Penurias de Sheldon Cooper, Volumen 1: Celos.

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Usurpador.

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Los observó mordiéndose el labio con furia. El ser estaba estrechamente aferrado al cuerpo de su novia, la cual no parecía hacer nada para cambiar la situación.

La verdad, Sheldon sospechaba que estaba disfrutando del contacto físico innecesario; lo notó en la forma en la que deslizaba sus dedos por el pelo oscuro del… usurpador.

Cruzó las piernas y simuló seguir absorto en su lectura, cuando en realidad sus ojos estaban clavados en las dos figuras cariñosas y desvergonzadas que seguían abrazándose frente a sus narices.

La gota que derramó el vaso fue cuando el atrevido compañero de Amy deslizó su nariz por el terso cuello de su novia.

—¡Andy, para! —chilló Amy, dando una risita aguda.

Sheldon lanzó el libro con furia sobre el sofá, intentó controlar su respiración y se irguió frente a Amy y su amigo.

—Amy, cambié de opinión —empezó, con voz fuerte, mientras los fulminaba con la mirada—. Lo quiero fuera del apartamento, fuera de Pasadena, fuera de California y lo más lejos posible de Norteamérica y de ti —demandó, señalando a Andy como si fuera una bolsa de basura que merecía ser incinerada.

—Sheldon, ya hemos hablado de esto. Es perfectamente natural incluir un nuevo elemento en nuestra relación, esto fortalecerá nuestro vínculo —respondió Amy, racionalmente, mientras Andy jugaba con los botones de su cárdigan.

Sheldon lanzó fuego por los orificios nasales, asumiendo la posición de pelea de un toro enojado.

—¡Esto no tiene nada de natural! ¿Cómo crees que me siento viéndome obligado a observar como él pasa su ridícula naricita por tu cuello? ¿O como tú acaricias su cabello como si fuera algodón? ¡Dios mujer; estoy siendo perfectamente racional! Lo quiero lejos de tu cuerpo —gritó Sheldon, arrastrando sus largas piernas hacia el cuarto y cerrando la puerta dramáticamente.

Amy suspiró.

—Quizás deba encontrarte un nuevo hogar, amigo —susurró, mientras Andy movía su cola y dejaba escapar un maullido perezoso.

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Nota de autora:

Esto fue completamente ridículo: ese es el objetivo de estos drabbles, ser algo tontos y tiernos. Realmente me puedo imaginar a Sheldon celoso por cosas sorprendentes.

Celos excéntricos, diría…

¿Críticas?