a la normalidad en unos cuantos meses…es impresionante la naturaleza, pero ya quiero que termine esto.

-Mi nombre es Emeli, pero, todos me llaman Mily, la verdad eso no me molesta, pero a veces no tolero ese diminutivo. Yo ya tengo la edad suficiente como para dejarme de esas cosas. ¿Cuántos años tengo? Tengo 16 y me considero una persona madura y decidida, en fin dejare de hablar de mi. Comenzare con esto.

Estaba sentada en una banca algo oxidada de color gris, esa banca era de un parque que se encontraba a unas cuadras de mi casa, a ese lugar le faltaba algo de mantenimiento, aunque debía admitir que por alguna razón que ni yo misma entendía ese parque me resultaba tan acogedor. Siempre que tenia tiempos libres iba a sentarme en una banca de ese lugar, básicamente a perder el tiempo, pero ese no es el caso. Cada tarde después de salir de un agotador día de clases llegaba a ese parque y me sentaba en una banca que esta debajo de un gran árbol, tal vez tenga unos 80 años allí plantado, era enorme, de alguna manera estar sentada allí bajo ese enorme árbol y sus enormes ramas llenas de hojas me relajaba.
Pero como ya era invierno ese árbol estaba completamente seco, esa era una de las razones por las que odiaba el invierno, ya estaba deseando que se acabara esa horrible estación. No entendía como cuando yo era una niña me gustaba tanto el invierno, si, si lo sabía. Era por la nieve, me encantaba jugar con ella, pero como fui creciendo me di cuenta que esas eran tonterías, jugar con la nieve era cosas de niños y definitivamente no tenia tiempo para eso, ahora era toda una joven que no podía perder su tiempo en eso. Definitivamente no.

Estaba tan entrada en mi pensamientos cuando de repente vi que algo se movió justo a un lado de mi, no me di cuenta de que era, se movió de manera muy rápida, no le di importancia y seguí con mis pensamientos, pero de pronto esa cosa volvió a acercarse a mi, definitivamente esa no era una coincidencia. Algo me estaba espiando, así que decidí ir a ver que era.
Me levanté impacientemente de la banca en la que estaba sentada cómodamente, y camine hacia el árbol que estaba justo a un lado mio, pero no había nada, asi que decidí caminar hacia el otro extremo del árbol.

-Quien anda allí-escuche una pequeña risa atrás de mi, parecía como si hubiera tratado de contenerse para que yo no lo escuchara, pero tal parece que no funciono, esa molesta risa se escucho de nuevo, ya estaba colmando mi paciencia
-Esto no es gracioso, mas vale que salgas de donde estés o si no…-decía yo, viendo por todos lados para encontrar a esa persona que tanto me estaba molestando, pero a pesar de eso no lo pude encontrar, así que decidí resignarme y voltear a la nada
-O si no que-me interrumpió casi al instante, tal parece que era un chico por su voz
-O si no, yo…yo-no sabia que decirle, mas bien no sabia como amenazarlo
-Ni siquiera sabes hablar, valla que eres curiosa-esto hizo que mi paciencia llegara a su limite
-SI no te callas te golpeare!-Le grité
-mmm….no eres nada amigable-Me lanzo algo desde donde se encontraba, esa cosa cayo sobre mi cabeza, y el impacto hizo que diera unos pasos hacia enfrente, me toque la cabeza, era una bola de nieve, voltee rápido hacia atrás pero no había nadie, valla que se sabia esconder bien ese chico
-Pero que demonios, me tienes harta, Si te encuentro te mato!-camine hacia donde creía que estaba el chico pero no había nadie, me estaba cansando, además que se hacia mas difícil caminar con esa nieve cubriéndome hasta los talones, estaba nevando mucho.
-Eres muy graciosa, y valla que eres buena buscando cosas,-lo ultimo lo dijo con un tono de sarcasmo,
-Tu no eres nada gracioso, eres demasiado desagrada…-me interrumpió, porque empezó a tirarme muchas bolas de nieve mientras se reía fuertemente
-aahh..de-déjame, odio la n-nieve aaahh deja de tirarme nieve!- le decía mientras me cubría la cabeza
-Que amas la nieve?, porque no me lo dijiste antes, seré un chico bueno y te daré mas de lo que amas!- comenzó a aventarme mas bolas de nieve, esto hizo que yo saliera corriendo, y de pronto me tropecé con algo, esto hizo que me cayera a la fría nieve de pansa.

-Pero que fue eso?- volteé hacia atrás y vi un palo, parecía como los que usan los pastores, eso hizo que me tropezara, pero que estaba haciendo eso allí, quise levantarme pero no pude, ese horrible palo hizo que me lastimara el tobillo, y valla que me dolía
-O-oye estas bien?-volví a escuchar la voz de ese chico tan molesto e insistente, pero ya tenia suficiente, así que no le conteste ni volteé a verlo, solo me quede acostada boca abajo en la fría nieve.