Hola mi nombre es Girisha y soy un Kitsune!!!!

¡PELIGRO!!!! LO QUE ESTAS A PUNTO DE LEER CONTIENE YAOI (RELACIONES CHICOXCHICO) E INCESTO

La siguiente historia fue enteramente creada por mí, Cualquier similitud con una persona, viva o muerta es mera coincidencia XD

Por azares del destino

No existe una historia escrita, sólo los que escriben su propia historia.

Capítulo 1

Me encontraba sentado en la oscuridad, escuchando a los cientos de miles de personas gritando y golpeando contra las rejas que los separaba de la arena. Hombres, mujeres, niños y ancianos habían venido de todas partes del mundo para presenciar lo que sería la batalla decisiva. Sabía que al salir de ahí, todo terminaría, no era la gente, ni mis padres lo que me asustaba, no era la esperanza que el pueblo me tenía, no era la presión que caía en mis hombros al saber que no solo mi vida sino la de mi gente se encontraba en riesgo, no, sabía que al cruzar esas puertas me encontraría con mi peor pesadilla, con mi mayor miedo. El ruido cesó de golpe al sonar las trompetas que daban la palabra al rey, o en este caso a los reyes, y la voz del rey de Naumazy retumbó en mis oídos provocándome un escalofrío.

-Amigos míos, durante años, ambos, los reinos de Naumazy y Kishetz se han visto en una guerra interminable y cruel, llevándose la vida tanto de soldados como de civiles por parte de ambos bandos. He visto como mi gente cae una tras otra, he visto morir a mis mejores generales y a mis valientes soldados, el Reino de Kishetz extermino sin piedad a niños, mujeres y ancianos por igual. Hoy queridos hermanos, hijos de Etndad, pondremos fin a eso, de una vez ¡y hasta el final!

Cuando el rey terminó de pronunciar la última palabra, todos los del reino de Naumazy comenzaron a gritar y aplaudir mientras que sus rivales del reino de Kishetz gritaban enfurecidos, lanzaban cosas y abucheaban al rey. De nuevo las trompetas silenciaron a la enloquecida multitud, era el turno del Rey del reino de Kishetz, mi padre, de pronunciar algunas palabras.

-Durante siglos, nuestro amado país ha sido oprimido por el reino de Naumazy y sus habitantes: hemos sufrido de discriminación, se nos negó el paso a la ciudad, obligándonos a arriesgar nuestras vidas en el desierto, para poder exportar nuestros productos y traer alimentos y otros objetos necesarios para la vida de las islas de Amartho. Siempre nos vieron como una raza inferior a ellos, arrasaron con nuestros pueblos inventando guerras sin sentido. Durante esta batalla de diecisiete años perdimos todo, vimos morir a las personas que más amábamos, el Reino de Naumazy nos acusó de ser sucios y traicioneros ladrones. Si una batalla es lo que quieren, una batalla les daremos.

Al igual que la vez anterior los gritos eufóricos por parte de los pobladores de Kishetz, y los abucheos y reclamos de los habitantes de Naumazy fueron callados por las trompetas.

-Queridos hermanos, hijos de Etndad, hoy, será la batalla que decidirá todo, los guerreros de ambos reinos lucharán, el vencedor será proclamado el rey de todo el territorio, el perdedor perderá la vida y su reino caerá en manos del vencedor. Majestades, hermanos, les presento: ¡a los guerreros Makkuro!

Al terminar el sacerdote su discurso, las puertas que esperaba se mantuvieran cerradas por la eternidad se abrieron lentamente, tomé mi espada y mi escudo y me encaminó a la salida.

-El guerrero Makkuro de Kishetz y capitán de las tropas rojas ¡Assaraff! - Anunció el Sacerdote.

En cuanto mis ojos se acostumbraron a la luz, pude ver a las personas gritando mientras de las gradas caían todo tipo de flores color rojo, el color de nuestro ejército, el color de nuestra bandera, el color de nuestra sangre. Continúe caminando con la mirada fija en los reyes hasta llegar al centro de la arena, hice una reverencia y esperé a que de las otras puertas saliera aquello a lo que tanto temía.

-Y ahora, el guerrero Makkuro de Naumazy y capitán de las tropas blancas ¡Shirmoff!

Al abrirse las puertas salió un hombre. Vestido con una bella armadura plateada, una espada de mango dorado delicadamente atada a su armadura y un escudo decorado con la imagen del dragón del mar, símbolo del reino de Naumazy. De facciones fuertes, alto, su cabello rubio y largo resaltaba el ya de por sí penetrante color azul de sus ojos, típico en las familias nobles de Naumazy, caminó con elegancia hacia mí y al igual que yo, dio una reverencia a los reyes y después volteándose hacia mí me dedicó una sonrisa, cuando mis ojos se encontraron con los suyos el ruido cesó, y el tiempo se detuvo.

- ¿Cómo fue que llegamos a esto? -pregunté sin recibir respuesta alguna -no tenemos que hacerlo, al diablo con nuestros padres, ¡no es nuestro deber!, nosotros no comenzamos esta estúpida guerra- seguí insistiendo, esta vez arrepintiéndome de recibir la respuesta.

-Si hermano, si lo hicimos.

Desenvainó su espada e intentó atizarme un golpe en la cabeza, el ruido que hicieron nuestras espadas al colisionar hizo que me derrumbara, muchas veces escuché ese ruido antes, pero nunca me dolió tanto como ahora y aunque logré detener su ataque, sentí como si me hubiera atravesado directamente el corazón. Mi amigo, mi hermano, mi mayor enemigo y por sobre todo el dueño de mi propio ser, de mi alma, de mi cuerpo y de mi corazón.

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¡Hola! Bien, ¿Qué les pareció? ¿Bien? ¿Mal? ¿Horrible? ¿Para llorar? ¿Creen que deba dedicarme a otra cosa? Espero sus reviews con sus comentarios tanto constructivos como destructivos, pueden preguntarme cualquier cosa que no entiendan o mandarme sugerencias, como por ejemplo ¿puedes pones nombres menos difíciles de pronunciar? Jajajajaja.

Espero que les haya gustado, dependiendo de los reviews decidiré si continuar esta historia o no, "Ustedes deciden" jejejejeje

Si eres homofóbico o el yaoi y/o incesto no es de tu agrado por favor abstente a hacer comentarios negativos de estos temas

¡Hasta la próxima!!!!

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