¡Hola! Bien este es un fic de Yukitoxtomoyo, una pareja poco común pero que amo y me encanta, generalmente he hecho dos ones-shot, uno publicado aquí y el otro en fanfic es, y este es el primer longfic que hago (o sea que no solo consta de un capitulo sino de varios n.n) se me ocurrió mientras pensaba en la historia de los padres de sakura, así que pensé que ¿Por qué no se repite la historia con Yukito y Tomoyo? Digo, es que Tomoyo se parece mucho a Nadeshiko, el cabello largo, amable, gentil (creo que Tomoyo tampoco es buena en los deportes al igual que Nadeshiko ) y Yukito se parece al padre de Sakura, y no solo en lo físico sino también en su forma de ser n.n así que se me ocurrió hacer un pequeño fic de ellos (y digo pequeño porque solo creo que este fic constara de 5 capítulos)
Ya sabéis que los personajes ni el anime me pertenecen, es propiedad de mis amadas CLAMP (aunque tengo ganas de lanzar una bomba atómica al estudio de ellas por hacer sufrir tanto a mi amado, adorado y querido Subaru)
Sin más que decir espero que disfrutéis de este fic n.n
Una lección de Amor.
By: ángel travieso.
A veces el amor es complicado, pero a pesar de ello es ese sentimiento el que nos da fuerzas para seguir luchando... y aquel amor que no a sufrido ni llorado en el camino jamás se hará fuerte en el futuro... por ello aunque se doloroso vale la pena todo lo sufrido pues es parte de tu vida.
Capitulo 1: un ángel caído.
Era mitad de primavera y los árboles estaban repletos de cerezos, estas eran llevadas por el viento haciendo hubiera una hermosa y perfumada lluvia de pétalos. Los árboles de cerezo estaban por todas partes de la ciudad, una joven de primorosa edad iba a toda prisa en sus patines, iba por las aceras en donde a la orilla de esta había una hilera de árboles sakura, los cuales no solo le brindaban sombra sino que también brindaban un hermoso paisaje a quien pasase en ese instante por allí, su cabello de color castaño ondeaba con el viento y en sus ojos verdes se podía ver la prisa que llevaba.
— ¡Tomoyo! ¡Shaoran!- grito la joven a modo de saludo al ver a dos figuras a lo lejos, estas las esperaban en la esquina de la calle a la sombra de los árboles, las dos personas que hasta ahora conversaba detuvieron su conversación para observar como una muchacha de 16 años se acercaba a ellos a toda velocidad en sus patines y con una sonrisa plantada en su rostro. — Dis-disculpen la de-demora.- dijo al llegar hasta ellos con voz entrecortada, tenia apoyada las manos sobre sus rodillas y los ojos cerrados, trataba de recuperara el aliento.
— Buenos días Sakura.- saludo dulcemente Tomoyo con una sonrisa.
— Llegas tarde.- dijo el otro joven de cabello castaño
— lo siento Shaoran, es que me quede dormida.- la joven saco la lengua a modo de disculpa mientras a sus compañeros le resbalaba una gota por la sien estilo anime al escuchar la excusa de Sakura.
— bueno, ahora que estas aquí ya nos podemos ir.- aclaro Tomoyo, los dos jóvenes asintieron y comenzaron a caminar.
Shaoran y Sakura estaban a un paso delante de Tomoyo, esta observaba a sus compañeros de clase con un aire pensativo, Shaoran era un joven apuesto de 16 años, su cabello castaño este era corto, sedoso y en su frente caían algunos mechones rebeldes, su uniforme era del mismo modelo que usaban Touya y Yukito cuando iban a la preparatoria, caminaba llevando a su lado una bicicleta, había adquirido el habito de manejar bicicleta al ir a la preparatoria pero solo la conducía hasta llegar al punto de encuentro para esperar a Sakura a partir de allí se iba caminando para así esperar a Tomoyo -quien iba a pie- y poder conversar amenamente con su querida novia, esta por su parte iba a su lado contando alegremente una historia, su cabello había crecido y ahora le llegaba hasta por debajo de la cintura, era largo y lacio, sus grandes ojos verdes emanaban emoción y felicidad al estar junto al castaño, estudiaba en la misma institución en la que había estudiado su hermano por esa razón el modelo de uniforme que llevaba era igual que el que una vez utilizo Naruku pero algo no había cambiado en ella –aparte de su actitud- y era la manía de siempre irse en patines, de hecho ahora mismo iba en ellos, patinando con suavidad, hablando con Shaoran con una sonrisa plantada en sus rostros, era una chica hermosa, deseada por muchos pero ella solo tenia ojos para Shaoran… su novio. En tanto Tomoyo caminaba detrás de ellos sin atreverse a entrar en la conversación, cuando ellos dos hablaban parecía que todo lo demás desaparecía incluyendo a ella misma.
Tomoyo también era una chica hermosa, de cabellos negros, largos y ondulados como lo fue alguna vez el de Nadeshiko, sus ojos violáceos brillaban y su piel era tan blanca como la misma nieve, una de las chicas mas hermosa dentro de la institución, suspiro lentamente al tiempo en que miraba los pétalos de cerezo caer, al menos ellos le hacían compañía, siempre había disfrutado de ver a Sakura sonreír y ser feliz, siempre trataba de no perder detalle de la vida de Sakura sin embargo el tiempo fue pasando pero ella aun seguía observando la felicidad de Sakura y Shaoran, fascinada de una historia de amor, hasta que se dio cuenta de que ellos no le prestaban mucha atención, siempre eran ellos dos, claro, ellos siempre estaban con ella pero solo en presencia porque cuando hablaban el mundo se reducía a ellos dos y Tomoyo se sentía como una cero a la izquierda y comenzó a sentirse sola pero no dijo nada a sus compañeros.
Sin darse cuenta ya habían llegado a la preparatoria, los tres entraron al salón sintiéndose aliviados de saber que aun las clases no habían empezado, Tomoyo se sentó cerca de la ventana, Sakura detrás de ella y Shaoran se sentó al lado de Sakura.
Pronto les dieron el aviso de que la profesora de matemáticas estaba enferma y que, por tal razón, no daría clases el día de hoy así que tenían la primera hora libre.
— ¡Que bueno que no hay matemáticas!- dijo animada Sakura, ellos ya habían salido del salón de clases y caminaban los tres por el patio, se dirigían a la cantina para comprar algo.
— Lo dices porque eres pésima en esa materia.- comento divertido Shaoran, la chica lleno sus mejillas de aire en muestra de enfado lo que causo que su novio se riera en voz baja, en ese instante se escucho un ruido.
— ¿Qué es eso?- pregunto Tomoyo.
— ¿Qué es que?- pregunto confusa Sakura al observar a su amiga. Nuevamente se escucho el ruido.
— eso
— No escucho nada- dijo Shaoran, Sakura por su parte trataba de agudizar sus sentidos para escuchar pero no escuchaba nada.
— Disculpen- dijo Rica que había llegado hasta ellos, los presentes las miraron y ella prosiguió- pasado mañana habrá un festival así que Naoko, Shiharu y yo nos preguntábamos si tienen algo que hacer.- la chica siguió conversando con una dulce sonrisa mientras tanto Shaoran y Sakura la escuchaban, Tomoyo por su parte los había dejado para averiguar de que trataba ese sonido, camino un poco alejándose de sus compañeros.
El sonido se escucho nuevamente, era el sonido de un pequeño animal, lo sabia, por eso lo buscaba, rebusco entre unos arbusto y dio entonces con un pequeño pichoncito que seguramente había nacido hace poco, estaba en el suelo y parecía herido, sintió pena por el animal así que lo tomo en sus manos y lo miro con ternura seguidamente miro hacia el árbol buscando algún nido en donde posar el animal, dio con uno en seguida se puso a la tarea de llevar al animal hasta el trepando primero por el árbol.
Ahora la muchacha trepada en el árbol, encaramada en una de las ramas más altas, agarrada al tronco con una sola mano, y estirándose de una manera sumamente peligrosa para alcanzar el frágil nido ubicado en la parte más alejada de la rama situada exactamente debajo. "Sólo un poco" más pensó la chica mientras se estiraba al límite de su capacidad. "Solamente un poquitín más"
-Listo- dijo con alegría al colocar al pichoncito en su nido, miro con ternura el animal y pensó que había hecho algo bueno, que hubiese pasado si no hubiese llegado? ¿Habría muerto?, no pudo seguir indagando ya que un chasquido, excesivamente parecido a una detonación, dio la señal de que la rama se había partido.
- ¡Ahhhh!- la joven se precipitó al suelo. Parecía sufrir de un extraño magnetismo arboril, ya que en el trayecto chocó contra todas las ramas que pudo, lo que contribuyó a evitar que sus reflejos la prepararan para la caída.
Tomoyo cerró los ojos, esperando recibir el brutal golpe contra el suelo en cualquier segundo…
Pero éste no llegó, en vez de eso callo en algo que no le dolió.
Finalmente abrió los ojos para encontrase con unos serenos y calmados ojos de color castaño que la miraron con dulzura, entonces se dio cuenta de que había aterrizado encima de un extraño que la había salvado de una dura caída; el joven era sumamente apuesto y estaba tendido en el pasto, con la Tomoyo ejerciendo presión en su estómago con sus rodillas y en su torso con las manos.
Sus cuerpos estaban demasiado juntos. Un tenue rubor cubrió sus mejillas.
-Lo siento mucho.- dijo ella al tiempo en que se ponía de pie y ayudaba a su salvador a ponerse de pie dándole la mano como apoyo. Tomoyo tenia una cara llena de preocupación y vergüenza mientras ayudaba al in dividuo, este por su parte, seguía sonriendo dulcemente.
-te encuentras bien?- pregunto serenamente, ya estaba de pie frente a la joven y aprovecho para mirarla fijamente, era hermosa.
-Si… debí haber sido mas cuidadosa, disculpe mi torpes. Seguramente pensó que le había caído un saco de tierra encima… con lo pesada que soy.- dijo realmente apenada sin aparatar la vista de aquel joven.
-al contrario- hablo dulcemente- pensé que un angel se había caído del cielo- al decir esto sonrió con lo que consiguió oscurecer aún más el color de las mejillas de la chica pensando que asi se veía aun mas hermosa de lo que ya era…
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