¡Buenas! Les traigo un pequeño escrito, uno muy breve pero tenia ganas de redactar algo sobre mis queridos Horo y Ren.
Va dedicado en especial a Holly, una amiga realmente querida por mi.
•Días de suerte•
Hoy desperté bastante distante, encontrándome en las nubes, realmente debes gustarme demasiado por que esto no es habitual en mi persona.
Mientras rememoraba algunas cosas del pasado, un tanto cotidianos y hasta simples, me encontré a mi mismo recordando tu rostro de repente.
Horokeu, doy gracias a que podemos seguir viviendo al mismo tiempo en este mundo. Sin importar en donde te encuentres, te siento.
Te quiero, pero no me veo de ninguna forma aceptando esto abiertamente, y me gustaria decir que me entiendes a pesar de no decirte nada... ¿Estoy siendo quizás muy egoísta?
Igualmente, cosas como esas se deben demostrar mas a menudo ¿Cierto?. No estoy habituado a mostrar lo que hay dentro de mi, después de todo.
Me imagino tu estúpida cara sonriente en este instante, así es, quieres que te lo repita a diario. No es tan sencillo que te eligiera a ti de entre todas las personas, incluso yo que no me visualizo comprometido con alguien , no me he podido salvar de este sentimiento tan molesto que me hace pensar que pierdo el tiempo.
Aunque también me reconforta.
—¡Hey, Ren! ¿Nos vamos?—
Y entonces ahí estas, de pie frente a mi departamento, esperando para ir a clases juntos y caminando por el sendero de siempre, con tus comentarios ágiles y torpes y mi manera de evadir las cosas tan práctica.
Caminé unos cuantos pasos, me detuve unos momentos cerca de ti y este fue el resultado:
—Te quiero Horokeu, me gustas tanto que es ridículo, me da verguenza pero es cierto ... y no esperes que lo repita pronto.—
Pasé de largo mientras observe de reojo su semblante pasmado, con un ligero rubor que incrementaba.
Se quedó perplejo y no era para menos, no soy tan afectivo con él, pero el día de hoy es especial.
Por que seguimos con vida, Por que realmente te amo...
.
.
.
y por que se me dio la gana.
Fin.
