Hola a todos, estoy haciendo mi debut como escritora a esta página con un trabajo personal, yo tengo varios capítulos escritos sobre esta historia, no esperaba escribir tanto pero el ritmo que esta tomando es algo que me encanta.
Amo a Seto Kaiba con todo mi ser, es mi inspiración, es mi amor platónico y siempre quise escribir sobre el, tengo varios escritos sobre el y la adorable pareja que hace con Joey, pero esto es diferente. En fin quiero remarcar que Yu-Gi-Oh! no me pertenece, ni lucro con nada de esto, espero que les guste
CAPITULO I
Una mañana cualquiera al Sur de la Ciudad de Domino, un auto negro se estaciono frente a una de las oficinas principales de las diversas empresas regidas sobre el pavimento.
La puerta de atrás fue abierta mientras una figura emergía del asiento de pasajeros
-Buenos días Señor Kaiba, el Señor Shugon está esperándolo en su oficina.-Dijo mientras le seguía el paso conduciéndolo al elevador
Sin decir una sola palabra, el joven empresario CEO de Kaiba Corp permaneció mientras un ligero sonido anunciaba la llegada al piso principal del edificio
-Sígame por favor.-Dijo el empleado mientras seguían por un vestíbulo bastante amplio hasta toparse con la puerta de madera de caoba, la toco ligeramente esperando una respuesta
-Adelante.-Dijo la voz, inmediatamente abrió la puerta dejando a la vista una oficina elegantemente amueblada y una vista panorámica de la Ciudad
-Señor Kaiba cuanto tiempo sin verlo, pase por favor y póngase cómodo-Dijo con una gran sonrisa y un puro cubano en la mano.
-¿Gusta algo de tomar Señor Kaiba?.-Decía la Secretaria que de inmediato se acercó a atenderlo
-Un café americano doble.-Dijo mientras tomaba asiento enfrente de ese hombre, no pudo evitar notar una silla al lado suyo.
Antes de preguntarse algo más, la secretaria se dirigió a su jefe antes de salir
-Señor Shugon, Me informa Shiiro que Ringo viene en camino por el elevador.-Dijo de una forma algo asustada
-Entonces no te quedes ahí y ve al elevador ahora, no se te olvide el café del Señor Kaiba.-Dijo apresurando a su empleada mientras corría rápidamente por el vestíbulo
-Disculpe el incómodo momento Señor Kaiba, en un momento empezaremos.
-Señor Shogun, nunca me dijo que tendríamos compañía, pensé que usted pensaba negociar exclusivamente con la Corporación Kaiba.-Dijo algo molesto el joven CEO
-Y así era, hasta que surgió una propuesta interesante de parte de Occidente, Negocios son Negocios Señor Kaiba, usted debería de saberlo.-Dijo sonriendo Shogun desde su silla de cuero italiano
En ese momento la puerta se abrió, mostrando a una mujer alta, tenía una larga cola de caballo castaña, con ojos café oscuros y una sonrisa enigmática
-Señorita Ringo es un placer volver a verla, por favor tome asiento.-Dijo mientras sonreía de forma exagerada
-Señor Shogun espero que mi viaje haya valido la pena.-Miro a un costado y miro al CEO que estaba enfrente del escritorio.-¿Socio suyo?
-Oh Señorita Ringo, discúlpe pensé que lo reconocería, le presento al Señor Kaiba, dueño de Kaiba Corp una de las empresas más importantes internacionalmente...
-No lo conocía, un placer, soy Luisa Ringo, CEO de Ringo Inc. estoy segura de que habrá escuchado de nosotros, volviendo al punto si no me equivoco Shogun se supone que ya teníamos un acuerdo.-Dijo cruzando los brazos mirándolo fríamente
-Señorita Ringo, tome asiento por favor, vamos a discutirlo.-Decía el Señor Shogun empezando a sudar frio
-¿Cree que volé tan lejos para este tipo de circunstancias?.-Dijo molesta la joven empresaria
-Créame que a mí tampoco me hace gracia, según dice ofreció una nueva propuesta interesante, ¿Puedo saber de qué se trata Señorita Ringo?-Dijo engreídamente el CEO de KC
-Me temo señor Kaiba que no le importa en lo absoluto la propuesta, así que ¿Por qué no se va a su dichosa empresa y deja que los adultos conversemos? ¿Acaso no ve que estoy ocupada atendiendo un trato importante? Ve por donde viniste Mocoso; y para la otra dile a tu papi que se haga cargo por el mismo.-Sonriendo sarcásticamente mientras le mantuvo la mirada
Hubo un silencio sepulcral, ambos empresarios se quedaron ese instante después de una pausa breve el CEO de Kaiba Corp, respiro profundo y le contesto fríamente
-Se ve que no eres de por aquí, ¿No sabe usted que es de muy mal gusto insultar a las personas?, Mas cuando no sabes con quien estás hablando.-Giro la silla, cruzando las piernas y juntando sus manos levantando los brazos a la altura de su barbilla
-Claro que lo se mocoso, por favor no has de tener más de 18, grandioso que ya tengas pantalones y saco nuevo de corte boutique, cualquiera se vería adulto, así que ¿Qué esperas para irte?.
-Señorita Ringo, por favor tome asiento y seamos razonables.-Insistía nervioso el empresario mientras veía como su oficina estaba a punto de convertirse en un campo de batalla
-Está bien.-Dijo sentándose tranquilamente.
En ese momento la Secretaria entro dejando el café en el escritorio, Luisa no perdió la oportunidad de guiñarle un ojo y sonreírle sutilmente; cuando la chica algo avergonzada se retiró, la joven empresaria tomo la palabra.
-De todas formas esté trato ya es prácticamente mío, aunque Señor Shogun hay varios puntos que no me quedan claros, sobre todo porqué la primera vez que vine a su oficina ofreció su empresa a un precio muy cuantioso, es algo extraño que después de unos pocos meses decidiera bajar precio, lo hizo en mi opinión demasiado accesible para alguien del calibre de usted ¿No está vendiendo algo ilegal cierto?-Dijo encarando una ceja mirándolo con saña
"Es verdad" pensó el CEO "Es demasiado sospechoso el querer deshacerse de una empresa que en menos de un año que alcanzo mucho valor monetario"
-Ahora que lo menciona, tiene un punto interesante, parecía algo desesperado la última vez que ofreció dar su empresa tan fácil, ¿Qué está tramando Shogun?.-Un tono serio se establecio en el ambiente, esa observación la tenía en cuenta pero no podía evitar sentir que algo no estaba cuadrando del todo.
El señor Shogun trago saliva discretamente y saco la mejor de sus sonrisas.
-¿Qué les hace pensar eso? Yo soy un hombre honesto y justo, lo que sucede es que ya estoy algo viejo para tener el mando de una empresa joven, ustedes conocen las necesidades que un empresario debe de tener con respecto al trabajo; una de esas reglas es saber cuándo retirarse y eso no tiene nada de malo.
-No ha respondido lo que quiero escuchar, pero bueno, en algo tiene razón, conozco las necesidades de un empresario de su clase.-En ese momento abrió su portafolio dejando en evidencia fotos comprometedoras de negocios sucios, tratos con mafias internacionales y deudas de millones de euros en el escritorio.
Kaiba la miro de reojo quedando frio, ¿Qué sería de su empresa si él hubiera ofertado más?
-¿Pensó que las mujeres ricas somos idiotas? Permítame dejarle claro que soy una mujer de negocios Señor Shogun, se lo que hago, y por lo que veo el Señor Kaiba no tenía idea.
-Maldita perra.-Se rio psicóticamente, justo cuando de su camisa saco una pistola semi-automática apuntándole
-¿De traficante a Asesino? Que predecible.-Con gran velocidad lo desarmo, para después someterlo y apuntarle con su misma arma en la cabeza.
-Que aburrido, pensé que sería un mayor reto, Señor Kaiba ¿Podría pasarme el trasmisor? está en el portafolio-Miro a Seto de forma directa sin titubear
-De acuerdo.-A la vista una luz roja brillaba en la esquina, se lo pasó de inmediato; ella apretó el botón verde acercándose a la bocina hablando fuerte y claro, exclamo
-Tengo a Shogun, es todo suyo.-Dijo sonriendo ante una mirada de hielo que la examinaba incrédulo
Se escucharon las pisadas de los policías que ingresaron sin problemas a las oficinas, de un golpe derribaron la puerta pasando y rodeando al empresario
-Señor Shogun queda arrestado por tráfico de dinero, drogas, trata de personas entro otros 50 cargos contra la sociedad, tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga será usado en su contra.-En ese momento fue esposado y llevado afuera de la empresa
-Gracias Señorita Ringo, la CIA y la policía japonesa agradece su cooperación.-Dijo un detective inclinándose junto con su asistente que se hizo pasar por la secretaria de ese sujeto.
Detective, no es nada, con su permiso.-Sin decir más, le dio el transmisor, el micrófono que tenía escondido junto con un prendedor aparentemente inofensivo, y salió de la habitación con total tranquilidad deslizándose entre todas las personas perdiéndose entre la multitud.
-Señor Kaiba, gracias por su ayuda, claro que tendrá el crédito que se merece, esto ayudara mucho a la publicidad de su empresa, disculpe tengo que trabajar.-Sin decir más ambos se retiraron para hablar con sus colegas
Kaiba salió mirando como la prensa llegaba rodeando el perímetro, a lo lejos vio un convertible rojo que era abordado por la atrevida mujer desconocida que lo había llamado mocoso, ¿Lo afecto?, claro que no, solo que ayuda o no, ¿Cómo se había atrevido a faltarle al respeto? Corrió lo suficiente antes de que cerrara la puerta del auto, sobresaltando un poco a la empresaria.
-Oh Ahora ¿Qué te pasa Mocoso?-Dijo fastidiada
-¿Me puede explicar que paso hace un momento?-Exigió el CEO
-Un arresto es evidente –Dijo con ironía rodando los ojos
-No hablo sobre eso- La volvió a mirar arto
-¿Se refiere a la oferta? No fue complicado, ofrecí 5 veces más de lo que propuso, no esperaba que lo tomara tan personal –Dijo respirando mientras salía de su auto y lo cerraba
-Para ser franco, eso fue demasiado arriesgado para una mujer-Dijo cruzando los brazos
-Típico de los japoneses, hombres al fin y al cabo, patéticamente débiles que piensan que son más fuertes y mejores que las mujeres, descuida, no mencionare que te dije mocoso-Molesta lo reto con la mirada sin intimidarse al azul frió polar que se posaba ante ella
Eso fue la gota que derramo el vaso, la tomo del brazo, y la arrastro a su limusina que estaba esperando cerca
-Oye tu mocoso impertinente, ¿Qué crees que estás haciendo?-Tratando de zafarse del agarre
-No soy un machista, ni tampoco un mocoso, Soy Seto Kaiba, el empresario más poderoso y exitoso de este país, me ahorraste muchos inconvenientes, eres responsable de que mi empresa tenga una buena publicidad que no esperaba, no era necesaria pero no por eso deja de ser buena publicidad, aunque odie reconocerlo, debo compensar lo que hiciste, es lo menos que puedo hacer, odio deber favores a la gente.-En ese momento el sintió un jalón algo tosco y paro a centímetros de su adorada limusina, volteando hacia atrás mirando como un aura algo oscura empezaba a emerger de esa mujer que tenía una sonrisa engreída, para después recibir una mirada llena de indiferencia.
-No me debes ningún favor, ¿Crees que lo hice por ti? Ni siquiera sabía que existías hasta el día de hoy ¿Te escuchas cuando hablas? No tenía idea que esa rata tuviera compañía, hice lo que me correspondía, que no sepas con quien haces tratos no es mi asunto. Como lo dije soy una empresaria profesional, me temo que no entiendes lo que es tener una agenda ocupada; si quieres mostrar agradecimiento, te sugiero que programes una cita con mi agente, quizás considerare tu petición si lo haces de una forma civilizada. Claro, si es que puedes, toma mi tarjeta, que tengas una linda vida, adiós Mocoso-Se soltó de su agarre con facilidad y le sonrió engreídamente manteniéndole la mirada, pasándolo de largo volviendo a su auto.
Sin esperar más se subió a su auto, mientras aceleraba sin mirar atrás dejando épicamente por primera vez en siglos, a un Seto Kaiba sin palabras, después de mirar en la dirección hacia donde el auto se había ido, tomo de su bolsillo su celular, marco un número mientras su respiración se aceleraba hasta que la línea telefónica quedo abierta.
-Señor Kaiba, que agradable sorpresa ¿Qué puedo hacer por usted?
-Tengo un trabajo para ti, investiga todo sobre una Empresaria de nombre Luisa Ringo, acaba de llegar hace unas horas, dice que es de Occidente, cuando digo TODO, sabes perfectamente a lo que me refiero; reserva inmediatamente una mesa para dos, tu sabes los detalles, en el restaurante italiano ejecutivo para esta misma noche. Quiero ambas cosas en mi oficina antes de las 7 de la Tarde, si fallas puedes ir buscando un nuevo trabajo ¿Esta claro?
-Como el agua Señor Kaiba, considere su petición un hecho-En ese momento la línea se cortó.
Volvió a respirar para tranquilizarse, quizás su mañana no haya sido en vano, solo quizás; sin retrasar aún más su ida, subió a su limusina y realizo la última llamada para dar su golpe, ya le demostraría quien es Seto Kaiba a esa extranjera excéntrica.
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