Nunca tuve más razones
Summary: Había tres cosas estaba segura 1. Soy una hechicera 2. mi vida siempre fue un engaño 3. Debía acabar con la raza vampírica. Ubicado en luna nueva, después del regreso de Edward.
Disclaimer: Los personajes no son míos, son de la maravillosa S.M. solamente la locura es mía… por lo que queda prohibida su reproducción parcial o total sin mi consentimiento.
PROLOGO
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Nunca pensé encontrarme en una situación tan crítica, yo era el futuro, el futuro de mi raza, me resultaba repugnante catalogarnos así, pero así era… Detrás de esta pared estaban los hombres que se dedicaban a nuestra matanza a nuestra cacería, y yo sola debía matarlos, sola.
Desde que supe la verdad me había entrenado para este momento, lo esperaba con cierto miedo pero muchas ansias, yo había nacido para esto y mi vida no tendría mucho sentido si no ocurría, todos teníamos una misión en este mundo, fuésemos la raza que fuésemos y no partiríamos antes de cumplirlo; y no es que rechace mi destino, nunca lo aria, había servido para conocer a personas maravillosas aunque también ganarme algunos enemigos… yo podía con esto… quizás eran unos ¿cien vampiros?, ¡mierda, mierda!, haber Mar tranquilízate… lo sabes hacer pensé.
Recosté mi cabeza contra la cruda pared. Hacía mucho que no me encontraba acá, debajo del enorme reloj, podía verme a mí misma atravesando aquella fuente con mis pies pesados debido a la humedad, corriendo mientras hiperventilaba, y de eso hacía muchos años… casi un siglo, y aun podía verme a mí misma, ese era mi don, lo que me había sido otorgado; manipular el tiempo, he incluso lo incierto… lo que pudiese haber llegado a ocurrir, y aunque sonase inservible, no era así, me habían entrenado como una luchadora y estaba lista, debía usar todas mis opciones, aunque sabia como acabaría… no pensaría en ello; era de cierto modo ridículo porque sabía exactamente en qué momento moverme de derecha a izquierda, no como Alice que el futuro cambiaba por las decisiones, no, lo mío era escrito sobre piedra y nada ni nadie lo podría cambiarlo.
Una niña paso caminando frente mía, llevaba un algodón de azúcar e iba de la mano de sus padres, ¿Cuánto hubiese dado yo por estar así con los míos?, por no estar en un mundo de mentiras y falsedades… Dónde los que se hacían llamar mis padres no eran más que parientes lejanos o al menos darle eso a un hijo, envidiaba aquello, yo era el rencor en persona, nunca podría encontrar a alguien que me amase, mi vida era la prueba de que el amor no existía; no porque yo no lo sintiese, todo lo contrario yo lo sentía, mis poros brotaban amor en cada segundo… pero cada milisegundo brotaban dolor, melancolía, rencor y odio, nadie pudiese llegar a amarme, yo era un arma letal, nada podía contra mí, yo sabía todo, por ello nadie podía contra mi…y al amor de mi existencia era también a quien debía asesinar, ¿Cómo podría acabar con algo que era mi propio corazón? Mi destino decía que era algo crucial, algo que debo hacer, la muerte de Edward Cullen era mi supervivencia… de pronto, por dentro, llore a mares, pero siempre manteniendo mi gélida mirada por fuera y moría por dentro, era consumida por el dolor y la agonía; sobrevivir no era algo que se pudiese llamar vida, era la forma de morir en un lento suicidio, ¿Cuántos años me quedaban para morir por la soledad y la amargura? Podía irme lejos, huir con Edward, librarme de mis responsabilidades, y tener un hijo junto a él, un hermoso niño de ojos verdes, podía irme con mi enemigo natural… ¿pero donde quedaría mi esfuerzo, el esfuerzo de mi madre? En mi felicidad pensé, sonaba tan distante pero… lo tenía en mis palmas… empuñe las manos, yo no era de aquellas que cambiaban opiniones, no, una decisión tomada nunca la cambiaria… ¿no? Felicidad repitió mi subconsciente, tentadora, una oferta demasiado tentadora para mi ¿no éramos catalogados por explorar lo incierto? ¿No intentábamos irnos más allá sabiendo que era peligroso y tonto?
No importa, comenzaría con los Vulturis, después de todos ellos simerecían la muerte, este era su último día, mi venganza comenzaba ahora, marcha atrás no había, con un suspiro y una sonrisa sádica, quite mis lentes, revelando unos ojos violeta, no chocolate, violetas, como cuando mi poder fluía, y… entre.
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Chicas perdón, se que algunas estaban esperando a que actualizase, pero hace mucho que tenía en mente editarlo, espero que realmente no se molesten y les prometo que intentare realizar un mejor trabajo para ustedes, ojala este prologo sea de su agrado ya que el anterior estaba ridículo.
Perdón por haberlas decepcionado y les doy gracias por los rewiew, alertas y favoritos que dejaron anteriormente… intentare subir los capítulos mucho más rápido ya que solamente corregiré la ortográficas y agregare información casi será lo mismo… las quiero y espero que la lean.
Las quiere…
Roxii Cullen