Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece, todos son de Yoshihiro Togashi, a excepción del personaje que agregué para darle sentido a la trama.

Avistamiento x Decisión x Comienzo de la Persecución

Empezaba a frustrarse de tan solo ver cómo recorría la estancia una y otra vez, comenzaba a creer que arruinaría el suelo por el que caminaba y qué decir de sus suelas, se desgastarían a ese paso. Giró su vista para ver a su amigo quien no hacía más que seguir con la mirada al hombre, hizo un gesto con su boca y se animó a hablar.

-Leorio, ¿Ocurre algo?- Preguntó, estaba preocupado, lo pudo notar tan solo escuchar su voz.

-¡Sí!- Afirmó con fuerza innecesaria en su voz, dándole un golpe a la palma de su mano con su puño derecho.

-Bien, ¿Qué te tiene tan preocupado?- Dijo Killua con desinterés, la verdad no le causaba gran curiosidad saber qué inquietaba al hombre.

-Es Kurapika- Dijo, sonando enigmático.

-¿Kurapika?- Pronunciaron los dos niños sin poderse creer que el más maduro del grupo tuviera angustiado al mayor.

-El mismo- Asintió con la cabeza, poniendo cara de circunstancia, cosa que inquietó a Gon lo suficiente como para poner atención a cada una de las palabras de su amigo.

-Y… ¿Qué hizo?- Se atrevió a cuestionar Killua al notar que nadie decía nada y el aire se tornaba pesado.

-Bueno, estaba yo caminando por ahí…- Empezó Leorio con naturalidad.

-Seguro acosando a otra chica- Se burló Killua, sonriendo al ver la mirada que le lanzó.

-¿Entonces?- Apresuró Gon, esperando que no hubiese otra interrupción, porque sabía que el hombre tenía una paciencia milimétrica.

-Como iba diciendo antes de que cierta personita me interrumpiera- Asesinó con la mirada al niño quien lo ignoró monumentalmente- Estaba caminando por una plaza, buscando algunos libros de medicina- Enfatizó, dirigiéndose al de cabello blanco- Y, a lo lejos, vi a Kurapika con una chica muy hermosa- Dibujó la figura de la muchacha con sus manos.

-¿Y qué tiene eso de extraño?- Preguntó Gon con la inocencia que lo caracterizaba- Puede ser una amiga- Agregó, quitándole importancia al tema.

-No solo estaba con una chica, Gon- Aseguró, bastante convencido- Sino que parecía disfrutar mucho de su compañía, ya sabes, andaban muy juntos y estaban un tanto cursis. Raro, ¿No creen?- Concluyó, claramente angustiado.

-Pues, bien por él. Empezaba a creer que le tiraba al otro bando- Se encogió de hombros Killua, sin darle mucha importancia al asunto, a diferencia de su amigo.

-Me alegro mucho por Kurapika- Exclamó Gon con alegría, pensando que el muchacho había conseguido, por fin, a alguien importante para él, con quien compartiría muchas cosas.

-No puedo creer que se lo tomen tan a la ligera- Leorio sacudió la cabeza de un lado a otro- ¿No les parece sospechoso que no nos la haya presentado? Siento como si no confiara en nosotros- Soltó al aire, haciendo molestar un poco a Gon.

-¡Claro que sí confía!- Refutó, arrugando el entrecejo y mirándolo con convicción, dándole a entender que no cedería.

-Bueno…- Interrumpió Killua, pensativo- Ahora que lo pienso, ella podría tratarse de una asesina, o alguien que no tiene buenas intenciones con él. Hay que ser realistas, si yo fuese una chica, en el muchacho que menos me fijaría es en Kurapika- Opinó. Debía admitirlo, solo quería que se pusieran un poco alterados para salir de la rutina, de buscar información para encontrar a Ging, de pulir sus habilidades y de todo ello. Sí, tenían que divertirse un poco de vez en cuando y qué mejor manera que usando esa excusa.

-No lo había visto desde ese punto…- Articuló Leorio meditabundo, mientras una sensación de angustia genuina le nublaba la mente.

-Es cierto- Terció Gon- Tal vez Kurapika esté en peligro…

-¿Quién está en peligro?- Inquirió el aludido quien, por suerte, no había escuchado su nombre al entrar a la habitación con la llave que disponía.

Los tres se miraron sin saber qué decir, sería poco sutil preguntarle tan de repente quién era aquella persona con la que andaba. El primero en hablar fue Gon, inventando una muy compleja explicación sobre una especie, que lo más probable era que fuese inventada, que se hallaba en peligro de extinción, siendo apoyado por Leorio y Killua. Entonces, cuando creyeron que lo habían convencido:

-Nunca he escuchado tal cosa- Expresó el rubio, empezando a creer que le estaban mintiendo.

-¡Es que!- Saltó Killua, sorprendiendo a todos, pondría a prueba su habilidad para mentir ante la mirada suspicaz del Kuruta- Es que esa especie vivía solo en Isla Ballena en una remota cueva de la misma…- Explicó, soltando el aire al ver el cambio en las facciones del muchacho.

-Ya veo, es una lástima que otra especie se vea presa de la extinción- Dijo con verdadera pena, tal vez recordaba la masacre de su clan.

Kurapika tomó las cosas que solía usar cuando se bañaba, poniendo a calentar el agua, desapareciendo tras la puerta del baño. Sus tres amigos soltaron el aire que habían estado conteniendo, un poco más relajados.

- ¿Qué vamos a hacer?- Gon estaba más que dispuesto a planear algo para ayudar a su amigo.

-Lo único que podemos hacer es seguirlo- Respondió Leorio sin ponerse mucho a pensar en el asunto, cosa que sí hacía Killua quien no tardó en refutar la idea del mayor.

-Tenemos que tener en cuenta que Kurapika no es ningún tonto, puede que logre captar nuestro nen y nos considere una amenaza, en caso de que esté siendo controlado, o empiece a escapar porque no quiere que nos metamos en sus asuntos- Razonó el niño, sacando algunas hipótesis sobre lo que podría ocurrir.

-Tienes razón, Killua- Apoyó Gon con cierto optimismo al ver que ponían cartas en el asunto- ¿Y si le decimos si lo podemos acompañar?

Ambos se quedaron mirándolo con incredulidad, al notar que iba en serio, suspiraron casi que sincronizados.

-De veras que tu mente es bastante simple, Gon- Negó con la cabeza Killua, con una leve sonrisa en el rostro.

-Gon, si en serio es su novia, jamás querría que en su cita, estemos los tres- Explicó Leorio dándose aires de saber mucho sobre el tema.

-Supongo que lo dices por experiencia propia- Molestó Killua mientras Gon recapacitaba sobre lo dicho.

-Entiendo- Sonrió Gon con ganas- Creo que atenerse al plan inicial de Leorio puede ser lo mejor.

-Yo creo que deberíamos preguntarle directamente, es decir, con un poco de presión psicológica, le sacaríamos la verdad rápidamente y, en caso de que haya sido manipulado suponiendo que su nen es de tipo controlador, podríamos saber si él siente algo por ella basándonos en cómo actúa. No creo que él sea muy extrovertido en cuanto a un tema íntimo como este…- Propuso Killua, inventándose toda una teoría para entretenerse un rato.

-Escuchando lo que ha dicho Killua- Empezó Leorio- Yo opino que lo mejor sería buscar información sobre la chica y en las posesiones de Kurapika para saber si…

-¿Qué es lo que estás diciendo sobre buscar en mis cosas?- Se escuchó la voz de Kurapika, bastante amenazadora, a decir verdad.

-Na- nada, Kurapika- Negó Leorio sintiéndose intimidado ante esos orbes azules.

-Más te vale- Advirtió el joven mostrando su puño- Ahora, si no les importa, me sentaré aquí a leer, pueden continuar con su charla- Sacó un libro de su equipaje y se sentó en una de las sillas, concentrándose totalmente en cada palabra de su amena lectura.

-Entonces, Leorio, ¿Estás seguro de tu proposición?- Inquirió Killua, riéndose para sus adentros de tan solo recordar la cara de miedo genuino que se asomó en sus facciones en cuanto escuchó la voz del rubio.

-Sí, creo que es buena idea- Asintió con la cabeza, preparándose mentalmente para las consecuencias que acarrearían sus actos.

-Creo que será bueno si lo decidimos con un juego- Mencionó el niño de cabello blanco, pensativo, no se le ocurría nada.

-Tratemos con piedra, papel y tijera- Exclamó Gon con emoción- Quien acumule cuatro puntos, será a quien debamos obedecer y quien pierda tres veces sale del juego- Explicó las bases del juego.

-Por mí está bien- Sonrió Killua, girándose al mayor- Espero que no te ocurra lo mismo que en la prueba del cazador, Leorio- Le hizo acuerdo de lo terrible que lo había pasado en esa etapa, tenía sus razones, esa mujer era demasiado buena hurgando en la mente de las personas.

-Yo también estoy de acuerdo- Apoyó el aludido, no se dejaría vencer por esos niños, sería pan comido.

Kurapika empezaba a perder la paciencia por el ruido que hacían sus compañeros, ¿Es que acaso no tenían un poco de delicadeza como para notar que lo estaban molestando? Empezaba a creer que su idea de decirles que iba a leer no sirvió, no captaron su indirecta de que quería que hicieran un poco de silencio.

-Vamos chicos, denme una oportunidad más- Rogó Leorio quien ya había perdido, mientras que Gon tenía dos ganados y dos perdidos y Killua tres ganados y ninguno perdido.

-Las reglas son las reglas, Leorio, lo siento- Le sonrió Gon, preparado para darle pelea a Killua.

-Bien, Gon, prepárate para la derrota- Pronunció el Zoldyck bastante seguro de sí mismo, solo bastaba con ganarle un vez.

-¡No te dejaré ganar!- Infló las mejillas, mientras sus ojos demostraban una ferviente confianza.

Con esas palabras, ambos agitaron sus puños tres veces en el aire y sacaron su "arma". Gon sacó papel y Killua piedra, sumándole un punto al primero, poniendo los marcadores iguales.

-¡Rayos!- Se quejó Killua mientras miraba los marrones orbes decididos de su amigo, bastante contento por su victoria. Entonces, una idea cruzó su cabeza, utilizaría la misma técnica que Leroute había empleado en la prueba, solo la modificaría un poco para que Gon no se diese cuenta- Sacaré piedra, Gon- Informó. Sí, seguro caería, lo que haría era que él, confiando en que no sacaría piedra por lo que había visto en el examen sino tijera, usaría piedra, por lo tanto, Killua sacaría papel; era un plan perfecto.

Gon se quedó de piedra, no sabía qué hacer, podía esperar de todo por parte de su amigo. Sin haber tomado una decisión previa, empezaron el juego y, basándose en una corazonada, sacó tijera, en un gesto desesperado cerró los ojos.

-¡¿Eh?!- Gritó Killua alarmado, no podía creer que Gon hubiese estado un paso más adelante que él, lo había subestimado.

Kurapika perdió la poca paciencia con la que contaba. Cerró el libro de golpe y se puso de pie, dispuesto a irse de ese sitio. A pesar de que faltaban unas cuantas horas para su encuentro con aquella joven, decidió ir al lugar de la cita tan solo para encontrar algo de paz/

-Voy a salir- Anunció, dándoles la espalda.

-¿A dónde, Kurapika?- Preguntó Gon, creyendo que le diría algo.

Leorio, Gon y Killua se acercaron al rubio quien estaba ya con un pie fuera de la habitación.

-Voy a verme con alguien- Respondió, esperando satisfacer la duda del niño.

-¿Con quién?- Esta vez fue Killua el que lo miró con sus grandes orbes azules, dubitativo.

Kurapika curvó un poco los labios enigmáticamente y se llevó su dedo índice a los labios, y, con ello, se alejó a paso lento. Sus amigos no podían ser más obvios, le agradaba que se preocuparan por él, pero estaban siendo un poco paranoicos.

-¿Qué rayos fue eso?- Apenas pudo pronunciar Killua, sin poder creer los que sus ojos habían visto.

-Ya lo perdimos, está enamorado- Leorio llevó su mano a su rostro, recostándose en la pared, dramático.

-Todavía debemos asegurarnos de que su novia no sea un peligro- Habló Gon, asomado por la puerta, asumiendo que por la actitud de Kurapika, se trataba de su novia- Usemos zetsu para que no note nuestras presencias- Planeó, tomando bastante en serio su papel de líder.

-Me cuesta un poco todavía- Empezó a decir Leorio y sonrió- Pero podré manejarlo, no se preocupen por mí- Aseguró con una mirada que inspiraba confianza.

Así los tres hicieron desaparecer sus presencias casi en su totalidad, dispuestos a descubrir la verdad sobre Kurapika y su extraña actitud. Los tres amigos ni siquiera se pudieron imaginar el desenlace de aquel día.