Disclaimer:Los personajes de The Flash y Arrow no me pertenecen, ellos son de la Warner y DC.

Capítulo Único: Lo que quiere, lo consigue.

Barry no solía ser un hombre avaricioso, él era feliz con lo poco que tenia. Con su pequeño departamento en Central City, su ropa que a pesar de no ser de marca era buena, sus días de vacaciones en las ciudades vecinas. Barry no aspiraba a más, pues estaba cómodo con lo que podía conseguir. Claro, eso fue antes de tener al alcalde de Star City, el mismísimo Oliver Queen y Green Arrow, a su lado y el mundo fuera puesto en la palma de sus manos. Aún así, Barry no era de pedir a menos que sea absolutamente necesario o que en verdad lo deseara.

Y Barry deseaba tener un gato.

- Por favor, Ollie... -susurra el menor, sus labios apenas apoyados sobre la piel caliente de su amante.

Oliver gruñe ronco desde su pecho, sus dedos ágiles se internan bajo su camisa acariciandolo y sus ojos impregnados en deseo le devoran por completo. Barry sonríe con falsa inocencia y con suaves movimientos comienza a cabalgar al arquero que gime de gusto, sus manos callosas a causa del arco toman rápidamente el trasero del castaño para guiarle. Su miembro duro era masajeado deliciosamente, una presión que paulatinamente aceleraba sus movimientos, como si en verdad estuviera penetrando al chico. Barry se inclina hacia adelante y besa de forma casta el cuello del otro hombre, sus largos dedos inquietos miman la cabellera rubia.

- Vamos, Ollie. Di que si... -murmura Barry, lamiendo la piel maltratada- Será pequeño y lo cuidaré bien.

El mayor frunce el ceño, sin dejar de restregar sus cuerpos como animales, y sujeta a Barry desde la nuca para acercarlo a su rostro. Sus labios estaban a centímetros de tocarse, el aliento pesado de Oliver cosquilleaba en su piel.

- ¿Porqué debería dejarte? -pregunta con voz pesada.

Barry gime sin poder evitarlo y cierra sus ojos, sus caderas se mecen contra Oliver con placer. Necesita más, quiere que el mayor le haga suyo ya. Pero primero, necesitaba cerciorarse de que Oliver aceptara darle un gato como regalo por la mudanza. Tener un pequeño felino había sido un sueño que el velocista había tenido de niño pero que ha causa de la alergia de Iris a ellos nunca pudo tener, ahora que se había mudado al loft del Alcalde en Star había visto la oportunidad perfecta para darse aquel gusto.

- Haré lo que tu quieras... -concede, dando énfasis a sus palabras mientras tomaba una de las manos de Oliver para que la paseara por su cuerpo.

El mayor gime y aprieta el delgado cuerpo contra el suyo, Barry jadea en alto del gusto.

- ¿Lo que yo quiera? -pregunta, encajando sus dientes en el cuello del velocista.

- Si... -concede, respirando pesado e inclinando su cabeza de lado para darle mejor acceso a Oliver- Lo que tu quieras.

La sonrisa pervertida que Oliver le regala no le promete nada bueno ¿Deberia tener miedo?

- De acuerdo -dice, arrojando su cuerpo a la cama- Tendrás tu maldito gato...

Porque lo que Barry quiere, lo consigue.

Aunque ello significara sacar los más bajos instintos de Oliver y no poder caminar luego.