Nota1: Los personajes le pertenecen a Furutade-sensei.

Nota2: NO contiene yaoi.

Nota3: Me inspire mientras escuchaba 'Rockbell de IA' así que sería bueno si la escuchan mientras leen, sin embargo, tanto el fanfic y la letra de la canción no tienen ningún tipo de relación.

Nota4: Los errores de redacción y ortográficos corren por mi cuenta, lo siento.


La historia de Kuroo-san.

Bajo las estrellas se encontraba un pequeño felino sin hogar, las estrellas y su poco perfeccionado olfato eran su única guía en la gran búsqueda de encontrar algo comida. La ciudad en la que vivía era muy grande, los humanos que en ella habitaban lo eran aún más así que el felino caminaba siempre por la sombra temiendo que en un momento los gigantes lo pisaran y acabaran con él. Esa noche fue más difícil que cualquiera, a veces encontraba comida en los parques o en las esquinas pero aquel día fue distinto, no encontró nada con lo que pueda alimentarse y creía que en cualquier momento se podía desmayar. Ya cansado camino hasta un lugar apartado, 'mis patitas no dan más' se quejó para seguido dejarse caer sobre el pastizal y escuchar a su estómago gruñir. El pequeño gatito de pelos negros se volteo y con sus patitas el cielo quiso alcanzar, las estrellas deslumbraban tanto que hizo a su corazón doler después de tanto tiempo el felino comenzó a llorar. 'Estrellita, estrellita. ¿Podrías hacer que tenga una familia que me quiera? Prometo ser buen chico, comer lo que es debido y nunca mear en casa. Por favor estrellita, sólo quiero una casa donde me quieran. Prometo ser buen chico.' Dijo, y una estrella fugaz paso justo después de aquello. El corazón del minino comenzó a hacer 'boom, boom' y es que escuchó muchas veces que siempre que esas super estrellas pasaban frente de uno, el deseo que pediste podría hacerse realidad.

Fue así como el felino siguió pensando en las estrellas, se hizo bolita para evitar el frío que sentía en esos instantes y poco a poco se quedo dormido. La hora de dormir se había convertido en el momento más feliz que tenía en el día, una vida en un hogar sólo en sus sueños podía hacerse realidad.

'Nii-chan, nii-chan. ¿Cómo lo llamaremos?' Escucho decir, sentía que su cuerpo flotaba y una calidez agradable le abrazaba. Ronroneo todo lo que pudo pero unas palmadas en la cabeza lo despertaron, aquello era demasiado bueno para ser sólo un sueño. Abrió los ojos lo más que pudo, y se dio cuenta que en el pastizal ya no estaba.

'¡Hola! ¡Hola! ¡Desde ahora serás Kuroo-san!' Una voz suave le hizo reaccionar, un niño de cabellos rubios y con una brillante sonrisa le hablaba mientras ingresaban a eso que tanto llamaba 'hogar'. Y el pequeño gatito no hizo más que llorar, las estrellas habían cumplido su deseo y más feliz no podía estar.


¿Muy corto? Perdón.

Gracias por leer.