Sin perdón
Por Tlacuilo
Cómo pude haberte yo herido,
Engañarte y ofendido
Alma gemela no te olvido,
Aunque me arranque el corazón…
Fragmento de la canción El Verdadero Amor perdona de Mana.
Coincidencia, falsa moral o llana venganza. Sasuke no deseaba ahondar mucho en los motivos; empero se burló de los presentes, en su fuero interno.
–Seis meses es poco tiempo. –opinó Koharu Utatane.
Los murmullos se escucharon y la Hokage puso orden.
–Silencio.
Por supuesto el Uchiha, esperaba que esos dos lo defendieran, no es que se los pidiera, ni que lo necesitara, pero sabía que estaba en su forma de ser.
–Es poco tiempo, para un traidor y asesino –concluyó el viejo Homura.
Sasuke por fin habló:
–Quisiera saber ¿a quién se me acusa de matar? ¿A Kaguya? –dijo burlón– No sabía que debían acabar con ella los de la alianza… Oh, esperen un momento, pero si ninguno pudo hacerlo.
Los murmullos se acrecentaron y para molestia de los del consejo, el Uchiha tenía mucha razón; no obstante:
–El prisionero no puede hablar.
El Uchiha frunció el ceño; después de todo, se entregó voluntariamente y esos ancianos se jactaban al negarle poder defenderse.
Para sorpresa del moreno, los ancianos no continuaron, en cambio dieron su veredicto…
–Seis meses en la cárcel de Konoha.
El de sharingan fue guiado por dos ANBU fuera del recinto y rumbo a la cárcel. Sasuke no dijo nada, pero cada vez más, sentía que la idea de entregarse, había sido un error, pues a todos les interesaba solo verlo pagar, por dejar esa aldea en la que aún no confiaba y a la que regresó solo por Naruto.
Casualmente cuando la guerra terminó y el sacó a todos del Tsukuyomi eterno, fue interceptado para ser apresado. Con todos libres, les entró el sentido de justicia y pidieron su cabeza, sin embargo cargos contra él, solo el de traición, pues a su hermano no lo mató –Itachi murió por su enfermedad– y aun si así hubiera sido, sería una verdadera parodia que lo acusaran de ello, cuando todo su clan fue muerto por Itachi y por órdenes del consejo y el Sandaime.
Por matar a Orochimaru… ese sannin si había sido ágil y huyó, antes de que lo capturaran y seguía muy vivo.
Danzō se suicidó al querer matarlo. Así que, asesinó solo en defensa propia y como todo shinobi.
Sasuke fue custodiado con discreción hacia su destino y este a pesar suyo, se giró a buscar al rubio.
Lo vio cada vez más lejos, parado a un lado de Sakura y de Kakashi.
Supo que su egoísmo era el que lo hizo pensar en que fue una decepción no ver a Naruto defendiéndolo; porque sintió que en el Valle del Fin, pudieron comprenderse… por fin después de tantos años, dejando que las emociones de ambos fueran conocidas por el otro.
Y no solo fueron las emociones si no todo en ellos, no les fue desconocido.
… Sentir la muerte tan cerca como de cerca se está de un amante, despertó en ellos algo que dormido o escondido detrás de amistad, creció como lo hicieron ellos en ese tiempo.
Morir desangrados no parecía tan molesto, cuando los cuerpos magullados y más que cansados, se unieron en un abrazo carnal; siendo que no tenían mucho tiempo, no sintieron la necesidad de tener un preludio y por consentimiento mutuo, el rubio entró en el Uchiha y no solo físicamente, si no también pudo traspasar la coraza del alma de este...
Sasuke, borró esos tontos pensamientos y caminó orgulloso. Si el Uzumaki no consideró importante todo lo sucedido, él no iba a deprimirse ridículamente, porque este no abogó en su defensa.
Con diecisiete años de edad, se consideraba en buena forma para sobrevivir a ese encierro sin daño alguno.
Como siempre, la traición no le era desconocida y hasta él mismo era acusado de ello, por lo que la amargura y él, eran viejos amigos.
Nadie lo obligó a entregarse, y por eso tampoco culpó a nadie de ese destino.
No justificaba, pero si comprendía que Konoha e incluso las otras naciones ninja, desearan un chivo expiatorio y él no se consideraba un santo para ofenderse por serlo.
En conclusión, el único problema era, que solo esperó infantilmente –en su opinión– el apoyo de una sola persona, aunque no cambiara nada, solo ver el intento le hubiera sido grato.
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El Uzumaki suspiró abatido al ver partir al reo y sus guardias, y comentó nada feliz.
–Él tiene razón. No mató a nadie; solo a Kaguya y en ese caso, yo también.
–Naruto… –amonestó Kakashi viendo de reojo a la Hokage, que se acercaba.
Sakura apretó sus manos entre si y agregó.
–Abandonó Konoha y se unió a Orochimaru, se convirtió en renegado.
–También lo hizo Itachi y si conocen su historia, seguro que nadie lo culpará. –prosiguió el rubio.
–¿De qué hablas, Naruto? –preguntó Sakura.
Tsunade bufó:
–Cierra la boca niño.
El Uzumaki torció los labios, mas obedeció.
Eran personas que creían conocer a los otros, pero que no se comprendían ni ellos y que de ese modo, actuaban como ciegos que deseaban ser guiados para no sentir que erraban.
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Consecuencia de la fuerza de voluntad y –no lo dudaba– ese Orochimaru y sus modificaciones para hacerlo más poderoso. Asesinarlo en cuanto saliera de la cárcel o… agradecerle, aun no lo decidía, pero una de sus metas ya estaba cumplida.
Era el último descendiente del Sensō no Ichizoku*; algo como eso no lo haría flaquear y hasta se congratulaba del poder de la otra línea de sangre.
Entre esas paredes –que no tenían sellos o algo parecido, pues tuvieron que reconocer que él no deseaba escapar y que si lo deseaba, ni sellos, ni nada lo detendría–, hacía ejercicio y entrenaba; lo que lo mantenía en buen estado físico; aunque no lo pareciera, pese a todo, su apariencia física le era de poco interés, durante ese tiempo.
Con esas nuevas ropas que constaban de un capa que le cubría la parte de arriba**, se sentía cómodo.
Las puertas en el pasillo se escucharon y el moreno supo que un guardia iba a verlo.
Tuvo razón, más el ANBU no iba solo.
–¡Hey Teme!
Sasuke se giró a ver a su visitante y luego lo ignoró.
–Oye, después de que me costó mucho trabajo que me permitieran venir, te pones gruñón, aunque en ti no es raro.
El guardia se alejó, advirtiendo.
–Son solo veinte minutos y no te acerques mucho.
–Sí, sí.
Naruto vio partir al custodio y se giró a ver al moreno.
–Sakura quiere venir, pero dicen que tú te has negado.
–…
–Ella no se merece eso.
–Solo a eso viniste.
–¿A qué?
–A rogar por ella. Pensé que había quedado claro, que considero que no me conoce y que no soy capricho de nadie.
–No has cambiado mucho.
Sasuke alzó la vista y miró fijamente al rubio.
–¿Debo ser políticamente correcto, y mentir por el bien de los otros?
–No dije eso.
–Dices que Sakura quiere verme, no la vi muy entusiasta en mi juicio.
Naruto sintió el golpe que llevaban, encubierto, esas palabras y retrocedió.
–No se podía hacer mucho. Atacaste a los Kages, te fuiste con Orochimaru…
–Y trate de matarlos a ella y a ti muchas veces.
–Por eso no te culpamos y ellos tampoco lo hicieron.
El Uchiha se giró de nuevo.
–Ya ha pasado el tiempo.
–No… yo…
Sasuke tuvo razón, pues el guardia llegó en ese momento. Naruto no se resistió a retirarse, pero advirtió.
–¡Regresaré, ttebayo!
El de ojos negros respondió.
–No lo hagas, si pretendes ignorar lo que pasó en el Valle del Fin.
–No…
Ya no se escuchó a Naruto, pues el guardia ya lo guiaba fuera del lugar.
Sasuke ya no recibió visitas. Después de todo, su sentencia estaba por cumplirse y en un acto de buena voluntad –o en su opinión– miedo de que se vengara, lo dejaron libre un par de días antes.
El Uchiha obtuvo el permiso de viajar, a condición de enviar reportes o en su defecto regresar cada cierto tiempo y tuvo que reconocer la tozudez de Sakura, al averiguar de su partida e ir a despedirse.
Guardar rencor inútilmente le afectaría y por eso el Uchiha fue cortés y hasta un poco amistoso, con la chica.
Podía justificar la ausencia de Naruto por lo despistado de este; pero sería un placebo y también le afectaría a la larga.
El Uchiha avanzó por el camino de Konoha y luego por algunos desconocidos, pero que lo guiarían a su destino.
…
Los mensajes con reportes llegaban puntualmente y algunas veces supo de la visita del Uchiha; incluso que este actuó para que ese meteorito no llegara a Konoha; mas nunca lo pudo ver personalmente.
Naruto deseó haber dado una respuesta más clara en aquella ocasión, pero no tuvo oportunidad.
Dos años no eran poco tiempo y con ellos muchas cosas sucedieron; como que él estaba por casarse.
No era de extrañar que en esa noche y parado frente, al hasta ese día ausente Uchiha; no supiera ni que decir.
El moreno acomodó a su pequeña y preciada carga, y negó:
–Ya veo que el don de la palabra coherente, nunca te llegó.
–…
El Uchiha continuó:
–La Hyūga…, no es de extrañar, siempre te vio con admiración. De lejos, pero te vio.
–Si…
Naruto no despegaba los ojos, de la personita que Sasuke cargaba.
–Ya veo que por fin lo notaste. –aseguró el moreno.
–¿Cómo pudo ser?
El Uchiha se encogió de hombros.
–Ni yo lo sé bien, pero aquí está.
El rubio sonrió con nerviosismo.
–¿Cómo se llama?
–Itachi.
–¡¿En serio?! –exclamó Naruto.
–No. Se llama Menma.
–¿Por qué…?
El Uchiha sonrió de lado.
–Quise que fuera menos serio que los Uchiha antes que él y un poco por ti.
Naruto reaccionó.
–No sé qué decir.
Sasuke volvió a sonreír.
–Nada, no digas nada. Solo deseaba que lo conocieras y nos iremos de nuevo.
–¡¿Pero como pretendes que no haga nada?!
–No lo harás. Y tampoco le dirás a nadie de él. ¿Comprendiste? –Amenazó al moreno con el rinnegan– Tenía un deber con él y un poco contigo, pero nada más. No quiero que cambies nada de tu vida, pues yo tampoco lo haré. Esa decisión la tomé y la tomaste, hace dos años.
–¡Yo no sabía!
–Optaste por ignorar y con eso decidiste. Si hubo alguna duda, tu boda las borró por completo.
–No lo haré.
Sasuke se encogió de hombros y sin decir nada más desapareció –con su hijo Menma– en una bola de humo.
Con perdón o sin perdón, las acciones hablaban más que todas las promesas e ilusiones y Naruto era un shinobi de acciones.
Fin
¡Ay! El rencor que nos envenena
Nos hace daño,
Aunque no regreses corazón
Has de perdonarme.
Fragmento de la canción El Verdadero amor Perdona de Mana.
Muchas gracias a quien leyó y digamos que traía una espinita, con eso de que hay algunos (as) que aseguran que Sasuke debe pagar y yo me dije ¿pagar qué? ¿Y porque quieren que lo encierren? Ah pero después de que les salve el trasero ¡Que conveniente!
Y bueno la boda del rubio, aun la veo en el fandom y… ¡La detesto! No la vi, pero la imagino.
Si hay epílogo, aun no lo decido ;)
*Clan de la Guerra, sip al que amo y admiro jejeje
**A mí me parece que es un poncho –el que lleva Sasukito–, después de la guerra… En la susodicha película, en la que casi no sale.
