01. LA NOCHE MÁS EXTRAÑA DE UNA CHICA
Era una noche tranquila en la ciudad de shinjuku, una pequeña lluvia era lo única que sonaba por las calles, y en el distrito del oeste, en una casa que hace algunos años solía ser una panadería, en una habitación de la segunda planta, una niña de 5 años era preparada para dormir por su padre
"cuéntamelo otra vez" decía insistentemente la niña
"de acuerdo, solo una vez mas" dijo el hombre "hace 14 años, existía un grupo de niños que poseían un compañero digimon, estos eran llamados tamers. Ellos eran conformados por: el caballero, la reina y el peleador. Los tamers junto a sus compañeros, lucharon contra muchos enemigos, como: organizaciones del gobierno, sirvientes de los dioses y digimons salvajes. Pero su verdadero enemigo era algo que nunca se habían imaginado, un programa llamado: el D-Reaper. El D-Reaper quería borrar el mundo real y el digital, los tamers, después de muchas batallas, lograron detenerlo con un programa llamado: Shaggai. Por desgracia, el Shaggai cerró todas las barreras de los dos mundos, obligando a los digimons a irse a su mundo, con la promesa de volverse a ver con sus amigos algún día. Y ese día llego, y desde entonces vivieron juntos todos los días. Con el tiempo, el caballero y la reina se enamoraron y el peleador encontró a su otra mitad. La paz reino hasta nuestros días" aquel hombre se dio cuenta que la niña ya se había dormido, después la tapo con una sabana y salió de la habitación, cerro la puerta dejando una línea de luz en su rostro, y después se dirigió a la habitación de al lado, donde su esposa esta ya dormida, el decidió hacer lo mismo recostándose a un lado.
"se lo contaste otra vez, ¿verdad?" dijo la mujer a un lado de el
"si, le encanta esa historia" respondió
"descansa, Takato"
"igual tu, Rika"
10 años después
Ella se encontraba caminando por los pasillos solitarios de la secundaria, después de todo, había llegado una hora tarde. Su música estaba en el volumen máximo, pero solo se escuchaba por unos discretos auriculares de color azul, su favorito. Era una chica delgada, de cabello castaño con rayos pintados de rojo, recogido con una coleta erizada. Llevaba puestas unas zapatillas rojas con remaches, calcetines blancos y pantalones vaqueros con correas y cinturón. También llevaba una camisa negra con un sol de ocho picos de color naranja y sobre esta una delgada chaqueta azul con un gorro. Ella se detuvo enfrente de un casillero que tenia grabado el nombre R. Matsuki en la parte superior de este, ese era su casillero. Introdujo la combinación para abrir el candado, la cual eran los números 2-5-9, la puerta se abrió y saco dos libros de el interior de el casillero, los introdujo en su mochila y cerro la puerta.
Siguió caminando por el pasillo, giro a la izquierda y se puso enfrente de la puerta de un salón de clases, ella sabia que seria castigada por llegar tarde, pero simplemente no le importaba en lo más mínimo. Abrió la puerta y entro al salón, camino hasta su lugar, el cual, estaba al lado de una ventana, le tomo varios segundos darse cuenta de que, al parecer, habían ignorado su llegada. Ella miro por la ventana, admirando el verde césped del parque y los grandes rascacielos de la ciudad. El deseo de estar en otro lugar, daba vueltas en su cabeza. Pero lo único que podía hacer era esperar a que sonara la campana.
Había pasado todo el día en el mismo sitio, mirando hacia el mismo lugar. Tuvo una semana un poco pesada, no había dormido bien, le dolía la cabeza frecuentemente.
Un sonido se escucho por toda la escuela, sabia que el momento de irse a casa había llegado. Ese día era viernes, lo único que quería era encerrarse en su habitación y tocar el piano durante todo el fin de semana.
Se levanto de su asiento y dejo que el salón se vaciara un poco, su profesora estaba en su escritorio leyendo algunas tareas que la habían entregado los alumnos antes de irse. Ella estaba apunto de salir, pero una voz que la llamaba impidió que se fuera. "Rita… ¿A dónde crees que vas?".
La chica no volteo solo dijo "a casa".
"no lo creo" contesto la profesora "esta es la tercera vez que llegas tarde en esta semana. Como castigo te quedaras otra hora, así que toma asiento, por favor".
Rita no tenía otra opción, por más que ella quisiera salir corriendo, tenía que obedecer. Camino hacia su lugar, se sentó, después saco una libreta de su mochila y comenzó a escribir una serie de notas musicales, durante toda una hora.
El atardecer estaba comenzando, Rita caminaba por las calles de la ciudad, miro a su izquierda, donde se encontraba un gran ventana y dentro varios televisores encendidos en el mismo canal.
"tal parece que hubo una disputa naval cerca de las islas senkaku" decía el reportero "esta tarde, dos barcos de pesca japoneses fueron hundidos cerca de las islas, tal parece que el gobierno no dejara este asunto sin resolver, y se rumora de un posible contraataque. En otras noticias, la situación en libia parece empeorar aun más, ayer por la mañana se detonaron tres bombas en el municipio de derna y se calcula una suma de victimas de cuatro dígitos…"
La chica, al ver aquellas imágenes solo dijo para si misma "que idiotas".
Ya había pasado poco más de una hora desde que Rita llego a su casa, ella encontró una pequeña nota en la cocina, la cual decía:
Cielo, estaremos fuera el fin de semana. Hay comida en el refrigerador para tres días. Volveremos el lunes por la noche, cuídate, atte. Tus padres. Postdata, no te duermas muy tarde.
Rita se sentó enfrente del televisor de la sala de la casa, eran cerca de las ocho de la tarde, a esa hora, solo había noticieros en la televisión, y en todos canales era la misma información, conflictos armados por casi todo el mundo. Ella estaba cansada de lo mismo, si quisiera ver muerte y destrucción, jugaría un juego de video, pero sabia que esas batallas no eran como los videojuegos, ya que todo el que muere, no cuenta con una vida extra.
Prefirió irse a dormir, a pesar de ser muy temprano, se sentía débil y le dolía la cabeza. Subió las escaleras, camino por el pasillo hasta llegar a la puerta de su habitación, la cual fuera hace muchos años, la habitación de su padre. Entro y cerro la puerta, dio un par de pasos hasta una pequeña radio, la cual, estaba sobre un pequeño escritorio para dibujo, encendió la radio y escucho por un momento la canción que sonaba:
Mugendai na yume no ato no nanimo nai yo no naka ja
Sou sa itoshii omoi mo makesou ni naru kedo
Stay shigachi na imeeji darake no tayorinai tsubasa demo
Kitto toberu sa on my love…
La chica frunció el ceño y dijo "¡maldita sea! ¡Odio esa canción!" apago la radio y se dirigió a su cama para recostarse "es ilógico que con alas torpes puedas volar". El peso del sueño comenzaba a atacar sus ojos, poco a poco los cerraba dejándose llevar por la tranquilidad que dominaba el lugar.
En un momento a otro, Rita ya no estaba en su habitación, ella ya no sabia si lo que veía era real o solo era un mal sueño, ella se encontraba en un lugar completamente oscuro, no podía ver nada mas que a si misma, era como estar dentro de una nube negra. Un gruñido temible parecía provenir de todos lados, ese rugido ponía muy nerviosa a la chica, y a lo lejos algo resaltaba entre la oscuridad, una gigantesca figura de dos cabezas y dos brazos, uno en forma de una mano de cuatro dedos y la otra parecían tres simples garras, no parecía tener piernas, su cuerpo parecía tener forma de cono. Rita nunca había sentido tanto miedo en toda su vida, tenia ganas de correr, pero algo se lo impedía y la obligaba a ver lo que le causaba tanto temor.
"¿Q-quien eres?" dijo la chica mientras temblaba de miedo.
"¿yo? Creo que la pregunta correcta es ¿Quiénes somos?"
"¿somos? ¿Que quieres decir con eso?"
"puede que ahora no lo comprendas, pero pronto lo entenderás"
Aquel monstruo extendió su brazo para alcanzar a la chica, pero ella no podía hacer nada, puso sus brazos sobre su rostro para cubrirse, y en ese momento se levanto de su cama bruscamente, su respiración era agitada, estaba sudando, y podía sentir el latir de su corazón, el cual, pareciera que fuera a estallar. Miro el reloj, el cual marcaba: las 12:00 pm.
La chica puso su mano en su frente y musito "ah, solo fue un sueño". Un ruido comenzó a molestar sus oídos, busco por su habitación la fuente de donde provenía aquel sonido frustrante, miro hacia donde estaba su radio, dio un par de pasos hacia el, le pareció extraño el hecho de que estuviera encendido y pareciera no tener ninguna señal, ella estaba segura de que lo había apagado. Un resplandor ilumino la habitación entera en un abrir y cerrar de ojos, asimismo, la ciudad entera también fue iluminada momentáneamente, Rita se acerco a su ventana, miro hacia afuera y encontró un cielo cubierto por nubes, entonces supo que había sido un rayo.
El rostro de la chica cambio de expresión al escuchar una voz que provenía de su pequeña radio, una voz de mujer o más bien, de una adolecente, era una voz muy débil, como si estuviera cansada o herida. Rita ya no sabia si aun estaba dormida o se encontraba despierta. Para ella parecía como si todo se hubiera congelado, solo podía escuchar el latir de su corazón y aquella voz que repetía las mismas preguntas: ¿Dónde estoy?... ¿Quién soy?... ¿Qué soy?
De un momento a otro, todo lo eléctrico de la aquella casa se había vuelto loco, la luces se encendían y apagaban, los números de los relojes digitales comenzaban a cambiar, parpadeaban tan rápido que parecía tener siempre los dígitos 88:88, las alarmas de los despertadores retumbaban por toda la casa. Rita puso sus manos sobre sus oídos tratando de no escuchar nada y se repetía a si misma: "no es real, no es real, no esta pasando, no esta pasando… ¡no esta pasando!". Todo quedo en silencio en un abrir y cerrar de ojos, parecía como si aquel grito hubiera sido escuchado. Rita se dejo caer sobre sus rodillas, con las manos aun sobre sus oídos y sin poder creer lo que estaba pasando, pensó: ¿Cómo puede ser real todo esto? ¿Acaso sigo soñando? ¿O es algo más?
El acontecimiento posiblemente más sorprendente de todos, se llevaba a cabo frente a los ojos de la chica, a través de su ventana y muchas calles en dirección recta, un pilar de luz blanca se había disparado hacia el nublado cielo oscuro, la chica lo vio de frente y escucho una vez mas aquella voz, ¿hay alguien… que… me… pueda… ayudar?
La chica se puso en pie y miro hacia aquel pilar blanco llegare al fondo de todo esto . Rita abrió la ventana, y como pudo, salió de su habitación y bajo por los tubos pegados a la pared, estando a cierta altura del suelo, dio un pequeño salto para aterrizar de pie, comenzó a correr hacia aquel pilar, ya era tarde y sabia que las calles se encontraban desiertas y probablemente todos se encontraban dormidos.
Rita continuo corriendo por las aceras de las calles de la ciudad, ella ya se había dado cuenta hacia donde se dirigía, comenzó a pisar el césped del parque Chuo, empezaba a sentirse cansada, el pilar había desaparecido pero a unos 15 metros, una espesa niebla cubría el lugar donde deberían estar los juegos. La chica estaba decidida a entrar ahí, aunque no sabía lo que vería, se acerco a la niebla y se adentro en ella. No podía ver nada en su interior, parecía interminable, llego a cierto punto donde pudo observar una pequeña figura, se adentro aun más y aquella figura comenzaba a aclararse, hasta que puso verla completamente. Le parecía muy extraño lo que veía, parecía un pequeño gato blanco, erguido y con unos guantes de piel a rayas en sus patas delanteras, tenia una gran cola que poseía una anillo dorado. La criatura se encontraba ahí completamente inmóvil, la chica dio un paso hacia ella, esta movió un poco sus orejas, como si se hubiera dado cuenta de su presencia, giro su cabeza para ver directamente a Rita y dijo "¿quien eres tu?" la chica cayo hacia atrás del susto que le había provocado el escuchar hablar a aquella criatura, Rita solo respondió "¿¡puedes hablar!?".
"claro que si" contesto
"y ¿cual es tu nombre?" pregunto la chica
"no lo se… no lo recuerdo, no puedo recordar nada"
Rita extendió un poco su mano, pero un pequeño resplandor apareció enfrente de ella. Sintió como si algo hubiera sido puesto en su mano, retrocedió su brazo y miro a aquel extraño aparato con la forma de una gruesa T estaba cubierto casi totalmente de color azul,en el centro tenia una pantalla cuadrada con un grueso círculo dorado alrededor, en la parte inferior poseía un par de botones dorados, poseía también una correa en la parte superior.
Aquella niebla que rodeaba amabas comenzaba a disiparse poco a poco dejando ver el manto de estrellas que adornaba el cielo de la ciudad. La pequeña criatura giro bruscamente su cabeza y comenzó a correr a gran velocidad hacia afuera del parque. Rita no tenia idea de todo lo que había pasado aquella noche, se encamino de regreso a casa.
12:30 pm…
La chica comenzaba a abrir los ojos lentamente, ya era de día, miro hacia el techo y dijo "solo fue un sueño". Ella noto algo que se encontraba en su mano, era aquel pequeño aparato que había aparecido frente a ella durante la noche, pero a pesar de eso le parecía familiar, como si ya lo hubiera visto antes, en algún lugar.
