Prólogo

Amor date prisa no quiero que lleguemos tarde- me grito Edward desde la sala de estar de nuestro apartamento

Ya voy Edward- Salí del cuarto con una sonrisa al verlo tan impaciente- te saldrán canas si no dejas de estresarte por todo amor- me puse de puntilla y le di un suave beso en los labios

Te ves realmente hermosa- dijo posando sus manos en mi cintura.

Y tú todavía más- dije mientras arreglaba su corbata- listo, ahora vamos que si mal no recuerdo era usted señor Cullen, quien no quería retrasarse- me voltee mientras lo escuchaba carcajearse y darme una pequeña nalgada.

Era el día de nuestra graduación de universidad, me graduaría de sistemas de oficina y Edward de leyes. Edward y yo llevábamos juntos desde la escuela superior y no nos habíamos separado desde entones. Nos conocíamos bien, fuimos amigos, cómplices, confidentes, novios, amantes, nos amábamos y lo deseábamos todo junto. La ceremonia de la graduación transcurrió sin ningún inconveniente. Estábamos todos extasiados, comenzaríamos una nueva etapa, y todos juntos.

Un año después

Dios Alice estoy cansada de sufrir - dije mientras salíamos de la tienda, sin nada

Vamos Bella, no exageres ya verás que es cuestión de tiempo que tú y mi cuñadito podrán darse todos los lujos que deseen - decía mientras me tomaba del brazo y emprendíamos nuestro camino. Alice, era la novia de Jasper, el gemelo fraterno de Edward, ella siempre veía lo bueno al final de todo.

No Alice, estoy cansada de todo - Grité- de no poder tener lo que quiero, porque no dará para pagar las cuentas, ya ni salimos a cenar, si no es una cosa es la otra estoy cansada. Alice me vio un poco enojada

Bella, no seas injusta sabes que Edward se desvive por hacerte feliz, sabes que para él, igual que para Jaspes, es importante hacerse de un gran nombre por ellos mismo, sin la ayuda de sus padres. Además hablas como si tener un par de zapatos de última colección fuera más impor… ¡¿O por Dios ya no lo amas?!

¿Que? Claro que no, Alice! –Grité- es solo que a veces… - me trague el sentimiento de culpa- sabes no me hagas caso, tienes razón tiempo al tiempo – ambas sonreímos y continuamos con nuestras caminata.

Dios que culpable me sentía, yo amaba a Edward con mi vida pero a pesar de todo el amor que sentía anhelaba más, anhelaba todo eso que un mes atrás me ofrecían…

Edward ya me voy al trabajo- mientras recogía mi cartera y abrigo lo vi salir de la cocina con una sonrisa se acercó a mí y fue a besarme pero interrumpí su intención - voy tarde Edward, mi jefe no me perdonara una tardanza

Solo sería la primera amor, así que no veo porque tendría que llamar tu atención – me beso con amor- paso por ti a la oficina y nos vamos juntos para casa de mis padres – me tense un poco, pero inmediatamente me relaje no quería que notara que le mentiría

Edward hoy salgo más tarde, mejor y nos encontramos en casa de tus padres, si?- me miro un poco molesto.

No, no Bella, siempre estás trabajando demás hace un mes que sales demasiado tarde de la oficina, tu jefe te explota y…-

Basta! lo hago porque necesitamos el dinero quiero poder salir, viajar comprarme ropa todo eso Edward, por lo tanto debo trabajar.

Dios no podía con esto, como decirle que mis salidas tarde del trabajo no eran por trabajo, que pasaba el tiempo con mi jefe quien me había propuesto salir con él. Había comenzado a aceptar sus invitaciones hacía ya un mes, no me había acostado con él pero de igual forma le fallaba al amor de mi vida. Pero no me podía negar, con él tenía eso que quería, Lujos.

No te hace falta nada Bella, tenemos un techo, comida y nos tenemos el uno al otro. Con el tiempo vendrá más – tomo mis manos y las beso- es más estoy esperando una buena noticia en el trabajo, todo va a estar bien amor. Te amo.

Yo también te amo, nos encontramos en casa de tus padres – dije con un nudo en la garganta, asintió resignado, lo bese y me fui.

Me encontraba de camino al despacho de mi jefe para cenar con él como venía haciendo estas últimas semanas. Entre sin tocar, ya no quedaba nadie en la oficinas solo nosotros.

¿No cenaremos hoy? – pregunte al no ver la cena como era costumbre ya- digo por mí no hay problema, puedo alcanzar a cenar con mi familia si….

No, nada de eso- dijo mi jefe, Jacob Black. Un hombre sumamente apuesto y extremadamente detallista- quiero proponerte algo, ven- extendió su mano la cual tome, me miro fijo- quiero que te vayas conmigo a Londres. No quiero que seas mi asistente quiero que vayas como mi pareja- oh eso si no me lo esperaba, me quede en silencio unos segundos- ¿Aceptas? Si lo haces salimos en dos horas al aeropuerto.

No sé qué me paso por la cabeza cuando de mis labios salió – Si