Ranma ½ no me pertenece, este fic es escrito sin fines de lucro, solo para su entretenimiento, está escrito por Akasaku, espero les guste este pequeño entretenimiento. Este fic está basado en la idea de otro fic, que la autora nunca termino, y tanto darle en la cabeza, decidí hacer mi propia versión, (como dije basado, no tiene nada de igual, ni escenas ni diálogos ni nada).
Akasaku
Presenta:
Proyecto: "Watashi no yarikata" 2019
"Mi propio camino".
Arco I
La decisión de todo.
Vemos a una hermosa chica de cortos cabellos negro azulados corriendo hacia la escuela por culpa de un joven de trenza. Se le había hecho tarde ese día y volvía después de una semana terrible para ella porque su boda había sido arruinada y no había logrado casarse con el joven de ojos azules; se sentía abrumada, pero decidió no darle más vueltas al asunto por ahora. Apurando el paso, empezó a divisar la escuela Furinkan donde estudia, soltando un gran suspiro decidió llegar al lugar cuando, sin esperarlo, una estampida de alumnos del lugar empezaron a acercarse a ella con intensión de pelear, dejándola completamente descolocada.
-¡Akane! ¡Mi amor! ¡cásate conmigo!-
-¡Ella se casará conmigo!-
-¡No seré yo el que se case con ella!- Y así todos los alumnos del colegio estaban peleando por quien se casaría con ella, estaba empezando a enojarse, como se atrevían esos idiotas en entrometerse en su vida y decidir por ella, iba a dar golpes por diestra y siniestra, cuando de repente apareció Ranma y de una patada los mando a todos a volar.
-No pedí tu ayuda, podía sola- El joven la miro y levanto una ceja.
-¿Y quien dijo que lo hice por ti? Solo me estorbaban- Al terminar puso sus manos tras su nuca y fue yendo hacia la entrada, cuando Kuno Tatewaki apareció en su vista, para dar lata.
-Yo Kuno Tatewaki, el relámpago azul del Furinkan seré quien destruya al demonio Saotome y liberare a mi hermosa Tendo Akane y a la chica de fuego, de sus viles garras, de las cuales les ha dado un hechizo, ¿sino de qué forma se explicaría que la tierna Akane quisiera casarse con ese demonio teniendo al increíble Tatewaki? …..- Akane poco a poco se empezaba a enojar al darse cuenta que Kuno estaba nuevamente delirando y seguían hablando de la boda, de la cual, era ella la víctima aquí, ¿Por qué no le dejaban en paz?. Sin embargo, no era la única frustrada por la situación, ya arto de la palabrería de Kuno, tanto Akane como Ranma le dieron a la vez una patada mandándolo contra la pared dejándolo inconsciente.
-¡Te dije que podía sola!- Akane estaba de verdad frustrada con la situación actual como para dejar que la menospreciaran así, Ranma la miro por un momento antes de decidir hablar.
-Y te dije que estaba en mi camino, además, ¿Quién quisiera ayudar a un marimacho como tú? Solo estoy de pasa...….- Ranma no logro terminar lo que iba a decir, ya que le estaba haciendo compañía a Kuno en la pared.
=niña tonta, ¿Qué no vez que Kuno me lo debía? Por culpa de todos, yo…..= Y cayo en el mundo de la inconciencia sin concluir sus pensamientos.
La joven se fue a su salón con la expresión más enojada de todas, sin embargo, por dentro estaba sumamente triste.
=Ranma, ¿nunca podremos estar juntos?= No sabía cómo sentirse al respecto, parecía que el mundo le odiara, al empezar las clases, Ranma apareció y sin mirarla fue hasta su asiento, aun así, en clases, no podía quitarle la vista de encima, eso Akane no podía saberlo, pero si Ukyo quien miraba con enojo y tristeza la situación en la que estaban, a la hora del almuerzo, el chico de ojos azules, fue en busca de la de ojos chocolates para hablar.
-Akane, ven conmigo- Él se dirigió fuera de la clase, todos estaban atentos a la situación, así la joven, solo se levantó y en silencio fue tras él. Ambos caminaban en silencio hasta que llegaron atrás de la escuela, había pensado en la azotea, pero todos irían hacia ahí, así que busco otro lugar, llegando a la conclusión que mejor sería cerca de los vestuarios que a esas horas no habría nadie.
-¿Qué sucede Ranma?- La chica lo miraba esperando respuesta, Ranma analizaba que iba a decirle, por un impulso la había llamado y ahora se debatía entre si decir o no algo, estaba sumamente frustrado por la situación actual, de la cual ya no sabía qué hacer.
-Yo…. Yo…. Akane …. Yoo…- La chica miraba al joven cada vez más enojada, parecía que le hacía perder el tiempo de esta forma, estaba por tomar coraje e irse, cuando finalmente logro hablar.
-Akane, no te vayas, espera, yo, yo siento lo de hoy, pero es que Kuno me debía este golpe, por culpa de todos esos locos no pudimos casarnos- La joven estaba sumamente sorprendida por las palabras de su prometido.
=Él, ¿Él se quería casar? ¿Conmigo?=
-Ran… Ranma yo, yo también…..- Akane no pudo seguir, el joven se había acercado tanto a ella, le puso su mano en la mejilla, y la miraba con unos ojos tan tiernos, con devoción, estaba acercándose más, Akane se perdió en los ojos azules de su prometido, mirándolo de igual forma, tiernamente, acercándose más, puso sus manos en el pecho de él, tan cerca, tan lindo, tan comprensivo, no podía dejar de apreciar este momento, esas palabras, ese sentido de amor que la desbordaba en más de una situación, parecía explotar en este momento dentro ella, era una bomba nuclear dejándose abrazar por todo el calor del momento, se acercó más a él, cerro lentamente los ojos, y el hizo lo mismo, cerro sus ojos y se fue acercando, hasta que en un momento a otro, la tomó en brazos y salto hacía atrás esquivando un Bombori que iba a dar justo donde ellos se encontraban.
-AIREN, ¿QUE CREER QUE HACE?- Al levantar la vista Ranma sintió el pánico en su cuerpo, estaba enojado a la vez, nuevamente había sido interrumpido en algo importante, frente a él, se encontraba Shampoo, Ukyo y Kuno, mirándolos con enojo a ambos, tenía a su prometida en sus brazos, la dejo apoyada en el piso, y analizó lo que sucedería.
-¿YO? Nada, ¿qué rayos creen que haría?- Ukyo entrecerró los ojos y lo miro, con suspicacia, y sospecha.
-No sé Ran-chan, dime tú, ¿Qué hacías?- Akane bajo la mirada, estaba sumamente enojada por todos esos locos, que nuevamente arruinaban su momento.
-Na… nada, por supuesto, que ¡nada! ¿Quién querría hacer algo con este marimacho? ¡Por favor U-chan!- La chica de corto cabello volvió a bajar la cabeza, no podía creerlo, ella ni había abierto la boca y ya era insultada nuevamente por él.
=Y pensar que hace un segundo, casi nos besamos, ¿Por qué Ranma? ¿Por qué? Todo arruinado de nuevo= Akane estaba por irse, no tenía sentido seguir peleando y que todos vieran cuan afectada estaba de verdad, sin embargo, Ranma no pudo quedarse callado y tuvo que volver a lastimarla, dejándola congelada en su lugar.
-Es más, yo nunca me hubiera casado con ella, ¡si no fuera por ustedes yo mismo hubiera cancelado esa tontería de boda!- El joven no comprendió la veracidad de sus propias palabras, al haber cerrado los ojos no presto atención a su alrededor, pero cuando los abrió, comprendió su error, Shampoo y Ukyo estaban placenteramente sorprendidas, Kuno se acercaba poco a poco hacia ellos, Akane ya no estaba entre sus brazos, y al mirar pudo ver, como esta despedía un aura terroríficamente roja a su alrededor, Kuno ingenuo de lo que pasaba por la chica Tendo, fue en su busca para darle su amor, lo único que el chico consiguió fue una patada que lo mando a marte gracias a aerolíneas Akane, Ranma poco a poco empezó a retroceder con verdadero pavor, aun así, no fue muy lejos, Ukyo y Shampoo le dificultaban el escape, cuando ambas chicas se colgaron de su cuello con todo su "amor" el joven solo logro ver la inconciencia, en el momento que Akane le mando hacia Morfeo de un mazo en la cabeza.
-¡IDIOTA!- Así Akane se fue, sin embargo, ella no fue al salón, no se sentía de ánimos para volver al lugar de clases, y decidió irse al parque a pensar.
/
Mientras Ranma visitaba la inconciencia y las locas se alejaban de él, al lograr su objetivo, Akane miraba el lago del parque con melancolía, estaba sumamente triste por toda la situación, su aura era azul oscuro casi negra en ese momento. Nadie la vería, al ser horario de clases, nadie la encontraría en ese lugar, el parque estaba desolado, completamente vacío, los árboles se mecían con el suave viento, sus cabellos igual se mecían, y también la falda del uniforme, estaba tan devastada, pero siempre era igual.
=¿Por qué esta vez me ha afectado así? ¿Por qué? Si siempre es lo mismo, tal vez, sea, porque hablo de la boda, él no quería casarse conmigo, entonces, yo lo ¿imagine? En Jusenkyo lo ¿imagine? Cuando dijo que me amaba, al creerme muerta, solo fue mi ¿imaginación? Él nunca lo confirmo, hasta lo negó. Nunca quiso casarse conmigo, nunca, que tonta fui, creí que de verdad me amaba, ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer ahora? No sé cómo reponerme de esto, ¿debo seguir igual?= La joven no se había dado cuenta pero en ningún momento dejó de llorar, suaves lágrimas caían por su bello rostro empapando sus mejillas y su ropa del colegio, su vestido azul estaba empezando a mojarse y sin darse cuenta, alguien se acercó a ella y se sentó a su lado.
-Pareces sufrir mucho Tendo- Akane abrió los ojos enormemente, mientras lágrimas caían de sus ojos, miro a la persona a su lado con asombró, de todos, no creía que el fuera al que le tocará estar ahí.
-Tú-
/
Ranma al volver de la inconciencia fue hacia el salón en busca de Akane, sabía que debía disculparse, debía pedir perdón, se había pasado de la raya con lo que había dicho delante de las demás, y estaba sumamente arrepentido, al entrar y no ver a la chica, fue hasta Yuka y Sayuri y les pregunto por ella.
-¿Y Akane?- Ambas jóvenes miraron al chico de la trenza con el ceño fruncido.
-¿Cómo qué, y Akane? Estaba contigo, no volvió nunca- Ranma abrió los ojos enormemente y se fue del salón por la ventana, ya que justo volvía el profesor y él no pensaba quedarse ahí.
=Donde te metiste ahora niña boba, Akane, Akane, perdón, rayos, volví a meter la pata, estabas tan bonita y tan dispuesta y tenían que aparecer ellas, Akane= Ranma miraba con culpa y melancolía el cielo, estaba sobre un árbol, cuando vio que ya era seguro bajarse, empezó a buscarla por toda la escuela y alrededores.
=¿Dónde estás Akane? Aunque seguro no deseas verme ¿verdad?= El chico siguió buscándola por todos lados.
/
La joven de corto cabello miraba a la persona en su costado, no podía creer que el fuera quién la encontrara en su momento de debilidad.
-¿Qué haces aquí Mousse?- Akane frunció el ceño y lo miro seriamente, aún así, las lágrimas que antes derramaban, empezaban a desaparecer. El chico solo sonrió cálidamente.
-¿Yo? Nada, entregaba un pedido, y decidí pasar por el parque a despejarme, eh estado algo abrumado en el Nekohanten, así que suelo hacer el camino largo para despejarme, pero no espere verte aquí Tendo- La chica miró con pena al pato, porqué ella sabía todo lo que el chico sufría o más bien se lo imaginaba.
-Necesitaba pensar, despejarme y decidir que haré con lo que siento- Akane miró el lago con verdadero cariño, mientras pensaba en Ranma, la chica sonreía con adoración, estaba melancólica, se veía, aún así, hermosa a los ojos de cualquiera y ni el pato fue inmune a ello.
-Tú, de verdad amas a Saotome ¿eh?- Al decir esas palabras Akane se sonrojo, miró de costado y frunció el ceño.
-¿Por qué debería decírtelo?-
-Entiendo, no somos tan amigos, pero quisiera ayudarte, tal vez, si vencieras a Shampoo podrías hacer que rompa su compromiso- La joven estaba con los ojos completamente abiertos y miró al pato con sorpresa, sin embargo, no pudo responderle, porque el pobre fue enviado al agua de una patada.
-¿Qué CREES QUE HACES MOUSSE?- Ranma estaba sumamente furioso, el buscando a Akane por todos lados y ella, ahí con el pato sonriéndole a otro.
-Y TÙ, ¿QUE CREES QUE HACES? ¿Por qué ESTAS CON ESE PATO?- Estaba fuera de sí, pero era comprensible, moría de celos, pero también sabía que era su culpa que la chica no estuviera en clases donde él podía vigilarla. Akane frunció el ceño al ver la actitud de Ranma, levantándose lentamente sacudió su vestido, ahí el chico de ojos azules pudo ver lo húmedas que estaban sus mejillas y ropas y sintió una puntada de culpa, pero ella estaba con ese pato, no se ablandaría.
-¿Y a ti que te importa? Ya dejaste muy claro que no te casarías conmigo, así que Ranma, no puedes reclamarme nada, porque este hablando con un amigo-
-¿Qué? Desde cuándo el pato es tú amigo ¡Akane!-
- como dije, no te importa- Y para completar lo mando a volar de un mazazo, mirando como el pato solo se despedía con un ala y se iba volando Akane suspiró y se fue hacia su casa.
/
Vemos un restaurant de okonomiyakis cerrado y con las ventanas también cubiertas, estaba algo oscuro, pero al encender una luz, se podía apreciar tres figuras femeninas.
-Lo de hoy, yo no me lo creo, debemos hacer algo, no puede elegir a ella por sobre mí- Una de las jóvenes, de largo cabello castaño y hermosos ojos azules, miraba a las otras dos al decir eso.
-Ja, chica de la espátula no saber nada, yo ver a Airen en Jusenkyo y el morir casi por chica Tendo, y si decir algo, segura también matarnos- La de largos cabellos azules con dos medios moños en la cabeza miraba a la otra joven.
-jojojojojo eso es imposible, mi Ranma-sama nunca estaría con esa plebeya teniéndome a mi jojojojo- Las otras chicas miraron a la de largo cabello negro en una cola hacía el costado con enojo, aún así, no dijeron nada al respeto.
-Debemos sacar a chica del mazo del camino definitivamente-
-¿Qué idea tienes Shampoo?- Ukyo miró a la gatita con intriga.
-Mmmmmmm tener una pelea con ella entre todas y asustarla tanto que ella dejar a Airen, después enfrentarnos entre nosotras para decidir quién quedarse con Airen- Ukyo frunció el ceño, todas contra una, le parecía un poco injusto, después recordó que Ranma casi besaba a Akane si no hubieran interrumpido y termino aceptando.
-De acuerdo, ¿Cuándo lo haremos? -
-La gran Kodachi Kuno también acepta, esa plebeya perderá ante mí jojojojo-
-Bien el plan ser este, la retaremos a un duelo-
/
Se encontraba en el dojo, estaba rompiendo ladrillos a cantidades, se sentía muy frustrada y quería desahogarse, sin notarlo, una persona se acercó a ella, con pasos suaves y delicados.
-Akane-chan- La joven dejo de hacer lo que hacía para mirar a su tía, quien acaba de aparecer delante de ella.
-¿Si, tía Nodoka?-
-Querida ¿te encuentras bien? Es que te veo algo preocupada- Con asombro miro a la mujer frente suyo, de estos tres años, hacía más o menos medio año que estaba también viviendo con ellos, de hermosos ojos marrones, con largas pestañas bien definidas, pequeñas arrugas apenas imperceptibles por la edad, con su siempre pulcro moño y su elegante kimono y su inseparable katana, Nodoka Saotome se veía deslumbrante, pero en su mirada había preocupación por la joven frente suyo, Akane se sintió nerviosa por la inspección de su tía.
-Yo… yo…. Yo es… estoy bien tía, solo fue un mal día de escuela- La mujer volvió a preocuparse un poco más.
-¿Fue por lo de la boda fallida Akane-chan?- Está sólo pudo asentir a lo que su tía decía, porque no podía mentirle del todo a ella.
-Bueno, no debes preocuparte, si alguien te molesta, solo díselo a Ranma, él debe hacerse responsable de su prometida- La chica abrió los ojos enormemente al escuchar eso, frunciendo el ceño con intranquilidad respecto a su expresión.
-Oh cariño, no debes preocuparte, tu solo debes ser una buena ama de casa- Sin esperar respuesta y sin ver la expresión de la joven, Nodoka se fue del lugar creyendo haber dado su mejor consejo.
=¿Qué? ¿Una buena ama de casa? ¿Eso, eso es lo que me espera, si algún día me caso con Ranma? ¿ser una buena ama de casa? ¿Y mi opinión? ¿Por qué siento que aquí no existo?= La joven contuvo sus lágrimas nuevamente, sin saberlo Nodoka había tocado un tema delicado y sensible para ella, tomando grandes bocanadas de aire, fue hasta el baño y se encerró ahí, para bañarse y pensar.
/
Vemos a un joven de la trenza caminando lentamente hacía el dojo Tendo, no tenía apuro en regresar, las cosas no habían salido como él quería y estaba sumamente frustrado, tan distraído, que no vio, cuando una anciana regaba la vereda y termino empapado.
-¿Por qué esta regando la vereda? Maldición, lo que me faltaba, pfff- Estaba más que enojado ahora, tomando aire para tranquilizarse, se fue ahora más rápido, al llegar a la casa, entro con cuidado, mirando hacia el pasillo pudo sentir el olor de la cena de Kasumi, de las pláticas de su padre con Soun y de los pasos de su madre en el comedor. Agudizando más el oído, pudo escuchar a alguien en un cuarto y a otro en el baño, al escucharlo ocupado fue hasta la cocina con enojo, ahí y sin sorprenderse, Kasumi le entrego una caldera ya con agua caliente, él se la echo encima volviendo a ser chico, miro a la mayor de las Tendo con gratitud.
-Ranma-kun ¿estás muy ocupado? Me hace falta un ingrediente para la cena- El joven suspiró, era imposible decirle que no a Kasumi, así que solo asintió con la cabeza, para tomar la hoja y el dinero e irse.
=No logre ver de nuevo a Akane, rayos, ¿Por qué tenía que estar con ese pato? Y yo, ¿porque no resisto sentirme así de celoso?= Estando tan consternado, Ranma fue nuevamente hacía la calle a hacer el encargo de su cuñada.
/
Vemos la habitación de la de cabellos cortos, esta se encuentra acostada mirando el techo, ya estaba bañada y se sentía más tranquila, solo pensaba mientras admiraba su techo, con vista perdida y un poco opaca aun, por todas esas emociones juntas.
=Al final, no pudimos amigarnos ¿eh Ranma? Uff con todo esto, ¿por qué todo es tan difícil? ¿Por qué? Ay Ranma, si supiera que de verdad me amas, si fuera más fuerte, pero tú no deseas entrenarme, rayos, no deseas entrenarme= Sin poder evitarlo, las lágrimas empezaban a volver a caer por su hermoso rostro, los ojos se le ponían rojos por el esfuerzo de retener esas gotas de agua salada que no dejaban de caer.
=Y si tu no lo haces, no tengo a nadie que lo haga, nadie desea entrenarme, es que, ¿realmente no valgo como artista marcial? ¿Mousse que quisiste decir con vencer a Shampoo? En este momento eso es imposible para mí, es tan frustrante= Akane no dejaba de llorar, apretando con mucha fuerza las manos en las sabanas, intentaba sacar toda esa frustración que sentía encima, respiraba agitadamente, y refregaba su brazo contra sus ojos, las piernas las movía inquietamente, mientras intentaba a toda costa tranquilizarse. De tantos movimientos bruscos que hacía, para poder desahogarse, terminó tirando sus osos de peluche del escritorio al lado de su cama, ese que esta frente su ventana, la cual tenía cerrada con llave, para evitar verlo hoy.
=¿Que me pasa? ¿Es que eh tenido suficiente acaso?=
-Tock, Tock-
-¿Sí?- La joven se quedó quieta sin moverse y poco a poco se tranquilizó, para que nadie la escuchara así, no quería que nadie la viera de esa forma.
-¿Akane-chan?- Miro el techo unos segundos, respiro lentamente y controlo el nudo en su garganta, poco a poco fue regularizando su respiración, y cuando creyó no perder la vos hablo.
-¿Qué sucede Kasumi nee-chan?- Escucho como intentaron abrir la puerta, el ruido a oxidado de la manija al moverla para destrancarla, sin embargo, ella había cerrado con llave, así que la joven no pudo ingresar.
-Oh ¿estás muy ocupada? Es que mande a Ranma-kun por unas cosas, pero olvide pedirle un ingrediente para la cena, ¿podrías ir por él?- Akane lentamente se sentó en la cama y tomo su ropa para ir.
-Por supuesto Kasumi nee, acabo de salir del baño, deja que me cambie y salgo-
-Bien, te espero abajo, gracias Akane-chan- Y se pudo escuchar las suaves pisadas de Kasumi saliendo por el pasillo, el crujir de la madera con su peso, y el bajar cada escalón hacia el primer piso. La joven se puso una falda a medio muslo tableada muy cómoda con una calza por debajo ambas de color negro, y una blusa azul de tirantes con una chamarra de manga larga de color verde olivo, tomo las deportivas que usaría y se las llevo en la mano. Al bajar las escaleras su hermana la esperaba con una hoja con lo que le faltaba, así que al tomarla salió hacia su destino.
-Seguramente te cruces con Ranma-kun- Fue lo último que escucho antes de alejarse lo suficiente.
/
Vemos al chico de la trenza con una hoja en la mano mirando las tiendas cuando de repente un paraguas gigante y pesado cayó del cielo, el joven logro esquivarlo sin problemas y miró con enojo al dueño.
-¡Pero que rayos te pasa!- Sin embargo, fuera de sí, Ryoga siguió atacando a Ranma, destruyendo el lugar, al ver esto, el joven de ojos azules esquivando al de ojos marrones lo alejo de las personas y edificios, había un parque cerca, así que fue llevándolo hacia él, de un golpe por la izquierda, una patada hacia la derecha, el peli negro solo esquivaba a su desorientado amigo que parecía enojado.
-¿Que sucede P-chan? No tengo tiempo que perder- Lo miraba aburrido, era divertido pelear con él, pero realmente no tenía tiempo ni ánimos, así que quería terminar ese teatro de una vez.
-¡TU! ¡YA ME ENTERÉ QUE VOLVISTE A HACER LLORAR A LA LINDA AKANE! ¡NO TE PERDONARE! ¡NUNCA TE PERDONRARE!- Al escuchar la razón de su enojo el joven puso una cara muy seria y miró al chico.
-No tienes derecho a meterte en esto Ryoga- Ranma ya no estaba aburrido ni tranquilo, ahora por alguna razón tenía una inexplicable mala sensación, como si algo pasara, aunque claro que era imposible que Ryoga le venciera.
/
Akane iba un poco insegura, dónde su hermana la envió no era un lugar que frecuentaba, así que estaba algo desorientada o tal vez era el mal día que había tenido, estaba cerca de un baldío, ya sabe esos lugares llenos de basura que nadie visita y son solitarios, buscaba la calle indicada por su hermana, cuando saltando hacia atrás esquivo un artículo de gimnasia rítmica, mirando sorprendida con lo que fue atacada, frunciendo el ceño, mira hacía la dirección de dónde provino su arma de ataque, al levantar la vista se sorprende al ver a Ukyo con su enorme espátula en su espalda y su típico traje de chico para batalla, ese con las mallas negras y el kimono azul electrico arremangado de abajo, a Shampoo con ambos Bombori y ropa china de combate, blusa celeste de cuello y pescadora también celeste y a Kodachi con su cinta de gimnasta, su malla verde claro de combate y una rosa negra en la boca, al verlas no supo que sucedía en ese momento.
-Shampoo retar a duelo, vencer a chica del mazo, ahora una pelea las cuatro- La joven Tendo no se esperó el reto, y creyendo que era un todas contra todas, solo asintió la cabeza y fue hasta ellas, no viendo como sonreían malignamente, quienes se encontraban en el baldío, donde nadie las vería por un rato largo, poniéndose todas en posición de batalla, sacando Ukyo su espátula y poniéndola en sus manos, Shampoo adoptando una postura china de ataque y Kodachi levantando su cinta en lo alto de su cabeza. Sin esperar una señal, todas fueron al ataque, logro por muy poco esquivar la espátula de Ukyo, en ese momento recibió en su costado izquierdo el Bombori de Shampoo y pudo agacharse para esquivar a Kodachi, ahí fue cuando lo comprendió, no era un todas contra todas, era un todas contra ella, que ingenua había sido en ese momento, volvió a lograr por los pelos esquivar nuevamente la cinta de Kodachi, ahí recibió sobre su costado derecho y cortándole la piel la espátula de Ukyo solo apenas rozándola, logro darle un puñetazo a Shampoo en la nariz, una patada a Kodachi en la cadera y un codazo a Ukyo en el estómago, pero fue lo último que logró, los golpes eran tantos que ya no lograba verlos, cada vez más rápidos que no podía ya ni sentirlos, solo sentía dolor y más dolor y mucho más dolor.
=Perderé, no logró ni ver sus ataques, no puedo con ellas, Ran…ma no pue…= Akane cayó en la inconciencia por un golpe en la nuca con un Bombori de Shampoo, las tres se miraron con sonrisas y diversión, pero al escuchar pasos, todas salieron huyendo del lugar sin mirar atrás, quedando Akane inconsciente y sangrando bastante en el rostro *cerca de la acera a dos metros de la calle, donde las personas empezaban a pasar y a amontonarse todos juntos.
/
-Fiu ya al fin lo perdí, ese cerdo desorientado sí que es pesado, él no tiene derecho a meterse entre Akane y yo, es cosa nuestra- Ranma completamente olvidado de los encargos de Kasumi, caminaba tranquilamente por la calle rumbo al Dojo Tendo, cuando donde se encontraba el baldío abandonado todos empezaban a amontonarse y decir cosas.
-Llamen a una ambulancia-
-¿Se encontrara bien?-
-Hay mucha sangre- Ya completamente intrigado, fue hasta donde se encontraba la multitud y a empujones y a *prepo entro entre la multitud y llego a donde todos miraban, al ver a la chica su rostro se puso azul del horror, por un momento vio a Saffron matando a Akane nuevamente, se paralizo y quedo congelado, sin embargo, enseguida reacciono con un grito aterrador.
-¡AKANEEE!- Tomándola entre sus brazos corrió con todas sus fuerzas hacia el único lugar que sabía podría salvarla, estaba demasiado consternado para entender que era lo que había sucedido ahí. Nunca había corrido tan rápido en su vida, la última vez fue tal vez cuando Akane estaba hecha una muñeca, siempre corría por ella, siempre por Akane sufría estos ataques de nervios incesantes. Las calles pasaban rápidamente para él, yendo de techo en techo, en un par de minutos eternos en estos instantes estuvo frente a la consulta del Dr. Tofu, tirando la puerta del local, entro como un maniático en busca del doctor.
-¡Dr. Tofu! ¡Dr. Tofu! ¡DR. TOFU!- El pobre hombre entro casi corriendo hacia la sala de espera del consultorio, ya que estaba cerrado a esa hora, el hombre al ver la desesperación del joven y ver el estado de la chica no dijo nada, solo señalo una habitación donde ambos entraron, Ranma no quería soltarla por ningún motivo, Tofu tuvo que hacer varios intentos antes de lograr que el chico dejara a la joven en la cama, se veía desesperado, angustiado, enloquecido, sin lograr que Ranma abandonara la habitación, tuvo que revisar a Akane frente al chico, ya curándola incluso revisando su costado, y pasándole morfina para el dolor, al fin ahí Ranma logro respirar tranquilo.
-Ya puedes calmarte Ranma, ella debe descansar ahora hasta que despierte, viste tanta sangre en ella por un corte en el cuero cabelludo que es donde sangra mucho, pero todos los golpes son superficiales- Ranma no parecía más tranquilo con eso, así que no se movió del lugar hasta que la chica no despertara, el doctor salió del cuarto dándole privacidad y fue hasta los teléfonos para avisar en la casa.
/
En el pasillo de la casa Tendo, en una de las paredes color crema y con alguno que otro adorno colgado, se encuentra el teléfono, y se ve a la señora Nodoka hablando por este, mirando algo preocupada lo que le decían.
-¿Ella se encuentra bien?-
-Sí, está bien, son solo superficiales-
-Muchas gracias, diles que vuelvan cuando ella despierte-
-De acuerdo, adiós-
-Si, adiós- Y colgó el teléfono mirando algo preocupada hacia la puerta de la casa.
-¿Quién era tía?-
-Oh Kasumi te cuento, sucede que paso …-
/
Estaba todo oscuro, le dolía todo el cuerpo, no podía moverse aún, se sentía pesada, adolorida y como si le hubieran dado la paliza de su vida, sabía que estaba en una cama, podía sentir el mullido colchón bajo suyo, pero aunque lo intentaba aun no lograba abrir los ojos, sus parpados no respondían, movió despacio los dedos logrando moverlos, con un poco más de esfuerzo al fin pudo abrir los ojos, lo primero a ver, fueron dos enormes y preocupados ojos azules electrico, que la miraban desesperados, se sintió culpable, porque seguramente estaba echa un desastre si el la encontró.
-¡AKANE!- Levantándose rápidamente fue hacia la puerta, la chica no pudo decir nada al respecto, apenas iba volviendo de la inconciencia, volvió a cerrar los ojos con dolor al escuchar el grito del chico.
-Iré por el doctor, enseguida vengo- Saliendo como alma que lleva el diablo, Ranma fue en busca del Dr. Tofu, quien a los pocos minutos volvieron ambos a la habitación, la chica muy despacio y lentamente se sentó en la cama y miro al médico, mientras este revisa a la joven, y toca algunos lugares revisando todo con mucho cuidado.
-¿Te duele algo demasiado Akane-chan?- La joven muy lentamente negó con la cabeza, vio horrorizada que tenía sus ropas llenas de sangre y cortadas por todos lados, al fin recordó que fue lo que paso, Tofu lentamente se levantó y fue hacia la puerta de la habitación.
-Iré por medicamentos para que te lleves Akane-chan- Y salió del lugar, Ranma no había quitado los ojos de encima de ella, la miraba fijamente y con demasiada seriedad.
-¿Quién fue?- Lo único que salió de sus labios fueron esas dos simples palabras llenas de frustración, enojo y preocupación, la joven, cerró los ojos lentamente, con calma, se le venía una tormenta y no sabía cómo enfrentarla del todo.
-Si te dijera, ¿Qué arias?- El joven frunció el ceño, y analizo sus palabras con algo de enojo.
-¿No es obvio? ¡Iré a darle una paliza!- En ese momento Ranma sintió un nudo en la garganta, los ojos de Akane en vez de chocolate parecían oro puro, el reflejo de su tristeza se notó tanto en sus ojos que la angustia empezó a desquiciarlo.
-No puedo decirte entonces que paso- Con mucho cuidado porque su cuerpo no respondía bien aún, le dolía todo y sentía que se marearía en cualquier momento, logro levantarse, caminando hacia la puerta despacio, sin embargo, Ranma se interpuso en su camino.
-Dímelo Akane, dime quien te hizo esto, por favor dímelo- Los ojos azules estaban muy claros en ese momento, como si se perdiera entre el mar y las olas quisieran arroparla, Akane se sintió querida, la preocupación del chico era latente muy percibida por la joven, aun así, no podía contarle.
-Lo siento, no puedes saberlo- Ranma frunció el ceño, dolido por la negativa de ella, sentido por el estado en que la encontró, completamente derrotado en su interior.
-¿Es… es… es que no confías en mí?- Sus ojos se abrieron con horror al pensar en esa posibilidad, al creer que tal vez, él no era digno de su confianza, de su amor, de su amistad, todas esas emociones juntas, todas esas explosiones dentro suyo.
-No metas la confianza que te tengo en esto Ranma, me retaron y perdí ¿vale?- Akane lo miraba con total seriedad, quería hacerle entender que la confianza no tenía nada que ver ahí.
-¿perdí? ¿perdí? ¡Pues claro que perdiste, a ver si te enteras que no puedes ganar! Por eso dime quién es, yo le venceré- Ranma no pudo ver el dolor en los ojos chocolates, como se ponían dorados por un momento mientras aguantaban la estocada que acaban de recibir, porque el joven había cerrado los ojos con firmeza dando su desesperada opinión.
-¡Que no te enteras que no eres una artista marcial aquí!- Akane no sabía que dolía mas, si los golpes de las otras "prometidas" o las palabras de su prometido, el dolor era insoportable en ese momento para ella, sus ojos aguantaron todas las lágrimas que querían derramar, no lloraría delante de él. No aguantando más el dolor interior, y sin que el joven lo notara hasta demasiado tarde, la chica agarro como si nada la cama en la que momentos antes había estado acostada.
-¡Y si no sirvo como artista que haces aquí!- Ranma lo único que vio al abrir sus ojos fue el golpe que recibió con la cama, antes de ir a visitar la inconciencia por tercera vez ese día.
-Marimachooooo- Vemos a un Ranma desmayado, mientras Akane sale despacio por la puerta, al llegar el doctor, solo ve como Akane avanza y a un Ranma en el mundo de Morfeo, le entrega los calmantes a la chica, quien solo le pide que cuide del chico y desaparece.
/
Estaba realmente adolorida, al llegar sola al dojo, todos en la casa habían enloquecido, con paciencia, dijo que iría a darse un baño y cambiarse de ropa, no respondió a nadie más lo que ellos querían saber, ya en el baño, se sentó en la tina y miro el techo del lugar, con mucho cuidado paso la esponja por cada una de sus lesiones, por suerte eran superficiales todas incluso la de la cabeza donde había perdido más sangre, el doctor le había dado unos complementos y que tomará mucho líquido y una infusión para recuperar la sangre perdida, no era tanta como para necesitar un donante en ese momento, y con mucho cuidado, despacio y suavemente, paso por sus heridas la esponja y quito todo rastro de suciedad, con dificultad por sentirse aún adolorida puso sus manos en los bordes de la bañera y se levantó lentamente, secándose primero el cabello y envolviéndolo en una toalla, paso a secarse el cuerpo, la esponjosa toalla quitaba las gotas lentamente, al terminar, se vistió y puso un vestido largo celeste con una blusa naranja.
=Realmente, no quería pensar, pero fui tan patética, ¿Por qué no puedo ser como ellas? Quiero ser fuerte, él, él no cree que yo sea una artista marcial, ¿es que ni eso me considera? ¿No lo valgo? Claro que no, él nunca me considerara una, pero es que, yo amo el arte, si me quitan el arte, ¿Qué voy a ser? ¿una ama de casa? Ja esa ni yo me la creo= Ya completamente cambiada y peinada, con el pelo más o menos seco, dejo sus ropas en la basura y fue hasta su cuarto, al llegar, en su escritorio había una bandeja con un vaso de agua, Akane agradeció a su hermana ese detalle mentalmente y tomando los calmantes con agua, fue a llevar la bandeja, al bajar, estaba preparando la mesa y Ranma entraba por la puerta del dojo, estaba serio y no la miro en ningún momento, fue hasta la mesa y se sentó ahí a esperar la cena, eso hizo que Akane sintiera un nudo en su garganta y fuera hasta la cocina.
-Kasumi nee, ¿necesitas ayuda?- La mayor de las Tendo miro a su pequeña hermana, frunció el ceño al ver sus heridas, pero negando con la cabeza, le devolvió su más linda sonrisa.
-Descuida Akane-chan, mejor ve a sentarte ya casi terminamos con tía Nodoka- La joven solo asintió con la cabeza y fue hasta el comedor, se sentó al lado de su prometido, quien ni la miró ni dijo nada al respecto, así todos empezaron a cenar, callados, mirándose unos a otros, mirando a la más joven de la casa y al chico, quienes no decían ni una sola palabra de nada, ni una mirada, nada.
=El me odia, Ranma me odia, lo siento, de verdad lo siento, pero no puedes saber quién lo hizo Ranma, no aún= En un momento el joven de la trenza se levantó bruscamente de la mesa, quedó quieto unos segundos antes de hablar.
-Ya terminé, gracias por la cena, Akane te espero en mi cuarto- Akane quién no había terminado aún su cena, dejo su cuenco con algo de arroz en la mesa, lentamente se levantó, cerró los ojos, suspiro, tomo valor y se despidió de todos.
-Gracias por la cena- Despacio, con cautela, fue subiendo las escaleras, el pasillo se le hizo eterno, al llegar a la puerta del cuarto de Ranma, donde ahora dormía solo, porque Genma y Nodoka tenían un cuarto para ellos en el primer piso, toco despacio, la puerta se abrió, mostrando un Ranma de ojos tan azules y claros a la vez, serios, con enojo, dispuestos a llegar a la verdad.
-Pasa- Tomando valor nuevamente, la joven Tendo entro al cuarto, miro al chico, esperando que el hablara.
-¿Ahora si me dirás?- La de ojos chocolate, cerro sus manos en puños y los apretó con fuerza, mirando directamente a los ojos de Ranma.
-No, ¿no entiendes? No puedes saberlo-
-¿Por qué no confías en mí?- Ranma apretaba la mandíbula con fuerza al volver a escuchar la negativa de la joven.
-Ya me siento lo bastante mal, sabiendo que me dieron una paliza, como para que también tengas que ir a defenderme- El joven acaba de abrir los ojos enormemente por lo escuchado de los labios de la joven.
-Espera, repite eso, ¿Qué? ¿Te DIERON? Ósea, ¿más de uno? Claro que te iban a dar una paliza, ¡no puedes vencer ni a un niño!- Ahora quien cerro la mandíbula fuertemente y miro con pavor fue Akane, quien no podía creer lo que escuchaba.
-¡Eso no te lo consiento Ranma!-
-¿No lo consientes? ¡Pero es verdad!- La puerta se abrió bruscamente cayendo todos los demás integrantes de la casa en picada hacia el piso, Nodoka dignamente se levantó y fue hasta su nuera.
-Akane querida, dile a mi hijo quienes te hicieron esto, el cómo todo un hombre te defenderá-
-Exactamente madre, pero es que es más terca que una mula- Akane cerró los ojos con fuerza, con parsimonia los volvió a abrir mirando a su tía.
-Tía usted tenia rezón, cuando me dijo que las mujeres Saotome teníamos que sufrir, no se lo diré, el reto fue a mí y yo lo acepté y perdí, fin de esto- Quería ir hacia su cuarto y encerrarse, no volver a salir, no volver a escucharlos decir que ella, no valía como artista.
-¡Akane! ¡Dime quien fue!- Estando de espaldas a Ranma, la joven viro su rostro hacia el chico sin moverse de su lugar, mirándolo de costado, con seriedad.
-No te lo diré-
-Marimacho, ¡entiende! No eres una artista, ¡por eso has perdido!- Esta vez, ya no aguantando la insolencia, la joven, cerro los puños y empezó a pegarle al chico, este esquivaba sus ataques como si nada, saltando por su ventana hacia el patio del dojo Tendo, Akane no queriendo quedarse atrás, también fue por ahí, llegando a ver con un poco de miedo la altura, pero estando el árbol cerca y ser tan grande salto hacia una de sus ramas y de ahí al piso, rompiendo un poco su ropas en el proceso, siguió pegándole al joven, entonces lo noto, Ranma no la tomaba enserio, el solo sonreía divertido por los intentos fallidos de ella. La joven no lo soporto y siguió intentando darle aun con más fuerza, olvidándose completamente de sus heridas y aumentando la velocidad, pero era inútil, no lograba alcanzarlo, en eso, fueron acercándose a la orilla del estanque koi, donde se encontraban todos aquellos hermosos peces, al pisar mal con una de las piedras, perdió el equilibrio y se vio a si misma cayendo en el estanque, cerró los ojos por la inminente caída, pero esta nunca llego, al abrirlos, Ranma la miraba con diversión y sujetándola firmemente de la cintura, con una media sonrisa.
-Ahora si me lo dirás ¿verdad?- Entonces, lo vio, vio el momento, donde todos miraban divertidos, donde el chico nunca la tomó enserio, donde no había nada, no había lugar para ella.
=Eh perdido, aquí y ahora, nunca me tomaran en cuenta ¿no? Solo soy tu simple prometida= Con toda la frustración encima, todo el dilema, la joven cerro los ojos con fuerza, junto todo lo que tenía dentro, y de un golpe con su enorme mazo, mando a volar al chico lejos de aquí, miro a su familia y con lágrimas en los ojos, salió corriendo del lugar.
/
El parque lugar donde muchos niños juegan, algunos adolecentes la pasan genial, donde adultos hacen picnics y están el rato, donde se pueden apreciar grandes cantidades de árboles, caminos de piedra, pasto recién cortado y cuidado, en una pequeña parte del parque ahí juegos para niños, una caja de arena, algunos toboganes y hamacas, sin embargo, el cielo se nublo y no hubo nadie a los pocos minutos en el lugar, salvo una hermosa joven, bajo un enorme árbol, sentada con su cabeza entre sus rodillas, devastada, era hermosa, pero se le veía triste, llorando, lágrimas y lágrimas caían de sus hermosos ojos color chocolate, que en este momento, por tantas lágrimas, estaban dorados como la miel recién salida de las abejas.
=Y ahora, ¿Qué hare yo? Quiero ser fuerte, deseo serlo de verdad, quiero ser alguien, de verdad amo las artes, pero como aprender algo, ¿que no lo sé hacer?= Sin percatarse empezó a hablar en vos alta.
-Esto es tu culpa, Ranma, Ranma, tu no crees en mí, no deseas que sea fuerte, arg RANMA NO BAKAAAAA- La joven se había parado, sus ropas todas sucias por el barro debajo de ella, rotas por la pelea con su prometido, mojada porque, aunque se encontraba bajo un árbol no era un refugio completo, miraba el cielo, como poco a poco este dejaba de llover fuerte, para pasar a una leve llovizna, devastada, volvió a sentarse contra el árbol, poner su cabeza entre sus piernas y susurrar sus desdichas.
-No puedo echarle toda la culpa a él, también es mía, descuide completamente mi entrenamiento al conocerlo, además, nadie desea entrenarme, cuantas veces se lo eh pedido ¿ya? Papá no desea entrenarme, hace años dejo de hacerlo, ¿tío Genma? Él está loco y Ranma tampoco lo dejara, y debo descartar a Ranma, el tampoco desea hacerlo, pero, no puedo enseñarme a mí misma cosas que no sé, si hubiera alguien, solo una persona, alguien que deseara entrenarme, yo, yo aceptaría-
-Yo puedo entrenarte si quieres- La joven abrió los ojos enormemente, no se había dado cuenta que ya no estaba solo pensando, sino también diciéndolo en vos alta, miro al frente, vio a la persona delante de ella, pequeña, muy familiar y al mismo tiempo completamente desconocida, cabello largo y gris, sentada encima de un bastón de madera, con ropas muy familiares, obviamente eran chinas por su estilo, de estilos extranjeros, pero delante suyo, había una desconocida.
-¿Quién eres?-
-Yo soy ….-
/
Vemos el dojo Tendo, la familia se encontraba como siempre haciendo sus cosas, sin tomar importancia a la anterior pelea, Nabiki miraba la televisión en la sala, de vez en ves miraba el reloj de pared, solo sentía una pequeña inquietud, pero evitaba darle importancia, Kasumi y Nodoka se encontraban en la cocina lavando los platos, Soun y Genma estaba en su partida de Shogi, Genma intentando hacerle trampa al patriarca Tendo, quien le reclamaba, todos en sus respectivos lugares, ven entrar a una peli roja con malas pulgas, se veía sumamente enojada, chorreando agua a montones, al mirar a su alrededor, vio que no se encontraba la chica de su discordia, acercándose a su madre, quien le traía una toalla, decidió preguntar.
-¿Y Akane?- Miraba hacia otro lado, para que nadie notara su verdaderos sentimientos, sus dudas, sus miedos, su amor, estaba realmente devastado por dentro.
-Salió corriendo cuando te mando a volar, aun no vuelve, creo que deberías dejarla sola un rato- Ranma apretó los puños de su mano, y cerró los ojos, respiro profundo y soltó todo el aire.
-sí, creo tienes razón- Y terminado de decir eso, fue hasta su habitación, tomo ropa y fue al baño.
=Akane, ¿es que no confías en mí? Maldición ¿cómo vas a confiar? Si lo único que hago es meter la pata, rayos, pero es que, te amo tanto, como no lo entiendes, como no lo ves, pero que lo vas a ver, si solo te doy insultos, maldición, debo decírtelo, decirte que te amo, así confiarías en mí, y entonces, podrías decirme quien te hizo eso, no, no, no quiero que pienses que te digo lo que siento para que me digas quienes fueron, rayos, ¿Por qué el amor es tan complicado? Y yo, ¿hablando de amor? Esto parece un chiste, pero después de lo de Saffron, no puedo negar que te amo, creí morirme al pensar que estabas muerta, Akane, no soy nada sin ti= El joven se levantó de la bañera, al salir de ella, se puso una toalla en la cabeza y empezó a secarse el cuerpo, debía vestirse rápido para ir a buscar a la joven, ya podía escuchar cómo había dejado de llover fuerte, hacia horas que ella se había ido de la casa y aun no volvía, y el, no aguantaba ni un minuto más sin decirle, como se sentía.
-Hoy lo haré, te diré lo que siento por ti, y que el mundo arda, no me importa, estaré contigo Akane Tendo- Diciendo eso, termino de vestirse y salió del baño.
/
La joven miraba a la anciana delante suyo, su aspecto, se le hacía familiar, su postura y forma de mirar, tenía largo cabello gris atado en una cola de caballo, sin cerquillo, así que se podía apreciar la arrugada frente, pequeños ojos en grandes cuencas, mejillas arrugadas, y labios pequeños, no media más que uno treinta, era pequeña y, aun así, podía sentir su gran poder.
-Soy Lánbǎoshí, significa Zafiro en japonés, y soy la hermana gemela de Kēlóng, tú la conoces como Cologne, y Akane Tendo, quiero entrenarte para que venzas a Xian-pu- La más joven de las Tendo miraba a la mujer frente suyo impresionada, por un momento si habría creído que era Cologne, pero al verla bien, se notaban las pequeñas diferencias. No sabía qué hacer ni pensar, quien era esta mujer salida de la nada y como era que la conocía a ella.
-Por que debería creer yo en ¿usted?- La anciana no pudo evitar sonreír al escucharla, sabía que no sería tan sencillo pero también, que lograría su objetivo.
-Es culpa de Cologne, para empezar, te explicare, cada una es la patriarca de una aldea, tuve que salir de mi aldea en busca de algo y Cologne aprovecho en atacarla, ahora se apodero de mi aldea y de la suya, y ¿dirás, hace mucho está aquí, porque no recupero su aldea? Lo que sucede es que, ella uso un hechizo y hasta no romperlo no puedo recuperar mi aldea, eh viajado por estos meses en busca de alguien digno de entrenar, para que al vencer a Xian-pu, perdona, tú la conoces como Shampoo pueda romper el hechizo, la anciana fue lista, uso a esa niña como base del hechizo, y solo alguien de su edad puede enfrentarla- Akane miraba asombrada a la anciana delante suyo. Todo lo que le decía, parecía sacado de un cuento de brujas, sabía que la bisabuela de Shampoo no era de fiar, ¿pero al nivel de hacer trampas? Eso eran palabras mayores y, sin embargo, no se sentía del todo sorprendida, aun así, no sabía si confiar en ella.
-¿Y porque yo? De todas las personas del mundo, ¿porque me eligió precisamente a mí?- La joven miro a la anciana aun con desconfianza. La anciana miro de arriba y abajo a la chica, analizo su expresión, sus ojos, su fortaleza.
-Bueno, ¿quieres la verdad? Te vi en china, como peleaste por tu vida, lo que hiciste por el prometido de Shampoo- Akane frunció el ceño al escuchar "prometido de Shampoo", pero no dio su opinión, solo siguió escuchando.
-Tu valor, tu fuerza, nadie nunca había sobrevivido al Kinjakan de Saffron, al verte, supe que tenías algo especial, así que, estuve observándote desde ese día, más de cerca y lo eh decidido, Akane Tendo, se mi pupila- La joven no sabía cómo sentirse, estaba abrumada, nunca nadie la había tratado así, con este interés, demostrando que era importante, que tal vez, tenía talento.
=No sé qué hacer, si le digo que sí, ¿qué sucederá conmigo? Pero eh de ser sincera conmigo misma, si declino, nunca podre lograr mis sueños, nunca podre estar contigo Ranma, porque sigo sin ser digna de ti, de tu fuerza, de tu amor, ¿entonces? ¿Qué hago? Yo, yo, ¿Qué quiero yo? Yo, yo quiero ser fuerte, ser buena con las artes, porque las amo, amo las artes y amo a Ranma, y el y las artes están unidas, así que, se lo que debo hacer, el problema es, ¿podré hacerlo?= Cerraba fuertemente los ojos, pensando y rebanándose la cabeza, debía saber qué hacer, que esperar, que encontrar en su camino, porque ahora era de vida o muerte, su decisión, lo era todo.
-Puedo esperar hasta que te sientas preparada niña- La joven, que estaba sentada en la tierra húmeda y aun embarrada se paró de golpe, miro a la mujer delante suyo, sus ojos brillantes en el ya caído atardecer, brillaban como oro puro, con decisión y fuerza.
-¡NO! Digo, no, no esperaremos, eh de ser sincera conmigo misma y si esperamos nunca lo haré, me terminaran convenciendo de que es una mala idea, iré con Usted Sensei- La mujer miro a la niña con satisfacción, con alegría y con orgullo.
-Pero, ¿Cómo vamos a hacerlo? Ranma no dejara que una amazona me entrene-
-Tenemos que salir de viaje, yo pase por el Nekohanten hoy, ellos saben que estuve aquí, pero nada más, no me buscaran, nadie sospechara que te has ido conmigo, pero te advierto, el entrenamiento será durísimo, desearas haber dicho que no, pero te convertiré en la mejor-
-Pero no iré a china, no estoy lista para ese lugar y aguantare cualquier cosa que me dé, yo quiero, deseo y necesito ser fuerte-
-De acuerdo, saldremos hoy a las 4am, te esperaré aquí mismo-
-Si-
/
Ranma volvía de la calle, había estado buscando a Akane por todos lados, no logro encontrarla, en la escuela, por las calles, en el baldío abandonado, paso brevemente por el parque pero no creyó estaría ahí, así que siguió de largo, ahora se arrepentía de no ir al parque, así que estaba por volver, cuando la joven apareció en una esquina, venía con la cabeza baja, toda embarrada y mojada, él la miró con preocupación, al verla en tal estado, sin embargo, cuando levanto la cabeza, Ranma pudo ver decisión en sus ojos, estaban dorados de emociones, y supo que algo había pasado, pero no sabía que era y temió descubrir que sucedió.
-¡Akane! ¡Donde te habías metido, te estuve buscando por todos lados!- La joven lo miró por un momento y frunció el ceño, negó con la cabeza y susurrando respondió.
-Necesitaba pensar, estar sola, decidir mi propio camino- Y empezó a caminar, dejando como piedra al chico, quien repentinamente sintió una punzada en su corazón, fue corriendo tras la chica.
-¡AKANE! Es…. Espera, hay algo que, ¡quiero decirte!- Akane se detuvo y por primera vez en ese momento, miró a Ranma, lo analizo y temió que el chico decidiera decirle ahora que la amaba, no porque no le correspondiera, sino porque ella acaba de decidir su destino.
-Lo siento Ranma, deseo ir a darme otro baño y cambiarme de ropas o enfermare- En ese momento, Ranma cayó en cuenta de que la joven seguía con esas ropas, que aún no llegaba al dojo, así que, asintió con la cabeza, y la chica, siguió su camino.
-De acuerdo, esperare a que termines- La joven solo asintió con la cabeza y se fue.
/
Ya había pasado una hora, estaba en su cuarto con su camisón amarillo con dibujos en celeste, sentada en su cama con su cabeza entre sus piernas y la espalda en la pared, cerraba los ojos fuertemente, hacía diez minutos Kasumi había pasado por su cuarto esperando lograr sacarle información, la mayor de las Tendo, se había ido con nada más que un estoy bien, suspirando nuevamente, temió que alguien más viniera, cerrando la puerta con llave, le había dicho a su hermana que deseaba descansar, que aún le dolían sus heridas y que su cuerpo necesitaba reposo, pensaba levantarse, y hacer el bolso, no debía dejarlo para la madrugada o podría hacérsele tarde, cuando escucho un suave golpe provenir de la ventana, sus ojos se abrieron en pánico al escucharlo y no supo en ese momento que hacer, era obvio, quien era el responsable de eso, y ella no deseaba verlo ahora, sin embargo, el chico volvió a insistir varias veces, no quedándole opción, la joven se levantó lentamente y abrió la ventana. Al entrar al cuarto, Ranma frunció el ceño hacia la chica.
-¿Por qué no me habrías? Si estabas sentada en la cama- El chico no dejaba de escudriñar a la joven delante de él, quien, para su enojo, evitaba mirarlo a la cara.
-Intentaba descansar, Ranma, hoy ha sido un día sumamente duro, por eso no habría- Akane se sentó lentamente en la cama, mirando al piso, para no caer ante el joven frente suyo.
-De acuerdo, puede que tengas razón, pero ¡Akane! Debo decirte algo muy importante, podrías ¿escucharme?- El corazón del joven, latía desenfrenadamente, parecía que había hecho una carrera loca por todo el mundo, estaba muy nervioso, pero decidido a decirle la verdad a la joven, ella tenía que entender por qué la quería en su vida.
-Lo siento Ranma, ¿puede ser otro día?- Akane reusaba verlo, y él se sentía desesperar, acercándose más a ella, hizo que lo mirara a los ojos, estaban a unos centímetros de distancia, si solo se atreviera, podría robarle un beso, como el de esa mañana, que arruinaron todos, solo un poco más, pero no lo haría, la besaría cuando ella le diga que sí, tomando esa decisión, apoyo sus manos en los costados de la cama al lado suyo, dejándola atrapada entre la cama, la pared y él, Akane retrocedió un poco más, quedando más sentada aun, en la cama, mirándolo con los ojos completamente abiertos, ya que Ranma había vuelto a acercarse, logrando que la distancia sea cada vez más chica, a centímetros de su nariz, de sus ojos, de su boca, por un momento estuvo a punto de flaquear, cerró los ojos con fuerza, decisión y los volvió a abrir, cuando sintió que tomaba todo su valor.
-Ran.. ma, estoy, de verdad, ha sido un día agotador, ¿podemos hablar otro día?- Volvió a repetir, el joven no le respondía, no dejaba de verla, de oler su perfume, y la miró, el cansancio en sus ojos, las heridas de su cuerpo, se sintió tonto, el queriendo exigirle más y ella tan agotada, con pesadez, resignación y frunciendo el ceño, Ranma se alejó de Akane lentamente.
-Bien, pero sonríe, tienes una sonrisa preciosa, por favor Akane, hace mucho no te veo sonreír, ¿puedes hacerlo?- La joven abrió los ojos grandemente, sin encontrar aun el habla, miro al chico y asintió con la cabeza.
-De acuerdo, mañana hablaremos, pero Akane, no esperes hasta mañana para sonreírme- Ranma ya estaba al lado de la ventana, estaba cerca, listo para salir, Akane sintió un nudo en la garganta, creyó largarse a llorar en ese momento, con fuerza de flaqueza, ella le sonrió al chico, no era una de su más hermosa sonrisa, pero Ranma se sintió aliviado.
-Gracias, descansa Akane, mañana hablaremos- y desapareció del lugar, la joven soltó un gran suspiro, se acostó un poco, para lograr normalizar su corazón.
=Tanto esperé por este momento, y no pude dejarte decirlo, lo siento Ranma, pero ahora, debo irme y ser digna de ti= Mantenía los ojos cerrados, hasta que logro al fin normalizar su corazón y poder preparar su bolso.
/
Estaba todo en silencio, eran las tres y veinte de la mañana, nadie hacia ningún ruido, en la casa todos dormían, o casi todos, Akane se encontraba con los ojos abiertos, mirando el techo de su cuarto, se había despertado antes de que sonara la alarma, ya deshabilitándola, se levantó, tomo aire, y vistió silenciosamente, tomó su bolso y fue hasta su ventana, estaba por bajar, cuando un impulso, la llevo a correr hacia la habitación de su prometido, entro despacio, suavemente y lo miró, como este dormía a pata suelta en su Futón, sonrió con cariño y lentamente se acercó, apoyo su cuerpo en sus rodillas, y con una mano acaricio suavemente los cabellos negros de su prometido, y acercando su boca al oído de este, le susurro. -Me iré ahora Ranma, me haré fuerte, y al volver, estarás orgulloso de mi, seré digna de ti, porque te amo amor mío, por favor espérame y no me odies, de ahora en adelante todo será difícil para ambos, empieza nuestra propia batalla, no dejes de amarme, lucha por mí, porque yo no dejare de luchar por ti mi amor- La joven por un impulso, acerco sus labios a los de su prometido y le entrego un pequeño beso en ellos, creyó ser correspondida, asustándose se levantó con rapidez. -Mmmmmm Akane zzzzzzzz- Akane no pudo evitar sonreír cual boba al ver, que Ranma la había reconocido al besarlo, apresurando ahora si el paso, se fue de la habitación. / Al llegar a su cuarto, tomo rápidamente su bolso, y con mucha dificultad e intentando hacer el menor ruido posible bajo por el techo, de ahí hacia el árbol, del cual salto al piso casi cayéndose, se fue, al lograr pasar la enorme puerta del dojo Tendo, portón que separaba de la casa y la calle, Akane se detuvo un momento, miro su casa, su hogar, y miró la calle por la cual tenía que irse, por un instante quiso volver a la seguridad de su casa, negando la cabeza, tomando valor nuevamente, avanzo hasta su destino, ahí marcaba su propio camino de ahora en adelante, todo sería difícil, para todos, en especial para ellos. Al llegar al parque miró a la anciana esperándola, estaba con una sonrisa en su rostro y ya todo preparado para el viaje que les esperaba. -¿Lista pequeña?- -Sí, Sensei- Así ambas mujeres empezaron a caminar rumbo a su destino, por salir del parque donde todo empezó.Continuara…
Un agradecimiento especial a mi Beta x_x Los que ya me conocen, saben que me operare, quise dejarles este pequeño regalo, nos volveremos a ver, cuando ya puedo escribir nuevamente.
