Hola, esta historia anteriormente se publicaron uno cuantos capítulos, y para ser sincera no me agrado como esta llendo, decidi reescribirla y empezarla de nuevo.

La siguiente información es crucial en la historia.

! NO TE PASES SIN LEER ESTO!

Referente a la edades; sasuke, sakura y naruto así como los demás novatos originales tienen 13 años (a excepción del equipo de gai-sensei, que aparecerán más adelante, tienen 14 años), Jin tienen 16 años y Kakashi así como los otros jounins tienen 24 años (yo sé que en la serie original no es así, pero así lo manejare en mi historia), los personajes serán lo más apegados a sus personalidades originales, aunque en ciertos momentos les agregare un poco de oc, y pues eso es todo.

Aclaración: los personajes de naruto no me pertenecen

MUCHAS GRACIAS A LOS QUE LEEN Y DEJAN SU COMENTARIO, LES AGRADEZCO MUCHÍSIMO...

ESPERO LES GUSTE

CAPITULO I

POV NADIE

-vamos hermano, dijiste que después de que llegara de la academia entrenarías conmigo –

-lo lamento Jin, será la próxima vez bonita, saldré de misión esta tarde con itachi - la pequeña niña hacia un puchero con sus labios provocando que el chico se sintiera un poco mal, era la cuarta vez que rompía su promesa de entrenar juntos.

- Jin haz caso a shisui, tiene una misión importante, papá puede ayudarte a entrenar – dijo su madre, que compasivamente trataba que la niña entendiera.

La niña suspiro con resignación.

-está bien, le diré a papá cuando llegue de la academia -

-volveré pronto, bonita- le contesto shisui con una sonrisa en su rostro.

Jin era una niña del clan Uchiha de aproximadamente diez años de edad, tenía un hermoso y largo cabello color chocolate y unos grandes y hermosos ojos del mismo color, su genética era muy distinta a la mayoría de las niñas de su clan, por lo que pasaba por constantes burlas, la causa venia de la herencia genética de su madre, ella era una shinobi retirada de uno de los más reconocidos clanes, el senju.

Su padre y madre se habían conocido en una misión importante fuera de la aldea, habían descubierto que tenía muchas cosas en común, y con los años habían descubierto que eran el uno para el otro.

Jin Uchiha, había sido el segundo fruto del amor de ambos.

A pesar de que Jin, era físicamente diferente a las demás niñas de su clan, destacaba mucho en la academia, tenía un gran intelecto en la aprobación de las materias, su manejo de nivel de chakra era preciso, había desarrollado rápidamente su habilidad en combate cuerpo a cuerpo, y para asombro de muchos, había sido la primera mujer Uchiha más joven en despertar el sharingan a la edad de cinco años.

Era considerada un prodigio.

La pequeña niña alisto sus cosas en una pequeña mochila de mano, se despidió de su madre y hermano, deseándole suerte en su misión a este último, en la entrada del hogar se colocó sus sandalias ninjas y se retiró a la academia.

El día de hoy verían lanzamiento con diferentes armas ninjas, Jin no se preocupaba mucho, en realidad era bastante buena en ello, siempre entrenaba con su hermano sishui que tanto amaba, en las afueras del clan, pero últimamente siempre estaba de misión con itachi, su mejor amigo, por lo que le era imposible entrenar con él.

Su madre el día de hoy insistió que entrenara con su padre, pero ella no quería, su padre era muy rudo y exigente, además de los múltiples maltratos y desprecios que le hacía en combate, siempre la comparaba con su hermano, haciéndola sentir menos.

No odiaba a su padre, al contrario, lo amaba al igual que su madre, solo que no le agradaba ser siempre la sombra de su hermano a vos de su padre, eso la hacía sentir muy insegura de sí misma.

Era la hora del almuerzo de medio día, por lo que los alumnos se retiraban de la academia para ir a sus hogares, Jin por el contrario se dirigió a unos de los campos de entrenamiento, había traído con ella un delicioso bento por lo que podía pasarse su hora de almuerzo en casa.

No quería entrenar con su padre, y shisui tampoco podía hacerlo, por lo que decidió que lo haría sola.

Habían pasado más horas de lo que tenía planeado entrenar, su cuerpo estaba cansado y su ropa descastada y sucia, se sentía orgullosa de su rendimiento del día de hoy, pero está preocupada había tardado más horas de lo que acostumbraba, ya era de noche, y su madre definitivamente la estaría esperando con un gran sermón.

-qué extraño, las luces de todos están apagadas- susurro extrañada mientras corría por las calles del barrio que conducían hacia su hogar - ya llegué, perdonen la tardanza es que… - su voz fue cortada por la escena que presenciaba - ¿papá? – dejo caer su pequeña mochila con brusquedad en el suelo – ¡papa! – lo llamo alarmada, acercándose – no, no, no – quería creer que era mentira, el cuerpo de su padre yacía en el suelo en un mar de sangre en el pequeño living.

-Hija – la voz entre cortada de su madre la llamo

- ¿mama? – Jin volteo encontrando a su madre de rodillas en otro extremo de la habitación.

- ¡quédate ahí Jin, no vengas! - le grito desesperada la mujer

-pero mamá… - Jin caminaba a pasos lentos

-haz caso a tu madre – una voz conocida detuvo su andar, haciéndola voltear hacia el portador de esa voz

-Itachi – como si fuera una película de terror Jin volteo hacia el cuerpo inerte de su padre, hacia su pobre madre llorando desesperadamente pidiendo suplica, y de nueva cuanta hacia él entendiendo todo - ¿porque? – pregunto ahogadamente en un susurro poco audible que solo el Uchiha mayor escucho - ¡¿POR QUÉ?! – grito esta vez con fuerza provocando el deslizamiento de gruesas lágrimas de sus ojos recorriendo sus delicadas mejillas, el Uchiha no respondió – shisui, ¿Dónde está shisui? – pregunto preocupada, pero de nuevo no obtuvo respuesta –¡RESPONDE! –

-Eres una molestia al igual que él – en los ojos de itachi se apreciaba el terror y el sufrimiento de todos los que había atravesado despiadadamente con su katana, y por instantes Jin sintió y escucho los gritos ahogados de dolor de shisui.

Jin por instinto activo el sharingan inconscientemente activando el de tres aspas, su garganta estaba seca y su respiración entrecortada, dificultándole respirar.

Pero el poder del sharingan de itachi era mucho más fuerte, no podía hacerle frente. Empezó a sudar, sus manos temblaban y su corazón palpitaba a un ritmo insaciable, el miedo estaba apoderándose de ella.

- ¡CORRE JIN! – le grito su madre, los ojos de Itachi se desviaron de posición, en un rápido movimiento atravesó pecho de su víctima con su mano, manchando paredes y cuadros donde salían toda la familia unida con la sangre de la pobre mujer.

Jin gritó aterrada

Con mucho miedo intento llegar a la puerta principal, hacia lo posible por que sus piernas no le fallaran, pero al llegar Itachi ya la esperaba ahí, sin darse cuenta fue golpeada, reparo varios metros hacia atrás estampándose con un pequeño mueble de madera, se golpeó fuertemente la cabeza, su sharingan se desactivo, su vista se nublo, y sintió el cuerpo débil, aunque lo quisiera no podía ponerse de pie nuevamente, se rindió, esperando el golpe que acabaría en el mismo destino que sus padres y hermano.

Pero nunca llego, en vez de ello, escucho un fuerte ruido, parecía que el techo estaba a punto de desplomarse, empezó a ver solo sombras y después solo negro.

Por el amanecer, itachi Uchiha se convirtió en la persona más busca por los anbus de konoha, no tardo mucho para que su nombre apareciera en la primera página del libro bingo, pero no había ni un rastro sobre él, solo una nota con su letra donde se declaraba desertor y asesino de su propio clan.

Mientras tanto en los barrios Uchiha muchos shinobis ayudaban en buscar a alguien con vida, pero no tenían mucho éxito, todos sus miembros incluyendo niños y mujeres eran hallados sin vida, el único sobreviviente fue un pequeño niño herido de tan solo siete años de edad encontrado sobre una de las avenidas más transitadas, sasuke Uchiha.

El niño fue inmediatamente trasladado al hospital de konoha, había corrido con bastante suerte, solo tenía un par de rasguños y moretones, pero fuera de eso, su vida está a salvo.

Un par de horas más tarde, el hokague mando ordenes de terminar la búsqueda.

-la búsqueda termino muchachos, es hora de retirarnos para dejar paso a las personas encargadas de levantar los cuerpos –

Los jounin presentes hicieron caso a las órdenes de su líder empezando a retirarse.

Un joven jounin peli plata, miro por última vez con nostalgia el paisaje tan inhumano, en tan poco tiempo los cadáveres ya estaban entrando en un proceso de descomposición, la sangre estaba empezando a oler de una forma desagradable que para una persona normal era insoportable permanecer ahí.

-Obito, lo lamento – al cerrar su único ojo visible el joven jounin recordó la imagen de un pequeño niño sonriente, niño que había pertenecido tiempo atrás al clan Uchiha y había sido su compañero de equipo, óbito fue alguien que amo por mucho a su gente, el sentir del peli plata era una total melancolía, había perdido a su amigo, y ahora ya no estaba el legado que lo vio crecer.

-A…yu…da- una diminuta y poco auditable voz lo saco de sus pensamientos, se extrañó de escuchar lo que parecía ser un llamado de auxilio, puso su sentido auditivo en alerta, pasaron unos segundos y creyó que lo que había oído solo había sido producto de su imaginación- por…por favor... no.… se vallan – pero no lo era, lo volvió a escuchar otra vez.

Se acercó a un par de escombros encontrando el punto específico donde habían provenido los murmullos de auxilio.

-aquí debe ser – quito las tablas y escombros con sus manos.

Debajo de todo se encontraba la imagen de una pobre niña muy mal herida, el jouni se acercó con la esperanza de encontrarla aun con signo de vida, para su sorpresa aun contaba con ellos, pero no resistiría mucho tiempo, con mucho cuidado la saco de ahí y la cargo en sus brazos llevándola directamente al hospital.

Mientras tanto en la torre principal, el hokague mantenía una reunión de emergencia con los más altos mandatarios de konoha.

- El clan Uchiha, ha dejado de existir…-

-hokague-sama – uno chunin interrumpió en la habitación, encontrándose con el hokague y el consejo de ancianos, su nerviosismo apareció – yo…lo lamento –

- ¿Qué es lo que buscas iruka? - pregunto el tercero

-alguien más fue encontrada, es Jin Uchiha-

Había pasado exactamente un mes sobre los acontecimientos de la masacre Uchiha, los rumores y habladuría sobre lo acontecido seguían frescos en las voces de los aldeanos, y se habían extendido por todas las naciones vecinas, creando diferentes enigmas e hipótesis del porque un miembro de su mismo clan había cometido tan atroz crimen.

Habían muerto más de doscientos civiles, cincuenta y cuatro jounins y chunins, treinta genins, y muchos otros que aún no se graduaban de la academia. Los únicos dos niños sobrevivientes eran Sasuke y Jin Uchiha.