BETTER FIND SAUL!

Cruzando el desierto enlatado

- Buenas noches... quisiera solicitar un filtro de polvo para una aspiradora Hoover Max Extract 60 Pressure Pro - la voz de Jesse sonaba eufórica y aterrada; la llamada al extractor la hacía desde el teléfono de Francesca, quien se encontraba en el suelo temblando mientras Jesse la encañonaba con una 38 descargada. Por supuesto ella no lo sabía, por lo que tuvo que acceder al pedido de Jesse inmediatamente; tras negar saber dónde estaba Saul, lo único que pudo proporcionarle era el teléfono de la última persona que lo había visto.-
Tras unos pocos minutos el extractor devolvió la llamada.-
- ¿Qué tan urgente necesita ese filtro? - la voz del tipo se escuchaba apagada del otro lado.-
- Mañana al amanecer... pagaré el triple por la urgencia - contestó Jesse bajando el arma y respirando aliviado.-
- Bien. Hasta mañana.-
Cortó la llamada y rompió el teléfono de Francesca.-
- Oye... - murmuró acuclillándose junto a la mujer - No lo tomes como algo personal, pero la razón es que Saul es la única persona que puede ayudarme en este momento - agregó tragando saliva.-
Francesca chasqueó la lengua en señal de desaprobación, pero en ningún momento giró su rostro para observar a Jesse.-
- ¿Crees que lo encontrarás? - le preguntó irónica - ¡Saul no es tonto! ¿Qué te hace pensar que un niño como tú podrá dar con él? - agregó removiéndose un poco.-
Jesse largó una risita sarcástica.-
- El dinero... - contestó Jesse - Estoy dispuesto a entregarlo todo con tal de encontrarlo - agregó con nostalgia. Saul Goodman, la última persona que había descendido al abismo y que aún estaba con vida... la única persona que de alguna forma cargaba con las cenizas del Infierno pegadas a su corazón.-
Y debía encontrarlo, costara lo que costara.-

El extractor no se encontraba muy a gusto con la presencia de Jesse; no solía dar segundas oportunidades, pero conocía el caso y sabía en el aprieto en el que el chico se encontraba. También había recibido un incentivo, por fuera de su arancel, de parte de Saul Goodman para que en caso de que el chico lograra dar con él, no se negara a realizar la extracción... lo cierto era que el abogado le había pedido que no revelara a Jesse el lugar donde había comenzado su nueva vida porque luego de su último encuentro desconocía qué tipo de intenciones tendría el chico para con él, pero tampoco quería simplemente dejarlo a su suerte por lo que fue muy preciso al darle el dinero tras hacerle prometer que ayudaría al chico. ¿Qué había entre esos dos? Era una respuesta difícil para un tipo tan sencillo como Ed.-
- Ha pasado el tiempo muchacho y no estás tan complicado... Por lo menos no existe ninguna prueba fehaciente que te involucre con Walter White - murmuró Ed tras unos minutos de silencio - podrías quedarte en Alburquerque si así lo deseas - agregó poniendo el guiñe y girando en una calle de un barrio de clase media-baja.-
- Quiero irme al carajo y que le den por el culo a ABQ - contestó Jesse con tranquilidad.-
- Debido a tu situación que es bastante sencilla y al arancel que me vas a pagar, puedo darte la opción de elegir el lugar donde irás - murmuró Ed aminorando la velocidad - ¿Has pensado en alguno?.-
Jesse tragó saliva y observó al extractor directamente a los ojos.-
- Llévame donde sea que hayas llevado a Saul Goodman.-
Ed largó una risita y comenzó a negar.-
- Vaya, el hombre tenía razón en todo cuanto me dijo de tí - contestó el hombre mientras aparcaba en un local cuyas vidrieras estaban llenas de polvo - Pero se mostró bastante reticente en que supieras dónde se encontraría iniciando su nueva vida. Ya sabes, pasado-pisado - agregó mientras apagaba el vehículo y me indicaba que descendiéramos.-
Jesse comenzó a seguir a Ed hasta la puerta del local y mientras éste colocaba la llave en la cerradura, observaba el vecindario, para luego adentrarse junto a Ed al interior del local de aspiradoras.-
- Te daré cien de los grandes - murmuró el muchacho observando al extractor - No, mejor pon el precio tú - agregó tras ver la cara de reprobación del hombre.-
- Párate allí Pinkman - indicó señalándole una lámina celeste desplegada en un rincón del local. Tomó una fotografía y comenzó a elaborar la nueva identidad de Jesse.-
- Vamos, viejo - comenzó a suplicar el muchacho observando la espalda del hombre - Será una casualidad, jamás se dará cuenta de que me llevaste hasta allí... Necesitó hablar de esto con alguien que lo entienda... vamos, estoy solo y jodido - agregó desesperado.-
- ¿Cuántos años tienes, hijo? - preguntó Ed sin mirarlo mientras completaba sus datos en el ordenador.-
- Veinticuatro - contestó Jesse - Oye, anciano... no desvíes el tema de conversación.-
Ed se dio la vuelta y observó al muchacho directamente a los ojos.-
- Un millón - dijo imperturbable, alzando sus cejas, sin despegar su mirada de los ojos celestes de Jesse - Un millón e irás donde está Saul, pero te encargarás tu mismo de encontrarlo - agregó con un tono que no daba lugar a ningún tipo de negociación.-
Jesse comenzó a asentir, sin poder esconder la sonrisa que comenzaba a asomar en su juvenil rostro. El dinero no arreglaba las cosas del todo, pero por lo menos serviría en ésta ocasión. Y vaya que lo haría.-
- Genial, que sean un millón - contestó mientras tomaba el dinero del bolso y lo dejaba sobre la mesa donde Ed se encontraba trabajando.-
- Bien... en ese caso tu nueva identidad será Bruce Kidnap, vivirás en Omaha en el Estado de Nebraska; no puedo brindarte información precisa de dónde se encuentra tu hombre, pero si quieres dar rápido con él te aconsejaría que tomes un trabajo en el cine del barrio de Millard, es lo único que puedo ofrecerte - agregó mientras me indicaba el lugar donde dormiría - Descansa hijo, mañana partiremos a primera hora hacia allí y recuerda, nunca te sugerí ir allí fue algo... químico ¿comprendes?; ya sabes, Saul es mi mejor cliente y suele darme mucho trabajo, no me gustaría que se sienta traicionado por mí.-
Jesse asintió y se acomodó en el catre para descansar; mañana sería el primer día de su nueva vida pero los fantasmas de Alburquerque lo acompañarían sin tregua.-
Mordió su labio inferior tras pensar en un reencuentro con Saul; no sería sencillo luego de la paliza que le había propinado pero también sentía que el abogado lo estaba esperando sea donde fuera que estuviese.-
¿Química? Que se joda la muy maldita. Los deseos, los sentimientos... no tenían nada que ver con la química.-

La mañana siguiente Ed le indicó a Jesse que subiese a la Van rentada; llevaba varias aspiradoras y accesorios en el furgón.-
- Viajarás en la cabina, conmigo; nada de cigarrillos, nada de comida. No debe haber rastros de tí en el asiento del acompañante - el hombre comenzó a hablar mirando a Jesse directamente a los ojos - Una vez que tomemos la ruta 40 te meterás en el tambor de la aspiradora industrial y viajarás allí hasta la intersección de la ruta 25 y la 556.-
- ¡Viejo eso es demasiado tiempo allí dentro! - espetó Jesse consternado.-
Ed largo un resoplido y puso el motor en marcha.-
- Pues tu otra opción, que por supuesto no es la mía, es viajar aquí en la cabina y arriesgarte a que los Federales o la Policía de Camino nos detenga por cualquier motivo y reconozcan tu rostro - agregó mientras daba marcha atrás y se dirigía hacia la Avenida Carlslile con dirección al Norte.-
El muchacho largó un ruidoso suspiro.-
- Iré ahora a la parte trasera... avísame cuando tenga que meterme en la lata - dijo Jesse algo irritado.-
Ed sonrió y observó cómo el muchacho pasaba por el asiento hacia el furgón y se sentaba sobre la rueda.-
- Agradece que me tomé la molestia de vaciar el tambor de la vieja Dongguan, el único modelo disponible con un cilindro lo suficientemente grande para que quepa cómodamente un adulto.-
Jesse pasó su mano por encima del metal.-
- ¿Quién puede necesitar una aspiradora tan grande? - preguntó con cierta curiosidad.-
- Si te digo dónde estuvo esta aspiradora dudo que quieras meterte en su interior - contestó el hombre sin poder evitar la sonrisa que se dibujó en su rostro.-
- Caí en un baño químico - dijo Jesse largando un fuerte suspiro - Gajes del oficio, supongo.-
Ed observó a Jesse por el espejo retrovisor y no contestó.-
- ¿Saul tuvo que viajar en una de estas? - preguntó el muchacho tras unos minutos de silencio.-
Ed negó.-
- Viajó de polizón en un tren hasta Pueblo Sandía; llevé su equipaje y allí lo recogí, fuimos normalmente hasta las afueras de Nebraska. Y allí lo dejé.-
- ¿Sigue llamándose Saul Goodman?.-
El hombre chasqueó su lengua y comenzó a negar.-
- Absolutamente no. Pero es algo que no puedo brindarte, hijo - contestó Ed - Estamos cruzando Indian School, ve metiéndote dentro del tarro.-
Jesse largó un fuerte suspiro y sacó la tapa de la lata para encontrarse que en su interior había un pequeño almohadón y un retazo de alfombra. Se metió en su interior como si fuese una sardina y permaneció allí a oscuras; sólo entraba un haz de luz por una pequeña abertura a la altura de su cuello. Cerró sus ojos y decidió descansar el tiempo que pudiera.-

Ed golpeó con fuerza el tambor, haciendo que Jesse despertara sobresaltado.-
- ¡Hijo de perra! - gritó en el interior mientras hundía su rostro en el pequeño almohadón.-
- Primer parada - informó Ed mientras acomodaba algunos accesorios de las aspiradoras que habían rodado por el piso de la Van - ¿Qué quieres para comer? - preguntó el hombre mientras observaba cómo el muchacho asomaba su cabeza y sus hombros por la abertura del tarro de aluminio.-
- Algo de pizza, Cheetos y Pepsi, por favor - contestó mientras restregaba sus ojos y salía completamente de la aspiradora para sentarse sobre el tambor y girar su rostro hacia el parabrisas para ver el lugar donde se encontraban, pero no podía ubicarse con exactitud.-
- Puedes bajar si necesitas orinar; comes fuera y luego subes a la cabina, conmigo - ordenó Ed mientras dejaba la puerta abierta de la Van y se dirigía hasta un puesto caminero.-
Jesse descendió cubriendo sus ojos celestes del fuerte sol que se cernía sobre el pueblito de Timpas, Nuevo México. Observó la espalda de Ed alejándose, mientras una brisa caliente levantaba un poco de arena del desierto a su alrededor.-
El hombre ingresó en la pequeña tiendita y Jesse caminó unos pasos alejados de la Van, detrás de unas rocas que se encontraban al costado del camino, para bajar su bragueta y comenzar a orinar; ¿Qué demonios estaría haciendo Saul en éste preciso momento? Jesse sonrió pensando en que quizás el hombre también estaría pensando lo mismo de él y sintió una conexión muy extraña. Aún no podía precisar qué le sucedía con su abogado, pero sabía que no era nada parecido a lo que había pasado con el señor White... por lo menos no llegaba hasta ese extremo tan insano, cargado de sadismo. ¿Encanto? Si, quizás era la cualidad que poseía Saul que simplemente hacía que Jesse deseara estar a su lado. Y empatía; el hombre sabía la magnitud de la situación en la que ambos habían estado envueltos y quizás estuviese pasando por la misma mierda que el muchacho, despertando sudoroso por las noches, olvidándose cosas o simplemente angustiado en los momentos de profunda soledad.-
Jesse subió su ropa interior y prendió el botón de sus jeans para dirigirse hasta la Van donde Ed se encontraba comiendo en el interior de la misma; el hombre le pasó sus cosas por la ventanilla y Jesse se acomodó en el polvoriento piso, a resguardo de una gran roca escrita con aerosol que proporcionaba algo de sombra.-
Abrió el paquete de Cheetos, metiendo algunos en su boca y se sintió reconfortado; dio un gran bocado a la media pizza que Ed le había comprado y se dio cuenta que era la primer comida caliente que comía en días. Hacía una eternidad que no comía algo preparado en casa y tenía la urgencia de poder hacerlo; comer en una mesa, con cubiertos y toda esa mierda... y luego disfrutar un helado frente al televisor, en compañía.-
Mientras masticaba pensaba en lo mucho que echaba de menos hablar con alguien de cualquier cosa que no involucrara a la Meta, pero también se figuraba que el Capitán Cook había muerto el mismo día que Walter White había llegado a su jardín trasero, proponiéndole cocinar.-
Si, la Meta hacía tiempo formaba parte de su vida, el producto que fabricaba antes de que Walt entrara en su vida era pésimo, pero lo colocaba; aún así seguía siendo Jesse en casa de su tía, Jesse con todos sus amigos vivos... Jesse sin tener que disolver cadáveres ni asesinar a quemarropa a un tipo que nunca había visto, Jesse sin tener que despertar con una novia muerta ni presenciar el asesinato de otra.-
La culpa no había sido de la Meta después de todo; era algo que simplemente nunca iba a desaparecer, así que por qué responsabilizarla de todo el daño que había provocado.-
La culpa la tuvo el maldito cáncer... ¿la química del cuerpo? quizás, quizás fue un proceso químico de quién-sabe-qué-mierda lo que provocó que un tipo que nunca había fumado en su vida se le desarrollara un cáncer de pulmón y se convirtiera en un jodido loco a causa de, quién sabe, sus células cancerosas... o quizás fue algo pre-destinado, lo suficientemente macabro para que todo se viera envuelto con todo y que todo hubiese servido para nada.-
Algo Kafkiano. Creado sólo para existir dentro del problema mismo, imposible e inútil de buscarle y encontrarle un motivo; algo de lo que simplemente era imposible salir.-
Y Saul debía saber que eso había terminado... que la espiral de la locura seguía girando, pero en otra dimensión, nada parecido a lo que había sido meses atras.-
Jesse tragó saliva al pensar en cómo se sentirían tras verse. ¿Se ignorarían? ¿Se abrazarían? ¿O simplemente harían un gesto y cada uno seguiría su camino?... ¿O serían incapaces de separarse por el simple hecho de tener alguien que les recordara quiénes habían sido?.-
El muchacho mordió su labio inferior al pensar en esa posibilidad y se dio cuenta que ése era su deseo encubierto.-
No podía entender qué tipo de sentimientos albergaba para con Saul, pero era conciente de que era algo muy fuerte... algo tan fuerte que había pagado la suma de un millón de dólares para atravesar el desierto dentro del cilindro de una vieja aspiradora China.-
Ed encendió el motor del vehículo haciéndole notar que debían continuar. Jesse apuró su lata de Pepsi y dejó la basura junto a la roca, para dirigirse con agilidad hasta la Van y adentrarse en la cabina delantera de la misma.-
- La recta final, Hijo - murmuró Ed mientras comenzaba a recorrer la ruta - Llegaremos a Nebraska entrada la noche; puedes fumar pero no dejes la colilla aquí dentro - agregó con tranquilidad mientras le indicaba que bajara la ventanilla.-
Jesse prendió un cigarrilló para inhalar profundamente e inmediatamente exhalar el humo por sus labios; se relajó en la butaca y sonrió, sintiendo que el viento cálido que se colaba por la ventanilla, despeinaba su alborotado cabello y cómo su corazón comenzaba a latir con ansiedad en su pecho.-

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