Nota de la traductora: Empece este nuevo proyecto hace un par de semanas esperando la respuesta de la autora para dejarme publicarlo. Ella se encuentra desaparecida de las redes hace un tiempo asi que en un acto de rebeldia lo publique igual. Volvi a escribirle diciendole que si le molestaba lo retiraria. Esperemos no tenga que llegar a eso.

Este fic lo he querido traducir desde que empece con esto. Es el MAS grande fanfiction de Glee, y no lo digo solo por el tamaño sino tambien por la calidad de este. Para los que no conocen este fanfiction, esto comienza despues de Furt, cuando Kurt se traslada a Dalton y nos cuenta su vida ahí.

Acabo de terminar de traducir el segundo capitulo, asi que haganme saber que tanto les gusta este nuevo proyecto y lo publicare lo antes posible.

-Este fanficion NO me pertenece es obra de CP Coulter y este es el link del orginal (https)(:)(/)(/)(w)(ww).(fanfiction).(n)(et)/s/6515261/


Dalton

Piloto: La casa Windsor


"... y así le dije a la señora Ramsey que no me importaba si tenía que estar en una residencia; es un viaje suficientemente largo para el dinero en gasolina y no puedo soportar la idea de que mi padre gaste más dinero del que él y Carole tienen..." Kurt abrazó los libros en su pecho y agachó la cabeza.

Blaine consideró la postura. Kurt se mantenía erguido con una pose firme como siempre, pero la manera en que mantenía la cabeza baja y negándose a mirar a los ojos a los chicos de Dalton dejaba claro el hecho de que aún no se sentía cómodo en este nuevo entorno.

Blaine miró a David, quién levantó la mirada desde donde había estado estudiando las partituras, para también observar a Kurt. Los dos Warblers intercambiaron miradas que daban a entender que ambos se habían dado cuenta, y el líder de los Warblers se giró hacía el nuevo prospecto. "Bueno, estaríamos más que feliz de tenerte en nuestros dormitorios, por supuesto."

"Oh, ¿tú estás?" Kurt pestañeó hacía él.

"Windsor." Blaine asintió, apartó la mirada respirando la mayor cantidad de aire que pudo - cada vez que Kurt le daba el completo poder de esos maravillosos ojos cesios (actualmente amplificada por las ráfagas de luz solar desde los ventanales) hacia él, pensar se convertía en algo difícil.

David pretendió no darse cuenta de la caída en el intelecto de Blaine y solo rodó sus ojos. En cambio dijo, "Aún hay algunos dormitorios vacíos en Windsor." La casa Windsor, localizada en el ala este, era uno de los tres dormitorios de Dalton, los otros eran la casa Hanover que se encontraba alejada en el ala oeste, y la Casa Stuart en el ala norte. En el sur y el centro se alojaban los principales salones e instalaciones.

Blaine asintió - solo un poco más entusiasmado de lo normal como para ser notado. "Podemos hablar con Howard por ti. Él es el líder de la casa Windsor."

"¿Estás seguro que eso está bien...?" Kurt preguntó cuidadosamente. Solo había estado en Dalton por un par de horas y aún se estaba poniendo al día, pero aun así entendía que había cierta posición social en la escuela.

Cada dormitorio era protegido por el orgullo fraternal y los chicos a menudo eran segregados de acuerdo a sus itinerarios de viaje. Kurt se maravilló ante la cantidad de chismes que había oído sobre esto en solo un día lo que lo había llevado a la conclusión de que los hombres generalmente hablan más que las chicas.

"Por supuesto que está bien," David sonrió amablemente. "Además, incluso aunque el grupo es una gran mezcolanza, hay más Warblers en Windsor que en Stuart y Hanover. Ya estamos presionados con el horario - será más fácil para ti ponerte al día si practicas con nosotros. Asumiendo que te acepten, por supuesto." David le dio una mirada de disculpa como para enmendar la última parte. Kurt tragó saliva y dejó escapar un suspiro. "Claro." Asintió. "Finalmente puedo hacer mi audición."

"Hey, no te preocupes demasiado," Blaine sonrió. "Entrarás, estoy seguro."

Kurt le sonrió ligeramente. "Gracias, pero dado que nunca me has escuchado cantar tomaré esa profecía a medias." Sonrió y levantó una ceja coqueta.

"Ahí está Wes," Blaine saludó a su amigo como una manera de no quedar atrapado en la encantadora expresión de Kurt. "¡Y aún está vivo! Esquivó la bala de Madame Saint-Clair."

Al ver a sus tres amigos, Wes corrió hacia ellos, liberándose de la masa de chicos que iban saliendo de un foro del profesor de francés. David lo saludó con una sonrisa. "¿Y cómo te fue? ¿Hubo sangre? tu cerebro parece intacto."

"Me niego a volver a estudiar francés," Wes suspiró con un poco de melodrama mientras pedía permiso para entrar - estaba determinado a ayudar a Blaine en frenar la locura de Dalton para no asustar al nuevo chico tan pronto. "Si prometo rechazar el viaje anual a París con mis padres, no lo necesitaré más, ¿cierto?"

Los otros se rieron. "Te ayudaré, si quieres," Kurt ofreció con una sonrisa.

"¿Tú?" Wes, levantó una ceja. Miró a los otros dos chicos antes de volverse a Kurt, "Sin ofender, pero... ¿En McKinley a los de primeros los entrenan en Francés avanzado?"

"Confía en mí - Puedo ayudar." Kurt dijo con confianza. "He exagerado demasiado mi énfasis en francés." El uniforme blanco y rojo que tenía escondido en el fondo de su armario era testimonio de ello. "Si no pasas el examen oral de la próxima semana, te comprare lattes por una semana."

"Bueno, ¿Quién sabría - que seriamos tan afortunados de tenerte?" La expresión de Wes brilló hacia Blaine. Implicando algo que el otro chico debió haber dicho antes. Blaine se ruborizó un poco y golpeó "accidentalmente" las costillas de Wes mientras se aclaraba la garganta y se movía más cerca de Kurt para caminar a su lado. Los dos chicos detrás de ellos se miraron el uno al otro y chocaron sus puños con risitas poco disimuladas.

Blaine miró a Kurt y le dedicó una sonrisa. Kurt se la devolvió, aún ansioso pero sintiéndose mucho mejor.


Soy Kurt. Y está es la Academia de Dalton.

Como deben saber, acabo de transferirme aquí a fin de evitar algunas... dificultades en McKinley. No me malinterpreten, amaba el club Glee en McKinley - pero la verdad es que, las cosas fueron muy lejos y ahora... estoy aquí. Soy oficialmente un estudiante de Dalton.

El problema es que mis planes llegaban solo llegar a Dalton. Ahora que estoy aquí, me di cuenta que no había hecho ningún plan en cuanto a lo que me sucedería aquí.

Afortunadamente, tengo a Blaine, David, y Wes, quienes para bien o mal me dirigen a alguna dirección.


"¡Vamos!" David gritó mientras corría por las escaleras. "¡Si queremos atrapar a Howard, tenemos que llegar temprano al comedor!"

"¿Para qué queremos hablar con Howard?" Wes preguntó mientras lo seguía.

"Para que el nuevo entre a Windsor."

La explosión de una risa ahogada fue marcada por la mirada fulminante de Blaine. Wes dio marcha atrás. "Whoa, quiero decir, claro. Hey, quizás Howard no nos matará si le preguntamos esta vez. Jesús, buena suerte. David, no iré con ustedes, pero enviaré flores para su tumba."

"¿Hay algo sobre el señor Howard que debería saber?" Kurt preguntó, palideciendo un poco. "Estoy a punto de conocerlo y me gustaría permanecer intacto después de hacerlo."

"No eres tú, somos nosotros," Blaine suspiró. "Esta no es la primera vez que intentamos ingresar a alguien a Windsor."

"O la segunda," Aportó David.

"O la tercera," añadió Wes.

"O la quinta."

"O la sexta."

Kurt lo miró. "¿Qué está pasando aquí?"

"La gente nueva no dura mucho en Windsor..." Wes sonrió débilmente. "Y cuando lo hacen, no ayuda mucho a Windsor."

"¿Por qué?"

Los otros tres se quedaron quietos, mirando el uno al otro. Kurt los miró con un gesto expectante. "¿Entonces?"

David sonrió. "Blaine dijo que no te asustáramos tan pronto."

El líder de los Warblers se abalanzó sobre él - David se agachó, rodó y se levantó de nuevo - pero Blaine se volvió a Kurt y respondió, "No lo escuches. Es solo que necesita ser una clase especial de persona para tolerar algunos de los locos que están en Windsor. No solo en la sala común. Es... en todos lados."

Kurt, un veterano en locura quien había sobrevivido un año de Glee en McKinley donde había estado ebrio, había sido golpeado por granizados, había andado vestido de Lady Gaga, había sido jugador de fútbol, cheerleader, había experimentado alucinaciones, salvajes presentaciones, lidiado con una entrenadora psicótica, una consejera neurótica, un profesor de Glee estancado en los ochenta, acumulado calurosas batallas contra unos robots sin alma (Vocal Adrenaline) y, más importante, había lidiado con los temas de todos los del Glee club y Rachel Berry (quién merecía una mención aparte), ahora solo levantó una ceja.

"¿Locos?"


"No."

Blaine amplió aún más su sonrisa. "Vamos, señor Howard, en serio. No va a tener problemas con Kurt."

"Eso es lo que dijiste cuando trajiste a Dwight."

"¡Y Dwight sigue en Windsor!" David exclamó feliz.

"Desafortunadamente," el vivaz hombre los fulminó con la mirada. "Cuando me dijeron que tenía manías, no me explicaron que era más supersticioso que una ama de llaves en 1980"

"Sí a él le gusta colgar dientes de ajo en su ventana..." Wes, quien, a pesar de su mejor juicio, había decidido participar en la aventura de ingresar al nuevo en Windsor tras la promesa de venganza eterna de Blaine, intentó no adoptar un tono diferente.

"¡Ya lo hemos convencido de dejar de colocar sal en las puertas!"

"¡Y le dijimos que dejara de ir a cazar fantasmas en la vieja catedral!" David añadió. "...A propósito ¿Cómo está el cuidador?"

"¡No sé qué clase de colorante Dwight usó, pero según sé la 'marca' en el brazo del señor Tamerlane sigue ahí!"

Howard casi rugió. Blaine hizo una mueca, agradecido de haber encontrado al líder de la casa cuando aún estaba en el pasillo. Recibieron unas miradas extrañas de unos chicos Hanover que quizás sepan lo que estaba sucediendo. Kurt seguía a un lado, quieto, aparentemente tratando de ignorar lo que estaba oyendo.

"Y de verdad, Kurt es mucho más normal que alguno de nosotros," Blaine dijo con una sonrisa. "Él iba al club Glee en su antigua escuela - eso es todo. Esperamos que se una a los Warblers."

"Si quieren que se una a su grupo está bien, pero vendrá a quejarse conmigo a la semana, estoy seguro," Howard cruzó los brazos sobre su pecho.

"En realidad," Kurt dijo finalmente, y todos pusieron sus ojos en él. "Tuve que lidiar con extrañas cosas en mi antigua escuela. Estoy seguro que esto estará... bien."

Howard pareció estar sorprendido y pasó por los otros tres para acercarse a Kurt. Lo miró a través de sus lentes. Kurt levantó la vista al alto hombre.

Todd Howard había sido el líder de Windsor por casi veinte años. Dada esa posición tiene permitido observar a los futuros líderes de la nación ir y venir en la casa Windsor, algunos de ellos visitándolos en ocasiones. En los últimos años, las cosas no habían estado tan calmadas como quisiera. Algunas incluso menos que gustar. Windsor quizás sea una casa muy popular, pero si es que hay algo que la hace notable, es que la vida nunca (para bien o para mal) es aburrida. Ganarse la vida arbitrando todo esto no le había dado la oportunidad de centrarse en el chico. Así que miró a Kurt.

"¿Cuál es tu nombre chico?"

"Kurt Hummel, señor," Kurt sonrió.

Howard estudió al pequeño chico con características de duende. "¿Así que cantas?"

"Si."

"¿Eso es todo?"

"Bueno... me gusta la moda."

"¿Y?"

"¿Y qué?"

"¿Hábitos inusuales para dormir? ¿Alergias? ¿Aficiones extrañas? ¿Tendencias a destruir la propiedad? ¿Arrancar amapolas por obligación? ¿Caminar hacia atrás? ¿Liberar animales de laboratorio? ¿Recitar la Suma Teológica completa? ¿En Latín?"

Kurt apenas fue capaz de detenerse y darle una mirada que decía "¿Estás loco?". En vez de eso miró por la esquina de su ojo a Blaine. Blaine solo se encogió de hombros, tratando de no sonreír. Howard vio donde iba su mirada y miró a Blaine quien inmediatamente le devolvió una mirada encantadora. David y Wes eran completos ángeles mirando a Howard como si no tuvieran idea de que está hablando.

Howard se volvió a Kurt. "¿Estás seguro que quieres entrar a Windsor?"

"No veo por qué no debería"

La voz de Wes y David casi los delata, pero Howard pareció entender. Suspiró y miró a Kurt. "Está bien, Windsor será." Se giró a los otros tres. "Le tendré un ojo encima a este, asegúrense de no asustarlo mucho. Después de que Marcus Holland huyera de Windsor a Stuart-"

"¡Él se lo pierde!" David se burló.

"-Reed pensó que estaba enfermo y solo intentaba ayudar-" Wes añadió.

"Fue por eso que lanzó 22 edredones encima de él mientras dormía"

"¡Chicos!" Blaine los detuvo.

Silencio. Los tres chicos miraron a señor Howard expectante, y Howard miró al chico nuevo, meditando. Kurt tomó la oportunidad para darle a Howard una mirada que decía 'no me importa todo eso'.

"¿Así que cuando puedo mudarme?"


Kurt había leído todo sobre las casas de la escuela en los panfletos durante el extraño viaje hacía Westerville con su padre en su primer día de clases. Mientras avanzaban parecía que todos los dormitorios eran deseables y extravagantes con simples estándares mientras la mayoría de los estudiantes de elite en Dalton se hospedaban ahí. Parecía ser que la casa Windsor era la más deseable, con una gran cantidad de alumnos graduados de ella y entregados a universidades de Ivy League.

Así se veía hasta ahora. Cuando Blaine, Wes y David llevaron a Kurt a Windsor por primera vez, el enorme edificio de estilo señorial con antiguas columnas que podrían poner en vergüenza a las mejores casas de fraternidad de la nación, parecía como si fuera todo lo que debería ser. Y lo sería, de una manera u otra.

"Ustedes... ¿todos viven aquí?" Kurt preguntó, observando algunos chicos ir a sus dormitorios. Dentro, más allá de las puertas de roble, una entrada abovedada lo saludaba. El piso era de mármol y cruzando las grandes vigas de madera rompiendo la luz del sol se veía una enorme pancarta de un azul profundo cruzada por un rayo de oro: los colores de Windsor.

La arquitectura era exquisita; desde los ricos matices de la madera hasta las elegantes tonalidades de las paredes y la decoración de tan buen gusto, Windsor podría haber sido una exhibición en un museo representando la elegancia del viejo mundo.

"Si, bueno... Wes iba en Hanover," Blaine sonrió.

"¿En serio?" preguntó Kurt, siguiéndolos por el pasillo. "¿Porque te cambiaste?"

"Era más emocionante aquí."

"Está bien, ya me estoy empezando a poner nervioso," Kurt dijo, frunciéndoles el ceño.

Blaine se rio y puso su brazo sobre los hombros de Kurt. Mientras Kurt intentaba calmar su corazón de la necesidad de querer arrancársele de su pecho ante la repentina acción, Blaine trató fingir frialdad. "Okay, mira, esas cosas que hablamos con Howard - son casos extremos. Los chicos acá son racionales - en su mayoría. No te preocupes. No te pondremos en peligro."

Algo arriba de las escaleras explotó, haciendo saltar a Kurt. Todos en la sala apenas se inmutaron. Sin romper su ritmo Wes sacó el extintor que estaba más cerca y se lo entregó al muchacho que venía acercándose por alguna razón. Todos siguieron como si nada hubiera pasado.

Antes que Kurt pudiera maravillarse por eso, su teléfono sonó. Lo sacó y leyó el mensaje.

Hey Kurt! ¿Estás en Dalton? ¿En qué andas? – M

Kurt sonrió y rápidamente respondió. Pensando en quedarme interno. –K

Entonces… ¿solo estarás los fines de semana? – M

Kurt sintió una punzada. Había visto la mirada en el rostro de Mercedes cuando le anuncio que se iría. Ella debería haber sido la primera persona con quien hablarlo pero terminó siendo la última. Incluso tuvo que admitir que después de todo él y Mercedes han pasado todo esto juntos, se merecía mucho más que un aviso a último minuto sin siquiera consultar su opinión.

Lo siento, M. Pensé que podría ayudar a Carole y papa si me desplazaba menos. – K

Lo entiendo. No te preocupes – M

Sabes que estaré allá en un segundo si me necesitas, ¿cierto? – K

Kurt, relájate. Lo entendemos. No te preocupes, nos pondremos al día los fines de semana. – M

Fue ese 'entendemos' lo que atemorizó a Kurt. No era solo Mercedes. Era todo el Glee club. Se empezó a preguntar que estarían haciendo ahora. Era hora de almuerzo, así que deberían estar en la cafetería, o quizás incluso en la sala de música ensayando para la performance que el señor Schuester ha planeado para ellos. Mike, Tina y Mercedes estarían bailando, Puck estaría tocando la guitarra, y Artie estaría intentando explicarle a Brittany que los faciales no los hacen los fascistas. Santana y Quinn estarían discutiendo las locuras de la entrenadora Sylvester con el brazo de Sam alrededor de Quinn. Rachel estaría desconcertando a Finn con su obsesión con los ensayos y ahora que Kurt no está ahí, ella
tiene que haber tomado el solo que supuestamente era para él.

Si no se hubiera ido.

"¿Kurt?"

Levantó la vista y se encontró con los tres mirándolo preocupado. Pestañeó. "¿Qué?"

Wes miró a Blaine, quien había intentado atrapar su atención dos veces y solo esta vez había tenido éxito. Tal como esperaba, Blaine lo miró aprensivo. "¿Está todo bien?"

"Si," Kurt suspiró, colocando su teléfono de vuelta en su bolsillo. "Bien. ¿Por qué?"

David levantó una ceja y miró de reojo a Wes. Wes lo miró de vuelta y luego a Blaine. Blaine mantuvo los ojos en Kurt mientras se acercaba. "¿Estás seguro…?" preguntó.

"Si," Kurt asintió y sonrió para convencer.

El problema con tener tanto en común con Kurt era saber cuándo no estaba contándole toda la historia. Pero por ahora, Blaine decidió dejarlo pasar y tomó la mano de Kurt con una sonrisa deslumbrante. "Vamos, te mostraré los dormitorios."

Kurt, sorprendido por la sonrisa, no pudo hacer más que sonreír de vuelta y seguirlo por las escaleras. David y Wes se miraron y movieron sus cabezas riendo.

"En serio espero que den el primer paso," David se quejó, aflojándose la corbata. "Si lo oigo hablar una vez más de lo lindo que es…"

"No sé, la última vez que Blaine quiso a alguien le tomó dos meses poder decirle algo…" Wes dijo dubitativo.

"No hablemos de eso, todavía me duele recordar por lo que tuvimos que pasar," David hizo una mueca. "Recuerdo cuando escucho esa canción y decidió que era perfecta para su situación y fue lo único que sonó en la habitación durante una semana."

"Evadí su habitación como una plaga."

"Yo tuve que vivir con eso; compartíamos el dormitorio, Wes. COMPARTIAMOS EL DORMITORIO. ¡Tenía tapones para los oídos al lado de mi cama!"

"Y aquí estamos… de nuevo," Wes suspiró, señalando con las manos las escaleras donde había desaparecido Kurt y Blaine. David soltó el mismo largo suspiró. "Lo que hacemos por los amigos…"


Kurt estaba seguro que Blaine se había ido por ese pasillo, pero después que le soltará su mano por un momento para hablar con un Warblers en una de las habitaciones, se encontró perdido. No debería estar tan desesperado, pero los corredores de Windsor no solo eran idénticos sino que también eran similares en cada piso. Kurt solo se había alejado por un momento, observando el arte colgando de las paredes, los muebles, el hecho de que los pisos estuvieran alfombrados y la madera de los muebles luciera como si a los anticuarios les diera un ataque al corazón de solo verlos.

Y ahora no tenía idea de donde estaba.

Y tenía el sentimiento de estar siendo observado.

Ahora recordaba lo que le había dicho la entrenadora Sylvester… sobre sentirse como en una película de terror… Kurt miró alrededor sospechosamente. Pensó haber escuchado un movimiento detrás de él, pero no había nada cuando miró. Casi saltó cuando se giró de vuelta y frente a él encontró a un chico rubio con la sonrisa del gato Cheshire.

"Hola, Alicia," dijo, con sus ojos azules brillando.

"¿Perdón?" Kurt estaba sorprendido.

"Bienvenido al país de las maravillas," hablo una voz idéntica detrás de él. Rápidamente se giró y se encontró con el mismo chico, la misma sonrisa, de pie de la misma manera. O… al menos eso era lo que parecía.

"Okay…" Kurt miraba hacia atrás y adelante a ambos.

El gemelo detrás de él dio un paso suave con su larga pierna y ahora se encontraba al lado de su otro hermano. El par de guapos gemelos estaba sonriendo.

"Pareces perdido, Alicia," dijo uno. "¿Caíste de la madriguera del conejo y golpeaste tu cabeza?"

"Porque si estás perdido, podemos señalarte el camino correcto," dijo el otro.

Entonces Kurt decidió que incluso las alucinaciones de Brittany tenían más sentido que esto, pero trató de calmarse y les dio una sonrisa nerviosa. "Soy Kurt. Soy-"

"Nuevo," los gemelos dijeron a coro. "Lo sabemos."

"¿Y… ustedes son…?"

El gemelo de la izquierda levantó su mano. "Soy Ethan."

"Soy Evan," dijo el otro gemelo.

Y al unísono, ambos tomaron cada mano de Kurt. "¡Vamos, Alicia!" dijeron a coro. "¡Te orientaremos!"

Sin tener realmente la fuerza como para protestar y sin ser capaz de contener a los gemelos que estaban tirando con tanta fuerza sus brazos como para amputarlo, Kurt nervioso preguntó, "En realidad estaba aquí con Blaine…"

"¿Blaine?"

"Sabemos dónde está."

"¡Está en el piso de abajo!"

"¡Te está buscando!"

"No se molestara si te tomamos por un momento."

Y Kurt fue bruscamente arrastrado a un dormitorio de Windsor por primera vez.

Los pasillos solo lo prepararon parcialmente para como una habitación de Dalton lucía. Fue como entrar a un set de Tudor. No parecía mucho desde afuera, pero dentro tenía el tamaño de un gran apartamento, sin paredes que separaran las áreas comunes de las camas. Había un área central donde yacían cómodamente los muebles, en el caso de los gemelos un exuberante sofá blanco, una mesita de cristal, con una gran pantalla de televisión. La mesita estaba ocupada con unas pistolas de dardos que lucían fuera de lugar entre los gruesos libros.

Más allá de ese círculo se encontraban las camas, una a cada lado de la habitación, de pie sobre de madera que servían para separarlas de la sala común. Las camas eran antigüedades muy bien cuidadas con cuatro postes y cortinas transparentes. Una cama estaba hecha, la otra no (pero tenía ropa sobre ella). Había una tercera tarima, frente a la puerta, que podía servir como para una tercera cama, pero en este caso, solo era una extensión de la zona común.

"¡Okay!" dijo un gemelo, probablemente Evan, dejando a Kurt poco sutilmente sobre el pecaminosamente blanco y lujoso sillón del área común. "Así es como luce una habitación en Windsor."

"En realidad, es como todas las habitaciones lucen," dijo desde el otro lado probablemente Ethan.

"Hemos visto las otras."

"Pero Windsor es la mejor."

"Por supuesto."

"Um… no quiero ser grosero, pero ¿podrían hablar uno a la vez?" Kurt preguntó confuso.

Ethan se echó a reír. "Blaine dice que ayuda si piensas en nosotros como una persona. Si eres nuevo ayudará. Te acostumbraras."

"Gracias," Kurt sonrió.

Evan continuó, "Aquí en Windsor, hay de dos a tres personas en una habitación. A menos que seas especial, entonces puedes conseguir una propia. Si eres capitán de algún equipo deportivo. O si tienes las mejores notas de tu clase."

"Pero eso es difícil," Ethan dijo. "Porque todos tienen excelentes notas aquí."

"Todos."

"Si."

"Excelente es normal aquí."

Kurt vaciló un poco, tratando de absorber toda la información. Cuando buscaba por desafíos en McKinley, esto no era lo que esperaba. "Todos. Está bien…"

"Hay tres dormitorios – Windsor, Hanover y Stuart, y Stuart es el que nos gusta menos." El otro gemelo hizo un gesto con los pulgares hacia abajo y sonrió. "¿Por qué?" continuó antes de que Kurt pudiera abrir la boca para preguntar, "Porque son un montón de chupamedias lame-culos y eso es básicamente todo lo que deberías saber."

"Y tu proteges a tus compañeros Windsor de ellos hasta la muerte, y haremos lo mismo por ti," el otro gemelo asintió sabiamente. "Windsor es, sin lugar a dudas, la mejor casa – no nos molesta Hanover, son inofensivos, pero Stuart intenta hacernos tropezar en cada paso. No confíes en ellos."

Después de esa aclaración, el brillo maníaco de sus ojos se apagó para alivio de Kurt.

"El toque de queda es a las 10 los días de semana, 11 los fines de semana," dijo Ethan. "Hasta esa hora, puedes andar haciendo lo que quieras. Pero si no llegas a la hora, te quedaras afuera."

"Por eso que es útil tenernos de amigos," sonrió Evan. "Porque podemos hacer que entres sin que Howard se entere."

Ethan lucía orgulloso. "Podemos abrir cada puerta, ventana, en el campus. Ambas literalmente y figurativamente."

"Eso debe ser lo suyo," Kurt levantó una ceja, preguntándose si estos dos eran reales. Parecían como esos que te estaban haciendo una broma. "Dijeron que todos acá tenían algo extraño."

"Bueno… no solo eso," Evan sonrió dulcemente y luego le ofreció una pistola con dardos a Kurt.

Kurt lo pensó, luego sonrió y tomó la pistola.

"Buena decisión," sonrió Ethan. Y sacó su propia arma y le disparo a Kurt justo en la frente.


Cuando Blaine salió de la habitación de los gemelos solo 10 minutos más tarde, estaba furioso por varias razones: uno, por gritarle a los gemelos por llevarse a Kurt sin decirle al resto donde estaba, dos, por haber mezclado a Kurt en una de sus batallas con armas a dardos, y tercero, por atacarlo con dichas armas al momento de entrar en la habitación. Dejar al chico nuevo solo en la casa de Windsor nunca es una buena idea, pero al menos Kurt parecía estar respirando cuando lo sacó de la batalla. Aunque, apenas.

Kurt estaba riendo tanto que se tambaleaba al caminar, la mano de Blaine lo agarraba firmemente, y miró al Warblers un poco ahogado. "¿Que son esos tipos?"

"Ojala lo supiéramos," Blaine sonrió, divertido al ver como Kurt parecía haberlo pasado bien. Se acercó un poco más a Kurt para inspeccionar su frente escarlata. "Te dieron ahí."

"Valió la pena al observar a Evan hacer un salto mortal a lo Matrix después de mi primer tiro." Kurt tragó, sonriendo un poco intimidado ante la cercanía de Blaine. Blaine sin embargo, lucía intrigado. "¿Cómo sabías que ese era Evan?"

"No lo sé," Kurt admitió. "Se sentía como Evan."

"En realidad era Ethan," Sonrió Blaine. "Es más elástico."

"Oh, entonces hay diferencias," Kurt se rio.

"Algunas." Blaine se detuvo ante una puerta y la abrió. "Esta es mi habitación."

Kurt miró dentro y vio que todo era muy diferente a la habitación de los gemelos en arquitectura, era muy… Blaine. Los muebles en el medio de la sala común eran diferentes, hechos de un material y color cálido. Había una gruesa alfombra bajo ellos, y solo una cama en uso. Ya que estaba colmada de libros de estudio, lápices, y una laptop y tenía una pizarra llena de fotos de los Warblers, Kurt asumió que esa era la cama de Blaine. La otra tarima tenía una cama pero estaba arrinconada y llena de cojines para sentarse. El estrado del medio, para la fascinación de Kurt, se había establecido un pequeño teatro con una pantalla de cine.

"¿Cómo… conseguiste esa pantalla?" Kurt estaba boquiabierto.

"Es muy antigua – solía estar en las salas de audio visuales, pero cuando las renovaron, pregunte si me podía quedar con ella."

"¿Y te dejaron?"

Blaine sonrió. "No es solo para mí. Mucho de los Warblers vienen aquí a pasar el rato. Así que ellos movieron unos hilos."

El Glee club de McKinley apenas podía pagar el transporte, ni hablar de una pantalla de cine, Kurt se maravilló. Caminó alrededor de la habitación, mirando la colección de los carteles de teatro y se detuvo en la pizarra con las fotos de los Warblers y otros quienes no tenían el uniforme de Dalton. De repente se dio cuenta que la habitación era muy tranquila. Y cuando levanto la vista. "Espera – ¿tienes una habitación para ti solo?"

"Si alguien tiende a tener hasta a diez chicos que llegan a cualquier hora para armonizar, hacer ruido, y generalmente causar confusión, los compañeros de cuarto no duran mucho."

Kurt sonrió y se sentó en el sillón con un suspiró, mirando alrededor. "Así que estas aquí, tu solo…" Miró alrededor ante la grandeza de todo.

"Me ayuda a apreciar el tiempo tranquilo, cuando los chicos no vienen," Blaine admitió sentándose a su lado.

Un silencio cayó entre ellos, pero no era ni tenso ni extraño. Ambos lucían cansados sin realmente saber porque lo estaban. Ambos parecían perdidos en sus pensamientos. Blaine se animó primero, y observó a Kurt mirando su teléfono. No había nada en la pantalla.

Blaine le dio un codazo suavemente. "Hey."

Por un instante, Kurt lo miró en respuesta antes de recostarse en su hombro, sin siquiera intentar sonreír esta vez. Blaine lo miró, un poco sorprendido, pero lo dejó pasar mientras duró. Puso su fuerte brazo alrededor de los hombros de Kurt, no muy seguro si estaba tratando de absorber el calor o compartirlo con él. En contra de sí, Kurt giró su cabeza desde el hombro de Blaine y dejó escapar un suspiró tembloroso, Blaine colocó su mano libre en la de Kurt.

"… se hará más fácil," finalmente murmuró.

Una pausa. "… ¿Cuándo?..." Kurt suspiró sin moverse, apretando un poco más su mano.

"Cuando así sea…" Blaine suspiró. Mirando a Kurt otra vez. Siempre tan cerca de esos atractivos labios que lo habían hipnotizado aquella tarde en las escaleras de Dalton. Y justo entonces, se giró antes de hacer algo lamentable.

Quería poder decirle todo, pero aunque pensara en ello todos los días, simplemente no habían palabras que pudieran explicar cómo se sentía. Incluso el mismo no podía entender como un chico, en solo un día, pudo ganarse toda su atención sin saber que lo hacía.

Y con todo lo sucedido, ahora solo podría herir a Kurt; estaba seguro que Kurt no necesitaba esta nueva complicación. En su estado actual, cualquier movimiento sería como tomar ventaja.

Y nunca se perdonaría si terminaba siendo solo un problema más para Kurt,

Por ahora… te protegeré. De todo… Incluso de mí.

Blaine le sonrió a Kurt. "cuando confíes en ti mismo para levantarte otra vez."

Kurt lo miró. La sonrisa de Blaine se amplió. "Eres una persona maravillosa, Kurt, al haber aguantado por tanto tiempo." Se giró y miró la masa de fotografías en su pizarra. "… yo no dure tanto tiempo."

"¿Blaine…?" Kurt se puso de pie, mirándolo, con el ceño fruncido preocupado.

Pero Blaine lo miro con la misma expresión cálida. "Eres más fuerte de lo que crees. Kurt… coraje también significa creer en que puedes levantarte y convertirte en quien quieres ser otra vez, cuando todo parece derrumbarse."

Tomó las manos de Kurt. "Aunque esta vez… yo estoy contigo. Como te dije antes, yo te cubro. ¿Está bien?"

Kurt miró sus manos, y luego a Blaine con una sonrisa. Sentía como sus ojos picaban de lágrimas pero su orgullo se negó a dejarlas caer, así que parpadeo para alejarlas. Rio ante la bruma de sus ojos y asintió con la cabeza. "Si, está bien."

Blaine se rio y le sonrió. "Mantente ahí."

Kurt solo rio, secándose sus ojos y asintió.


"Esto es como algo sacado de una película de Julia Roberts," Wes gruño, girando los ojos ante el humor de la sala, habiendo visto toda la escena.

David sonrió y luego volvió a mirar a los dos en la habitación de Blaine, "Voy a tener que estar de acuerdo. Pero son asquerosamente adorables."

"Blaine se ve feliz," Evan sonrió, y Ethan añadió, "lo cual es mejor que observarlo mirar su Blackberry esperando un texto de su linda linda ninfa."

"¿Es oficialmente su linda linda ninfa?" David preguntó.

"No todavía, es cosa de mirar lo inquietos que están el uno con el otro. Y tú sabes tan bien como yo que si Blaine tuviera algo oficial con alguien, bueno…" Wes giró los ojos. "No estaría luchando tanto." Hizo un gesto a los chicos conversando dentro de la habitación.

"¿Puede cantar?" preguntó Ethan curiosamente. "Mencionaste que estaba en el Glee club de McKinley."

"La única cinta de McKinley que tenemos tiene una pequeña chica con una gran voz al frente," Evan comentó. "Y la ninfa de Blaine hacia los coros."

"Bueno Blaine insiste en que puede cantar – No sé cómo lo sabe si Kurt dijo que nunca lo ha escuchado," David se encogió de hombros.

"Lo descubriremos pronto," Wes asintió, cruzando los brazos sobre su pecho mientras mantenía la mirada en la pareja en el sillón. "Tendrá que cantar para Harvey y Medel. Ellos decidirán."

"Lo hará bien," los gemelos dijeron a coro.

"¿Y cómo saben eso?" David levantó una ceja.

Evan - ¿o era Ethan? – sonrió mientras estudiaba la gran sonrisa de Kurt mientras miraba a Blaine. "Lo presiento."


En el próximo episodio: Mudarse es doloroso mientras los chicos intentan hacer a Kurt sentirse como en casa. Dalton tiene una política ante bullying, pero tiene sus propias rivalidades; y Windsor, Stuart y Hanover están a punto de tener su primer gran evento. Kurt tiene sus propios problemas mientras intenta impresionar al instructor de coro Greg Harvey y la músico Sylvia Medel. Entre estudios, Warblers, y tratando irremediablemente de no distraerse por Blaine, Kurt empieza a aprender a cómo lidiar con la vida en Dalton.