Dieciséis
Escrito por Megumi Asakura

Ayer a la tarde lo fue a ver. Pasó por una florería y le pidió al joven que atendía dieciséis flores blancas...

Sólo señaló con su dedo, aquél que tantas veces lo había señalado a él, y dijo "De ésas dieciséis". No le importaba ni cómo se llamaban, sólo quería llegar lo más rápido posible, pero... ¿Por qué?

Lo miró por un rato y luego se agachó más o menos a su altura. Le dejó las dieciséis flores blancas. Toda de negro, el chico del negocio sabía porqué blancas. Porqué de negro.

-Sólo quiero que sepas... que... son para ti. Sé que no regresarás más, y no quiero molestarte. -dijo suavemente. Una brisa fría sopló y movió las copas de los árboles, su rubio cabello, su vestido, y una lágrima. La expresión de su semblante no cambiaba. No comprende lo fría que había sido mientras él aún estaba presente. Y ahora ya es una costumbre el no sonreír, el no llorar, el no cambiar la expresión de su semblante.

Lo contempló por un rato más y recordó las últimas palabras antes de irse: "No me extrañes, ya no tengo nada que hacer aquí. No regresaré. Sólo ahora sé que te amo.". Y ella vio cómo la ambulancia se lo llevaba.

Él lo había presentido, y ella también. Por eso, no dijo nada y trató de no perderlo de vista por el mayor tiempo posible. Ahora sólo quedaba el recuerdo.

Se retiró del lugar silenciosamente hacia la casa en la que habían estado los últimos momentos, juntos, solos y callados, esperando algo. Esperando. Sólo esperando. Las horas pasaron, hasta que él se animó a preguntar:

"¿Sabes algo?" A la joven le llamó la atención tal pregunta.

"¿Mmm?"

Respiró profundo y solamente dijo dos palabras, pocas en sílabas, profundas en significado "Te quiero". Ella pensó ésto no era normal en él. Lo miró silenciosamente, esperando algo más.

"¿Sabes algo? Eres mi destino, sí, lo sé, pero no me animaría a decir eso. Realmente eres valiente. Y yo también te quiero" las palabras de la chica lo habían dejado asombrado. ¿Realmente era la persona que que había conocido en aquella tarde calurosa de principios de julio¿Era ésto real? Permaneció en silencio.

"Quería escucharlo de ti. Ahora me puedo ir al más allá tranquilo" bromeó.

"¡Oye! Sabes que no me gustan ese tipo de bromas" le dijo a medida que se levantaba. Sintió fuertes brazos a su alrededor. No dijo nada porque no lo necesitaba. Se sobreentendía que estaba feliz. Pero¿por qué la estaba abrazando? Había muchas preguntas que necesitaban respuesta; una respuesta clara y precisa. Pero no estaba.

Hoy, en su cumpleaños número dieciséis, ha desaparecido para siempre. Se llevó junto con él la alegría de esta joven que lo amaba mucho, aunque nunca se lo demostró, se llevó muchos secretos que ella esperaba que fueran revelados y soltarlos para que sean libres, se llevó... miles de recuerdos, únicos, maravillosos.

Se llevaron su vida engañándolo con que donde iba ahora estaría mejor. Creyó y dejó tristeza y lágrimas a su paso. Ahora sólo están los viejos recuerdos de ayer. Y ella se siente la culpable. Ella se echa encima todas las culpas y las asume en su nombre. Aún no sabe que fue una fría decisión de ambos, más que nada, de él.

"Te recordaré siempre"

Se paró rápidamente de ese lugar y se fue caminando a casa, tomando la mano imaginaria y del recuerdo de él...

Y no sabe que la está observando, muy de cerca, siempre...


Notas de la Autora:

Como se podrán haber dado cuenta, Yoh está muerto buaaaa Pero está en forma de espíritu, por eso la observa a Anna.

Bueno, al ser mi primer fic dark y todo eso, o al menos eso aparenta, deseo muchos reviews...

¡Miles de disculpas a Junko-chan por haberle matado a su Yoh-chan! ToT