Disclaimer: Ni Canción de Fuego y Hielo ni Juego de Tronos me pertenece. Todos los derechos a George R.R. Martin.
"Esta historia participa en el reto 'El frío y duro Norte' del foro Alas Negras, Palabras Negras".
Un verdadero norteño
Fuerte Terror nunca le había resultado tan silencioso hasta ese momento. Roose no se consideraba una persona sentimental (ni de lejos), pero a su hogar ancestral definitivamente le hacía falta Domeric.
Todavía recordaba a su vástago, alto y esbelto, de mandíbula afilada y ojos incoloros; un Bolton verdadero, un hijo del norte. Él iba a ser el siguiente señor de Fuerte Terror e iba a dirigir a su casa como lo había hecho siempre: una vida tranquila con un pueblo tranquilo. Ahora no tenía heredero, su segunda esposa se moría de fiebres y lo único que le quedaba era ese asqueroso bastardo suyo, el Nieve.
Hacía siglos atrás, Roose tal vez hubiese despotricado, chillado y llorado en vano por su hijo perdido, pero las sanguijuelas le habían arrancado todo sentimiento; ahora solo había una vaga indiferencia y la firme certeza de que Ramsay tenía algo que ver. En su mente se formaban mil y una ideas de tortura contra su bastardo, ese maldito niño que tenía que haber matado cuando la puta del molinero se lo mostró, pero quien mataba a sangre de su sangre estaba maldito ante los hombres y los dioses. También estaba el asunto de la herencia, pues necesitaba a un vástago suyo mientras conseguía salvar a su señora esposa (y que los dioses le amparasen cuando le contasen la noticia) y tener otros hijos.
«Todos muertos en barriga y cuna, todos en sus tumbas menos ese asqueroso Ramsay.» Roose había oído sobre el bastardo de su señor Eddard Stark, Jon, un muchachito solemne y mejor amigo del heredero del norte, Robb Stark. Él podría haber trabajado con un bastardo así, consciente de su posición social y con un carácter digno. Ramsay era poco más que un salvaje, arrogante y sádico, sin mencionar que su madre mil veces maldita le había inculcado la creencia que era un "verdadero Bolton".
«Pero no importa —pensó, mientras veía a las sanguijuelas sorberle la sangre mala—. Conseguiré otro hijo, otra esposa si es necesario. Y cuando llegue el momento, Ramsay no será más que un triste pedazo de carne ensangrentada».
Porque un hombre desnudo tiene pocos secretos; uno desollado no tiene ninguno.
Notas de la autora: Lo admito, Roose es uno de mis personajes favoritos del Norte, y lo considero un norteño más verdadero que el propio Ned Stark (y hasta un cactus es mas norteño que Ned, que vivió gran parte de su vida en el Nido de Águilas). No dudé ni un momento cuando se me dio la opción de escribir sobre alguien del Norte x'D aunque hubo algunos problemas con la cronología (¿Domeric murió antes que su madre? ¿Tenía Jon trece o doce años? ¿Dónde estaba Ramsay), espero que les halla gustado.
¿Review?
