Sin más me retiro y doy las indicaciones de siempre.
Por favor, sean creativos con sus comentarios, que sean largos, que se note que han leído.
Y, se me había olvidado, pero si van a hacer comentarios ofensivos o despectivos, mejor ahórrenselos. Sin comentarios ofensivos ni insultos. Se les ruega encarecidamente, lean las indicaciones y los apartados de autor que no los pongo de adorno. Están al final de cada capítulo, una breve explicación.
Aclaraciones:
Narración.
— Diálogo. —
‹‹Pensamientos.››
(*) Esto es un apartado para alguna palabra o concepto que aclararé al final del capítulo.
Advertencias:
OoC en los personajes.
Género: Drama.
Clasificación: K.
Disclaimer: La serie no me pertenece, sino a ®Rumiko Takahashi.
Este escrito está inspirado en el capítulo 102 del anime ‹‹Ranma es un Don Juan.››
INSTANT MOMENT.
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‹‹La distancia es la piedra de toque de los verdaderos afectos.››
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Henri Lacordaire.
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LAMENTS OF LOVE.
El pasillo no era angosto, tampoco largo. Poseía el espacio suficiente para que dos, incluso tres personas transitarán por él.
Pero se quedó paralizada en cuanto sus ojos avellana conectaron con los cobaltos.
— Akane.
Tuvo que detenerse y sostenerse, verlo tan cerca y al mismo tiempo sentirlo tan lejos; data de una tortura difícil de sobrellevar. Desgraciadamente, su corazón le traicionaba en el peor de los momentos.
— Ranma... — moderó la voz, procurando no soñar débil.
Imposible, repiqueteó como una piedra quebrando un cristal. Rota como bisbiseo.
El azote de una tormenta convirtiéndose en un huracán no significaría nada, con respecto al dolor que Ranma sentía al escucharla de esa manera. Akane siempre fue su debilidad, su corazón y su luz. Pero ahora ya no era nada, ya no eran nada...
Estiró su mano y dio un paso, quiso tocarla con tanta libertad como la tuvo alguna vez, en determinado momento y perdió por simples fallos de consciencia.
— Akane...
Quería decirle tantas cosas, en un minuto, en ese instante. Su mano rozó el rostro femenino, cálido y de terciopelo. Una caricia efímera e ínfima, cargada de amor afásico y pesar.
La peli-azul cerró los ojos, su mente le gritaba aléjate; mientras su corazón susurraba un disfrútalo. Se tragó un sollozo, un amargo y lastimoso gimoteo.
Era ridículo llorar sobre la leche derramada, solo degustó la atención. Por unos segundos olvidó que su antiguo prometido ahora era un hombre prohibido. Hogaño*, la caricia dolía mas que al principio.
Abochornada y dolida, desvió la mirada. Ranma se golpeó internamente y lamentó en lo más profundo de su interior tener que tratarse como extraños, destinados y confinados a frecuentarse como desconocidos.
Como dos personas determinadas a encontrarse, a estar en el mismo camino pero no a juntarse. Y Ranma odió haber cedido, que sus facultades mentales no fueran lo suficientemente fuertes para resistir el desafortunado líquido mágico de la banda. Maldijo no haber tenido la suficiente fuerza de voluntad, lo aborreció de verdad.
Tanto como despreciaba a la arpía con la que terminó amarrado, un aspaviento de acercamiento alertó a la pequeña Akane, se alejó como si poseyera la peste.
— ¡No! Ranma, no. — no fue una frase simple, fue una súplica lamentable.
El corazón de Ranma palpitó desconsolado, su rostro se desdibujó en una mueca cruel de angustia.
— Akane, yo…
No había palabras que pudiera emular para decirle cuanto sentía lo que sucedía, cuando le dolía su alejamiento e indiferencia… Pero sobre todo, cuanto suplicio significaba no poder tenerla cerca, la impotencia de sentirla fría, indolente y distanciada.
Akane negó con la cabeza y sonrió, tristemente ante la ironía de tener proximidad y distancia al mismo tiempo, tan cerca y tan lejos al momento.
— No te preocupes, Ranma. Esta vez… Ella jugó bien y yo no pude hacer nada, aunque lo intenté… — se lamentó.
Su voz resonó, como un llanto hiriente sin ser emitido. Como esos hermosos ojos que lo enamoraron, tan lindos y sin vida.
Les robó su brillo, les robó la vida.
— Akane…
— Hasta luego, Ranma.
La Tendo se fue sin darle más oportunidad a seguir, tal vez Ranma ignoraba que el dolor era más grande que su fuerza de voluntad flaqueando ante su presencia, ante su ausencia. Nunca hubo declaraciones pero ambos sabían sus sentimientos, superficialmente, profundamente.
No hubo declaraciones, pero no desconocían lo que sentían.
Tal vez en un futuro lejano, en otra vida si existía… Estarían juntos, porque ahí mismo todavía no podrían, aunque Ranma tenía una esperanza, vaga y vana de que la suerte cambiaría.
O por lo menos, lo soñaría.
Notas de Autor:
Bien, hace mucho que no me pasaba a postear por aquí nada de esta pareja, empezaré diciendo que esta es una serie de escritos cortos que no tienen relación entre sí. Simplemente aparecen de diversas situaciones, así que no tendrán secuencia de ningún tipo. En este caso como lo mencioné al principio, me inspiré en el capítulo 102 del anime, de hecho, lo escribí para no perder la idea porque lo haré un Long-fic más adelante.
Sin más, espero que les haya gustado. Me retiro y esperaré a sus comentarios. Estoy abierta a sugerencias si alguien quiere leer algún momento en especial acerca de esta pareja.
Un abrazo y un saludo.
